Movimientos, profundidad y exaltación
Poesía erótica.
Movimientos y profundidad
Benditos sean
los movimientos que hace tu estómago
cuando intenta resistir ese calor que recibe
proveniente de un cuerpo extraño.
Cuando intenta resistir
los hormigueos
que lo zarandean internamente.
Benditos los movimientos
que hacen tus manos
y tus brazos
cuando están creando los placeres
que otras ciertas partes de tu cuerpo
exigen al momento.
Benditos los movimientos
que hace tu lengua
cuando me matas y me rematas
el alargamiento venoso y sobresaliente
con ella.
Bendita la profundidad
de tu garganta
cuando me castigas de forma benigna con ella.
La profundidad de tu ombligo
cuando introduzco mi lengua casi hirviente en él.
Exaltación
Exaltante
es la relación idílica que existe
entre tu boca y mi boca.
Entre tu lengua y mi lengua.
Entre tus mejillas y las mías.
Entre tu pecho y el mío.
Entre tus manos y las mías.
Entre tus brazos y los míos.
Entre tu ombligo y el mío.
Entre tu cintura y mi cintura.
Entre tus caladas intimidades y las mías.
Entre tus piernas y las mías.
Entre tus pies y los míos.
Exaltante
es la excelente relación amistosa
que pueden llegar a tener
tus pechos con la libertad,
tus glúteos con la libertad
y tu prominencia más íntima con la libertad –tu cuerpo con el exhibicionismo–.