Mosquita muerta

Denise era la tipica chica, un poco pijita que siempre creerías que no había roto un plato pero al final fue sometida por su maduro vecino y usada por otro par de Amos y Amas, una orgía de sensaciones

MOSQUITA MUERTA

Denise se había separado hacía poco tiempo. No habían tenido hijos y ella se había quedado con el piso familiar. La verdad no echaba nada de menos a su marido. Lo único quizás el sexo, más por cómo se lo hacía él, por el sexo en general.

Unas semanas antes de la separación empezó a sentirse atraída por el sexo brusco. Por un libro descubrió que le gustaba el BDSM, bueno ella lo llamaba sado ó sexo duro, pero tenía que aprender mucho. Uno de los vecinos le solía ayudar con las finanzas. No ganaba mucho, pero tenía un trabajo estable con unos ingresos medios y como no sabía dónde invertirlos y en la cuenta corriente no le daban nada había consultado con este hombre.

El hombre le daba hasta miedo. Siempre que acudía a su despacho que lo tenía en su casa éste nunca sonreía y se mostraba muy seco y cortante. Un día acudió con una amiga antes de ir a la playa. Luego su amiga le comentó:

Que hombre tan extraño, le he visto cómo te miraba el culo y parecía que le ponías, pero ni ha sonreído ni mostrado ningún sentimiento y esos adornos en las paredes daban bastante grima. ---- dijo Sonia.

La verdad es que tienes razón, me da miedo, pero me pone cachondisima. Pero es una sensación extraña. Es mucho mayor que yo, pero no sé tiene algo magnético como algo poderoso que te folla cuando quiere él y te mojas cuando te mira---- respondió Denise.

Tú has visto muchas películas, pero tienes razón. No me he fijado en él por la edad, pero mirado así sí tiene un poder en esa mirada que podría hacer lo que quisiera.

Denise, esa semana tenía vacaciones y por la tarde se sentó frente al ordenador y estuvo navegando sin rumbo por Internet. La verdad no buscaba nada concreto, pero estuvo buscando sobretodo webs sobre BDSM y encontró una con muchos contactos, fotos y videos que le encantó y se registró. Le llamaron la atención pareja de Amo/sumisa ó Ama/sumiso que eran matrimonio y que habían llevado el BDSM a su vida diaria. Colocó una foto vestida que llevaba una blusa blanca y unos jeans verdes algo holgados pero que dibujaban muy bien su cuerpo y que además no se le veía la cara.

Lo que no sabía era que en esa web su vecino tenía perfil como Dominante y que poseía una switch que le servía y con gran cantidad de fotos, videos y escritos. Al día siguiente su vecino vió su foto y la reconoció. De hecho, pensaba que esos jeans le quedaban genial, sobre todo para bajárselos y follarla. La escribió, no quería ahuyentarla y tuvo bastante tacto. Ella respondió e iniciaron una relación de mensajes. Él le había dicho que era de otra ciudad para que no sospechase nada. Además, con la emoción a ella no se le ocurrió pedirle foto ni nada.

La cosa fue cogiendo temperatura y Él la vaciló diciendo que él día que quedasen la bajaría los pantalones para poseerla. A partir de ese momento fue aumentando la confianza y Denise le confesó que estaba empezando a sentir una gran sumisión pero que no sabía si en real iba a ser lo mismo. Él le dijo que si se la encontraba la iba a poseer. En el avatar del perfil del Dominante había un símbolo. Al de unos días tuvo que volver donde el vecino, ni se acordaba del perfil ni de lo que sentía ante el vecino. Entró y se sentó en la silla mientras Antonio revisaba los papeles y le explicaba los pasos que tenía que dar etc. Se levantó y fue a la biblioteca a por unos papeles y le pidió a Denise que le acercase una llave de la mesa. Denise se levantó y se inclinó sobre la mesa para alcanzársela. Estaba rozando la llave cuando notó un golpe en la mesa y como el cuerpo del hombre la empujó contra la superficie de la mesa y al intentar girar la cabeza vió la muñequera de cuero del hombre y un latigazo surcó su mente y reconoció el símbolo como el mismo del avatar del Dominante con el que chateaba recientemente en Internet.

La reacción de Denise fue inmediata y su coño se mojó como en una inundación. El abrió los pantalones de la chica de golpe y los bajó. Luego arrancó su tanga y la poseyó. Denise contrajo los músculos de la cara. Luego se relajó y se dejó ir. El hombre la cogió de las caderas y la follaba salvajemente. Ella gemía y jadeaba como nunca creyó que haría. Era empalada y atravesada por la polla como si fuera por una barra al rojo.

Denise nunca había disfrutado tanto y nunca se sintió tan a merced de alguien. No tardó en correrse. Temblaba como con espasmos y de repente el Amo se la sacó e intentó metérsela en el culo, pero las primeras acometidas no tuvieron efecto, las dos siguientes apenas abrieron el estrellado agujerito, pero luego ya se abrió un poco paso, pero volvió a intentarlo y un trozo logró meterla. A Denise le dolía, pero la excitación de la situación le pudo y el empujón que hizo él logró entrarla toda. El dolor fue insoportable pero la maestría de él follandola logró que el dolor se transformase en placer. Él que no había eyaculado no podía parar y la sodomizó hasta eyacular dentro de ella una parte y luego la hizo arrodillar y echó los últimos restos en su cara.

Denise le miraba humillada pero terriblemente excitada y Él la cogió del brazo y levantándola le indicó:

Vete al baño, adecéntate y ven de nuevo que vamos a hablar.

Ella, obedientemente fue al baño y se lavó la cara, peinó el pelo y se sentó en la silla.

Hoy te he poseído porque te reconocí en la web donde colgaste tu foto, aunque pensé que me ibas a rechazar.

No Señor, no le rechacé porque, aunque lleva tiempo excitándome cuando ha golpeado la mesa he reconocido el símbolo en la muñequera de cuero y ahí es cuando me he dejado llevar. Además, quería decirle que llevo tiempo pensando en meterme en éste mundo y por eso hice el perfil. Ahora que sé que Usted es Dominante y viendo como es me gustaría, no sé cómo se dice si entregarme a Usted ó que Usted me adiestre.

A ver, acepto tu idea porque hace tiempo que quería poseerte, pero ahora vas a leer todos los papeles que te voy a dar para que los rellenes y los firmes. Si aceptas esto serás mi sumisa y cada vez que Yo, ó alguien que lleve éste símbolo que has visto en mi muñeca lo requiera, harás lo que esa persona diga.

Denise fue leyendo todos los papeles, una parte era una sucesión de prácticas sexuales o causantes de dolor etc y la última un contrato ó similar. Estuvo dudando, pero acabó firmando todo. Se despidió y se marchó a casa. Los días pasaban y no pasaba nada. Se encontró con el vecino un par de veces y éste le saludó cortésmente, incluso una vez delante de algún vecino.

El fin de semana fue de compras con su amiga Sonia a un centro comercial. Estuvieron de compras todo el día. Una de las de seguridad estuvo vigilándolas todo el día. Sonia se despidió de Denise y se marchó justo cuando terminaron de tomar algo. Denise se dirigió a los baños y cuando iba a entrar en uno de los cubículos la de seguridad la empujó dentro.

Hola perra, creo que conoces esto----- dijo señalándose el símbolo que llevaba en una muñequera.

Sí Señora, lo que Usted ordene--- respondió Denise agachando la cabeza.

Cuando yo salga, saldrás detrás de mí y te dirigirás donde yo te indique.

La de seguridad salió cerciorándose antes que no había nadie. Luego le siguió Denise. Giraron a la izquierda por un pasillo que conducía a una habitación que estaba al lado del vestuario del departamento de Seguridad. Faltaba poco para cerrar. La de seguridad solía cerrar la puerta del personal con lo que no era raro que fuera la última en abandonar el centro comercial con lo que podía tener a Denise allí hasta salir. Tenía permiso del Amo para jugar con Denise en base a los limites conocidos de ésta hasta que tuviera que conducirla donde el Amo.

Silvia que así se llamaba la de seguridad la ordenó desnudarse y quedarse en ropa interior. Luego la indicó que llamase a quien tuviera que llamar porque su Amo requería que estuviera con él una semana. Si no podía se tenía que volver a vestir y ella la llevaría a casa sin que nadie supiera nada.

Y por cierto si a la que avisas es a Sonia, no te molestes, aunque no lo sepas es sumisa y me la follo cuando quiero. Se entregará a tu Amo, pero más adelante.

Denise encajó esa noticia como un golpe en el estómago, pero su coño se mojó del todo.

Ahora ponte contra la pared---- ordenó Silvia.

La chica obedeció y la de seguridad aprovechó para pegarla la cara contra la pared y decirla lo zorra que era. Luego esposó sus manos a la espalda. Por último, sacó una navaja que blandió delante de la cara de la chica. Luego cortó la ropa íntima de la chica y al pasar la mano por su sexo vió que estaba empapada y la dijo:

Guarda para ésta semana que vas a pasar con tu Amo

La condujo fuera a una furgoneta donde abrió las puertas traseras, la hizo subir y esposó sus dos muñecas a la altura de la cabeza mientras estaba sentada a la pared de la furgoneta. Luego le dio a beber de una botella de agua.

De aquí a que lleguemos tienes que beber litro y medio y no quiero que te mees encima, si quieres orinar avisa, pero si lo haces te daré más agua y serás castigada así que tú misma.

Silvia le colocó en la boca un aparato que le permitía beber sin necesidad de tocar nada y ese aparato colgaba de una bolsa especial en la que vertió Silvia una botella de agua de litro y medio. A Denise le venían las ganas de orinar, pero logró aguantarse. Cuando llegaron Fue bajada de la furgoneta por Silvia, por lo que vió estaban en el campo en una casa a la que rodeaban hectáreas de árboles y hierba. Fue conducida al interior de la casa y allí se le colocó en un mueble donde se tuvo que colocar en una posición similar a estar en cuclillas. No había visto al Amo, estaba todo a oscuras. En esa especie de mueble, fueron colgados de sus labios vaginales unas pinzas especiales de las que colgaron un bote de pintura d 5 litros. El bote pesaba, pero no mucho. Las ganas de orinar amenazaban con vencer su resistencia a hacerlo.

Ahora a Denise le fue introducido un embudo en la boca y allí fue vertida una pequeña cantidad de agua de no más de medio litro y esa cantidad fue el detonante de una orina furiosa primero liberatoria pero ahora ya disfrutando de la relajación de su vejiga. Pero ahora el dolor fue creciendo por el peso del bote de pintura. Silvia se acercó y la cogió del pelo diciéndole lo puta que era.

Bueno, para empezar el juego está bien. ----- indicó Silvia.

Silvia retírate, tomo el mando yo----- Ordenó Antonio.

Soltó a Denise y la retiró el cubo de pintura y la condujo hacia la parte trasera de la finca. Allí había preparado un terreno que había llenado de barro por lo que parecía, pero lo que no sabía Denise es que parte del barro era estiércol, seco y mezclado con barro para que no oliera tanto. La explicó que sería una carrera con otros dos sumisos.

El que perdiera sería castigado, pero Denise no sabía que había trampas.

Ahora te presentaré al resto de participantes, pero antes haremos una videollamada. En ella yo veré a la otra persona, pero ella no me verá a mí.

Tocó un número en el teléfono y en la pantalla salió una chica…… que era Sonia. Ahora sí que se excitó, su amiga también era sumisa. El dialogo fue procaz, pervertido y sumamente esclarecedor que su amiga era sumisa. Apagó el teléfono y ahora dejó a Denise en la línea de salida mientras él se introducía en la casa. Allí acompañó a un matrimonio a los que acompañó a una mesa con una sombrilla y unas sillas en las que se sentaron a la vez que esperaban a Antonio.

Luego con dos palmadas aparecieron Silvia y un chico que andaría en los veinte años sin vello, cuerpo definido, pero no extremadamente musculado. Venían vestidos. Silvia con la ropa de trabajo y el chico con un pantalón de chándal y una camiseta.

Ahora desnudaros perros y prepararos para la carrera.

El chico se fue quitando la camiseta y luego el chándal y se descalzó. Estaba muy bueno. Denise no paraba de mirarlo. El Amo que estaba sentado en la mesa se levantó y untó la mano en un bote como de crema y se acercó al chico y lo acarició la cintura, suavemente, muy lentamente, poco a poco, luego los muslos y los huevos. Luego las nalgas y el agujerito trasero.

Antonio, estoy un poco tenso, me prestas al sumiso un rato antes de la carrera? ---- pidió el Amo.

El Amo Antonio concedió el deseo.

El Amo invitado introdujo el dedo en el ano del chico y lo sacó y metió hasta que no encontraba dificultad. Entonces lo condujo a un árbol donde lo ató a una de las ramas, de esa forma el chico quedaba de pies completamente estirado. El Amo con las manos lo abría las nalgas y con su peso lo empujaba contra el tronco. Con la mano puso la punta de su circuncidado pene entre las nalgas del joven universitario y empujó. Previamente se había embadurnado de vaselina la polla y eso hizo que la polla abriera un poco el culo y entonces empujó y desfloró el joven ano y comenzó a follarlo.

El chico no podía tocarse porque el cb que llevaba se lo impedía. Por su parte Antonio ordenó a Denise que fuera donde la Ama invitada. La chica obedeció y se arrodilló ante ella y lamió sus zapatos. La mujer abrió sus piernas y retiró el tanga a un lado y cogiendo del pelo a la chica la hizo que la lamiera.

Solo quedaba Silvia. Antonio la ordenó vestirse con el traje de trabajo. Esos pantalones le hacían un culo adorable. Antonio la llevó a la mesa donde estaba la Ama y Denise comiéndola el coño. Allí la abrió desde la espalda la blusa de golpe y la tumbó contra la mesa. La bajó los pantalones tan fuerte que rompió alguno de los botones de la bragueta. Arrancó las bragas y la penetró de forma salvaje. La chica chilló arqueando completamente la espalda, pero en seguida primero ronroneó y luego gimió y al final jadeaba tan profundamente que debían de escucharla a varios kms. El Amo la estiraba del pelo a la vez que la sodomizaba lo mismo que el otro Amo con el sumiso.

Por su parte Denise, bien guiada por la Ama de plateada cabellera, logró que la Dama estallara en un gran orgasmo. Los dos culos que estaban siendo invadidos se vieron pronto rellenos de blanco semen. Los dos Amos se retiraron a lavarse sus miembros viriles, lo mismo que la Ama.

Por su parte Silvia condujo a sus compañeros al lavabo para hacer lo mismo.

Cuando volvieron todos, los tres sumisos fueron colocados en la línea de salida. Las dos chicas y el chico desnudos. La carrera consistía en correr por el terreno embarrado y lleno de estiércol hasta un poste que había al final del terreno y volver al punto de partida. Había obstáculos para dificultar la carrera. Dieron la salida. Corrían los tres, saltaban las zanjas, se caían, se arrastraban para pasar por debajo de algunas zonas. Cuando llegaron al final estaban de barro hasta el pelo.

Silvia había ganado y entre los dos, por poco había ganado el chico. Así que Denise sería castigada pero los otros dos no se irían de rositas.  Les colocaron a los tres contra una pared y cogieron una manguera del jardín y abrieron el agua fría y les lavaron con el chorro a presión. Cuando estuvieron bien limpios Silvia y Aitor fueron retirados a un lado y tuvieron que subirse a una plataforma a unos cuatro metros de altura sobre unos tubos cilíndricos de metacrilato transparentes.

Bajaron dentro de los tubos. Fueron atadas las manos a unas cadenas y las manos situadas por encima de la cabeza. Las cadenas fueron estiradas hasta que tenían que mantenerse de puntillas y entonces se llenó de agua hasta la cabeza. Solo de puntillas podían mantener nariz y boca fuera del agua.

Denise fue conducida a un poste donde sus manos fueron atadas a una altura superior a su cabeza y allí desnuda fue azotada con el látigo largo por el Amo invitado, Con fusta y flogger por la Ama y con vara por Antonio. Tuvieron cuidado de no dañarla demasiado para que no asustara.

Por otra parte, los otros dos estaban completamente tensos. Sus músculos parecían de madera. Les ayudaron a salir y sentaron a los tres juntos en una silla, A las dos chicas colocaron unas pinzas de coche en los pechos y al chico en la polla. Luego aplicaron electricidad, primero con cargas muy bajas y luego subiendo algo hasta que consideraron que les sería muy duro aguantar pero que no sería peligroso. Les retiraron las pinzas y tumbaron a cada uno en una camilla. Las tres juntas, Cada Amo cogió una barrita violeta y una vela. Iba alternativamente vertiendo cera y aplicando corrientes eléctricas. Luego los ataron a las camillas y con pequeños puñales les fueron retirando la cera.

Por último, se ducharon los seis juntos, siendo follados los tres sumisos por los Amos y Ama alternativamente. Así pasó su primera semana de entrega Denise.

Este relato es imaginario, pero si queréis podéis escribirme y dejar vuestras opiniones que agradecería a:

Picante100@hotmail.com