Morir una vez más Corazón negro (9)
La sospecha de que Erika sea culpable, horroriza a Roberto
Roberto no podía creer que su amiga, su antigua amante, fuese capaz de hacer todo ese montaje para engañar a Yolanda y provocar la destrucción de su matrimonio. Sabía que ella aún seguía enamorada de él, pero le constaba que había aparcado sus sentimientos y dedicaba todos sus esfuerzos a entregar su amor a Louis. Desde que Roberto la salvó de esos cerdos de las películas snuf, y él había rehecho su vida con Yolanda, Erika no se había insinuado lo más mínimo en el plano sexual y solo había potenciado sus lazos de amistad incondicional.
Sabía que ella, desde que estaba con Louis, había eliminado de raíz su antigua promiscuidad sexual, y en la intimidad entre los dos amigos, le contaba que Louis era un perfecto amante que la satisfacía del todo, como lo habían sido Jean-Paul y el mismo Roberto.
Con Roberto, a veces bromeaban con quien satisfacía mejor a su pareja, Yolanda a Roberto o Louis a Erika. Cada uno le vacilaba al otro de lo buena que era su pareja en el sexo.
Además, entre Erika y su tía se estaban ocupando de sus hijos en Suiza. Una vez acabadas las vacaciones de los chicos, los inscribieron en un elitista centro educativo suizo, que abarcaba desde la primaria, hasta los estudios universitarios. Vivían en la lujosa mansión de la tía de Erika, que estaba encantada con compañía de los jóvenes.
Lo más difícil fue convencer a los chicos de la necesidad de cambiar de país, modificar las costumbres, dejando a sus amistades y sobretodo, perder totalmente el contacto con su madre. La excusa de que su madre había entrado en una crisis depresiva y que necesitaba aislamiento con cuidados especiales, no les convenció en primera estancia, pero el día a día, fue dejando el tema en un segundo plano, aunque no se olvidaban de ello ni mucho menos.
Roberto seguía convencido de la inocencia de Erika pero, ¿y si el amor que sentía por Roberto le había trastocado para eliminar a Yolanda de la ecuación? Bien pensado, en este momento Yolanda, la querida esposa de eterno amado, estaba fuera de combate y además tenía el control de sus hijos. Jugada maestra.
Pero Roberto necesitaba más, debía de comprobar algunas cosas antes de provocar una explosión.
Llamó a Erika para ver su reacción.
- Hola Erika, ¿Cómo están los chicos? – sabía perfectamente como estaban, ya que cada día hablaba con ellos - .
- Muy bien, su adaptación a los estudios es perfecta y mi tía está encantada con ellos. Aunque… ya sabes mi opinión con el tema de separarlos de su madre.
- Lo sé Erika, lo sé. De momento seguiremos así. Te llamaba por que necesitaría ver a Alphonse, tenemos un problema con unos datos perdidos y quiero que venga a Barcelona para solucionarlo.
- Pues… no sé… en este momento lo tenemos muy ocupado y mañana viaja a Viena para implantar un no sé qué de seguridad.
- Vaya, mi gozo en un pozo, no te preocupe. Miraremos si alguien de su equipo puede echar una mano.
- Ok, ya me dirás.
Roberto se quedó pensando en la reacción de Erika, podía ser del todo normal o tal vez no…
Por otro lado, le quedaban tres mujeres a las que follar y hundir la vida a tres cabrones. Y no debería tardar mucho en ejecutar sus planes ya que había la posibilidad que el arruinado Oscar, contactará con sus amigos de bacanales para advertirles que el marido de Yolanda estaba buscando venganza. Debería simultanear el ataque a los tres objetivos, aunque era complicado.
El más fácil sería Raúl. Según el informe de Jerome, su mujer Lucía, era muy facilona para lo del sexo. Conocía las “fiestecitas” que se montaba su marido con sus amigos o sus frecuentes contactos con prostitutas y camellos de los bajos fondos. Raúl estaba convencido de la fidelidad de su esposa, pero la realidad es que le costaba muy poco encamarse con cualquiera. Lo que más le sorprendió a Roberto fue la confesión de Jerome de que, a los dos días de investigar a Lucía, mientras la estaba espiando en un bar de copas, ella se le había insinuado y habían acabado follando en un hotel.
- Joder tío, no conocía tu faceta de ligón.
- Pero que dices, esa tía se me echó encima nada más verme. A los 15 minutos le estaba taladrando el culo en el hotel más cercano. Los 40 años que tiene están muy bien puestos, pero solo le gusta que se la metan por el culo y que le den fuerte. Te aviso, imprescindible el condón, no se sabe lo que ha pasado por ese ojete.
- Eso sí que es implicarse en un seguimiento – se burlaba Roberto –
- Pero si no hice nada, ya sabes que lo que tengo de bueno como guerrero, lo tengo de malo para acercarme a una mujer. Cada uno para lo que sirve.
- Tomo nota.
Con esta información, Roberto se lanzó a por Lucía de inmediato. Dos días más tarde, la entro en una discoteca donde la mujer había salido de caza. Pero la que cayó en el cepo de Roberto fue ella. Creyendo que había cazado a un pedazo de hombre, se la prometía felices mientras lo acompañaba a su hotel de lujo. En la famosa hab. Nº 744, Roberto culminó una noche de duro sexo anal con aquella mujer, que lo disfrutó como nunca. Siempre con condón.
Otra vez, la elección de la habitación fue para mayor sufrimiento de Yolanda. Quería recordarle que, donde Roberto la vio follando con un hombre, ahora sería Yolanda la que lo viese follando con una mujer. Evidentemente la grabación fue a parar al sobre “Nº3 – LUCÍA”.
Respecto a Raúl, aprovecharon su adicción a la cocaína y sus trapicheos con camellos de poca monta. Para poder implicarlo en una operación de narcotráfico medianamente importante, necesitaban obtener una cantidad de droga suficiente para que la condena fuese severa. Jerome, se trabajó a su contacto en los Mossos d’Escuadra – la policía autonómica catalana – para que le ”prestara” 5 kg de cocaína decomisada, de una pureza del 80%, que iba a ser destruida en breve. El motivo oficial era hacerle una encerrona a un traficante de drogas.
El tema era el todo ilegal pero llegaron a un acuerdo. Escamotearía los 5kg. antes de su destrucción, sustituyéndola por algún polvo blanco parecido. Nadie notaría la sustitución entre todo el pack, que era de unos 200kg.
Les prestaba la coca previo pago de su valor, unos 175.000€, a modo de garantía, mientras Jerome montaba la trampa a Raúl. La detención del narcotraficante la llevaría a cabo el mosso d’escuadra “colega”, llevándose el mérito de la detención y recuperando la cocaína. Devolvería el dinero quedándose un 10% de comisión por las molestias ocasionadas.
“Compraron” a uno de los camellos habituales de Raúl, para que le involucrara en la venta de una partida de coca de gran calidad y a un precio increíble. Por 75.000€ le vendía 5kg. de cocaína del 80% de pureza, para colocarla entre sus amigos “pijos”. Era un chollo de negocio, ya que podía sacar 100.000€ de beneficio, mucho más si la cortaba un poco. Raúl sacó los 75.000€ de su cuenta bancaria, que era todo el dinero que tenía y de dirigió al punto de encuentro con su camello de confianza. Tras el intercambio, subió a su coche con la coca guardada en el interior de una bolsa de deportes de color negro, con la intención de esconderla en un trastero que tenía alquilado. Sin saberlo, una cámara había grabado su entrada en el vehículo con la bolsa de deporte en la mano.
En el momento de arrancar, recibió una llamada de un número desconocido en su móvil. Por inercia, contestó a la llamada y una voz gutural le dijo:
- Le están reventando el culo a Lucía en tu casa, en tu propia cama, ahora mismo. – y colgó -
Raúl, sorprendido por la llamada, dudó en ir a esconder la coca o entrar en casa para descubrir la infidelidad de su mujer. Optó por pillar in fraganti a su esposa.
En 20 minutos estaba subiendo las escaleras de su edificio. Llevaba la bolsa de deporte en una mano, ya que no se había atrevido a dejarla en el coche. En silencio, entró en el piso mientras escucha en su habitación gritos de placer de una mujer que identificó con la voz de Lucía. Dejó la bolsa sobre la mesa y se dirigió a la habitación.
Se llevó una sorpresa al ver que no había nadie en la cama y que el sonido provenía de un ordenador portátil que estaba sobre la cómoda de cajones del dormitorio. Era el video de Roberto follándole el culo a Lucía.
Estuvo mirando con cara de incredulidad como su santa mujer le pedía una y otra vez a ese hombre que la sodomizara. Nada más terminar, se activó la cámara del laptop dividiendo la pantalla en dos, donde una mitad estaba su imagen y en la otra aparecía Roberto diciendo:
- El culo de tu mujer me ha encantado. Soy Roberto, el marido de Yolanda y acabas de pillar.
El ordenador se apagó al automáticamente, mientras se oía un estruendo al ser derribada la puerta de la entrada por parte de la policía. En unos instantes entraban en la habitación, apuntándolo con sus armas.
Pillado en casa con una bolsa llena de cocaína… mínimo seis años de prisión. La sincronización había sido perfecta.
El siguiente objetivo fue Alba, la hija de David, una bonita chica de 22 años que estudiaba empresariales en la universidad. Le sobraba algún quilito, pero se podía decir que era atractiva. Roberto movió sus hilos y consiguió, previo pago, que le invitaran a dar una Masterclass en Comercio Exterior a la que asistiría Alba.
La ponencia que expuso Roberto fue simplemente brillante, sus conocimientos y experiencia en comercio exterior, logística, créditos documentales, incoterms, negociación de contratos, etc., cautivó a todos los alumnos y en especial a Alba, que intervino activamente en el coloquio final.
Al terminar, recibió los comentarios y felicitaciones de algunos de los asistentes que se acercaron a él. Al llegar el turno de Alba, Roberto desplegó toda su sapiencia en seducción. Le rogó que esperase unos minutos a que la gente se fuera y mirándola a los ojos le dijo que estaría encantado de invitar a cenar a una estudiante que tanto interés había demostrado en la materia. Ella, encantada aceptó.
La llevó a un restaurante carísimo y toda la noche estuvieron hablando de los estudios de ella y de la Masterclass. La acompañó a su residencia, y se despidió de ella caballerosamente, besando su mano. Ella estaba alucinada de que un madurito guapísimo y buenorro, se hubiese fijado en ella y la tratase como una princesa.
Roberto continuó el ataque las dos siguientes noches. Cena excelente, agradable conversación y despedida caballerosa.
En la cuarta cena, Roberto le dijo:
- Perdona mi atrevimiento Alba, pero mañana tengo que ir a Viena para encontrarme con una persona. Será solo una noche y me encantaría que me acompañases. No me malinterpretes, no pretendo seducirte y aprovecharme de ti, solo es que deseo tu compañía.
- Vaya… no sé qué decir… estaré encantada de acompañarte, y no te preocupes que ya soy mayorcita para tomar este tipo de decisiones.
- Discúlpame, se perfectamente que eres toda una mujer y perdona si también te digo que eres bellísima.
Se despidieron acordando que Roberto la recogería temprano para ir al aeropuerto. Alba regresó flotando en una nube hasta su habitación en la residencia de estudiantes. Se tendió en la cama y se masturbó como hacía tiempo que no lo hacía, pensando y deseando que Roberto la follara desaforadamente.
El hotel de Viena era de súper lujo, y la suite donde se alojó Alba, de cine. Tenía la esperanza de compartir habitación con Roberto, pero el continuaba respetándola en todo momento. Mientras Roberto mantenía la reunión prevista, ella aprovechó para visitar la ciudad.
Roberto fue a la oficina austriaca de su empresa, a encontrar con Alphonse, que estaba trabajando en el sistema informático de la delegación.
Por la noche, cenaron en el mejor restaurante de la ciudad y al regresar al hotel, Roberto la acompañó hasta la puerta de su suite. Ella deseaba que la empujara al interior y que le hiciese el amor como su no hubiera un mañana, pero Roberto simplemente la besó con ternura en sus labios, y deseándole buenas noches, se dirigió a su habitación.
Estaba seguro de tenerla en el bolsillo. Pero se juró a si mismo que no iba a hacerle daño a esa joven. Era una buena chica, aunque su padre fuese un violador aprovechado, no merecía pagar por las maldades de su padre.
Y en el aeropuerto de Barcelona, Roberto se disponía a acompañarla a la universidad, pero ella se plantó frente a él y armándose de valor le dijo:
- Roberto, ¿no me deseas?
- Pues… claro que sí, claro que te deseo, eres preciosa.
- ¿Pues porque no me has hecho el amor aún? – fue directa ella -.
- Pues porque no quiero que pienses que nuestra relación pueda tener futuro, tu eres joven y habrá muchos hombre más en tu vida. Yo no me voy a enamorar de ti y tú no debes hacerlo de mí.
- No me voy a enamorar de ti, solo quiero sentirme tuya, y sentirte mío, aunque solo sea por un instante. Te deseo, desde que te vi en ese auditorio.
- Pues si es lo que deseas, lo vas a tener. Vamos a mi casa, y te aseguro que me voy a entregar a ti con el alma, solo que será la primera y última vez. Debe quedar como un bonito recuerdo entre nosotros dos.
Y en su casa, en su habitación de matrimonio, donde tantas y tantas noches había amado a Yolanda, hizo el amor con aquella joven a la que no amaba, pero cumplió su promesa de entregarse a ella con todo su corazón, haciéndole sentir a ella, un placer que jamás había sentido hasta ese momento.
Sabía que Yolanda vería el video “Nº 1 - ALBA”, que se estaba grabando en ese momento, y se daría cuenta de Roberto se estaba entregando con esa pasión a otra mujer, y en su cama de matrimonio. Estaba convencido de que le dolería muchísimo pero no tenía claro si él tendría remordimientos por la crueldad que estaba cometiendo con Yolanda.
No los tuvo. Su corazón se oscurecía más a cada día que pasaba, se pintaba de negro con la pintura que suministraba la traición de Yolanda.
Alba salió de esa casa satisfecha y feliz de haber conocido a un hombre como aquel. Sabía que no lo volvería a ver pero recordaría la experiencia toda su vida.
Al partir Alba, Roberto de acercó a su estudio y conectó su PC y activó el link que visualizaba las cámaras que desde el primer día instalaron en el pisito de Yolanda. No la espiaba continuamente, era la segunda vez en esos meses que se conectaba para ver su evolución. Estaba cambiada, muy desmerecida, realmente estaba sufriendo. Había perdido peso y su cara estaba un poco demacrada, se notaba que no se cuidaba. Se dijo que no volvería a conectarse hasta el día que terminase definitivamente su plan. Desconectó el PC.
Después de su viaje a Viena para acorralar y presionar a Alphonse y del sexo con Alba del día anterior, Roberto entró en su oficina y fue directamente al escritorio de Eva.
- Eva, por favor, necesito que localices a Erika esté donde esté, para que esta tarde se reúna conmigo en mi despacho. Ya sabes lo de mi separación con Yolanda.
- Roberto, lo de Yolanda y tú quizás deberíais…
- Ahora no Eva, esta tarde con Erika.
- Dile que tenemos que clarificar la intervención anónima que organizó la trampa a Yolanda. Es urgente que venga, y si se niega, dile que iré a buscarla personalmente. – Yolanda no estaba acostumbrada a ver a Roberto con esa actitud autoritaria – Y también cita a Jerome a la misma hora, lo quiero de testigo en la reunión.
Al entrar a su despacho, pensó en que aún le faltaba tirarse a Verónica, la mujer de Juanjo. No había hecho ninguna aproximación hacia ella y la verdad es que tenía pocos datos para entrarla con éxito.
Pero hoy tocaba desenmascarar a la traidora y lo iba a hacer esa misma tarde. De ese despacho saldría con los pies por delante, se dijo metafóricamente.
A las 17:30h Roberto y Jerome se encontraban hablando en la puerta de su despacho, mientras esperaban la llegada de Erika.
- Jerome, te necesito como testigo de la conversación, si hay que aclararle a ella algún aspecto técnico, no te cortes y lo sueltas, ¿de acuerdo?
En ese momento apareció Erika, parecía cansada y hacia gestos nerviosos.
- Joder Roberto, ¿era necesaria tanta urgencia?
- Vamos a dentro, que quiero matar el tema hoy mismo y sin ti no puedo. Eva, por favor, coge un bloc de notas y pasa con nosotros. Quiero que transcribas todo lo que se va a decir ahí dentro.
Se sentaron todos mientras Eva se preparaba para empezar a transcribir las intervenciones de todos.
- Como ya sabéis, durante un tiempo, Yolanda estuvo recibiendo informaciones anónimas de alguien llamado UN AMIGO. Esas informaciones eran supuestas pruebas de mi infidelidad a lo largo de varios años. La documentación que recibió, sembró de dudas la confianza de mi mujer y acabo siendo un detonante de nuestra separación.
Jerome y yo hemos investigado quién podía ser la persona instigadora de todo ese montaje y llegamos a la conclusión de que trabajaba en esta empresa y que era una mujer. – Erika se removía nerviosa en su silla y Eva escribía todo lo que estaba escuchando - Utilizando las claves únicas de Alphonse, nuestro responsable de IT, esa mujer, manipuló mi correo electrónico, obtuvo fotografías privadas de mi PC, falsificó facturas, documentos contables y extractos bancarios. También contrató prostitutas, actores, obtuvo imágenes de cámaras de seguridad, aprovechando la amistad con un gran cliente nuestro, dueño de una cadena hotelera. También ha utilizado dinero de la empresa, sabiendo que nadie iba a controlarla. He comprobado que Alphonse no actuó conscientemente en el montaje, sino que la persona que lo controlaba, se aprovechó de sus claves.
No puedo entender porque me has podido hacer esto, traicionarme de esta manera, con toda la confianza que hemos tenido durante tanto tiempo, las cosa que he hecho por ti, los buenos y malos momentos que hemos compartido
- Roberto yo no…
- Cállate Erika, espera que acabe – gritó Roberto enfadado mientras Erika se hundía en el respaldo de su butaca – decía que no puedo entender cómo has podido. Tendrás que aclarar como hiciste alguna de las cosas, pero sobretodo el porqué.
Ahora es el momento de decir la verdad, de contarlo todo.
Ya puedes hablar…. Eva.
( CONTINUARÁ )