Morir una vez más Corazón negro (2)
Yolanda visualiza la filmación en la que Roberto hace el amor con una joven desconocida. Los sentimientos afloran
Las imágenes continuaban, se veía que la joven estaba cada vez más excitada y parecía al borde del colapso. Se la oía gritar de placer a cada embestida profunda de la polla de Roberto, que controlaba claramente la situación por su gran experiencia. Se le notaba volcado en dar un placer a la joven de una manera que probablemente ella no había sentido nunca. Le decía:
- Alba, siente lo que te estoy dando – hundiéndose en ella una y otra vez - es tuyo, desde el corazón.
- Ahgg, Roberto, me mueroooo… de placer…, jamás aghh… había sentido…ahgg… mi…amor…
Las lágrimas descendían por las mejillas de Yolanda mientras un dolor en su pecho la paralizaba. Pero no podía dejar de ver hipnóticamente las imágenes. Entendía perfectamente el placer inmenso que estaba viviendo la chica, ya que ella lo había sentido miles de veces hasta en la neurona más recóndita de su celebro, cuando Roberto le hacía el amor con esa entrega.
Tal vez eso era lo que más le dolía, el ver que lo que le daba Roberto a la joven, no era solo sexo. Era otra cosa, algo semejante al amor.
La filmación seguía, tras un corte en la edición, con una mamada de Alba, demostrando que sabía lo que se hacía, logrando con habilidad manifiesta, una gran y placentera eyaculación de Roberto.
Otro corte, más penetraciones ahora salvajes y en varias posturas, terminando siempre en orgasmos de ambos protagonistas. Contó hasta 6 orgasmos de ella y unas 4 corridas de Roberto. Corte…fundido a negro.
Con el dedo tembloroso clicó en el icono del documento PDF, que incluía alguna imagen junto con un texto explicativo detallando acontecimientos que ella desconocía. Mientras leía asimilando el texto, su mano tapaba su boca, como para contener una exclamación, impidiendo que saliera al exterior.
Repitió el proceso con los sobres nº2 al nº6. Todos ellos seguían la misma pauta, un video MKV y un documento PDF.
“Nº2 – VERONICA”, el video empezaba de la misma manera que el anterior, con Roberto de protagonista masculino, solo que esta vez, la acompañante era una mujer de unos 35 años, muy delgada, de piel blanquísima, con senos muy pequeños y culo casi infantil. No era ni bonita ni fea, solo resaltaba especialmente su ondulada melena pelirroja. El sexo fue muy parecido al de video de Alba, muy suave, haciendo el amor más que una follada descontrolada. Yolanda silenció el sonido para no oír las palabras amorosas de la pareja que follaban en su habitación. También las explicaciones del documento adjunto la hicieron palidecer.
“Nº3 – LUCÍA”, en este video había cambios respecto a los precedentes. Se veía a Roberto con una mujer morena de unos 40 años, de cuerpo esbelto con curvas generosas. Caminaban por un pasillo de un lujoso hotel hasta entrar en la hab. nº 744.
Oh dios mío, - se decía Yolanda recordando que ella conocía el hotel y esa habitación, donde hacía años la habían obligado a follarse al juez de un caso. Esta vez, Roberto no fue nada pasional ni suave, a petición de la mujer que le pidió que solo le follara el culo, no paró durante toda la filmación de taladrarle el esfínter de una forma, que a cada acto, se convertía en más brutal que el anterior. La mujer parecía encantada. Y Roberto acabo tan agotado como ella.
El documento PDF explicativo también la hizo palidecer. Esto se repitió con los 3 documentos siguientes (del nº4 al 6), que le provocaron un desasosiego cada vez mayor.
“Nº4 – PILAR”, Esta vez la acción discurría en una estancia cuadrada de aspecto siniestro y cutre, en cuyo centro había un colchón en el suelo. La mujer tenía el pelo rubio, unas tetas enormes, culo prominente y pubis depilado. Aparte de Roberto, había tres hombres más que Yolanda no conocía.
Tras unos primeros instantes en que los hombres acariciaban y la besaban por todo su cuerpo, y a ella se la veía descolocada por la situación, acabó desinhibiéndose completamente, mientras los cuatro se la follaron por todos los orificios disponibles. De uno en uno, de dos en dos y de tres en tres, turnándose para ocupar el espacio disponible continuamente. Roberto llevaba la voz cantante, y sus “colegas” le ayudaron a dejar a la mujer totalmente satisfecha y a la vez, agotada sobre el colchón, producto de la bestial sesión de sexo que había recibido.
Yolanda no se habría podido imaginar una actuación así por parte de Roberto.
“Nº5 – ISABEL”, este video la impactó especialmente, ya que la acción se desarrollaba en una cama, donde Roberto se follaba a una mujer con bastante sobrepeso que estaba a cuatro patas. Mientras, los dos amantes estaban de cara hacia una tercera persona. Era un hombre sentado en una silla de ruedas, con la cabeza ladeada y con la cara desfigurada por unas tremendas quemaduras. La mujer le decía:
- Mira bien maridito, aghh…, como se están follando a tu mujercita ahgg…, cabrón…, tu jamás volverás a hacerlo, hijo de puta… ohhh…
Yolanda no podía entender como Roberto, sin inmutarse, continuaba taladrando el coño de esa mujer mientras le estaba diciendo esas cosas tan crueles y horribles a su marido.
Estuvo a punto de vomitar al escuchar esas palabras y otras más humillantes si cabe, que salían por la boca de esa mujer, y más cuando apreció que unas lágrimas descendían por el desfigurado rostro de ese hombre.
Esperó un buen rato intentando calmarse antes de ver el siguiente video.
“Nº6 – NURIA”, Otra vez la hab. nº744. Mujer de 31-32 años, morena, muy hermosa y de cuerpo espectacular.
Roberto rápidamente empezaba a follarla con una violencia que no había visto jamás. La abofeteaba, tiraba cruelmente de su pelo, le follaba la boca manteniendo su polla metida en su garganta hasta que casi asfixiarla. Golpeaba sus glúteos hasta hacerlos enrojecer de manera alarmante. Y la mujer le pedía más y más, que la castigara sin parar, y Roberto la complacía mientras la insultaba, la escupía, reventaba su culo y su coño.
Yolanda ya no quiso ver más el video. No podía creer que Roberto, el hombre más bueno que jamás había conocido, llegara a maltratar y degradar a una mujer de esa forma. Aunque la situación era plenamente consentida y disfrutada por la mujer, no encajaba para nada en el proceder sexual de su marido.
Por último, el sobre “Nº7 – YOLANDA”, en el que solo había un documento PowerPoint, del tipo presentación con diapositivas.
La presentación incluía fotografías, algún video corto, también alguna grabación de audio, pero la mayoría de las diapositivas eran copias de documentos y textos explicativos. A medida que avanzaba asimilando toda esa información, sentía como miles de puñales se clavaban por todo su cuerpo, produciéndole el dolor más desgarrador que se pueda imaginar.
Al finalizar de visualizar la presentación, comprendió que ya no tenía ningún motivo para seguir viviendo.
Su mente retrocedió 10 meses atrás y maldijo el fatídico instante en que recibió un mensaje de Whatsapp en su celular. Venía de un remitente - número desconocido y decidió aceptar abrir el mensaje:
- Tu marido Roberto te engaña desde hace años. UN AMIGO.
(CONTINUARÁ)