Morir una vez más Corazón negro (10)
Descubierta la culpable, hay que explicar muchas cosas
Eva dejó de escribir en el bloc de notas y levantó la cabeza al instante. Los ojos de los presentes se clavaban fijamente en su rostro, expectantes, esperando lo que tenía que decir:
- Yo…Roberto… como puedes decir que yo…
- Eva, ¿pensabas que no te iba a descubrir? ¿Qué me iba a quedar de brazos cruzados, sin importarme nada atrapar a la persona que ha estado maquinando la destrucción de mi matrimonio? Te creía más inteligente.
- Pero tú mismo lo has dicho, la persona debía conocer las claves del administrador principal del sistema y yo no… es Erika quién le da órdenes directamente a Alphonse, ella tiene acceso a lo que quiera de esta empresa... yo no…
- Deja que te refresque lo que has perpetrado, tengo bien acreditadas tus actuaciones, lo único que no tengo claro son tus motivaciones. Jerome, puedes empezar a ilustrarnos, por favor.
- En primer lugar las fotos de una prostituta frente a la puerta de la hab. nº 311 mientras se abre, y luego otra foto con la salida de la habitación al día siguiente, ambas marcadas con fecha y hora. El hotel era de la cadena del Sr. Meliano en Ámsterdam, y las fotos fueron obtenidas de las cámaras del sistema de seguridad del propio hotel. Entrada por la noche, salida al día siguiente. ¿Cómo se obtuvieron? Fácil.
Eva tenía contacto con el responsable de seguridad de la cadena, y en algunas ocasiones, Roberto, con el permiso del propietario, solicitaba acceso a algunas imágenes. Eva las había solicitado otras veces en nombre de Roberto por lo que nadie se extrañaría. La excusa de “es un asunto de faldas”, “que si por favor mucha discreción” y bla bla bla. Nadie preguntaría. Y ya tenemos las fotos de una prostituta holandesa y de un acompañante, contratados por Eva y en esa habitación reservada para un día cualquiera, con objeto de captar las imágenes.
La habitación debería ser la misma que la que se alojó Roberto en su día. Ahora manipulamos las fechas y las horas de las fotografías y ya tenemos la primera prueba. La realidad es que la puta solo estuvo 5 minutos en esa habitación, lo suficiente para tener imágenes de la entrada y de la salida. Después faltaba acceder a los documentos contables.
Con la clave maestra de Alphonse, Eva accedió sin problemas a las facturas, modificándolas con cargos de bebidas, ajustando importes y también a extractos bancarios de tarjetas, adaptándolos a las facturas para que todo cuadrase. Ya tenemos las pruebas solidas para crear dudas en Yolanda.
Eva se retorcía nerviosamente las manos con fuerza provocando su enrojecimiento, mientras los presentes observaban sus reacciones
- Ahora tenemos - siguió Roberto - una foto mía y de Sara cogidos de la mano en un hotel de Madrid, mientras nos miramos de una manera, podríamos decir que interpretable. La imagen la obtuviste de los archivos personales de mi PC, otra vez accediendo con la clave maestra. Pero solo escogiste esa foto omitiendo las demás, en las que se me veía con el equipo federativo nacional de taekwondo, que se reunía esos días en el hotel. Las fotos fueron tomadas precisamente por el marido de Sara, un tipo cojonudo por cierto, en las que aparecen los hombres y mujeres del equipo, incluido Jorge, el hermano de Sara, que es el 2º entrenador de la federación. Luego a manipular las facturas, añadiendo cenas para dos en la habitación, cargos, importes y extractos de la tarjeta. Acceso libre a todo con la clave de Alphonse.
- Ahora el viaje al país árabe “B”, con foto en lobby del hotel abrazando a Aisha. Un abrazo que puede ser interpretado como apasionado, pero también como emotivo, de reencuentro con una persona que quieres y que no has visto en muchos años.
También de omiten el resto de fotografías, donde se aprecia que todo fue un reunión de viejos amigos, con el marido de Aisha y sus dos hijos, acompañados de nuestro amigo de peripecias Omar con su inmensa familia, comiendo todos juntos y celebrando nuestra amistad. Con los documentos, pues modificados igual que en los otros casos. Y vamos sumando más pruebas para el montaje.
Quedaba dejar clara mi infidelidad con Erika y fue perfecto que Yolanda estuviese en mi despacho. Creaste una cuenta de correo paralela en mi ordenador y sabias que con el caldo de cultivo de los celos inculcado en Yolanda, no podría resistirse a leer el chat sexual con Erika que habías redactado.
Solo falta que nos expliques el tema de la mancha del pantalón.
Eva, sabía que todo estaba perdido y no le importaba explicarlo todo, pero prefirió preguntar antes a Roberto.
- Aún no has demostrado que tuviese acceso a las claves de Alphonse.
- Tienes razón, ese fue el motivo por que sospechaba de Erika, perdóname socia pero todo apuntaba a ti, Alphonse dependía de ti, era tu hombre de confianza, siempre fiel a tus órdenes. Pero tenía que asegurarme antes de acusarte. Pedí ver las imágenes de la estancia de Alphonse en el hotel de nuestro cliente. Estuvo allí durante un mes mientras implantaba el nuevo ERP.
Revisé todas las imágenes y… sorpresa. Mi estimada asistente Eva, empezó a visitarlo a su habitación cada noche, hasta que volvió a Marsella. Bueno, no hay nada que objetar entre una relación sexual entre dos personas libres, pero si una de esas personas tiene la clave de acceso a todo, la sospecha empieza a tener fundamento.
Fui a encontrarme con Alphonse en Viena, y lo presioné con que sabía todas las folladas que se había pegado con Eva durante su estancia en Barcelona. Que le había dado su clave maestra y que Eva lo había utilizado para su oscuro plan.
Confirmó que tuvieron una relación apasionada, pero negó rotundamente que le hubiese dado la clave, que no la tenía escrita en ningún sitio y que de su boca jamás había salido. Confirmó que Eva se había interesado, discretamente, para saber cómo era eso de las claves de los administradores de sistemas. Todo muy inocente.
Entonces Alphonse le contó la procedencia de la clave, remontándose a su infancia, cuando memorizó el número que su abuelo tenía tatuado en el antebrazo izquierdo. Era el número con el que los nazis identificaban y registraban a los judíos que encerraban en el campo de exterminio de Auschwitz, en Polonia. En el que muriendo asesinados más de 1.100.000 personas y del que su abuelo logró sobrevivir.
Ese número, que representaba el sufrimiento indescriptible de su abuelo, se convirtió en la clave que su memoria custodiaba.
Alphonse no podía prever como la inteligencia de Eva, iba a conseguir esa clave. Él se la había dicho sin llegar a decirla.
Eva viajó a Polonia en unas mini vacaciones de cinco días que me solicitó. Visitó el museo Auschwitz-Birkenau, donde entre otras cosas, hay una larga vitrina de cristal con los registros documentados de las personas que estuvieron prisioneras del 1941 al 1944. Los infelices que entraba en el campo de concentración para ir directamente a la cámara de gas, no se registraban, pero a los que hacían trabajos forzados sí que eran registrados. Se les tatuaba un número en el antebrazo, y a partir de ese momento dejaban de ser personas y se convertían en eso, un número.
Eva solo tardó media hora en localizar el nombre del abuelo, buscando por sus apellidos ordenados alfabéticamente. Y ahí estaba su número de registro, 236.895, ahí estaba la clave.
- Impresionante tu investigación Roberto – Eva decía asombrada – mereces que te cuente lo de la fiesta. Todo empezó cuando Yolanda me pregunto cómo habíais de ir vestidos al evento. La condicioné para que tú fueses con traje de color claro. Conociendo tu vestuario solo cabían cuatro posibilidades de pantalón. Traje blanco, gris claro, beige claro y ese verde suave que te queda tan bien. Compré cuatro pantalones similares. Contraté a la prostituta más guapa de Barcelona y la vestí para la ocasión. También a dos hombres, uno para hacer la foto supuestamente escondido bajo la mesa, y el otro que se pondría el pantalón correcto con la mancha mientras la chica le comía la polla.
Una vez manché por “accidente” el pantalón, disimuladamente le hice una foto a la curiosa mancha con el móvil y se la envié al de los pantalones. Solo faltaba rematar la trampa con una copa de vino, un pincel adecuado y pintar sobre el pantalón, reproduciendo la forma de la mancha. Hacer la foto adecuada y enviarla a Yolanda. Montaje finalizado y todas sus defensas por los suelos. Y no me había movido de su lado.
- ¿Todo eso por qué, Eva? ¿por qué? – preguntaba Roberto - .
- ¿Y aún no te has dado cuenta?... Porque te amo desde el momento que entraste en esta oficina y Jean-Paul te presentó como nuevo delegado en España. Todos estos años vistiéndome hermosa para ti, para atraer tu atención, para que me vieras como una mujer deseable y no solo como una secretaria eficiente, que solo sirve para solucionar problemas, pero no para calentar tu cama. Tantos años deseando que me follaras como a una zorra, masturbándome pensando en ti.
Soportaba que tuvieses otras mujeres con las que follar, sabía que no eran importantes para ti, pero cuando apareció Yolanda, la cosa cambió. Al principio me alegraba que te hiciera feliz, pero con el tiempo empecé a odiarla. Solo tenías ojos para ella, alejabas a cualquier mujer que te lanzaba la caña. Solo Yolanda. Entonces decidí, separarla de ti, sembrar dudas, aprovechar los celos que sabía que Erika le provocaba. Fui preparando el terreno, poco a poco, intentando acrecentar sus incertidumbres. Cavia la posibilidad que te lo explicase todo y que el plan se desmontara, pero también era posible que bajo presión, e influenciada por las abrumadoras pruebas, tuviese un desliz y te fuera infiel. Aposté fuerte y gané.
Roberto la miraba con furia, parecía que iba a saltar a su cuello para estrangularla. Erika alargó su mano sujetando el brazo de su amigo, implorando con su mirada que se calmase, que no cometiese una locura. Roberto respiró hondo, y tras unos instantes de silencio dijo:
- Lo siento de corazón, de verdad. Te tenía por mi amiga, mi guardaespaldas, mi salvadora y ahora todo será un infierno para ti, por culpa de tu infamia, no tendré piedad. – su tono y mirada se habían convertido en puro hielo –
Has robado a esta empresa más de 1.300.000€, tengo las pruebas de la utilización de una tarjera de crédito a mi nombre, la cual llevas utilizando desde el momento que iniciaste este plan, sacando considerables sumas de dinero en cajeros, utilizando a mis espaldas mi firma electrónica para validar los consumos de la tarjeta.
Nadie tiene nada que objetar, si el mismísimo Director General de la empresa, valida y autoriza esos movimientos de dinero.
Además, tenemos la falsificación de documentos mercantiles, acceso a datos confidenciales de la empresa por usurpación de identidad.
Todo el pack te va a llevar a la cárcel por muchos años. También vas a perder la preciosa y carísima casa que has podido comprar gracias al adelanto de tu bonus de fidelidad, que debería hacerse efectivo cuando cumplieras 55 años y que por nuestra buena fe, te adelantamos. Aún faltan tres años para que puedas reclamar el bonus, pero como no vas a poder cumplir el requisito ya que a partir de este momento, dejarás de ser empleada de esta empresa. Deberás de volver todo el dinero adelantado o nos quedaremos con la casa y todo cuanto tengas. Esto que te acabo de exponer es tu futuro, y te aseguro que no vendré a visitarte a la cárcel donde te vas a pudrir, maldita hija de puta.
Eva, no soltó ni palabra, ni tampoco una triste lágrima. Se levantó y abandonó el despacho erguida con la dignidad que siempre la había caracterizado.
- Que error más terrible y que lástima de mujer – dijo Erika mientras los otros dos callaban amargamente.
Ya había descubierto al “topo”, su maléfico plan destructivo y sus motivaciones. Roberto estaba cansado. Empezaba a cuestionarse si este camino de venganza y descenso a los infiernos valía realmente la pena. ¿Habían aliviado su dolor todas esas acciones de castigo a los culpable de destruir su matrimonio? Tal vez un poco sí, pero el precio que estaba pagando su corazón, le pasaría factura durante el resto de su vida.
Al cabo de unos días, se lanzó a la conquista de Verónica. No sabía por dónde entrarla y optó por lo más fácil. Hacerle ver lo cabrón que era su marido y ofrecerle al oportunidad de vengarse de él. Así de fácil. Y funcionó.
Verónica era una mujer de las que podríamos encasillar con la denominación “skinny”, muy delgada, de formas rectas, pechos diminutos de pezones puntiagudos, rodeados por unas aureolas sorprendentemente de gran diámetro y muy oscuras. El contraste de esa oscuridad con su blanquísima piel tenía su morbo. Sin apenas caderas, su culo era como el de una niña. Una melera pelirroja hacía resaltar el conjunto.
Aceptó acostarse con Roberto por varios motivos. Que su marido era un cabrón, que solo la follaba con brusquedad, sobre todo por el culo, y que no conseguía arrancarle ni un triste orgasmo. También reconoció que su conejito se hizo agua al ver a Roberto, un tío guapísimo con un cuerpo de escándalo y una aparente sensibilidad madura que la ponía un montón. Le pidió que fuese suave y cariñoso con ella, que estaba harta de que su marido la tratase como un contenedor de esperma, prescindiendo de darle algún placer a ella.
Roberto se la llevó a su habitación y le hizo el amor de forma similar a como actuó con Alba. Se sorprendió que un culo tan pequeño albergara sin problemas una polla grande, pero recordó del video de Yolanda, que Juanjo la tenía bastante más grande que él y que habría horadado mil veces ese culito infantil.
Ya había conseguido el video para el sobre “Nº2 – VERONICA”, tan solo faltaban los dos fiscales.
David, aprovechando la ausencia de Yolanda en la fiscalía, había escalado en la confianza de sus superiores y se le adjudicaban los mejores casos para su lucimiento, y aumento de su prestigio. Se sentía poderoso, había desplazado a Yolanda, y ahora veía despejado el camino hacia la cima. Lamentaba no haber podido utilizarla más como putita suya y de sus amigos como había ocurrido con algunas otras tías, a las que habían exprimido hasta saciar todas sus perversiones. El plan había funcionado perfectamente desde el momento en que iniciaron el viaje hacia la casa. La GLB había funcionado desde el primer momento, pero habían ayudado mucho que los mensajes anónimos sobre la infidelidad de Roberto que alguien le enviaba, la confundieran de tal manera, que se volvió una zorra de campeonato, y sin apenas oposición. Estaba seguro que una gran puta vivía en el interior de esa mujer, pero debía darle las gracias al desconocido de los mensajes. Había facilitado su emputecimiento y ellos lo habían aprovechado.
La negativa Yolanda a dejarse chantajear, había provocado su despecho, haciendo correr el video de esa zorra y enviándoselo a su marido para joder su matrimonio. Ahora se arrepentía de lo del marido, ya que le constaba que Roberto había iniciado una cruzada contra ellos. Y ya había quitado del camino a cuatro de ellos.
Pero no se atrevería con dos fiscales, tenían la fuerza de la ley a su favor, aunque tuviesen que manipularla a su conveniencia.
En mismo instante, Roberto y Jerome acorralaban a Oscar en el interior de una cochambrosa habitación de hotel. Oscar llevaba tiempo escondiéndose de los matones que el usurero le enviaba para recuperar el dinero prestado y sus intereses, o darle pasaporte al otro barrio.
- Necesito que hagas unas cosas para mí. Si me ayudas, te soltaré 10.000€ para que te largues el país y empieces una nueva vida lejos de los que te quieren matar. – le decía Roberto, aunque estaba convencido de que no tardaría en perder el dinero en una mesa de póker, ese hombre ya estaba muerto. – Tú decides.
- Lo que sea, dadme el dinero y desaparezco.
- Vas a llamar a David y a Juanjo para pedirles dinero a cambio de no destapar las movidas con las chicas drogadas, los abusos y chantajes y toda esa mierda. Diles que tienes las pruebas de la compra de GLB y de conversaciones que los delatan. Que acudan a la casa rural mañana a las 13:00h, si no van, les hundirás sus fantásticas carreras de fiscales.
Y Oscar hizo las llamadas, lo más convincente que pudo. Le dieron su dinero y desapareció al instante.
Juanjo llamó preocupado a David para decidir qué harían con Oscar. David, con frialdad, le dijo que acudirían juntos a la cita, que Juanjo llevara la pistola y que en esas montañas había mucho espacio dónde descansar bajo tierra.
El equipo de Jerome estaba grabando esas conversaciones y avisó a Roberto de lo que esos dos pretendían.
Roberto ya había acabado con sus carreras, pero faltaba restregárselo en la cara.
Entraron en el salón de la casa rural, y se sorprendieron de encontrar a Roberto en lugar de Oscar.
- ¿Quién coño es este? – preguntó Juanjo.
- Es Roberto, el marido de nuestra zorrita Yolanda, y piensa que va a vengarse de nosotros.
- Es justo lo que voy a hacer. – contestó Roberto.
- Acabas de morir – dijo Juanjo sacando una pistola automática y apuntando a Roberto –
- Antes de hacer nada, me lo pensaría muy bien – dijo Roberto con una sonrisa en los labios – Ves ese puntito rojo que apenas se mueve en tu pecho. Es de un fusil que te está apuntando al corazón, y lo empuña un hombre que ha liquidado a más de 100 hijos de puta como vosotros, y te aseguro que no ha fallado en su vida.
Ósea que dame la pistola y sentaos frente a estas dos televisiones que cuelgan del techo y que acabamos de instalar.
- No puedes amenazar a dos fiscales de esta forma, vas a pagar por…
- Cállate cabrón, ya os estoy amenazando y reza para que no pestañee y mi colega os meta una bala a cada uno. Que os sentéis, coño.
La frialdad de ese hombre acojonó a los dos. Juanjo le entregó la pistola a Roberto y este la desmontó con habilidad. Nada más sentarse frente a las dos pantallas, empezó la reproducción simultánea de los videos de Roberto follándose a la hija de David y a la mujer de Juanjo. A medida que avanzaba la reproducción, se podía observar que a Juanjo le resbalaba bastante ver a su mujer follando con otro, en cambio a David, sí que se le veía sufrir. Seguramente Alba era la única a quién quería ese cabrón.
- Esto solo ha sido un poco para compensar el tema sexual, pero ahora os voy a explicar cómo os acabo de joder al vida.
En este momento, el Fiscal General acaba de emitir una orden de búsqueda y captura con vuestros nombres.
A ti Juanjo, se te acusa de prevaricación, de aceptación de sobornos y de destrucción de pruebas.
- Tú estás loco, no puedes demostrar nada de eso.
- Te voy a refrescar la memoria. En el caso que estas llevando del jefe del clan gitano acusado de asesinato, recuerdas que te reuniste con dos de su clan y te dieron un maletín con 150.000€ para que hicieses desaparecer las pruebas del depósito, y que acabases retirando la acusación per falta de pruebas. La policía lo tiene grabado y también apareces robando las pruebas para hacerlas desaparecer. Debes saber que fui yo quien avisé a la policía para que te grabase en el depósito de prueba, y también el que contrató a dos ganchos para hacerse pasar por miembros del clan gitano, para sobornarte. Lo curioso es que el Jefe gitano no tiene ni puta idea de toda esta movida.
Por cierto, esta mañana Verónica, tu adorable esposa ha encontrado el maletín con el dinero en el altillo de tu casa. Faltaban 15.000€, pero los doy por bien empleados. El resto se lo he regalado a Verónica para que se vaya una temporada de vacaciones. A la vuelta igual viene a verte un día a la cárcel.
- Maldito hijo de puta
- Tranquilo, recuerda ese puntito rojo. Y ahora te toca a ti David, aunque Juanjo también va a pillar. Vas a ir a la cárcel por planificar violaciones reiteradas a varias mujeres, utilizando drogas para facilitar las violaciones, grabarlas y distribuirlas públicamente. La policía tiene dos videos en los que vosotros dos y Raúl, abusabais de dos mujeres bajo los efectos inhibidores de drogas tipo “G”. También declararan esas dos mujeres que continuasteis abusando de ellas, amenazándolas con los videos. Las denigrasteis, todo vuestro grupo de depravados, vejándolas, orinándoles encima, e incluso a una, la obligasteis a chupársela a un perro. Estáis hundidos y el fiscal piensa cebarse con vosotros, va a dar ejemplo.
Roberto, cogió su celular y llamó a Jerome:
- Ya te puedes largar, estos cabrones ya lo han oído todo, ahora ya depende de cuando la policía los arreste.
El puntito rojo amenazante desapareció y Roberto les dijo que ya se podían marchar, que aprovecharan el poco tiempo de libertad de les quedaba. Al ver que se quedaban solos con Roberto, su reacción fue coger unos cuchillos grandes de cocina que estaban en el mostrador.
- Te vas a enterar, nos has jodido pero tú no saldrás de esta casa.
- Como me voy a divertir.- sonreía Roberto –
Intentaron rodearle y Juanjo le lanzó un primer ataque con el cuchillo. Roberto se apartó un poco dejándolo pasar, le agarró el brazo armado con su mano izquierda mientras su brazo derecho, bloqueaba y quebraba los huesos del brazo de Juanjo. Con rapidez, arrebató el cuchillo y se lo clavó en el muslo de su pierna, obligando al atacante a caer de rodillas. Lo dejó inconsciente con un rodillazo en la cara. Tres segundos habían pasado, Juanjo estaba fuera de combate y David aún no se había movido.
Roberto no espero, con una de sus patadas altas de taekwondo, hizo saltar el cuchillo de sus manos, tres patadas más y un duro golpe de puño en el pecho, dejaron a David en el suelo sin aliento, mirando hacía el techo.
Roberto se inclinó sobre él y dobló sus dedos entre sus falanges y metacarpos, sin acabar de cerrar el puño y apuntó a la garganta de David. Ese golpe lo iba a matar. Su brazo tomó un ligero impulso hacia atrás para descargar el golpe letal. En ese momento pensó en el significado de la palabra coreana Taekwondo – “tae” o técnica/golpe de pie – “kwon” o técnica/golpe de puño – “do” o camino (a la perfección).
Se quedó con ese último concepto, no iba a utilizar un arte marcial defensivo para convertirse en un asesino.
Llamó a emergencias desde el teléfono fijo de la casa, borro todas sus posibles huellas, y retirando los videos y desapareció del lugar.
Yolanda acababa de ver los seis videos en los que Roberto se follaba de diferentes maneras a las cinco esposas y a la hija de los hombres con los que le había sido infiel en esa casa. También había visto los PDF´s en los que Roberto explicaba detalladamente cómo se había vengado de esos hijos de puta, que habían follado a su esposa por todos los agujeros posibles, arruinando su matrimonio. Aunque Yolanda se sentía la única culpable de todo aquello.
Y por último, el PowerPoint el sobre “Nº7 – YOLANDA”, donde Roberto rebatía todas y cada una de las supuestas pruebas de su infidelidad. La realidad de la manipulación con las fotografías, añadiendo las que faltaban para esclarecer lo sucedido, las facturas, cotejando las originales al lado de las manipuladas, los extractos bancarios reales, con la certificación de autenticidad, el audio de las explicaciones sobre la trampa urdida por la mente enferma de Eva, el truco de la mancha… todo, todo lo que debería haber comprobado y confiado a su marido antes de…
Había vuelto a fallar a Roberto, inocente del todo y… sin sus hijos. La única culpable era ella, pero esta vez no habría perdón.
En ese momento decidió poner fin a todo.
( CONTINUARÁ )
Nota del autor: El próximo será el último capítulo de la saga.
Gracias por leer.