Mordaza.

Introducción a mordaza.

Carla se lo mira con deseo. Se lo come con los ojos. Jesús quiere comerle el coño. Desde que ha subido a su casa solo quiere saborearla hasta hacerla llegar al orgasmo.

Él la coje en brazos y la tira a la cama con sábanas negras. Le ata ambas manos a los postes de la cama. Ella sonríe excitada. Cada vez tiene el coño más mojado. Jesús le sube la camiseta hasta taparle los ojos. No quiere mirarla a los ojos. Quiere dominarla. Hacerla suya. Su puta, su zorra, su esclava, su sumisa. Ella jadea, gime.

Jesús abre el cajón de la cómoda. Saca una mordaza de cuero negro con un aro central de acero inoxidable. Es de la medida de su polla, así ella no tendrá queja y le comerá la polla sin rechistar. Se la pone y se la ata. Carla sigue jadeando, notando como su vagina se lubrica cada vez más y más, solo deseando que Jesús le meta la polla hasta el fondo mientras le pega unos buenos azotes en las tetas.

Jesús le quita el sujetador a Carla, seguido de los zapatos los pantalones y por último las bragas. Éstas últimas arrancadas sin contemplación arrancando un gemido profundo de Carla. Acto seguido Carla nota como Jesús le mete 3 dedos lubricados de su boca y empieza a masturbarla sin compasión. Ella intenta suplicar por más, pero no puede hablar, solo puede gemir y jadear. Cuando él nota como ella comprime el coño buscando el orgasmo quita los dedos rápidamente y se arrodilla ante ella. La estira para que queden tensas las esposas y acto seguido atacasu coño con la lengua y los dientes.

Le muerde el clítoris con los dientes y a continuación le acaricia los pliegues del coño con la lengua. Ella tiembla y se retuerce, jadea y gime como cual perra.

Carla nota un movimiento rapido y a continuación siente un escozor el pecho. Le ha azotado, y eso aun hace que se ponga más cachonda.

  • Gime para mi, perra.

Él vuelve a azotarla, una, dos, tres, cuatro veces. Ella gime cada vez más fuerte y mas cerca del orgasmo. Jesús vuelve a la cómoda obteniendo un quejido por parte de Carla. Lleva mucho rato esperando el orgasmo. Él saca unas pinzas para pezones y a continuación se las pone a Carla. Ella gime aun más cuando él tira de la cadenita hacia arriba haciendo que ella se arquee de puro placer.

  • Ahora te follaré la boca y si te portas bien, luego te follaré a ti. Sin contemplaciones, puta.

Ella solo asiente con la cabeza, quiere su polla en su boca, quiere saborearla y darle placer como sumisa. Él se sube hasta su boca y le mete el pene sin avisar. Rápido. A continuación empieza a entra y a salir mientras Carla lo va rozando con la lengua para escuchar los gemidos de él. Él aumenta el ritmo, cinco, seis, siete estocadas en su boca. Cuando está apunto de llegar se aparta bruscamente y le da la vuelta Carla. Sus brazos quedan cruzados y su cabeza se apoya en ellos.Él la pone con el culo en pompa y empieza a darle azotes. Ocho, nueve azotes. Todos le dejan el culo rosado.

  • Me encanta ver tu culo rosa, zorra.

Ella gime en respuesta y lo siguiente que nota és como Jesús la empala hasta el fondo. Ella suelta leve gemido, le ha dolio, ha entrado hasta el fondo. Él empieza a moverse. Al principio lento, hasta que pierde la cordura y coje a Carla del pelo, la tira un poco hacia atrás y la folla duro, rápido y bestia. Le va dando leves pellizquitos alrededor de las cositllas. Diez, once, doce pellizquitos. Él sigue penetrandola hasta el fondo, buscando el orgasmo de ambos mientras ella jadea y gime de puro placer y dolor. Trece, catorce, quince estocadas.

  • Córrete para mí, mi putita.

Y con sus palabras, Carla se corre de forma violenta, apretando la polla de Jesús hasta que él también llega. El semen y el flujo baja por las piernas de ambos mientras ella lo sigue exprimiendo más y más. Ambos jadeando, ambos gimiendo, ambos exhaustos.