Morbosidad expuesta (3ª parte)
La prueba de iniciación para formar parte del grupo de heteros de la clase se volvía cada vez más morbosa, hasta tal punto que a Manuel se le va de las manos
Antes que nada, recordaros que tenéis las dos partes anteriores a este relato y os recomiendo que os la leais antes de seguir.
La última vez que Manu hizo que explotase corriéndome dentro de los vaqueros mientras leía en voz alta en la clase pasó hace una semana. Desde aquel momento hasta ahora, ni Manu ni yo nos habíamos dirigido la palabra (yo por vergüenza, pero su motivo lo desconocía). Por esto, esa semana la pasé con mis amigos de toda la vida a los que no les comento nada sobre lo que ocurrío con Manu ya que no saben mi verdadera orientación sexual, que me volvían loco las pollas. Pues bien, como he dicho, en el instituto estaba deseando que llegara la hora de irse a casa porque deseaba constantemente correrme. No dejaba de pensar en lo que me había ocurrido con Manu y eso me mantenía cachondo perdido, así que ya podréis imaginar a qué dedicaba mis tardes durante esta semana.
Después de aquella semana, el lunes nos tocaba clase de Educación Física. Para esa clase, nuestro profesor decidió que era buena idea dedicarnos a hacer pirámides (figuras humanas en grupo). Para formar dichos grupos nos hizo correr y cuando pitara con su silbato nos debíamos de quedar quietos donde estábamos y las personas que tuviéramos al lado formarían parte de un grupo. En primer lugar decidió formar duos, así que comenzamos a correr. Yo estaba desesperado buscando a Manu para que, ''por casualidad'' me tocara con él, sin embargo cuando lo vi no me dio tiempo a alcanzarle y pitó. Me tocó con mi amigo, así que pasamos el rato entretenidos hasta que nuevamente el profesor nos hizo correr por la pista y decidió que formáramos ahora grupos de cinco. De esta forma comenzé a correr y localizé a Manu, por lo que me dispuse a correr cerca de él. Cuando pitó los amigos heteros de Manu y él se miraron mutuamente, y eran cuatro, por lo que el quinto fui yo.
El profesor nos dio a cada grupo un folio donde venían impresas figuras que debíamos hacer entre nosotros. Manu no me dirigía la mirada hasta que vimos que una figura que debíamos hacer estaba compuesta por un lado de tres personas y por otro lado de dos, y en ese momento fue cuando me dirigió la primera semana después de aquel dia:
Manu: Lucas, ¿nos ponemos juntos? y sonrió.
Lucas: Si claro.
En ese momento nos pusimos en posición, y la figura consistía en que yo me tenía que poner de pie de sus rodillas y el aguantarme las manos. En el momento que me puse en sus rodillas y me agarró las manos noté que ya mi polla estaba morcillona. Conseguí ponerme de pie y al mantener el equilibrio me erguí un poco hacia delante, dejando mi polla a pocos centímetros de su cara, ya que él tenía que estar un poco agachado para sujetarme bien.
Para que saliera bien esa figura, tanto el grupo de tres como nosotros dos debíamos estar en la misma posición durante 10 segundos, y previamente haber llamado al profesor para que nos evaluara. Yo entre los nervios y lo cachondo que me ponía la situación no lo pude evitar y mi polla creció dando mi bulto justo en la boca de Manu. Él durante esos diez segundos me miró e hizo amago de chuparmela y lo que hizo fue echarme el aliento en mi bulto y sonreirme. Tras esos diez segundos el profesor nos pidió que descansáramos y que eligamos una nueva figura. Sin embargo, a Manu y a mi nos dijo que formáramos una figura en la que dos personas se abren de piernas y se unen entre ellas, y que él iba a observarnos para comprobar si lo hacíamos correctamente. Ese hecho me extrañó y acto seguido le pregunté el motivo, a lo que me respondió que había notado que habíamos congeniado bien, seguido de una sonrisa morbosa.
Tengo que decir que el profesor estaba para que me follara ahí mismo. Tendría unos 26 años y estaba muy en forma. Unos pectorales muy marcados, unos brazos bien definidos y tanto muslos como gemelos bien trabajados. De esta forma entenderéis que me pusiera aún más cachondo por su proposición.
Tras eso, nos dispusimos a llevarla a cabo y Manu se reía por la cara que estaría poniedo.
Manu: espero que no te empalmes, jaja
Lucas: que va Manu, lo que pasó ese dia no fue por ti, es que llevaba todo el día cachondo y entre un roce y otro...
Manu: claro, claro. Lo que tú digas cabrón. (ese adjetivo se lo decía a sus colegas). Pues espero que hoy no estés cachondo, porque esta vez si que nos vamos a rozar.
Yo notaba calor interna en mi cara de cómo me estaba poniendo, y debñia disimular mi bulto para que ni el profesor ni Manu sospecharan nada.
Profesor: a ver, Manu, túmbate de lado y abre tus piernas. Y tú, Lucas, haz lo mismo de modo que vuestros pies choquen.
Manu y yo le hicimos caso. Sentí un alivio al no existir contacto físico porque así no me empalmaría.
Tras hacerlo, nos dijo que nos quedáramos así que iba a dar instrucciones a los otros tres. Estuvimos así como un minuto y medio hasta que el profesor le pidió a Manu que su cuerpo lo inclinara un poco más de ocstado de modo que sus piernas y mis piernas se unan.
Profesor: Manu, sigue un poco más hacia delante, porque si no la figura no está del todo bien. Sigue hacia delante hasta que vuestros paquetes hagan tope, porque eso indica que lo estáis haciendo correctamente.
En ese momento me comencé a poner cachondísimo, y Manu cada vez iba avanzando más. Los dos que estábamos en calzonas nos rozábamos los gemelos y medio muslos, y llegó hasta el punto que tanto mi paquete como el suyo chocaron. Eso hizo que mi polla se terminara de empalmar, cosa que Manu notó.
Profesor: Bien, ahora que estáis unidos id abriendo y cerrando piernas, pues forma parte de la coreografía.
Manu: uff, ¿así profesor? (Manu no paraba de frotar su paquete con mi polla, y yo no sabía qué hacer porque en cualquier momento explotaría y me verían todos.
Profesor: Si, así muy bien. Sigue así. Y tú Lucas, haz lo mismo. Lo importante es que no os separéis y que estéis en contacto movimiento.
Me dio por mirar la polla del profesor y vi que se la colocó.
Manu: (gimiendo por el movimiento) ¿y hasta cuándo vamos a estar así?
Profesor: pues hasta que el resto de vuestros compañeros estén preparados.
Yo en ese instante notaba que el paquete de Manu había aumentado y notaba cierta presión en mi polla, y Manu me miró.
Manu: Lucas, ¿estás bien? te noto colorado.
Lucas: S-si, bien bien (no pude evitar decir eso gimiendo. Ya no podía disimular más).
Manu: vale.
En ese momento Manu comenzó a moverse más y más rápido, y eso hacía que mi polla se frotara cada vez más rápido con la suya, ya que le había crecido. No paraba de moverse y yo no podía más.
Profesor: Así me gusta, con energía. Lucas, un momento que te voy a colocar un poco mejor para que la figura sea perfecta.
En ese momento tocó mi muslo y me lo apretó, haciendo fuerza para que quedara aún más unido al muslo de Manu. Esto hizo que mi polla se frotara más, y el sentir el contacto de la mano del proferos en mi pierna mientras que mi polla la rozaba con la polla de Manu hizo que reventara. Se me escapó un suspiro y comencé a correrme. Mi polla no paraba de palpitar y eso Manu lo notaba pues me estaba mirando con una sonrisa pícara. Mientras tanto, el profesor se levantó y anunció que la clase había terminado.
Ni Manu ni yo nos movimos. Yo porque aún sentía el orgasmo y Manu porque sabía que estaba empalmado y sus amigos se darían cuenta, por lo que decidió esperar a que se le bajara el hinchazón.
Por mi parte notaba todos mis calzoncillos y mis calzonas mojadas, pero al ser oscuras las machas no se notarían.
Tras un tiempo ahñi tumbados, los colegas de Manu le dijeron que le esperarían en clase, pues Manu le dijo que tenía que quedarse ahí tendido porque le habñia dado un tirón. Cuando se fueron, el profesor acudió a comprobar la gravedad de ese tirón, pero en cuanto vio sus intenciones Manu le dijo:
Manu: no es nada, mira (levantándose) ya no me duele.
Profesor: ah, pues de maravilla. ¿Os ha gustado la clase?
Manu: Si, ha estado muy bien. Pero a Lucas ha tenido que disfrutarla bastante más, verdad Lucas?
Lucas: Si...Es que me encantan estas cosas, las figuras, coreografías, en fin...
Manu no paraba de mirarme con su sonrisa característica que hacía que cada vez que la veía notara que mi culo se abría en busca de placer.
Profesor: bueno chicos, me alegro que os haya gustado, Iros ya a clase
Por el camino a clase, Manu y yo charlamos.
Manu: ¿y esta vez qué excusa pones?
Lucas: ¿Cómo? (sabía a qué se refería)
Manu: no te hagas el tonto, sé que te has corrido ahí en medio del gimnasio frotándote con mi polla.
Lucas: ¿Por qué dices eso?
Manu: Joder, porque tengo manchadas hasta mis calzonas de tu pedazo de corrida. Y porque he notado como palpitaba tu polla, que por cierto vaya polla.
Lucas: Manu, yo...
Manu: no hace falta que me des explicaciones, somos dos jóvenes buenorros con las hormonas descontroladas, y el roce constante pues... He de reconocer que a mí también me ha puesto cachondo la situacoón. Casi llego a correrme si el profesor no hubiese acabado la clase. Pfff mira cómo la tengo. ( y la tenía empalmadísima, y se la tocó dejando ver a través de las calzonas toda su forma).
Lucas: Ostia que pollón.
Mi polla estaba comenzando a crecer de nuevo, y Manu se dio cuenta.
Manu: Vente al cuarto de baño y perdámonos la clase de ahora, que tengo ganas de descargar.
Lucas: es que la clase de ahora es muy importante..
Manu: ¿más importante que te folle el tio que te ha puesto cachondo toda tu vida?
Yo me quedé sorprendido. Sabía todo, excepto las fantasías que me imaginaba mientras me pajeaba en las que él era siempre el protagonista.
Manu: Vamos, no te lo pienses. No te resistas, que estás deseando.
En ese momento me agarró la mano y me la puso en su polla dura. Yo no pude evitar frotarla y hacerle media paja en el pasillo del instituto. Manu resopló y me llevó directamente dentro del cuarto de baño.
Si queréis que continue con esta historia hacédmelo saber en los comentarios. Estoy muy agradecido con los cometarios de los otros dos relatos anteriores, pero me gustaria saber si deseais leer más de mi historia, y yo publicaré la continuación si así lo quereis.