Morbo en las escaleras del metro

La miraba de reojo, era jovencita, unos 18 años, camiseta ajustada y pantalones bajos, muy bajos mostrando parte de su plana barriguita y el inicio de la pelvis. Con la carpeta no se cubría los pechos, turgentes y duros…. Empecé a excitarme.

Morbo con la jovencita

Me encontraba en el metro, de pie, somnoliento, cuando me doy cuenta que una chica se acerca y se coloca a mi lado, haciendo esquina. La miraba de reojo, era jovencita, unos 18 años, camiseta ajustada y pantalones bajos, muy bajos mostrando parte de su plana barriguita y el inicio de la pelvis. Con la carpeta no se cubría los pechos, turgentes y duros…. Empecé a excitarme.

Me fijé en que se le erizaba el vello de los brazos y le salía piel de gallina. Tal como estaba colocada, me veía de perfil, por lo que se fijó en mi entrepierna, que abultaba. (Siempre procuro comprar pantalones que hagan que se marque mi paquete… una manía como cualquier otra, ¿ no creeis? ) Por descontado, hice todo lo posible para que no perdiera detalle.

Llegábamos a una estación y me fijé en que se preparaba, yo hice lo mismo.

Salí, y en las escaleras mecánicas ella se colocó detrás de mí. ( ¡De verdad que las mujeres siempre me sorprendieran ¡) Yo me coloqué de lado. Ahora podía admirarme. Puse mi mano en el bolsillo trasero, y al hacerlo rocé con mi brazo sus pechos. Ella en lugar de apartarse se tensó, El movimiento que hice fue lento, notando su dureza con mi brazo. En el siguiente tramo de escalera, volvió a colocarse igual, yo, repetí el gesto, pero con los nudillos de mi mano le acaricié la barriga. Ella un se movió. En el último tramo e escaleras, repetimos, pero allí detuve mi mano y introduje mis dedos en su pantalón. Respiraba agitadamente, le acaricié el poco vello, estaba muy húmeda.

Se acabó la escalera, ella me adelantó y salió rápidamente de la estación. La seguí, ella se iba girando, llegó a un portal, abrió y entró. Yo también entré. Estaba apoyada en la puerta de lo que antes era la caseta del portero. Aún no nos habíamos dicho nada, ella miraba el bulto que formaba mi pantalón en la entrepierna. Me puse a su lado, entró dentro, yo detrás, me dijo que aquí estaríamos tranquilos. Volví a meterle los dedos en su coñito, acariciándola, masturbándola. Mientras le refregaba su pierna. Se corrió en un minuto, con espasmos. Aproveche para apretarla y arrodillarla, y antes de que acabase de correrse, me saqué la polla y se la acerqué a la boquita. Empezó a lamerla y se la tragó con una maestría increíble. (Como aprenden rápido estas chicas de hoy !!)

Tampoco pude aguantar mucho, Me corrí. Se levantó me dio un beso en la boca, salió cogió el ascensor y se fué….

Pasé de vez en cuando por aquella casa para volverla a encontrar. De momento aún no ha sido posible. Os lo contaré

Pierre_erotic@yahoo.es