Morbo cuento 5
En este morbo cuento, Sophie hace realidad una más de sus fantasías. Alguien ha soñado alguna vez ser un personajes de cuento, y hacer una versión más erótica? Sophie, sí.
Morbo cuento 5
En este morbo cuento, Sophie hace realidad una más de sus fantasías. Alguien ha soñado alguna vez ser un personajes de cuento, y hacer una versión más erótica? Sophie, sí.
Se aproximaba el carnaval. Y Sophie había sido invitada a una fiesta de disfraces. Y como ya sabía de qué se quería disfrazar, y lo que necesitaría para el disfraz, así que se fue de compras.
Sophie era una persona creativa, y prefería comprar, lo necesario para de alguna manera hacer su disfraz único.
Llegó la noche de carnaval. Sophie se duchó, se arregló el pelo, y se maquilló, menos los labios, éstos quedaban para el final.
Se puso sus medias de liga blancas, sus zapatos de tacón con punta redondeada y hevilla, tanga, falda corta de vuelo, corset, su capa, y por último se pintó los labios.
Habeís adivinado el disfraz? Seguro que algunos ya lo habrán hecho, pero para los que no, ahí va una pista: los zapatos, el tanga, la falda, el corpiño, la capa y los labios de Sophie iban de rojo.
Cuando Sophie se miró al espejo vio como el rojo hacía un bonito contraste con su pelo rizado en grandes bucles negro. Un maravilloso escote asomaba del corpiño y por la capa. La faldita corta le hacía unas piernas estilizadas y largas. Y tras mirarse el espejo, sonrió y dijo: Encantada de conocerte Caperucita roja!
La fiesta estaba pagada así que solo necesitaría llevarse las llaves y documentación, Y los puso en un bolsillo escondido que había hecho dentro de su capa. Pero le faltaba sus complementos! Cogió una fusta roja y su cestito con un letrero que ponía: “Caperucita Roja. Domadora de Lobos” y puso rumbo a la fiesta.
Una vez en la fiesta. Se reunió con sus amigos y amigas. Los cuáles se quedaron estupefactos del disfraz de Sophie. Sus comentarios fueron del tipo: “Soberbio” “Espectacular” “Morbosísimo”. No alcanzaban a formular frases completas, pero sus caras lo decían todo. Estaba rompedora!
Pasaron una hora. Y Sophie estaba en la barra pidiendo otra bebida cuando alguien se le acercó por detrás y le habló al oído:
Hola Caperucita roja!- Hombre.
Sophie sonrió y se dio la vuelta. Y allí estaba un hombre más alto que Sophie. Moreno, pelo algo más largo de lo habitual, barba y ojos azules maquillados con negro. Desplegando una sonrisa encantadora. Iba todo vestido de negro, con una camisa de maga larga y abierta para dejar ver el vello natural de su pecho. Y de las pantalones de vestir negros colgaba una cola de pelo negro.
Hola hombre misterioso! Veo que conoces mi nombre!- Sophie sonriente.
Te he visto pasar y he leído el letrero de tu cesta. Y no me he podido resistir a acercarme a saludarte.- Hombre.
Mmmmm deja que te mire bien…- Sophie apartándose y dando una vuelta alrededor del hombre.- Jajajajajajaja Tu eres un hombre lobo! Jajajajajaja y te has acercado porque quieres que te dé unos azotes con mi fusta! Jajajajajaja- Sophie riendo con gracia.
Jajajajajaja! Muy bien! Me he acercado para que me vigiles, es luna llena, y soy peligroso! Jajajajaja- Hombre lobo.
Jajajajajaja, y como se llama mi hombre lobo?- Sophie.
James. Cómo el personaje de lobezno. –James.
Jajajajaja es verdad! James, alias Logan, alias Lobezno! Qué curioso!- Sophie.
Es que soy un hombre lobo de verdad! Y como se llama mi Caperucita Roja?- James.
Jajajajaja pues para ser un hombre lobo de verdad, esa cola que te cuelga es muy falsa, jajajajaja. Mi nombre es Sophie.- Sophie.
Encantado de conocerte Sophie- James dandole un galante beso en la mano a Sophie.
Igualmente! No sabía yo que los hombres lobo eran tan galantes!- Sophie.
Los dos pidieron unas copas, estuvieron conversando, y bailando.
Mientras bailaban, se dedicaron, sonrisas, miradas provocadoras, caricias, y nuestro hombre lobo James, se dedicó a coger la cintura a Sophie, y rodearla con sus brazos cada vez que podía.
Entrada la madrugada, y después de tanto baile, se fueron a un rinconcito más apartado a sentarse y tomar otra copa.
Caperucita mia! Me encanta como bailas!- James, sonriente.
Gracias! Pero yo sí que no sabía que los hombres lobos bailaran tan bien!-Sophie, mordiéndose el labio.
Qué te parece si cuando nos terminemos esta copa, nos vayamos a un sitio más privado?- James.
Eso depende, de la clase de hombre lobo que seas…-Sophie, pensativa.
Mmmmm… la clase de hombre lobo que sea…-James.
Hoy día no te puede fiar de los hombres lobo! Jajajajajaja!- Sophie.
Y tienes toda la razón. Yo soy un hombre lobo… muy travieso… -James, flirteando con Sophie.
Entonces… creo que necesitas un poco de disciplina al estilo Caperucita- Sophie, fingiendo seriedad.
Es verdad! Que tu no eres una Caperucita cualquiera…-James, mostrando media sonrisa.
Cierto. En mí cuento Caperucita era domadora de lobos. Pero se enamoró de un lobo muy guapo. Pero en el pueblo de Caperucita, esa relación no estaba muy bien vista. Así que la querida abuelita en coalición con Caperucita y el Lobo, fingió que había sido atacada por un lobo. El lobo huyó. Y Caperucita juró venganza y se fue en busca y captura del lobo. Así en el pueblo de Caperucita nunca más se volvió a tener noticias de Caperucita. Caperucita y el lobo se fueron muy muy lejos a vivir una vida que según cuenta la leyenda, estuvo llena de sexo, drogas y rock and roll.-Sophie, con tono misterioso.
Cómo me gusta este cuento! A mí no me lo contaron así. Pero definitivamente éste me gusta más.-James.
Entonces, te gusta ésta Caperucita mucho más?- Sophie acercándose a James.
James, cogió a Sophie de la cintura, la acercó a sí, y después de besar a Sophie dijo: Muuucho más- James susurrando.
Mmmmm… entonces… me llevas a un lugar más privado?- Sophie.
Inmediatamente- James.
Sophie se montó en el coche de James. El cuál era bastante nuevo y elegante. Llegaron al parking en pocos minutos. Allí el aparcó su coche en su plaza y subieron por el ascensor al apartamento de James.
Era un apartamento moderno, decorado con gusto y con las habitaciones justas. James llevó a Sophie a su habitación. Una habitación grande con armarios empotrados y espejos y en el centro una moderna y bonita cama de matrimonio.
James no pudo más y cogió a Sophie por la cintura para dedicarle unos dulces y apasionados besos. Sophie se retiró para quitarse la capa de Caperucita y dejarla junto a su cesta en un sillón que había cerca.
Muy bien mi hombre lobo, quiero que me hagas un striptiese- Dijo Sophie mientras blandía su fusta roja contra su mano.
Ummmm de acuerdo mi Caperucita- James.
Y con ello James, empezó a quitarse la ropa de manera sensual y manteniendo la mirada llena de deseo fija en los ojos de Sophie. Y se quedó en unos boxers de seda negros.
Muy bien mi hombre lobo. Ahora acércate!- Sophie indicándole el camino a James con la fusta.
Una vez que James estaba bastante cerca de ella, Sophie comenzó a besarle jugando con su lengua y chupando los labios de James, mientras su mano libre iba rozando el sexo de James sobre los bóxer de seda. Esa suavidad y las caricias de Sophie juntos a sus besos le estaban poniendo a mil.
Ummmm… como me gusta la seda y su tacto sobre la piel. Ahora mi hombre lobo, desnúdame y disfruta tocando mi cuerpo -Sophie.
James se retiró y posó sus manos en los grandes pechos de Sophie, estrujándolos suavemente mientras comprobaba que no le cabían en las manos. A continuación fue desabrochando lentamente el corpiño de Sophie, dejándola solo con el tanga puesto y liguero y medias.
Contemplando el busto de Sophie con deseo, volvió a estrujar sus pechos con suavidad para continuar besándolos, chupándolos y jugando con sus pezones como si aquellos fueran un majar exquisito.
Rodeó con sus brazos el cuerpo de mientras sus manos le acariciaban las espalda en su trayecto a sus glúteos. Cuando sus manos se posaron sobre ellos, los estrujó y acarició, mientras besaba en la boca dulcemente a Sophie. Sus besos fueron bajando por el vientre de Sophie para situarse sobre su sexo y besarlo sobre su tanga de seda rojo.
Aquella sensación estaba volviéndolo loca de placer a Sophie haciéndola gemir suavemente.
Las manos de James bajaron le tanga de Sophie, para besar y lamer el sexo de Sophie con lentitud, saboreando cada rincón.
Sophie cogió su fusta y la blandió suavemente sobre la espalda de James.
Muy bien mi hombre lobo. Se terminó el ejercicio. Como lo has hecho tan bien, seré un poco más amable contigo. –Sophie mientras se arrodillaba a la altura del sexo de James.
Sophie azotó suavemente la fusta contra los glúteos de James para decirle a continuación: Ahora saca esa polla que la veamos.
James sacó su polla por la apertura del bóxer. Sophie la miró. Era una polla larga y gorda. Sophie dio unos cuantos lengüetazos a la polla de James, y ésta se puso más erecta mirando desafiante a Sophie.
Sophie empezó a saborear el glande, chupándolo y lamiéndolo. Y cuando estuvo totalmente erecto, comenzó a metérselo en la boca y lo saboreó al completo.
Sophie se sacó aquel enorme falo de su boca. Y con un azote suave con su fusta sobre las nalgas de James le dijo mirándole a los ojos: Ahora cógeme suavemente de la cabeza e introduce y saca tu polla suavemente. Si no lo haces suavemente comenzaré a darte azotes más fuertes- Sophie.
Con ello James hizo tal y cómo le había mandado Sophie. Al cabo de un rato de meter y sacar suavemente su polla en la boca de Sophie mientras le sujetaba la cabeza, James comenzó a incrementar el ritmo. Y como parecía que Sophie no le azotaba siguió incrementando el ritmo. James estaba excitadísimo cuando Sophie le azotó con su fusta en las nalgas y sacó de su boca la polla de James.
Has sido un hombre lobo muy desobediente. Mira!- dijo Sophie enseñándole la mano con al que se había estado tocando su sexo, empapada en sus jugos.-Desnúdate al completo y túmbate sobre la cama!-Sophie en un tono imponente.
James se quitó sus bóxer y se tumbó desnudo en la cama.
Sophie se sentó encima de él y cogió el enorme pene de James con su mano y comenzó a rozar su mojado clítoris contra el glande.
James y Sophie comenzaron a gemir. James al notar la calidez del sexo de Sophie y lo mojado que éste estaba comenzó a excitarse muchísimo y a mirar con deseo a Sophie a los ojos mientras estrujaba sus pechos con sus manos.
Qué pasa mi hombre lobo?... Quieres follarme ya?- Sophie entre jadeos.
James le sonrió pero sin decir nada.
Sophie le azotó con la fusta en las nalgas.
Respondo hombre lobo!- Sophie.
Estoy deseando follarte- dijo con vicio James.
Cómo has dicho?- Sophie tras volver a blandir su fusta sobre la nalga de James, mientras seguía frotando sus sexo con el pene de James.
Estoy deseando follarte!- James con mas excitación.
No te oigo bien mi hombre lobo. A quién estas deseando follarte?- Sophie mientras le azotó con la fusta una vez más.
Estoy deseando follarte Mi Caperucita- James mirando con deseo a Sophie.
Muy bien.-dijo Sophie mientras comenzó a introducir y sacar suavemente y al completo el enorme falo de James dentro de su majada vagina.
Notando como los jadeos de James iban en aumento, Sophie le empezó a cabalgar moviendo sus caderas cada vez más rápido.
Te gusta mi hombre lobo?- Sophie.
Siiiiiii- James.
Zas! Otro azote para James.
No te he oido bien- Sophie.
Siiiii Mi Caperucita! Me encanta!- James.
Mucho mejor- Sophie.
Al poco tiempo, Sophie se bajó de encima de James, dejándole tumbado sobre la cama con el pene totalmente erecto.
Ahora ponme en la postura en la que deseas continuar mi hombre lobo- Sophie.
Tras éstas palabras, James se levantó y cogió en volandas a Sophie para tumbarla en la cama. Abrió el primer cajón de su mesita de noche y rápidamente se puso un condón con mucha facilidad.
Una vez con el condón puesto se tumbó sobre Sophie, para comenzar a penetrarla con pasión, mientras le besaba los labios y la elevaba del culo para penetrarla más profundamente.
Sophie y James iban incrementando sus jadeos y gemidos. Estaban disfrutando al máximo. Tanto, que ambos estaban concentrados en no correrse todavía.
Todavía con la fusta en su mano. Sophie azotó suavemente a James y le dijo. Muérdeme el cuello mi hombre lobo!
Con ello James mordió suavemente el cuello de Sophie mientras seguía dándole fuertes embestidas con su enorme falo.
Sophie se estremeció antes el suave mordisco llena de excitación.
Rúgeme al oído mi hombre lobo!- dijo Sophie mientras daba otro suave azote con su fusta a James.
Mientras James seguía embistiéndola con más fuerza aún, le rugió al oído.
Ggggrrrrrrr!- James rugió.
Mi hombre lobo! Me tienes loca! No me voy a poder aguantar mucho más!-Sophie entre fuertes gemidos y jadeos.
James, apoyó las piernas de Sophie sobre sus hombros, la cogió de las caderas y comenzó a darle fuertes y rítmicas embestidas.
Aquí tienes la fuerza de tu hombre lobo Mi Caperucita- James incrementando sus fuertes embestidas.
Sophie notaba como su sexo estaba apunto de tener una gran explosión y ya no pudo aguantarlo más.
Ah Ah Ah Ah Ah! Siiiiiiiiiiiiiii- Sophie mientras notaba su cuerpo estremecerse y convulsionar sin poder controlarlo, mientras su vagina descargaba todos sus flujos.
Al mismo tiempo James notó como su polla no pudo aguantar más y comenzó a dar fuertes latigazos entro de la vagina de Sophie descargándose al completo.
James se quedó tumbado encima de Sophie.
Los dos notaban como sus cuerpos seguían jadeando y el fuerte latido de sus corazones.
Mi caperucita. Has dejado a este hombre lobo totalmente hechizado.- dijo James al oído de Sophie.