Montse y el zapatero (2)

Necesita volver a por aquellos zapatos, me gustaban mucho y además una buena sesión de horma no nos vendría mal. Como los encantadores de serpientes con ellas, yo estaba encantada, hipnotizada con aquella polla.

Los días habían pasado rápido, bueno, de hecho solo dos desde que el zapatero me había follado de aquella manera, casi sin mi consentimiento, pero gozandolo a la vez, así que ya era viernes, el día que él me había citado para “recoger mis zapatos”. Estos dos días no había dejado de pensar en aquella estaca clavada en mis entrañas y para mas “inri” esta noche mi marido me había follado, la comparación con la polla del zapatero fue inevitable.

-¿Que te pasa cariño, estas como ausente, en otra parte?

Me pregunto mi marido en un momento dado mientras me la metía.

Era verdad, estaba pensado en el zapatero mientras mi marido me follaba.

Así que esa mañana me estaba tomando el café en la cocina y sin pensarlo, como si me hubieran dado una descarga, me levante, fui al baño, me duche y me mire al espejo, si que era verdad que estaba un poco gordita, pero para mi edad a mi me parecía que estaba bastante bien, bajita, poca teta, eso es verdad, bonitas piernas…. Me puse mi ropa interior de señora casada y fiel a su marido y el mismo vestido del otro día, camisero, abotonado por delante, pero recordando que el ultimo día casi me arranca los botones del vestido, me cubri con una ligera gabardina, por si acaso.

Esta vez no hubo café en el bar, ni vuelta por el barrio sin rumbo, esta vez mi rumbo estaba claro, de lo que no era tan consciente era de que a lo peor lo que no estaba tan claro era mi destino y en cinco minutos ya estaba delante de la puerta del zapatero.

Desde la calle lo pude ver, tan guarro y asqueroso como cada día, sin afeitar, la misma camiseta sucia de cada día, ¿no tendría otra el guarro?, pensé, también confirme que desde la calle se veía perfectamente la silla y el mostrador, así que cualquiera me podía a ver visto chupándole la polla, con el vestido abierto contra la maquina o sufriendo sus embestidas reclinada sobre el mostrador y todo eso en mi barrio, cerca de casa.

Me quede un momento apoyada en la puerta, con la ultima duda en mi cabeza, sabia que si pasaba esa puerta no había marcha atrás, una vez dentro saldría de allí follada, quisiera o no, debía tener claro que tipo de hombre era aquel.

La duda duro, nada, un relámpago en mi cabeza y ya estaba escuchando la campanilla sonar, campanilla que le indicaba al tío que su puta había llegado.

El zapatero estaba, como siempre, detrás del mostrador, hablando por el móvil en su idioma, con alguien. Espere, paciente, a que acabara de hablar, me miraba, se reía, la conversación estaba durando mucho y yo empezaba a tener ganas de salir, escaparme, pero en ese momento colgó.

-Vengo a buscar mis zapatos- Le dije mirando al suelo, era incapaz de mirarle a los ojos y que el pudiera ver mi vergüenza por aquella entrega.

-Sabia tu volver, puta- me soltó, ya tenia claro el tratamiento

-Están cuarto de atrás, pasa- indicó

Al final del estrecho pasillo había una puerta, no me había fijado antes, bueno, tampoco estaba para fijarme en puertas, pase delante de él y abrir la puerta, era una habitación diminuta, con estanterías donde tenia los recambios y una mesa, sucia como todo en aquel tío, en el centro de la misma, solo una bombilla desnuda le daba algo de luz.

Entre allí con el detrás, no cerro la puerta, me quede de pie, apoyada contra la mesa, sin saber que hacer, esperando.

-Quita gabardina- ordenó

Así lo hice, él me la quito de las manos y la tiro al pasillo.

Vi que el tío sacaba el móvil y me hacia una foto,

-Fotos no, por favor- le dije mientras intentaba arrebatarle el móvil.

Me dio un fuerte empujón que me envió contra la mesa, que por cierto, no se movió ni un milímetro, después entendí que debía estar fijada al suelo.

-Calla puta, yo hacer lo que quiera contigo y necesito fotos- grito encolerizado.

Me hizo un par de fotos de frente y otras mas de espaldas antes de volver a ponerse frente a mi.

Me agarro el vestido y me lo desgarro completamente por delante, haciendo saltar los botones como si fueran balas, dejando a la vista mi ropa interior.

-Quita vestido, perra- ordenó

Todo el rato estaba haciéndome fotos y yo no sabia que me pasaba, me encontraba excitada, solo podía obedecerle y dejarme hacer, así que obedecí y me lo quite, dejándolo caer a mis pies, quedando solo con la ropa interior delante de aquel cabrón.

-Ahora necesito manos, mira a la cámara puta- dijo él

Entonces se aparto de delante dela puerta, yo en todo momento había tenido los ojos cerrados o mirando al suelo y no me había dado cuenta de que un hombre, también con pinta del este estaba grabándome, me tape los pechos y las bragas, todavía cubiertos con la ropa interior mientras él le decía algo al hombre de la cámara, que entró en la habitación grabándome de arriba a abajo.

El zapatero se coloco delante de mi y me arranco las bragas a tirones, me estaba haciendo daño con la goma de las bragas, pero en un par de tirones mis bragas estaban en el suelo y yo me tapaba el pubis con pudor, mientras notaba que no podía mantener las piernas juntas de lo mojado que ya tenia el coño. Podía ver al tío de la cámara como lo estaba filmando todo con detalle.

Cogió entonces el zapatero unas tijeras grandes, de zapatero, claro y me corto el sujetador entre las copas, quitandomelo de un tirón y arrojándolo al suelo, quedando, ahora si, desnuda delante de aquellos dos tíos. Volvió a la estantería y me tiro un collar de perro, normal, de esos de cuero con tachuelas y una argolla para poner la correo de unos 2cm. de ancho.

-Pontelo- ordenó

-Las perras deben llevar collar para no escapar- reía el hombre.

Le obedecí, como no y yo misma me puse el collar al redor del cuello, volví a intentar taparme los pechos y el pubis, el hombre se acerco a mi y estiro del collar.

-Un poco flojo- exclamo

Y el mismo lo apretó mas, hasta hacerme presión en el cuello, no me ahogaba, pero sentía su presión al rededor del cuello.

El tío me hizo colocar las manos a la espalda mientras el me las sujetaba con fuerza. Le dijo algo al de la cámara, que acercándose a nosotros seguía con la filmación, me acerco la cámara a la cara y supe que me estaba haciendo un primer plano de ella, no sabían donde podría ir aquel video, quien podría verlo, pero nada me importaba, solo quería aquella polla dentro de mi. Grabó el cámara primeros planos de mis tetas, vientre, coño, haciendo un barrido por todo mi cuerpo, mientras el zapatero decía algo en su idioma.

Me hizo el hombre sentar sobre la sucia mesa, apoyándome en mis codos y me separo las piernas, el cámara grababa primeros planos de mi coño, que sentía empapado, para reafirmarlo el zapatero me separo los labios, mostrando a la cámara un coño, algo peludo, pero completamente mojado y palpitante, me metió un dedo y luego otro, haciéndome una paja que lanzo mis primeros suspiros de placer, agitaba y rotaba sus dedos dentro de mi, dándome un gran placer, pero cuando parecía que me llegaba el primer orgasmo, el tío paro, dejándome con la miel en los labios.

Se empezó a desnudar el tío, mientras yo continuaba sobre la mesa, y si, los calzoncillos eran los de siempre, se quito la camiseta y pude verlo completamente desnudo por primera vez, era asqueroso, pero yo solo tenia ojos para aquella polla que idolatraba, que asomaba completamente tiesa sobre su barriga y que me pareció incluso mas gruesa que el otro día. Se coloco entre mis piernas abiertas y empezó a pasear el capullo entre mis labios, separandolos, notaba como me la metía un poco, pero la volvía a sacar, el zapatero me hizo girar la cabeza para que mirara directamente a la cámara mientras el continuaba frotando su polla y solo penetrándome un poco. El cámara iba de mi cara a la polla, recorriendo todo mi cuerpo. Estuvo dándome ese tratamiento un buen rato, hasta con delicadeza, pensé, hasta que me corrí, no pude, tampoco quería evitarlo, y me corrí mientras el continuaba frotando su polla entre mis labios.

-Metémela, follame- suplicaba, mientras tenia la cámara a un metro de mi cara, grabando sin duda todo mi orgasmo.

Pero mis suplicas no fueron escuchadas, al contrario, el hombre me agarro con fuerza mis pezones, apretándolos hasta lo que a mi me parecía los iba ha hacer reventar como granos y estirando de ellos me hizo incorporar para hacerme poner de rodillas ante su polla. El olor a sudado era bestial, pero yo ya no sentía ningún asco, solo quería disfrutar de aquella polla.

No hacia falta ninguna violencia, estaba entregada a aquel hombre y haría lo que él quisiera, pero era de los que necesitaba dominar a sus mujeres, a sus putas, que era en lo que me había convertido yo, me estiro del pelo con fuerza, echando mi cabeza hacia atrás aprovechando mi boca abierta abierta para con su pollo acallar el grito que estaba lanzando.

Me metió el capullo en la boca y me sujetaba por la nuca apretándome contra la polla, de reojo podía ver al cámara, sentado en un cajón grabando la mamada que le estaba haciendo al zapatero, por lo cerca que estaba solo podía estar filmando primeros planos de mi cara con la polla en mi boca.

Tenia todo el capullo dentro de la boca y yo me afanaba en pasarle lengua por el frenillo, succionarla, dándole placer sin que me obligara, el tío continuaba aprentadome contra ella para que me metiera mas trozo en la boca, pero me era imposible, estaba segura de que el grueso era mayor que la vez anterior y desee tenerla dentro de mi, me dolían las quijadas, me parecía que se me iba a desgarrar la boca por la comisura de los labios, pero él continuaba apretando con fuerza.

No se el tiempo que me tuvo chupándole la polla, a mi me pareció una eternidad, cuando note las contracciones de que se iba a correr, intente sacármela de la boca, pero claro, el no tenia ningún interés en hacerlo y de inmediato sentí su leche inundarme la boca, que con el tapón que tenia no me quedo mas remedio que tragar, dispuesta a tragarme el resto de su corrida me la saco de la boca y se corrió abundantemente sobre mi cara. El cámara se había puesto de pie y grababa como él se corría sobre ella, una corrida larga, abundante, desde mi frente a mi barbilla, la sentía deslizar por toda mi cara, me agarro las mejillas con fuerza haciéndome abrir la boca.

-Sacar lengua, sucia perra- me ordenó

y apoyando el capullo sobre ella me echo el ultimo chorro en la lengua, mantenía las mejillas apretadas, por lo que no podía hacer nada con ese semen. Le dijo algo al cámara que se aproximo mas para grabarlo bien.

-Tragalo puta, a las putas como tu gusta alimentarse de eso-

Me soltó las mejillas y yo cerré la boca, tragando su corrida, que note caliente deslizarse por mi garganta.

Yo seguía de rodillas delante de la polla, esperando a ver que pasaba.

-No preocupar por corrida, yo tomo pildorita y polla dura toda la mañana-

Me dijo riendo mientras agitaba la polla ante mi cara sucia de lefa y era verdad, continuaba bien dura, a lo mejor por la “pildorita” como decía él el grueso era mayor.

Me hizo levantar, sentía su leche resbalar de mi cara a mis pechos y me tumbo con fuerza sobre la sucia mesa, me agarro de las piernas y tiro de ellas hasta llevar mi culo al borde la misma. Mis piernas colgaban inertes a ambos lados de la cintura del zapatero, y empezó a frotar el capullo entre mi mojado coño. Me incorpore sobre mis codos, quería ver aquella polla clavándose en mi, lo necesitaba.

Y allí la vi, aquel capullo inmenso entre mis labios, el cámara también había tomado posición para grabarlo bien.

-¿Gustar polla en coño, verdad? , a maduras mal follada como tu, gustar pollas grandes, ya decir yo que tu gustar amigos- rio, señalando la cámara.

El continuaba apretando y yo veía como milímetro a milímetro se clavaba en mi, ya estaba apareciendo el dolor mezclado con placer y ver como me entraba solo hacia que me sintiera mas al borde del precipicio.

Me la saco y ya sabia lo que me esperaba, vi el capullo salir casi completamente de mi, se agarro a mis caderas con fuerza y de un solo golpe de riñones vi como entraba casi la mitad de la estaca, mas que entrar se clavaba.

Lance un grito de dolor y placer, que el cámara no desaprovecho en grabar en primer plano, para volver de inmediato a mi ocupada vagina, me había metido lago mas de la mitad de un golpe, sentía mi coño dilatado, lleno y yo llena de esa mezcla de placer y dolor que por primera vez había descubierto con aquel cabrón.

Me recosté otra vez sobre la mesa, ya no podía aguantarme incorporada entre el dolor y el placer que estaba sintiendo, ademas el hombre ahora estaba dándole movimientos rotatorios con la polla dentro de mi mientras la metía y la sacaba un poco, aquello me estaba matando.

Nuevamente note como me la sacaba casi del todo y me prepare para una nueva embestida y así fue, el hombre se volvió a agarrar a mis caderas, esta vez note por sus movimientos que estaba plantado bien los pies en el suelo y nuevamente de un golpe de caderas sentí reventarme el coño, lance un alarido de dolor mientras mis manos se aferraban al borde de la mesa, pero esta vez no paro, siguió apretando y apretando hasta que sentí sus huevos contra mi culo.

-Ya toda dentro, mira- me dijo

Me incorpore como pude y si, pude ver como la polla había desaparecido dentro de mi, lo que podía ver de mi coño se veía dilatado, abrazando aquella estaca y el pelo del pubis del zapatero junto con el mio.

Esta vez no me la saco, empezó con antes, a darle movimientos circularas, me cogía por la cintura y me hacia moverla al compás también en circulo, sentía como la polla todavía me dilataba mas el coño con esos movimientos hasta que no pude mas y me volví a correr, por segunda vez aquella mañana. Gritaba y jadeaba mientras mis piernas se abrazaban a la cintura del hombre para intentar clavármela un poco mas, detalle que por supuesto no se perdía el cámara en ningún momento.

Todavía estaba con los estertores del orgasmo cuando el zapatero me la saco y dejo sitio al cámara entre mis piernas, por un momento pensé que me iba a follar el cámara, pero no, era todo un profesional, solo quería un primer plano de mi coño abierto y dilatado, hizo un barrido por todo mi cuerpo, sin perder detalle y volvió a un lado de la mesa, a su posición.

El zapatero volvió a ponerse delante de mi y agarrándome otra vez de los pezones me ordeno que me levantara, lo hice lo mas rápido que pude, sintiendo el fuerte dolor en los pezones que me estaba propinando aquel cabrón.

Me incorpore, pero mis piernas casi no me aguantaban, estaba cansada y dolorida, me había corrido dos veces y quería irme a casa, no podía mas.

-¿puedo irme? Le pregunte – Estoy cansada, no puedo mas, por favor, déjeme marchar- Suplique

-¿Marchar?, zorra marcha cuando yo digo, mira polla, todavía dura- me contesto mientras violentamente me daba la vuelta y me hacia poner de bruces contra la mesa, quedando mi culo en pompa y expuesto.

Le dijo algo al cámara que vi como le daba el cajón donde él había estado sentado y que el zapatero puso entre mis abiertas piernas.

El zapatero se debió subir al cajón, no lo podía ver, pero inmediatamente sentí el capullo buscar mi todavía dilatado y dolorido coño, pero aun y así, le costo metermela, pero apretó hasta que esta vez note su barriga contra mi culo y entonces entendí lo del cajón, el tío había ganado altura desde el suelo y ahora mis pies estaban de puntillas, casi no tocaba el suelo, pero el tío se acomodo mejor y de un golpe me levanto del suelo, entonces si que no tocaba al suelo, estaba completamente ensartada en aquella estaca, todo mi peso se apoyaba en aquella tranca, que todavía se clavaba mas en mi interior, me sentía empalada con los pies colgando.

Me agarro entonces por los pelos y empezó un mete saca frenético, era como si cabalgara una yegua salvaje, solo le faltaban los gritos de los vaqueros y sentí la primera palmada contra mi culo, fuerte, rotunda, creo que si, el hombre se estaba follando a su yegua, pero no era salvaje, era una yegua sumisa, que había perdido toda dignidad.

Me tuvo así un buen rato, dolorida, gritando, sintiendo mi culo arder, hasta que al fin note como se corría el vaquero, el zapatero, perdón, note en mis entrañas la leche de aquel tío, no me la saco hasta que no le quedo una gota de leche y al sacármela notaba como inmediatamente mi coño, libre de aquel tapón, sacaba la leche de su interior.

El hombre me hizo levantar, ahora si que no me aguantaban las piernas y me hizo sentar sobre la mesa. El culo me ardió al contacto de la madera.

-Coge lefa y frota por cuerpo- Me ordenó

Y yo, yegua sumisa, perra obediente, obedecí, metí una de mis manos entre mis piernas y la empape de la leche del zapatero que empece a frotar por mi cuerpo, como cuando me ponía leche corporal después de la ducha, pero aquella si que era “leche corporal” de verdad.

Pringue el pelo de mi coño, mi barriga.

-Poner mas- ordenó

Y yo volví a untar mi mano, pringandome las tetas, el cuello, a lo que el cámara no perdía detalle.

-Chupar lefa, perra- me dijo

Y yo lo hice, volví a mojar mi mano del semen que todavía estaba saliendo de mi coño, lo notaba salir a gorgotones y me la lleve a la boca, y la chupe, vaya si la chupe, deje la palma de mi mano limpia como los chorros del oro.

-Buena perra- me dijo, dándome unos golpecitos como a las perras.

El zapatero le dijo algo al cámara, que cogió algo de la estantería que entrego al zapatero.

-En mi país, poner esto en polla caballo para follar yegua, es mas barato que lubricante farmacia- Me dijo mientras me lanzaba un envase, que al mirarlo vi que era manteca de cerdo.

-Grasa de cerdo para la cerda, embadurnarme bien la polla, te sera mejor-

Imagine lo que quería hacerme y le suplique,

-No me la meta por el culo, se lo ruego, me reventara, no lo soportare- le decía llorando.

Lo único que logre es que me cogiera por el collar de perra y me acercara mi cara miá contra la suya gritándome.

-Tu mi perra, mi puta, mi yegua, pon manteca en polla o dar por culo sin ella-

Así que me arrodille delante de la polla que continuaba igual de dura y le puse toda la manteca que pude, embadurne especialmente el capullo, la deje toda cubierta de manteca, hasta que toda ella quedo cubierta de la manteca de cerdo.

-Poner en mesa- me indico, bueno, me ordeno

-No, por favor- suplicaba mientras me ponía sobre la mesa, dejando mi culo en pompa.

Todavía no había empezado y mis lagrimas brotaban de mis ojos a raudales, preguntándome como podía haber caído tan bajo.

Los dos hombres hablaron entre si, sin duda preparando la toma y la violación a mi preciado ano, porque el cámara dejo la cámara sobre la mesa y de inmediato sentí como sus frías manos separaban todo lo que podía mi nalgas y acto seguido lo que sentí fue el capullo del zapatero apuntándose en mi ano, solo apretó un poco, como para dejarla orientada y el cámara me soltó las nalgas, volviendo a coger la cámara para poder filmarlo todo.

Yo seguía llorando, de bruces sobre aquella sucia mesa, ahora ademas pringada por la lefa del zapatero que había derramado mi cuerpo y entonces empezó mi suplicio, con la punta del capullo en mi ano, se agarro a mis caderas y apretó con ganas, sentí mi ano abrirse para empezar a tragar aquel capullo, el tío tiraba de mis caderas hacia atrás, hacia él, mientras seguía apretando con sus riñones, para que siguiera la penetración, notaba el capullo abrirse paso en mi y el dolor ya empezaba a ser fuerte, gritaba, lloraba, suplicaba que parase, pero sin atreverme a moverme para no incrementar el dolor.

El zapatero digo algo y el otro rebusco algo por la mesa, hasta que encontró los asquerosos calzoncillos del zapatero y me los metió en la boca para acallar mis gritos, lo hizo tan a fondo que hasta me costaba respirar, unos calzoncillos sucios, manchados de orín,excrementos, sudor… de aquel guarro.

El zapatero volvió a empujar y entonces si que creí morir, el dolor era agudisimo, insoportable.

-Ya tener capullo dentro- escuche

Pero el cabronazo siguió empujando, no podía soportarlo, sentía mi ano desgarrarse, desde que había dado a luz a mi hijo no había sentido un dolor así y ahora si que me movía, intentaba sacármela, librarme de aquella barra, pero era imposible.

-Ya tener casi media dentro- volvió a anunciarme.

-Creo culo roto- reía el hombre.

Me soltó las caderas, eso si, sin sacarme la polla del culo.

-Descansar un momento para que culo adaptarse a polla- me dijo.

¿Adaptarse, como iba a adaptarse mi culo a semejante polla?, pensé

Pero si, estuvo unos minutos dentro de mi, sin moverse apenas, yo tampoco me atrevía a moverme, el dolor era bestial, pero parecía que si no me movía era algo menor.

Hasta que nuevamente se agarro a mis caderas y volvió a apretar, sentía como se deslizaba dentro de mi, sin aparente esfuerzo, hasta que note sus barriga contra mi culo, la tenia toda dentro. No entendía como mi hasta ahora prácticamente virgen ano, había alojado toda esa inmensidad en mis entrañas, sin duda lo había desgarrado porque sentía un agudisimo dolor en todo él.

-Toda dentro- grito

-¿Tu sentir polla en mi culo?- me preguntó, al la vez que me quitaba sus calzoncillos de la boca.

Yo no podía decir nada, de bruces contra aquella mesa, con una polla de unos seis centímetros de diámetro clavaba en mi culo y con un dolor insoportable a poco que me moviera.

-¿Decirme puta zorra, sentir polla dentro del culo?- volvió a preguntarme.

-Si- respondí en un susurro.

-No te oigo, mas fuerte- ordenó

-Si, la siento dentro de mi- conteste

-Y gustar, ¿verdad perra?-

No conteste nada, no sabia que contestar, ¿me estaba gustando?, no me lo podía creer.

-Contesta- me grito mientras daba un empujón a la polla que me hizo a su vez gritar a mi.

Y sin saber ni lo que decía le conteste, grite! a aquel hombre, a aquel cabrón que me metía clavaba a la mesa por su estaca.

-Si, me gusta, me gusta sentirla en mi ano!- dije gritando.

El cámara había grabado toda la conversación en un primer plano de mi cara.

-Así gusta- dijo mientras me la sacaba al fin del culo.

-Mira, culo parecer cueva de oso- reía jocoso, mientras el cámara filmaba mi ano.

Me estiro del collar el zapatero para hacerme poner de pie, no podía ni aguantarme sobre mis piernas, el dolor del culo era atroz cada vez que intentaba dar un paso.

-Ir ahora a casa, no quitar collar, perras siempre llevan collar- me decía mientras me llevaba hacia la puerta.

-Mi ropa, por favor, no puedo salir desnuda a la calle- suplique

-Ahora llevo, ves hasta mostrador-

y lo hice, desnuda por aquel pasillo, caminando como podía, cuando estaba ya en la parte de atrás del mostrador escuche al zapatero que me llamaba.

-Puta- gritó

Y me gire, me di la vuelta atendiendo a ese nombre.

El cámara estaba en el quicio de la puerta, sin duda había grabado mi caminata hasta el mostrador, el zapatero le hizo una indicación y apagando la cámara se metió otra vez en la habitación.

El zapatero llevaba los restos de mi vestido y la gabardina, que me puse de inmediato y entonces el hombre me acompaño hasta la puerta. La abrió para mi y se dio la vuelta.

-Un momento- dijo, ya desde detrás del mostrador.

Estaba metiendo uno de mis zapatos en una bolsa de plástico y mientras me la daba me decía

-Volver lunes por el otro, no poder ir con solo un zapato, ¿verdad?-

Cogí la bolsa y salí a la calle, casi no podía caminar, notaba como la leche de aquel hombre continuaba resbalando por el interior de mis muslos, no se ni como llegue a casa, subir los escalones del portal fue un suplicio.

En cuanto entre en casa me quite la gabardina, el vestido  y evidentemente el collar, ¿como iba a explicarle a mi marido porque llevaba un collar de perra? que tire al suelo y me metí en la ducha, puse el agua todo lo caliente que podía soportar y me frote con ganas todo el cuerpo, tenia que quitarme los restos, las marcas de aquel hombre, en el agua podía ver alguna gota de sangre, sin duda proveniente de mi desgarrado ano.

Después de la ducha me puse un albornoz,recogi la ropa, escondi el collar lo mejor que pude y me estire en el sofá, no podía estar sentada, mi marido no venia nunca a comer a casa, así que podía descansar hasta media tarde, pensé.

Me quede adormilada hasta que a media tarde me despertó el sonido de los wasaps entrando en mi móvil, lo mire y vi que eran del zapatero.

-¿como tiene mi móvil?- me pregunte asustada

Y recordé que se lo había dado yo cuando era un zapatero “normal” para que me avisara cuando estaba listos los encargos.

En los wasaps había un enlace a una pagina web y un código promocional.

Entre en la web y vi que era una web de algún país del este, no entendía nada, pero estaba claro que era una web de sexo, pero algo especial por las imágenes, afortunadamente había la opción de, al menos, ponerla en ingles, asi lo hice y pude traducir un poco.

Efectivamente era una web, de pago, en la que podías ver diferentes secciones de sexo, gang-bang, bukkake, zoofilia, violación….. el coste de cada visionado variaba, pero la media era de unos 15€.

Sabiendo lo que me esperaba introduje el código promocional, y efectivamente, allí estaba yo, en la sección de maduras, el coste de cada visita a mi video era de 10€ y a esa hora de la tarde, cuando solo llevaba unas horas colgado ya tenia más de mil visitas, ese era el negocio del zapatero, grabar videos para después colgarlos en esa web y hacer dinero.

Mi video duraba algo mas de dos horas, que era todo el tiempo que había estado en el zapatero. Le di al play y allí estaba yo, el cámara ya me había filmado caminando por el pasillo desde el mostrador, se veía claramente toda la sesión, mis primeros planos, el collar, las penetraciones, primeros planos de la corrida del hombre en mi boca, todo, y yo iba separando mis piernas, excitada, a medida que iba transcurriendo el video, hasta que lleve una de mis manos a mi coño, empapado otra vez y así, con una mano en el teléfono y otra en mi coño fue pasando el video, pero lo mas fuerte llego cuando vi la penetración anal, ver aquel capullo dilatando mi ano hasta entrar en él, mis gritos hasta que me metieron los calzoncillos en mi boca y los dedos que me estaba metiendo en el coño me hicieron correr, hacia años que no me hacia una paja y ahora me la estaba haciendo y corriéndome viéndome protagonista en un video porno.

El video acababa con mi imagen saliendo desnuda por el pasillo y girándome cuando el zapatero me llamo y un primer plano de mi cara con la frase debajo.

“MORE COMING SOON”, MAS PRÓXIMAMENTE