Montando a mi exnuera, mi pony
La venganza de una suegra puede ser terrible y en este caso lo fue.
Montando a mi exnuera, mi pony
Mi pobre hijo, Jakov, cometió el tremendo error de casarse con esta maldita July... Dos meses después de casarse, la guarra se va y lo deja y luego le pide una fortuna para darle el divorcio.
Por suerte, July es un poco ingenua... Es periodista y trabaja para revistas de chismes de la sociedad, por lo que está loca por una primicia... Yo salgo algunas veces en ese tipo de revistas, así que no me resultó difícil concertar con ella una entrevista aquí en mi finca... Vino a Sarajevo pensando que era su gran oportunidad.
¡Pobre imbecil!... ¡Lo que consiguió fue la oportunidad de mostrarme su culo, sus tetas y su coño cada vez que tengo ganas de verlos!... ¡Ella no tuvo su gran oportunidad, pero yo si conseguí su gran coño!
Han pasado tres meses y ella todavía está aquí tirando de este carro cuesta arriba y cuesta abajo... Damos un paseo juntas todos los días... Yo uso ropa y me siento en el carro... Ella va completamente desnuda y camina o trota, según le ordeno.
- “¡Arre!... ¡Vamos, perra!... ¡Sacude las moscas de tus nalgas!”, la animo con un chasquido del látigo justo por encima de su cabeza.
Ella era inútil como nuera, pero es genial con un arnés puesto... Retoza muy bien... Tiene unas piernas bonitas que se tensan... Cada músculo, cada tendón quedan marcados por el esfuerzo... Podría mirarlas durante horas y es lo que hago.
July no habla tanto como solía hacerlo... ¿Cómo podía con un freno en la boca forzando sus mandíbulas abiertas que le desfiguran la cara?
- “¡Arre!... ¡Mueve el culo, estúpida!
WHISSSSSSSH!!... CRAACK!!
Este es su culo y yo se lo estoy golpeando... Tiene unas nalgas absolutamente deliciosas.
¿Qué pasa con esas tetas cuando se inclina hacia adelante? Ese es un gran bocado de ensueño para cualquier hombre o mujer ...
Hoy no le he dado apenas latigazos... Y es que todavía queda un largo camino por recorrer y una buena amazona sabe calcular el castigo que impone a su montura.
Cruzamos el puente de piedra... La cuerda que está tirando del carro entra más y más en su grieta vaginal cada vez que pasamos sobre un guijarro... Debe ser muy doloroso ya que lo que realmente está tirando del carro es el coño de July... Me gusta eso... Sobre todo cuando recuerdo que dejó a mi hijo por un negro.
- “Arre... Arre... Al trote.”
WHISSSSSSSH !! CRAACK !!
Esta vez le di un latigazo, en el grueso de la pantorrilla derecha.
Los cascabeles repican otra vez... Me gusta escuchar su sonido... No puedo pasar un día sin oírlos... Se los pongo siempre antes de salir... Dos campanillas colgadas de un imperdible con los que le atravieso los pezones cada vez que salimos... Los mismos pezones que mi hijo Jakov mordisqueaba y chupaba por amor hacia ella.
Del resto del equipo que usa y de atarla al carro se encarga Boris, el mozo de establo que cuida de mis yeguas... Él también es responsable de alimentarla, lavarla con manguera y limpiarla por dentro todas las noches con la manguera... Aprecio que es natural que una yegua cague mientras se esfuerza trabajando, por eso es importante limpiarla después... No soporto la suciedad.
WHISSSSSSSH!!... CRAACK!!
Un latigazo en la otra pantorrilla esta vez... Lo hago porque de vez en cuando hay que refrescarle la memoria.
La cuesta es empinada y está cansada, lo sé... Es un trabajo duro ir cuesta arriba arrastrando el carro y a mí... Y eso la agota mucho.
Anoche pasó seis horas con su cara entre mis piernas trabajando mi coño... Cuando me corrí, llamé a Cosme, mi esposo, y él vino y se la llevó a su habitación... No sé qué le hizo, pero esta mañana el coño y el culo de July supuraban esperma... Sus tetas también estaban pegajosas y también su barbilla... ¡Menos mal que no tenía más agujeros!... Esto es intolerable... Después de todo, es mi marido.
WHISSSSSSSH!!... CRAACK !!... Un latigazo en las nalgas.
WHISSSSSSSH!!... CRAACK !!... Otro latigazo sobre los hombros.
WHISSSSSSSH!!... CRAACK !!... Otro latigazo en los muslos.
Soy una mujer muy celosa... Si se comporta como una puta, debe pagar por ello.
- “¡SOOOOO!, grito tirando con fuerza de las riendas.
July se detiene junto al camino... Amarro las guías al carro muy tirantes y mi hermosa montura queda con la cabeza doblada hacia atrás.
Desciendo del carro y me planto frente a ella... La miro bien... No me gusta las chicas, pero tengo que admitir que es fantástica... Sus pechos son increíbles... Los abofeteo con fuerza... Los cascabeles suenan y los pezones sangran... Me gusta la expresión de sus ojos verdes cuando sufre.
Miro otra vez sus pechos y luego los abofeteo fuerte con mi guante de goma negro... Golpeo cada pecho en dos direcciones, de derecha a izquierda con la palma abierta, y luego la palmada de regreso, de izquierda a derecha con el dorso de la mano.
SLAAAAP!... SLAAAAP!... Golpe a la derecha.
SLAAAAP!... SLAAAAP!... Golpe a la izquierda.
Ella hace una mueca y grita de dolor... Sus pechos bambolean y me hace gotear entre las piernas al verlos balancearse.
Desabrocho la cincha de su cintura y la soga que tira del carro cae al suelo.
- “Abre las patas traseras y empuja el coño hacia adelante.”
Es una orden íntima, a la que ella está acostumbrada.
Con mis guantes de goma todavía puestos, abro sus labios vaginales y atrapo su clítoris... Lo acaricio con suavidad, como solo otra mujer puede hacerlo, girándolo entre el pulgar y el índice... A veces soy bastante amable con ella... A veces me sorprendo.
July jadea... No es capaz de resistirme... Nunca lo ha sido... Gira la cabeza lentamente hacia un lado y otro y sus ojos están medio cerrados... Ella sabe lo que viene y le gusta... Ella nunca ha podido luchar contra eso, ni siquiera tras la noche que ha pasado y el agotador paseo de la mañana.
- “¿Te gusta?”
July relincha por entre la mordaza... Es la única forma de expresarse que le está permitida.
- “Vas a correrte así, de pie, amarrada al carro como la sucia yegua que eres.”
July comienza a estremecerse cuando muevo cada vez más rápido mi dedo sobre su clítoris... Cuando está a punto de correrse, suelto el clítoris y la penetro con el mango de mi fusta hasta que se corre.
July gime, grita, relincha y se corre.
-¡¡AAAAAGHHHHHHHHHHHH!!
La golpeé en el culo con mi fusta y le di un toque de advertencia en cada pecho con la fusta, justo debajo de cada pezón.
- “De rodillas... Y saca esa lengua!!”
No le doy tiempo para recuperarse... Yo ahora también estoy muy caliente... Es mi turno de estar de pie con las piernas abiertas... Abro los labios para dejar que entre su lengua... El jugo empieza a correr por mi muslo... Me está limpiando con su lengua... Su lengua entra en mí coño... Estoy acariciando sus pechos y les doy una palmada a cada uno... Me aferro a ambos pechos.... Nunca había visto pechos como,.. como,.. como,.. Aaaghhh,.. estos.
- “AaaaGHH!!... AaaGGH!!... Me cooorrooooo.”
Me acerco a su cara y presiono mi coño contra y me lo froto por su nariz, lengua, boca, por todas partes.
Esta fue una buena corrida.
Estoy haciendo esto esperando que me venga las ganas de orinar ahora... Cuando pueda orinaré en su boca y en sus pechos.
Cuando terminé, le dije:
- “Estoy muy satisfecha contigo... Ordenaré a Boris que te dé doble ración de pienso... ¿Estás contenta?
July relincha como debe ser, pero yo sé lo que piensa... Odia la pasta sucia y maloliente del abrevadero que le obligo a engullir... Una doble ración no es precisamente un premio.
- Luego y como postre... ¡Leche de Trueno!... ¿Qué te parece?
Otro patético relincho... Soy la peor de las exsuegras... Trueno es el penco que comparte cajón con mi exnuera... Tiene una tranca de poco más o poco menos un metro y unos testículos como pelotas.
July, bajo mi experta dirección y mi fusta, aprendió a excitarlo con la lengua y los labios como ninguna otra yegua del establo puede hacerlo.
Cuando Trueno eyacula, July bebe el esperma directamente del glande y lame el resto derramado por el suelo... Ella sabe que es una sustancia alimenticia en extremo para estar fuerte y sana.
- “Mañana viene mi hijo a verte... Le mandé fotos tuyas en el establo,.. ya sabes,.. encariñada con Trueno, enganchada a mi carro, enculada por Boris, azotada por tu exsuegro”, le dije como remate final... Y añadí:
“Le expliqué lo mucho que has progresado y lo a gusto que te encuentras en esta nueva forma de vida... Mi hijo arde en deseos de verte de nuevo y según sus propias palabras ‘ de montarte y charlar de vuestra separación ’... Espero por tu bien que no lo defraudes... ¡Es tan sensible el pobre...!
F I N