Monica y la rubia

Una pareja busca una chica bisexual para un trio y por fin lo consiguen.

MONICA Y LA RUBIA

Mónica con su novio siempre habían deseado encontrar una chica bisexual con la que poder jugar de vez en cuando y poder explorar su sexualidad. Hasta que al final después de mucho buscar la encontraron de una forma un poco casual. Leyendo el periódico llegaron a una sección en la que la gente buscaba amistad o relación con otra gente y vieron el anuncio de una chica bisex de su ciudad que buscaba compañía femenina para relaciones esporádicas y por si acaso probaron a dejar mensaje.

Dejo mensaje Mónica y la otra chica llamó por teléfono, hablaron y quedaron en verse en una cafetería del centro. Mónica se vistió de manera insinuante pero sin parecer demasiado provocativa. Vestía una camiseta de algodón blanca con un pequeño escote que lo medio ocultaba unas pequeñas cintas del mismo color y unos pantalones vaqueros. Vió llegar a una chica rubia, de pelo teñido y largo, ojos marrones, con una camisa de rayas azules y blancas y un pantalón color crema parecido a los que se usan para montar a caballo. Una corazonada la dijo que esa era la chica y al girar para poder llegar donde ella la chica se tuvo que dar la vuelta y pudo ver como el cuerpo, por lo menos el culo, era soberbio.

Alicia que así se llamaba la chica se presentó y la dio dos besos. Pidieron dos cafés y comenzaron a hablar. Mónica le dijo a la chica que ella prefería que en sus encuentros estuviera presente su novio, que no hacía falta que interviniera pero que le gustaría. Alicia le dijo que aunque no era lo que buscaba exactamente aceptaba lo de estar presente y que lo de intervenir esperaría a estar en plena faena a ver que pasaba. Entonces Mónica la dijo que si quería llamaba a su novio que estaba dando una vuelta cerca por si acaso aceptaba y así poder conocerse.

Alicia la dijo que si que le llamase y Miguel se presentó cinco minutos después de que su novia le llamase, Mónica le presentó a Alicia y se dieron dos besos. La verdad es que había surgido la chispa porque se veía en los ojos de los tres que deseaban estar a solas para dejarse llevar por la pasión. Pagaron y salieron del establecimiento. Miguel les condujo hacia su casa. Metió el coche en el garaje. Al lado del garaje tenían una pequeña habitación con cocina, y salón de estar con baño. Entraron, las dos chicas venían agarraditas de la cintura, en el coche ya se habían comenzado a besar apasionadamente.

Alicia la sujetaba de la cintura mientras la besaba en los labios con lujuria, con deseo y la iba soltando con delicadeza estudiada los cordones que cerraban la camiseta en el escote. Luego se lo quitó y lo tiró a un lado, Miguel se había desnudado y sentado en un sillón con una cámara digital para inmortalizar los mejores momentos y preparó una cámara de video en un trípode para grabar todo. Cuando hubo preparado todo las dos chicas ya solo tenían encima las braguitas. Una braguita blanca atada sobre la cintura por dos cordoncitos en el caso de la rubia y un tanga gris de tejido semejante a la ropa deportiva en el caso de Mónica.

Se veía que Mónica estaba bastante mojadita porque el gris de su tanga se veía de un tono oscuro en su coñito. Alicia se arrodilló bajando el tanga de la otra chica con los dientes y luego ayudándose con las manos hasta que se lo quitó definitivamente. Ella se levantó y dejó que Mónica hiciera lo mismo. Agarrandola de la mano la llevó a la alfombra de mitad del salón. Se sentaron y comenzaban a besarse primero muy dulcemente y luego se fueron convirtiendo en besos húmedos y lujuriosos, Alicia iba descendiendo por el cuello de la otra muchacha, daba pequeños mordiscos de vez en cuando para volver a subir a la boca mientras con sus manos acariciaba los pechos de Mónica para luego descender a su sexo y abrirla los muslos prodigándola caricias inocentes primero y luego más sexuales. Miguen entretanto en un sillón no paraba de disparar la cámara y de acariciarse su miembro hasta que éste cogía unas dimensiones considerables.

Alicia se puso de pies para ofrecer su coñito a Mónica y Miguel pudo observar el cuerpo de la chica. Tenía dos pechos que desafiaban la ley de la gravedad con los pezones como dos pequeñas montañitas de color rosado que apuntaban al frente, un sexo completamente rasurado que se abultaba en dos labios completamente deliciosos y un culo redondo, duro y casi perfecto. Mónica se puso a la tarea de comerla el coño a su compañera de juegos pero en seguida la hizo tumbarse y colocarse sobre ella en la postura del 69. Mónica era de pechos más rotundos y grandes pero también bien puestos y nada caídos, al contrario de Alicia tenía un poco de vello púbico completamente negro y el culo un poco más grande que el de Alicia pero también sin caerse.

Alicia lamía los labios vaginales de Mónica para después aspirar el clítoris y jugar con sus labios con él. Mónica entretanto lamía como una perrita con su lengua húmeda los labios una y otra vez para después lamer a velocidad de vértigo el clítoris y con una mano acariciar en círculos el ano de Alicia. Las dos chicas a su vez como podían se acariciaban mutuamente los pechos hasta estallar las dos en un gran orgasmo. Se miraron después de sentarse juntas en el suelo tras este combate amatorio y miraron la polla de Miguel como si fuera un caramelo y se acercaron a él y lo hicieron ponerse de pies. Ellas de mientras se pusieron de rodillas delante de él y comenzaron a mamarsela a dos bocas. El no podía creerlo y la excitación crecía de manera descomunal. Mientras una luego se comía sus huevos la otra se la mamaba metiendose todo el falo en la boca y con una mano le acariciaban los muslos.

Alicia se centró en mamarsela con fuerza y cuando estaba a punto de sacársela de la boca y entonces jugaba con su glande y con el frenillo succionando el agujerito de la uretra. Miguel estaba a mil pero no quería venirse tan pronto. Mónica entretanto le lamía con autentico deleite su agujerito trasero lentamente en círculos humedeciéndolo suavemente para después introducirle un dedo como buscando la próstata. Esto hizo que entre la mamada de Alicia y esta maniobra de su novia avisara de su pronta eyaculación y las dos muchachas se colocaron delante para recibir todo el semen en sus caras.

Después de limpiarse todo el semen de sus cuerpos comenzaron a besarse, ellas estaban insaciables. Se tumbaron una encima de la otra completamente abrazadas y besándose apasionadamente con lo que sus coños quedaban a la altura de la boca de Miguel que se puso a lamer los dos coñitos, las dos chicas gemían y jadeaban como posesas cuando no besaban el cuerpo de la otra. El pene de él no tardó en volver a ponerse duro y aprovechó para sentarse en una silla, Alicia fue y tomó la iniciativa sentándose sobre él clavándosela del todo y comenzando a cabalgar poco a poco mientras jadeaba.

Mónica se arrodilló detrás de ella y cogiendo un bote de vaselina le untó el culo con él haciendo círculos en el ano hasta que logró que uno de sus dedos entrara sin dificultad hasta que la follaba el culo con él. Ahora ya eran dos y notaba que estaba venciendo la resistencia del esfínter y les avisó. Alicia que sabía que Mónica había hecho esto porque ella le había comentado que tenía ganas de probar el sexo anal se levantó y se puso a cuatro patas delante del sofá sujetándose a él con la cabeza entre las piernas de Mónica y recibió la polla de Miguel en su ano, el chico lo hizo muy lento introduciendo primero el glande y acostumbrando al esfínter a él para después empezar a entrar más polla hasta que la penetró de una sola vez y se puso a follarla sujetándola de los pechos mientras ella acariciaba los pechos de Mónica y la lamía el coño de todas las formas posibles arrancando varios orgasmos de la novia de Miguel. El hombre aguantaba esta vez bastante y cada vez la jodía con más velocidad y fuerza hasta que notaba la eyaculación próxima y la sacó viniéndose en la espalda de la rubia y los pechos de la morena, o sea, su novia.

Se fueron los tres a duchar, allí se besaron y acariciaron, teniendo ellas un par de orgasmos más, salieron, vistiéndose y Alicia se fue asegurando que lo que había pasado esa noche lo repetirían muchas veces y de manera muy variada.

Este relato es imaginario pero va dedicado a una pareja amiga mia, si queréis podéis escribirme sobre todo mujeres a:

Picante100@hotmail.com