Monic - 3
Secuestrato y transformado
MONIC – 3
La decisión que habíamos tomado nos satisfacía a los dos, nuestras relaciones sexuales eran cada vez más intensas. Aunque en muchas ocasiones me hubiese gustado asumir el rol de Salma, ser penetrado.
Desde aquella fecha en la que habíamos tomado la decisión de nuestra vestimenta intima habían pasado 6 meses. Un día salí a navegar, solo, aunque no solía hacerlo, en aquella ocasión quería estar solo, pensar sobre la empresa y mi vida privada, era un viernes a las 10 de la mañana cuando solté amarras desde el puerto deportivo de la ciudad, mi barco un velero de 12 metros de eslora, cuatro de manga y 6 de puntal, me llevo las tranquilas aguas que bordeaban nuestro país, me aleje de la costa como a unas 50 millas náuticas.
El lunes, Salma recibió una llamada de los servicios costeros indicándole que habían encontrado nuestro barco y que en él no había nadie a bordo. Inmediatamente se puso en movimiento un operativo de búsqueda.
En el interior del barco no había señales de haber sido asaltado o de lucha, mi documentación estaba en su sitio y el cuaderno de Bitácora no reflejaba ninguna anomalía, la radio estaba encendida pero no se había emitido ningún SOS solicitando ayuda.
La mar estaba en calma, no faltaba ningún salvavidas y la zodiac de socorro estaba en su sitio, estuvieron buscándome durante 15 días sin resultados, por lo que las autoridades decidieron suspender la búsqueda. Había desaparecido, oficialmente no podían darme por muerto hasta que pasase el tiempo estipulado por la ley.
A 200 millas navegaba un buque de carga bastante envejecido, y cuya tripulación al verla no daba mucha confianza.
El capitán, un hombre de unos 45 años, con barba de 15 días, camisa sucia y apestando a alcohol me preguntaba:
- Quien es Ud. y que hace por estas aguas solo?
- Me llamo Alfred y he salido a navegar con mi barco, mi esposa me está esperando en casa y si no regreso llamaran a la policía y a la armada para mi búsqueda.
- Parece ser que Ud. se cayó por la borda no podemos cambiar de rumbo para llevarlo de vuelta a su puerto, pero cuando lleguemos a nuestro destino lo desembarcaremos y podrá ir a su consulado para que lo envíen a su casa.
Le di las gracias por salvarme, me asignaron un camarote en el que pase el resto del viaje hasta llegar a puerto.
Una noche me dijo el capitán que mañana llegaríamos a puerto y quería invitarme a cenar con él como despedida ya que al día siguiente abandonaría el barco.
Le pedí su nombre y dirección para poder gratificarle por mi salvamento, me dijo que no hacía falta que entre la gente de la mar esa es nuestra obligación, rescatar a los posibles náufragos que se encuentren.
Al terminar la cena, me retire a mi camarote y me acosté.
Cuando me desperté, y quise salir, el camarote estaba cerrado con llave, estaba completamente desnudo y toda mi ropa había desaparecido. Permanecí en esa situación todo el día, por la noche note que el barco se había hecho a la mar nuevamente, golpee la puerta del camarote, pidiendo salir, la única respuesta que recibí fue que entro un marinero de 2 metros de alto con unas espaldas que parecía un armario de 2 puertas y me dio un puñetazo dejándome KO.
Cuando recobre el conocimiento estaba sentado en una silla, completamente desnudo, en una habitación frente a una mesa de despacho, de un estilo antiguo la habitación tendría unas dimensiones de 4x5 con una altura de 2,50 decorada con sobriedad. Un hombre vigilaba mis movimientos.
En eso entro un señor de unos 55 años, sin afeitarse y con medio puro en la boca, la ropa que llevaba puesta no estaba muy limpia que digamos y me dijo:
- Bueno, entonces tú te llamas Alfred, según me dijeron, y al parecer eres una Maricona que te gusta poner el culo para que te la metan.
- Sí, me llamo Alfred, pero no soy lo que Ud. dice.
En eso el vigilante que me custodiaba me golpeo en el estomago ordenándome que me callase, que únicamente podría hablar cuando me preguntasen.
- Entonces me quieres decir que es esta ropa que tenias puesta, tan bonita de color rosa y con unos lacitos y un bordado que dice “I love you”, he MARICONA.
No sabía que contestar, si les decía que me gustaba vestir la ropa de mi mujer, les daba la razón de que era una Maricona, les dije:
- Cuando subí a bordo de mi barco me acorde de que no llevaba nada de equipaje y por necesidad tuve que cambiarme de ropa, y la única que tenia a bordo era la de mi esposa, por eso me la puse.
- Bueno, pues como te gusta ponerte la ropa de tu esposa, vamos hacerte una buena esposa.
Me sacaron de la habitación así como estaba, desnudo, y me metieron en otra cerrando la puerta. Al rato abrieron y me entregaron un hatillo de ropa y me ordenaron que me vistiese con ella, si quería comer algo tendría que estar vestida.
Abrí el paquete y en él había unas bragas muy sexis, un corpiño, con liguero, unas medias y unos zapatos de tacón de aguja.
Había pasado aproximadamente media hora y abrieron la puerta, yo no me había vestido, el vigilante que abrió la puerta me dijo.
- Maricona, si quieres comer, tienes que vestirte, no tendrás comida hasta que no estés vestida y si te pones terca, te vestiremos nosotros de otra forma.
- Yo no soy una maricona, les dije, si queréis que me vista traerme ropa con respecto a mi sexo, les respondí.
Fue decírselo y el vigilante entro en la habitación y sin decir nada me dio un puñetazo en el estomago y otro en la cara que me rompió el labio, al salir me dijo.
- Eso es solo para empezar, si aprecias tu bonito físico ya sabes lo que tienes que hacer.
Así me pase 48 horas sin probar bocado y recibiendo puñetazos cada vez que abrían la puerta y no estaba vestido con a aquellas ropas.
No me quedo mas remedio de ceder y vestirme como ellos quisieron.
Cuando comprobaron que ya me había vestido, me trajeron algo de comer, un bocadillo y un vaso de leche que devoré en un abrir y cerrar de ojos. Cuando lo termine me dijo el guardián. :
- Quiero oírte caminar por la habitación constantemente, media hora y descansas 10 minutos, tienes que acostumbrarte a caminar con esos zapatos, además no te los podrás sacar ni para dormir.
Y diciendo eso, me aplico un cierre hermético a los zapatos impidiendo que me los sacase.
Al día siguiente me trajeron un vaso de leche como desayuno y me volvieron a llevar ante el que parecía el jefe.
Tenía la cara llena de moretones, apenas podía hablar por tener el labio partido, cuando entre en su despacho me dijo.
- Bueno, maricona, ves como por las buenas todo se arregla, has comenzado tu aprendizaje que si eres lista durara lo menos posible te voy a explicar lo que haremos.
Apenas entendía lo que me decía, estaba medio atontado, como si me hubiesen drogado, únicamente contestaba Si Señor.
- Con la cena de ayer, hemos comenzado un proceso de feminización, te estamos aplicando hormonas para que seas una Puta-Maricona deseosa de sexo constante. Tendrás que vestirte siempre así cuando las magulladuras que tienes se te pasen, vamos a depilarte totalmente, te vamos a dejar el cuerpo como el culito de un niño, sin un solo pelo. Entendiste?
- Sí Señor, haré lo que Ud. quiera.
- Además, a partir de ahora te llamaras MONIC, Alfred murió, ya no existe. Ya te avisaron que tienes que caminar mucho para acostumbrarte a tus bonitos zapatos de tacón, que te hacen la figura más estilizada. Bueno por hoy nada más, te llevaran a un pasillo que mide 300 metros. y caminaras constantemente por él para coger soltura en el andar y aprender a mover ese culito que tienes.
Me llevaron a un pasillo largo, de 300 metros, a lo largo del había un pasamanos que tenia enganchada una cadena, en un extremo tenía una correa que me ajustaron a mi cintura y cerraron con un candado y me obligaron a caminar a todo lo largo del pasillo durante tres horas, tenía que caminar poniendo los pies uno delante del otro, no como caminamos los hombres que lo hacemos pisando paralelamente, las mujeres caminan pisando horizontalmente poniendo los pies uno detrás de otro, lo que les provoca un movimiento de caderas y glúteos que tanto nos gusta ver a los hombres, lo hacen para poder mantener el equilibrio al caminar tenía que llevar la espalda bien derecha como si me pusiesen un libro en la cabeza y tenía que procurar que no cayese. Para acelerar el aprendizaje me pusieron una correa a la altura de los muslos obligándome a caminar con las piernas cerradas.
Así estuve 15 días aprendiendo a caminar. Cada mañana al traerme el desayuno y tomar mis dosis de hormonas me ponían al mismo tiempo una inyección de refuerzo y otra por la noche al dormir.
Cuando termine el aprendizaje de caminar, me volvieron a llevar ante el jefe, que me examino para ver mi soltura al caminar. Me dijo:
- Muy bien Monic, ya sabes caminar como una puta-maricona te vamos a dejar descansar un par de días antes de empezar la segunda fase.
- Gracias señor, le conteste, pero si me lo permite seguiré caminando para fortalecer mis glúteos que se están poniendo duros y me gustan.
Estaba comenzando a hablar como una mujer sumisa deseosa de los suplicios que me hacían.
Cuando pasaron los días de descanso, me llevaron a una sala, en ella había una camilla y una serie de aparatos, me tumbaron sobre ella y me ataron brazos y piernas formando una X. me pusieron un antifaz y me embadurnaron todo mi cuerpo con un liquido de un penetrante olor, seguidamente me pasaron un rayo laser por todo el cuerpo, piernas, brazos, axilas, pecho, pubis, perineo no me dejaron un pelo vivo de cuello para abajo, después con uno más pequeño me depilaron la cara, matando todos los folículos pilosos de mi barba. Al terminar me aplicaron una crema suavizante por todo el cuerpo, mi cuerpo quedo suave, daba gusto acariciarlo, esa fue la primera sesión después vendrían dos más para completar el tratamiento.
Continuara ……
-
-