Monic (2)
Como la pasión y el sexo pueden desbordarse empezando por la red... segunda parte.
Monic II
Ella dejó de recoger mis llamadas y desapareció de la pantalla. Mi corazón estaba turbado, su recuerdo era profundo... mi amor sincero...
Durante meses entraba en los diferentes chats, buscándola... pero nunca la encontré. Cierto día alguien me invito a una kedada en Madrid, se juntarían amigos de diferentes sitios a los que ya conocía. Aprovechando un viaje de trabajo, decidí quedarme ese fin de semana para disfrutar de una juerguecilla y de paso ver a los amigos (bueno mi interés estaba mas encaminado a las amigas)
El viernes de esa semana, termine mi trabajo y después de una buena ducha en el hotel donde me hospedaba, me dirigí a una cafetería donde se habían citado algunos de los que irían a la cena.
Dejé mi coche en un parking cercano, y subiendo por las escaleras me topé de cara con una pareja que me era conocida. Me sorprendí, claro, en Madrid conozco a poca gente. La mujer me miró con descaro y curiosidad exagerada.
-Manu!-Oí de la boca del hombre que la acompañaba. Recordé que eran una pareja de Barcelona que conocí un año atrás. Nos dimos la mano con alegría y a ella le di dos besos en las mejillas.
La mujer me miró con cara de gata en celo y me dijo:
-La ultima vez me diste un morreo de campeonato...
El marido se echó a reír y a mí me tranquilizó, pues me dejo fuera de banda total.
Recordé que ellos eran una pareja liberal y jugaban mucho con estos temas. Y, la verdad, ni me acordaba del morreo que decía ella, pero lo di por hecho. Hablamos un rato mientras salíamos del parking y como suponía íbamos a la misma cafetería.
Allí nos encontramos con otros conocidos y alguno que era la primera vez que veía. Como siempre lo primero en que me fijé, fue en las mujeres... No conocía personalmente a ninguna. Vestidos elegantes, informales y de todo tipo. Pero hubo una cara que me era muy familiar, demasiado...
Me fueron presentando al personal... al llegar a esa cara, mi corazón dio un vuelco
que me hizo temblar de pies a cabeza; Era ella... era Monic; Monic acompañada por su marido. No supe que decir ni que hacer, estaba totalmente confundido.
Muchas veces, mientras estuvimos allí, su mirada y la mía se cruzaron intentado decir algo. Me sentía muy mal, la cabeza parecía rompérseme en trozos. Al final decidí marcharme al Hotel y me despedí de todos. La pareja de Barcelona me pidió el número del móvil, para preguntar por mi estado mas tarde. Me fui de allí presintiendo la mirada de Monic en mi espalda, no me volví para verla...
Llegue a la habitación y me llene la bañera, abrí un botellin de ginebra y lo mezcle con una tónica. Pase un largo rato sumergido en el agua tibia, bebiendo y recordando a Monic. Cuando tenia toda la piel arrugada y blanquecina, me acosté en la cama cayendo en un profundo sueño. El pitido del móvil me despertó y me separo de un abrazo onírico con Monic.
Era Jusep, preguntándome como estaba... Le comente que me encontraba mucho mejor. Él sospechó algo de mi malestar y así me lo comunicó. Yo tenia ganas de contar todo y descargarme y así lo hice...
-Bien, Manu...-me dijo Jusep- queda tranquilo que esta noche tendrás alguna alegría, de eso me encargo yo... y Montse, claro... jajajaja
La verdad que la llamada me animo bastante. Lo suficiente para que me entrara hambre, así que me baje a cenar. Mas tarde leí un rato y me acosté.
El teléfono de la habitación empezó a sonar, Joder...eran las cuatro de la mañana... ¿que pasaría? Al descolgar solo oí una voz femenina...
- Manu, límpiate las legañas que subimos en cinco minutos...
Y simplemente colgó. Aturdido y somnoliento, me lave la cara y los dientes, me peiné y me vestí. Llamaron a la puerta y me dispuse a abrir a quien fuera.
Me encontré con Jusep y Montse y... ¡Monic! Entraron los tres muy contentos, se veía que le alcohol había hecho mella en sus espíritus.
De inmediato, Montse se engancho a mi cuello y me dio un morreo metiendo su lengua hasta lo mas profundo. Jusep, la cogió del brazo y la retiro dejándome enfrente de Monic. Nos abrazamos muy fuerte y nuestras bocas se buscaron, entrando en contacto, un contacto que hizo explotar la pasión retenida y perdida de tanto tiempo. Pregunté por su esposo, y me dijo que estaba borracho en el hotel y que ella quería terminar el viaje en condiciones y allí lo dejo.
Me dijo que su ausencia era por miedo... miedo a amarme demasiado, miedo a no saber que hacer si llegado el momento debía elegir.
Abrazados nos dirigimos hacia los amigos...pero... no estaban en la habitación. Oímos ruidos en el baño y abrimos la puerta encontrándonos con una escena excitante. La pareja estaba desnuda, ella subida en el lavabo y el entrando en su sexo con gran fuerza. Monic me apretó la mano y mirándome a los ojos paseo su lengua por los labios en una clara petición sensual y perversa. Volví a besarla con furia... con un deseo inimaginable. Pasando mis manos por todo su ser. Ella me agarraba la cabeza sin dejar de besarme. La cogí en mis brazos y la saque de allí, dirigiéndonos al dormitorio. La dejé en el suelo y poco menos que arranque su blusa, metiendo mi cara entre sus senos, besando sus carnes y amasándolos con mis manos. Ella me desabrochaba la camisa y el pantalón dejándolos caer a mis pies. Mi pene erecto, pugnaba por salir del boxer y mis manos quitaban las falda arrastrándola por sus caderas.
La sensación era inigualable, tenia a la mujer de mis sueños con su cuerpo pegado al mío, saboreando sus jugos y comiendo de sus labios.
Sin mas preámbulos, se separo de mi y agachándose, poniéndose rodilla en suelo, bajó con sus manos el boxer dejando que mi polla golpeara en su cara.
La sujetó con ambas manos y le dio una serie de besitos en el glande. Mientras mis manos jugueteaban con sus cabellos. Abrió su boca y metió mi pene en su boca chupándolo habidamente ,mientras sus manos bajaban y subían por el tronco del delito. Puso una mano en mis testículos agarrándolos y masajeándolos sin dejar de chupar mi verga. Consciente de que si seguía así la llenaría de mi semen ya,;la saque de allí subiéndola a mi altura. La tire a la cama dejando sus piernas en el suelo. Me acerque a gatas a su entrepierna y mi boca lamió el interior de sus muslos. Mis manos acariciaban sus piernas por encima de las medias, mientras mi cara subía hasta su triangulo de placer. Arrastre su braguita por las piernas hasta sacarla por los pies, viendo su pubis poblado pero recortado dejando entrever unos labios gordezuelos y mas oscuros que el resto de su suave piel.
Abrí con destreza con los dedos su chochito llenándolos de sus jugos y repasando con ellos toda la raja. Encima de ella pugnaba por salir de su capuchón un clítoris gordito y sonrosado. Mi lengua se acercó y lo tildeó haciendo círculos a su alrededor. De inmediato un gemido surgió de su boca y arqueando su cuerpo hizo que mi boca impactara con violencia en su sexo, proporcionando un placer extra. Lamí, chupé, besé y jugué hasta que en un impulso incontrolado, tensó su cuerpo y explotó en mi boca llenando mi cara de sus jugos, deliciosos por cierto... Aprovechando los últimos estertores orgásmicos, me levanté y metí mi verga en su caliente cueva, de un solo golpe de caderas y lomas profundo que pude. Sus gritos y gemidos llenaban la habitación, su cara parecía poseída por millones de placeres, mis golpes de cadera, certeros y concisos, hacían entrar y salir mi pene de su chochito rozando las paredes de su vagina y arrastrando sus líquidos hacia fuera. El orgasmo alcanzado y sin final previsible solo le dejo decir entre gruñidos: "Correte donde ya sabes!" Y sin mas me deje ir llevado por el morbo y el placer que me daba esta mujer, sacando mi polla de su interior y descargando con fuerza sobre su pubis y su rajita toda la lefa acumulada. Con mi mano restregué mi semen por todo mezclándolo con los suyos propios y haciéndola caer de su orgasmo con contracciones de todo su cuerpo. Subí encima de ella y la besé con toda la ternura de que era capaz, controlándome por que mi deseo era comérmela...
Volví la cara y vi a la pareja amiga, sentada en frente de nosotros, follando despacio sin dejar de mirar la escena de relax que protagonizábamos Monic y yo.
Al poco, ellos entre gemidos y palabras obscenas, culminaron su acto con un orgasmo al unísono. Mas relajados se tumbaron en la cama a nuestro lado, yo quería hablar con Monic, pero ella no me dejó, simplemente quería gozar de la noche.
Montse, puso su mano en mis testículos y comenzó a estimularme, mientras Monic no dejaba de besarme con una pasión inusitada. Jusep, miraba la escena paseando una mano por su fláccida verga. Su esposa acercó su boca a mi pene y comenzó a hacerme una mamada suave, mi pene semi erecto respondía al estimulo enderezándose, Monic bajó hasta ella y se unió chupando y besando por toda mi zona. Unas veces se metía mi polla una, otras la otra... haciéndome llegar al paroxismo. Dejaron mi verga de sus bocas y se unieron en un beso lésbico total sin dejar de tocar mi polla y los testículos. Era morboso verlas a las dos besarse y tocarse, y Jusep lo constató iniciando una paja rítmica y fuerte. Monic, se subió encima de mi y con una mano metió mi verga en su coño despacio sin dejar de besar a la amiga. Esta, cambió de posición y se puso encima de mi cara, acercando su chochito pelado a mi boca. Por supuesto inicie una mamada en esa rajita limpia con fruición, mientras Monic me cabalgaba apoyada en mi pecho y su boca pegada a Montse. Jusep se puso de pie en medio de ambas y acercando su verga a las bocas de las damas dejó que degustaran su falo. La escena era de lo mas morbosa que yo había tenido jamás.
Él se corrió entre las dos bocas, cayendo su lefa en mi pecho y estómago, mientras su esposa se corría en mi boca ahogando mis gemidos. Monic alcanzó su orgasmo mientras me follaba y chupaba la verga, ya fláccida, de Jusep, Montse salió de mi cara y me dio un muerdo lleno de morbo y pasión y sin poder hacer nada descargué en el interior de mi amada tres chorros de lefa sintiendo como chocaba en las paredes de su vagina.
Exhaustos, nos derrengamos en la cama los cuatro con apenas fuerzas para encender un pitillo.
CONTINUARA....