Mon petit, Mon amour. Jaime (2)
Continúa la zaga de la pandilla.
-Mon Petit, mon amour, J'taime-
Partamos de que lo primero que tenemos que averiguar es definirlo sexualmente, la teoría dice que la ausencia del sexo contrario hace que tanto el hombre como la mujer se vuelque hacia su propio sexo, en el caso de él esa ausencia es voluntaria por la vergüenza de poseer caracteres secundarios femeninos. Como salir de dudas, evidentemente nunca había tenido relaciones sexuales con mujer alguna, y menos creo que lo hubiere tenido con un hombre, a él no puedo preguntárselo porque desconoce la respuesta, entonces lo único que resta es pasar yo por la experiencia, debo confesar que no me resulta nada desagradable la prueba, solo que la dilataré hasta que regrese del torneo de ajedrez, la espera será un incentivo mas para que triunfe.
Buenos Aires tenía una noche sofocante la humedad era bastante alta debido a la cercanía del río, Ada regreso a las diez de la noche, la oscuridad reinaba en toda la casa, no quiso ir al cuarto de Ricardo, era mejor dejarlo solo esté dormido o no, entró en su dormitorio se quitó la ropa y luego de una ducha se puso un salto de cama negro transparente que resaltaba su piel blanca que recubría un cuerpo perfecto, se tendió sobre la cama, se sentía mucho mas tranquila después de las palabras de Miguel habían reavivado sus esperanzas, pensó en el lugar tan grande estaba ocupando en la casa, con su hijo y porque no en su corazón. Con el pensamiento en él su mano involuntariamente fue acercándose hasta su seno y su pulgar e indica comenzaron a juguetear con su erecto pezón, sus mejillas se encendieron y sus ojos se aclararon con un brillo espectacular, muy lentamente su mano derecha fue acariciando su vientre agitado por una respiración jadeante, doblo la rodilla de una pierna para poder abrir más sus muslos y se detuvo sobre su monte de Venus propiciando un descanso para su mano mientras sus dedos iban hurgando su zona mas sensible y notó que estaba totalmente mojada eso la excitó más, sentía entre sus dedos un clítoris erecto, cuando se acariciaba su pequeño glande todo su cuerpo vibraba como atravesado por una continua convulsión cada vez se excitaba mas y mas se mordía los labios para ahogar los gemidos que pugnaban por salir de su boca, cada vez mas rápido se movían sus dedos frecuentemente mojaba sus dedos de saliva para acariciar sus pezones, ya agotada y dolorida por la tensión que sus sentimientos generaban, con una rabia incontenible hacia ella misma - exclamó -!Dios¡ , !Dios¡ rápidamente se levantó para entrar en el baño a darse otra ducha. Las puertas aún seguían cerradas.
El día amaneció soleado y con frescor matinal, Miguel al atravesar la verja de la entrada del colegio pudo divisar en la galería a Ricardo que lo estaba esperando, al llegar a su lado le puso un brazo sobre el hombro y le preguntó, - ¿Que te pasa que estas tan alterado?
Tenemos que hablar, es necesario que te pida perdón por mi actitud de ayer fue algo muy egoísta de mi parte y si tú y mi madre sienten algo no soy yo el que...
!Cállate¡, y no digas mas idioteces.
Pero hay algo que para mi es muy importante, dijo Ricardo, si bien siento vergüenza el decírtelo, tú sabes por la noche uno siempre dice cosas de la cual se arrepiente al otro día y ese es el caso.
¿Que es, lo que has dicho anoche que hoy te has arrepentido? preguntó Miguel con un tono paternalista.
El haberte dicho que te amaba, -Contestó- mirando al suelo.
Mira no te voy a contestar nada por dos motivos, el primero porque no es el lugar, ni es la oportunidad para hacerlo y el segundo es una pregunta, ¿Y si yo realmente estuviera enamorado de ti? ¿Como crees que me caería tu famoso perdón y tu vergüenza? Los ojos de Ricardo parecían que iban a saltar de sus órbitas estaba estupefacto y hasta sus libros se escurrieron de sus manos y caían al suelo, mientras Miguel , sin esperar respuesta, giró en redondo y dejándolo allí parado se fue al aula.
Entró al aula y se dirigió hacia su asiento, Noemí al verlo acercarse, adelantó su rostro, cerrando los ojos y frunciendo los labios se los ofreció a Miguel para que este la besara, pero como era costumbre tanto en él como en Ricardo le dio un beso en la frente a lo que airada, replico - No me des besos tan pornos porque un día de estos me voy a morir de un infarto. Luego de sentarse y dejar los libros bajo el pupitre extendió su brazo y tocó el hombro de la chica y le dijo.
Oye Noe, si no tienes nada que hacer cuando termine la clase, te invito a almorzar con Moni en el restaurante de Belgrano y Deán Fúnes, eso si no tienen un compromiso anterior. ¿Te parece bien?
Cuenta conmigo y si tiene tiempo creo que Moni también vendrá eso si no tiene una cita con su amado -Dime- ¿Y Ricardo?
Está en el aula de química tiene la serie de experimentos de la semana pasada, que la profesora le dio plazo hasta mañana para que se los entregara.
No, me refiero ¿a que no vendrá con nosotros a comer?
No, de hecho no quiero que él se entere, pero tranquilízate, ya te lo explicaré.
Miguel entró en el restaurante, había llegado con algo de retraso, las chicas estaban sentadas y eligiendo el menú, al pasar por detrás de Mónica le dio un beso en la cabeza a lo que ella Contestó levantando la mano y acariciando su mejilla, Noemí repitió su gesto con los labios y él le asestó el beso en la frente a lo que ella sin inmutarse le dijo - Hola papá - y ocupó su lugar en la mesa.
¿Que han elegido para comer?
Bueno tenemos un pequeño dilema, Si pagas tú, un montón de cosas ricas y si debo pagar yo, el menú del día Contestó Noemí.
Hoy pago yo dijo Miguel.
Y a que viene tanto derroche, -Preguntó Noe.
Es que hoy es mi cumpleaños - Dijo en broma -
Y cuantos cumples si no es indiscreción - preguntó Moni -
Mira que eres tonta, si los cumple en Setiembre y estamos en Noviembre, te esta tomando el pelo.
!Yo que sé cuando los cumple¡.
Que, tampoco sabes que es de tú mismo signo y siempre estás, ¿Haber que nos salió en el horóscopo? -dijo en tono burlón-
Todos se rieron de buena gana.
Miguel preguntó, dirigiéndose a Mónica. ¿Todavía sigues saliendo con ese chico de la facultad de Medicina?
Si, -le Respondió-
¿Y como te va el idilio . Viento en popa, como dices siempre tú, hoy he quedado con él, a las tres de la tarde frente a la facultad, así que almuerzo y salgo de estampida para que no esté esperando inútilmente.
Eran las tres menos cuarto cuando Moni se despidió de sus amigos, y mientras se dirigía hacia la puerta le gritó a Miguel, -Feliz cumpleaños y gracias por la comida. Los dos la saludaron con la mano.
Gracias por no preguntar por Ricardo, mientras decía estas palabras comenzó a acariciarle la mano, no quería invitarte a ti sola, porque las quiero mucho a las dos, sabiendo que la casa de Moni te queda de camino y que siempre la acompañas es posible que pudiera tomar a mal el hecho que vengas a comer conmigo dejándola marchar sola .
Ves esa delicadeza es lo que me hace quererte cada día más, tú sabes que nadie mas tú es depositario de toda mi confianza y mi ternura, te voy a confesar algo, tengo veintitrés años y jamás he estado con ningún hombre y si tú me pides hacer el amor no lo pensaría ni una sola vez iría corriendo. Los ojos de Noe se enrojecieron y se cargaron de lágrimas, porque sé que contigo sería algo maravilloso, pero presiento que eso jamás ocurrirá aunque yo te lo pida, ¿porqué?, no lo sé, eso es algo que lo sabes tú
Gracias por quererme de esa forma, y sabes, yo te quiero de igual manera, que fácil sería pedírtelo y mas porque lo siento tan profundamente, que tú tienes razón, sería maravilloso, pero para ti no quiero un tiempo tan corto de felicidad quiero aquella que perdure por muchos años.
Perdóname, pero ahora entiendo menos que antes, -dijo Noemí- ¿Te puedes explicar mejor?
Si, pero todo es un presentimiento y no falta mucho para que tú misma lo compruebes, contártelo ahora sería un gran error, solo quiero pedirte que sigas teniendo en mí la confianza y el amor que me tienes, el resto vendrá por añadidura. Hay algo que me importa de sobremanera y quisiera que me contestes con toda esa franqueza.
Dime -Respondió.
¿Y, por Ricardo? Que es lo que sientes
¡Ay! Ricardo, mi niño, siento lo mismo por él, pero la ternura es muy superior, porque a ti te veo tan seguro y dueño de ti mismo y sin embargo a él lo siento como una hoja temblorosa en medio de un temporal, te das cuenta que dilema. No puede ser que ame a dos personas al tiempo, pero sé que con el no tendré nunca la mas pequeña oportunidad.
¿Porqué crees eso? -Dijo Miguel-
¿Me permites que por ahora me lo reserve? -Dijo la chica-
Sí -Le Contesté- -Y añadí- Pero hay algo que quiero que me contestes, si tuvieras esa oportunidad y él estuviera enamorado de ti y quisiera que fueses su mujer, que responderías.
Que sí. contestó la chica- Pero sabes tan bien como yo que eso no ocurriría jamás.
Tu no sabes el peso que me has quitado de encima, no es necesario que te diga que lo que me has contado nunca saldrá de mi boca.
De eso no tengo la menor duda, pero, hay algo que no entiendo, ¿Porqué te he sacado un peso de encima?.¿Sabes algo que yo no sé?.
Si, muchas cosas, pero aguarda un tiempo y ya lo verás. -Contestó- Y ahora vamos que te dejo en tu casa y marcho que tengo muchas cosas que hacer y mas que pensar.
Llamó al camarero abonó la cuenta y salieron del local tomados de la mano.
Era las siete de la tarde cuando llegó a la casa de Ricardo lo recibió Ada luego de saludarlo, con un beso, le preguntó, ¿Donde te habías metido ingrato, tu respuesta de la otra tarde me dejó sobre ascuas, cuéntame algo, que piensas.
Espera por favor, ya tendremos tiempo de hablar tranquilamente sobre el tema -¿Donde esta Ricardo?
En su habitación preparando el equipaje, se va a la una de la mañana, la competición es el lunes solo le quedan dos días para descansar.
Voy a ayudarlo.
Toqué la puerta de su habitación, pasa -Respondió-
Como lo llevas -Pregunté-
Mal - me Contestó -
¿Porqué? - Pregunté -
Me voy, estaré lejos de ti, de las chicas, de mi madre.
Bueno pero luego regresaras, traerás una medalla, a tu madre no necesita que la cuide nadie y yo te cuidaré a las chicas.
Si, eso es como decirle al lobo que cuide las ovejas,. ¿No? Contestó riendo. Ven que voy a comer y nos vamos al aeropuerto.
Llegamos justo a tiempo, solo tuvimos tiempo de despedirnos y desearle suerte, esperamos que salga el avión, Ada me cogió del brazo y nos encaminamos un poco tristones hacia el automóvil que nos esperaba, hicimos el viaje en silencio, cuando llegamos le dije al conductor que me esperara y acompañe a Ada hasta la puerta.
No te vayas, por favor, quédate a dormir en el cuarto de Ricardo, no quiero estar sola esta noche.
Accedí y fui a despachar el coche, al volver Ada me estaba esperando con la puerta abierta, entramos juntos, y una vez dentro me besó en las mejillas se abrazó a mí y así estuvimos largo rato, luego me acarició la cara y se separó de mí.
Si quieres dúchate y coge un pijama de Ricardo, luego te llevo un Whisky para relajarnos un poco y para darte las buenas noches, fue una jornada muy tensa -Dijo- y se encaminó a su cuarto.
Ya lo creo, -Respondí- y me dirigí hacia la habitación, abrí la puerta y entré, me desvestí y me metí en el baño, luego de la ducha me fui a la cama directamente, ya que nunca uso ropa para dormir, cogí una revista y me puse a leer antes de dormir.
Habrían pasado veinte minutos cuando escuché unos tímidos golpecitos en la puerta. Entra -Dije- La puerta se abrió suavemente, era Ada que traía dos vasos de whisky con hielo, llevaba puesto un salto de cama de seda color azul que dejaba entrever un cuerpo maravilloso, debajo unas pequeñas braguitas y un diminuto sostenedor, al verla quedé boquiabierto pero lo pude disimular muy bien, dejó los vasos en la mesa de noche y se sentó a mi lado en la cama, al sentarse la tela se abrió y me dejó ver la rodilla y parte del muslo con una piel blanca y tersa que tuve que hacer un esfuerzo muy grande para apartar mi vista de ella. Me alcanzó la bebida y brindamos por el triunfo de Ricardo.
Toma -dijo- extendiéndome una abultada carpeta, estos son los datos médicos que me habías pedido, puedo preguntarte para que los necesitas.
Si, -Contesté- A pesar de la edad, tengo un gran amigo que es profesor de sicología en la facultad de Filosofía y Letras, él es siquiatra, bien, a su vez es intimo del Doctor Cohen y este hombre es Académico Jefe de la cátedra de urología del hospital Mount Sinaí en Estados Unidos.
El Dr. Cohen vendrá a Buenos Aires a un simposio de su especialidad a fines de Noviembre y le he pedido a mi amigo que le solicitara al Doctor si podía hacer un espacio en su agenda y recibirme para consultar con él lo de Ricardo. Mi amigo el siquiatra, no solo accedió sino que va a hacer una cena en la cual no solo estará ese doctor sino también y muy especialmente invitados Tú y yo. Los ojos de Ada se inundaron de lágrimas, no debes llorar esta es una noche para tomar este delicioso Whisky. Mientras bebía un sorbo le cogí su mano y la acaricié con todo mi cariño ella me lo retribuyó llevando la mía hasta su cara y besándomela, dejé la copa y le indique que se recostara a mi lado, -dejándole espacio, apoyó su cabeza contra mi pecho y comencé a acariciarle su cara y su pelo.
Sentía que mi corazón iba a estallar en mi pecho, se dio cuenta pero calló, su frente estaba muy cerca de mis labios y comencé a besarla muy lentamente noté que su respiración se hacía cada vez más agitada, seguí besando sus ojos, la comisura de sus labios estaba tan cerca y me atraía enormemente me hice a un lado para que se recostara totalmente en la cama y continué besando esa boca, lenta y suavemente, sentía sus manos acariciar mis hombros y mi espalda, seguí por su cuello encontré el mas hermoso perfume que su piel me prodigaba desanudé su cinturón y suavemente fui sacando su cuerpo de la seda, ella me dejaba hacer en medio del paroxismo de placer, besaba sus hombros desnudos y moldeaba su cuerpo con mis manos, casi sin interrumpir mis caricias desprendí el sostenedor y se lo retiré con toda la delicadeza que mi estado de excitación me permitía, descubrí unos senos durísimos, inusuales en una mujer de su edad, sus pezones esperaban desafiantes mi lengua y mi boca el olor de sus senos y mi saliva formaban el mas exquisito de los aromas, ella pasaba sus manos por mi cintura y por las nalgas comencé a bajar mas y mas y mientras mi lengua se entretenía con su vientre fui bajando las braguitas por sus torneadas piernas hacia tiempo que el jadeo se había convertido en un gemido estertóreo de placer.
Besando su ingle vi que sus piernas se abrían involuntariamente como preparándose para recibirme dulcemente seguí besando la parte interna de sus muslos, el perfume de su rocío se hacia por momentos mas evidente, estaba empapada y eso me excitaba mas, busqué con mi lengua para encontrar el trofeo mas anhelado y allí lo encontré lo fui lamiendo lentamente y libando de la miel mas íntima que me regalaba, de su boca solo salía una palabra que ya era un grito,
¡Mas!. ¡Mas! Yo estaba en la cima de la felicidad, todo giraba a mi alrededor como la bacanal de un erótico vals, subí besando su vientre para hurgar en su ombligo, sus senos, cada vez que mi lengua recorría su aureola temblaba estremeciéndose todo su cuerpo en un arranque convulsivo de placer, lujuria y amor, llegué hasta sus labios que seguí besando y lamiendo con frenético ardor. Ella a su vez recorría todo mi torso con sus manos.
Ella abrió sus piernas y la fui penetrando lentamente teniendo plena noción de lo que sentía en su recorrido, estaba conociendo lo íntimo de su cuerpo para reconocerlo en mis pensamiento y poderlo grabar para no olvidarlo jamás, a medida que iba avanzando en el interior de su cuerpo también sentía el penetrar de sus uñas en mi espalda, el dolor que me producía me excitaba mas y mas hasta que en una explosión de colores llegamos juntos al clímax y en ese instante nos sentíamos morir para resucitar como el ave Fénix un segundo después, un grito de incredulidad y con un gesto de dolor-placer por sentir por primera vez en su vida lo más maravilloso del amor, ese fue el regalo más valioso que recibí de esa maravillosa mujer obsequiarme su virginidad. Era como un incognoscible trueno el momento en que las puertas se abrieron de par en par.
Ni una sola palabra pudimos articular, se adueño de nosotros un pesado sopor y así, abrazados y maltrechos nos quedamos dormidos.
Al abrir los ojos lo primero que vi, fueron los suyos, claros y luminosos, me besó repetidamente y continuamos acariciándonos y prodigándonos miles de caricias ella también comenzó a besar todo mi cuerpo su boca era experta, pero no porque lo hubiera hecho antes sino porque sentía amor de hacerlo ahora, con su boca y lengua acariciaba mi sexo y yo el suyo con la hermosa sensación de sentir sus muslos a cada lado de mi cabeza, veía las pequeñas luces multicolor a cada sensación de mis pequeños orgasmos cada vez mas intensos que iban presagiando la llegada del final, intentaba con todas mis fuerzas retrasar ese final, Ada también estaba sintiendo lo mismo que yo sus gemidos eran cada vez mas profundos hasta que no pudimos contenernos más y en mi cabeza sonaron todas las melodías del mundo sus gritos me hablaban de todo su amor y del que yo también le profesaba, lo que sí puedo asegurar es que no desperdicié ni una gota del néctar que me obsequiaba y me consta que ella tampoco, así abrazados nos quedamos arrullándonos en una mañana que fue a todas luces maravillosa.
Los dos días que pasamos juntos solo nos dedicamos al amor, era muy feliz y estaba radiante, pero también sabíamos que el Lunes volveríamos a ser Ada y Miguel y que eran pocas las posibilidades de volver a repetir estos dos días inconmensurables, solo nos quedaba la posibilidad del mes de Enero ó Febrero, ya veríamos como lo podíamos arreglar.