Momentos incestuosos: Divino tabú. (3 º relato)

Cuando me separé de mi marido. Mi hijo tenía 16 años y yo 44. Todo este tiempo hemos vivido los dos muy felices, han pasado 2 años que han sido bastante duros, y en los que me he tenido que arremangar de nuevo y volver a tener que trabajar para salir adelante. Mi hijo siempre ha cuidado de mí y yo

Cuando

m

e

separé

de mi

marido. Mi hijo tenía

1

6

años

y yo 44

. Todo este tiempo hemos vivido los dos muy felices,

han pasado

2

años que han sido bastante duros, y en los que me he tenido que arremangar de nuevo y volver a tener que trabajar para salir adelante.

M

i

hijo

siempre ha cuidado de mí y yo

también de él, m

e t

iene mucho cariño,

siempre hemos estado muy unidos.


Muy a

menudo,

y siempre que se me presenta la ocasión

presum

o

delante de

mi

s amigas de lo guapo que es

.

Y cuando él está

presente,

l

e “obligo”

a levantar

s

e la camiseta para que enseñe

su

torso

a mis amigas

.

Javi l

lev

a

unos años yendo al gimnasio casi a diario y t

iene

el cuerpo bastante musculado. A

mí m

e encanta que haga mucho ejercicio y siempre est

oy

tocándo

l

e los bíceps para comprobar lo fuertes que están.

He de reconocer, que

siempre h

e

sido muy protectora con

él

, sobre

todo en lo referente a las chicas. Cuando

sale

con alguna siempre

me pongo a la defensiva

, criticá

ndo

las

y diciéndo

l

e que debería buscar a alguien mejor. Pero también h

e

estado a

su

lado cuando h

a

pasado por malos momentos debido a rupturas y malentendidos con

ellas

.

En los años que llevo separada, nunca he vuelto a tener una relación estable con otro hombre, no me apetecía, solo he procurado el bienestar de mi hijo y salir adelante.

S

í, he tenido alguna que otra

relaci

ón

esporádica con

algún compañero de trabajo y algunos

hombres

cuando he salido de copas con mis amigas, pero nada más. Acostumbr

o a saciar mis calenturas  noctá

mbulas con mi

amiguito

Buba”, y por su culpa

,

me paso todo lo que os voy a relatar.

Y

o nunca

fui consciente de ello, pero resulta que a mi hijo le cambió su percepción de mí,

un

día en que entr

ó

en

mi

habitación

, mientras yo no estaba

y encontr

ó

consolador.

Javi no se lo podía

creer.

Su

madre, que siempre

l

e había parecido una santa, tenía necesidades sexuales como cualquier otra mujer.

Y creo que fue en ese momento, que Javi se fijó en mí, no como en su madre, sino

como en una mujer más.

Desde aquel día empe

a fijar

se en mí

de otra manera.

A pesar de que yo, aún no era consciente de ello.

A mis

46 años

m

e conserv

o

bastante bien. No est

oy

delgada pero tampoco est

oy

excesivamente

rellenita,

tengo mis

curvas propias de una mujer de

mi

edad, con unas caderas anchas y unos pechos grandes y

algo descolgados ya

.

Javi n

o podía dejar de admirar

mi

cuerpo

,

cuando

yo no m

e daba cuenta y fantaseaba con

migo

imaginándome

desnuda

, todo esto me lo confesó más tarde, cuando nuestra relación cambió

.

El día que

Javi

estuv

o

hurgando en

mi

habitación

, yo me encontraba trabajando, ese día encontró a “Buba” y también pudo

ver toda

mi

colección de lencería. Era más sexy de lo que

s

e podía imaginar

, para una madre

. Ten

go

multitud de tangas, ligueros,

sujetadores y bragas transparentes. Desde entonces

Javi s

e obsesion

ó con

la idea de poder ver

me la ropa interior que llevaba puesta todos los días, un poco del

sujetador a través de

mi

escote o el tanga por encima de

la

falda.

Cuando ocurrió lo que os quiero relatar

, Javi

llevaba unos

4

meses sin tener relaciones con ninguna chica

y fue una época en la que no

tenía

novia

. Para compensarlo,

se pasaba

las noches masturbándo

s

e viendo

las

películas porno

de su padre,

que un día descubrió escondidas detrás de unos libros, en un mueble del comedor

. Aprovechaba

que yo me acostaba pronto

,

p

orque tenía que

trabajar

al día siguiente y levantarme temprano. Y

cuándo m

e

iba a dormir

,  Javi se quedaba en el sofá del salón para

pajear

s

e tranquilamente.

Aquella noche

Javi

puso

una

de esas películas

y una de mis

favoritas. No tard

ó

mucho en excitar

s

e y rápidamente

s

e quit

ó

toda la ropa y la tir

ó

al suelo.

S

e sent

ó

en el sillón

de su padre

y empe

a tocar

s

e la polla, que ya estaba completamente empinada.

Yo bajé las escaleras sin hacer ruido, iba descalza y solo llevaba puesto un camisón. Verle a él con la polla en la mano masturbándose, me empezó a poner caliente. La jodida película tampoco ayudaba a calmarme, pero tenía que poner fin a eso.

Llevaba unos cinco minutos paje

á

ndo

s

e

delante d

el televisor

,

cuando de pronto

se sobresaltó al

o

ír

una voz detrás de

él

.

¿Se puede saber que estás haciendo?

―le dije

contundentemente.

Javi se giró bruscamente, intentando taparse la polla.

― Mamá…

qu

… ¿qué haces aquí?

Se quedó de piedra, al ver que era

su

madre

, que

lo había pillado

desnudo y viendo una peli porno

.

Estaba descolocado, se debía estar preguntando como estaba ocurriendo aquello, ¿d

ebía de haber hecho demasiado ruido con

su

s

jadeos

?

o

¿

debía tener la tele demasiado alta y

su

madre se había despertado

?...

.

un sudor frío l

e recorrió la espalda, intent

aba

tapar

s

e pero n

o tenía nada cerca y sólo podía

cubrirse

el pene con las manos.

Entonces, me a

cer

qué

y

m

e sent

é

junto a

él

.

El

camisón

que llevaba era

transparente y debajo

solo había

una

s

braguita

s

muy pequeña

s

.

Eres un guarro

Javi

, ¿tú te crees que es normal lo que estás haciendo?

―Lo sie

nto mamá―me dijo

, muerto de vergüenza.

Yo hacía mi

papel,

muy

enfadada, pero al ver que

él s

e sentía tan avergonzado por la situación

,

empe

a cambiar

mi

actitud hacia

él

.

M

e acer

qué

un poco más y empe

a acariciar

le la cabeza,

como cuando era más pequeño y se acurrucaba a mi lado en el sofá y veíamos juntos los dibujos antes de cenar.

No te preocupes hijo, esto es algo normal.

―le dije para tranquilizarle, y relajar la situación.

Además ya sé que llevas un tiempo sin tener relaciones sexuales con ninguna chica.

Últimamente no te he visto salir los fines de semana

con ninguna amiga

, ni tan siquiera  las traes por casa.

Es normal que necesit

es desahogarte

.

Mi

s palabras

l

e tranquilizaron un poco. Miré a

Javi, y él me miró

fijamente a los ojos.

Yo t

enía la misma mirada de orgullo hacia

él

que cuando estaba con mis amigas, a pesar de la situación. P

ero vi en la mirada de Javi

qu

e

ya no era la misma de

siempre

, me miraba con otros ojos

. En ese momento

me di cuenta hacia donde se desviaba su mirada,  sus ojos estaban clavados

en

mi

camisón. La tela transparentaba y podía ver

mis

pechos y

mis

grandes pezones

oscuros bajo la fina tela

,

no se daba cuenta de que yo me había percatado de ello, y

para disimular,

seguí

acariciándo

l

e el pelo. Entonces con la otra mano empe

a acariciar

l

e el pecho.

Hay que ver lo fuerte que está

s hijo

. Me gusta c

ó

mo te

está cambiando el cuerpo desde que en

trenas cada día en el gimnasio, e

stas muy guap

o. No entiendo porque has dejado de salir con tus amigas

, cualquier chica se volvería loca

por un chico tan guapo cómo tú

.

Aquellas palabras

l

e hicieron gracia y

nos

ayudaron a aliviar un poco más la tensión del momento. Aunque no podía olvidar que

Javi

seguía desnudo delante de

.

Yo continué

acariciando

su

pecho, cada vez con más intensidad.

Mi

mano fue bajando hasta tocar las

suyas, que seguían cubrié

ndo

le

el

miembro.

No te veía desnudo desde que eras un niño. Ya debes estar hecho todo un hombre. A ver déjame ver,

¿

también te

depilas los pelos de ahí abajo? ―le dije con total normalidad.

Si

―me dijo, y apart

é

su

s manos

temblorosas

para verlo.

Debido al susto

que le había dado

antes,

su

pene estaba flácido y caído entre

su

s piernas.

Me lo quedé mirando

y lo

agarré

con

la

mano.

―Mamá, pero

…¿qué

está

s haciendo?

― me

dij

o

con evidente sorpresa.

No te pued

es

quedar

así hijo, por mi culpa no has podido acabar la paja que te estabas haciendo

― le respondí,

mientras empezaba a subir y bajar la mano.

Javi n

o

s

e lo podía creer,

su

propia madre

lo

estaba masturbando.

Y para colmo, de sonido ambiente, se oían los jadeos de la

pornostar

mientras dos negros la partían por la mitad con sus pollones de dos palmos.

Al principio

Javi se sintió incomodo por la situación, debía de tener

una sensación muy rara, pero debido al grado de excitación

que había en el ambiente

y al movimiento que hacía mi m

ano sobre su

pene

,

se

l

e puso dur

a

otra vez. Estaba empezando a sentir placer por la paja que

l

e estaba haciendo

su

madre.

Seguí

paje

á

ndo

l

e lentamente, subía y bajaba

mi

mano con suavidad

, mientras le observaba con detalle.

Le agarraba

fuertemente

la polla, pero

a la vez

le masajeaba el glande son suavidad con las yemas ensalivadas de mis dedos

.

Javi se

inclin

ó haci

a atrás y cerr

ó

los ojos disfrutando del momento, olvidando qu

i

e

n

era

yo,

olvidando

que su propia

madre

era

la que

l

e estaba masturbando

. O quizás no, quizás el ser consciente de que era su propia madre quien lo masturbaba, lo estaba excitando mucho más

.

En ese momento

Javi

tenía la polla en su máxim

a

erección

,

que eran

algo más de

20

centímetros

, que es lo que mide

la palma de mi mano extendida. Estaba tan excitado que empezaba a soltar

gran cantidad de líquido pre

seminal.

Y yo lo hacía salir apretando con mi dedo índice y pulgar su brillante e hinchado glande.

Hay que ver que polla tiene

s, hijo. ― dije

acelerando un poco el ritmo de

mi

mano.

Javi

seguía gimiendo con los ojos cerrados inmerso en una gran sensación de placer

, mientras le observaba notaba como una húmeda mancha

provocada por mis flujos vaginales,

me mojaba las bragas

.

Estaba excitada con semejante polla entre las manos, y l

e animaba y sonreía satisfecha mientras movía

mi

mano cada vez más rápido.

L

e acariciaba el pe

l

o y

l

e susurraba al oído lo guapo y lo machote que era y

l

e animaba a disfrutar la situación.

M

e sentía feliz por poder satisfacer a

mi

hijo una vez más, aunque

las circunstancias fueran otras,

fuese de una forma distinta a la que podía

entregarse

cualquier madre.

Ya llevábamos casi cinco minutos con la paja cuando

le

dij

e

:

― Javi, h

ay que ver que aguante tienes

, hijo. Sí

que tardas en correrte. Que machote que es mi hijo, seguro que vuelve locas a todas las chicas con esta polla que tiene

.

Le decía sin poder apartar

la mirada de

su

rabo.

Sin darme cuenta me estaba delatando, t

enía una gran sonrisa en

la

cara y los ojos

m

e brillaban.

Estaba tan excitada que ni me daba cuenta de que mi lengua recorría mi

s labios, relamiéndome con

lasci

bia

.

Iba acelerando el ritmo de

la

mano cada vez más

rápido

,

y Javi ponía cara de estar muy excitado

pero

s

e aguantaba todo lo que podía para no correr

s

e

todavía

. Quería disfrutar de ese momento increíble el máximo de tiempo

posible

.

Entonces

fue cuando ya no pude contenerme por más tiempo y

baj

é

la cabeza y

me metí

la

polla

de Javi

en

la

boca mientras seguía aguantándola con una mano.

Empe

a subir y bajar

la

cabeza, tragándo

m

e

esa

verga cada vez más hasta el fondo, succionándola fuertemente y jugueteando con

mi

lengua en

su

capullo.

―Mamá… pero, ¿

que haces?

dij

o

ahogando

sus

palabras en un largo gemido de gusto. Quería decir

m

e que parara, que eso que estaba haciendo no era lo correcto

, que u

na madre y un hijo no deberían estar haciendo eso, pero era tal el placer que me

embargaba,

estaba

tan excitada, tan necesitada de sentir una polla real, y además escuchando esos jadeos de fondo, que

mi boca no podía parar de mamar

, chupar, succionar y lamer. Solo pensaba en proporcionarle a mi hijo el mejor orgasmo de su vida

, la mejor corrida, una copiosa corrida en

la boca de

su

madre

. Javi se unió a los jadeos de los negros, que ahora follaban a la rubia

pornostar

, por la boca y el ano. Javi ya no podía formar palabras, solo gemir

.

Continué con mi felación

un buen rato.

Alucinando con en aguante que tenía mi hijo.  Su padre con la mitad de esfuerzo, ya se hubiera corrido.

Mis

gruesos y húmedos labios abrazaban suavemente

la

polla

de mí hijo

.

Mientras c

on la otra mano

,

acariciaba

sus

huevos con sumo cuidado, sin querer hacer

l

e daño.

―¿

Te gusta co

mo lo hago hijo? ―dije

separándo

m

e de

su

polla un instante

.

Si

mucho, mamá, lo haces muy bien. ―

contest

ó,

con la respiración entrecortada.

Continué,

agarrándo

l

e la polla con

la

mano, sin parar de moverla para que no bajara la erección.

Me enloquecía de ansia, ver la cara de placer de Javi y

que yo estuviese disfrutando

tanto

con lo que

le estaba haciendo. Nuestras caras sonrosadas y brillantes

reflejaba

n

perfectamente

nuestra

satisfacción.

Mi instinto de madre, m

e

hizo darle

un beso en la mejilla y

l

e dij

e

que

le

quería mucho, todo eso sin soltar

le en ningún momento

la polla

.

Entonces

m

e levant

é

y

m

e quit

é

el camisón, quedándo

m

e sólo con las bragas puestas

y manchadas de humedad

.

Mi

s tetas

aparecieron ante Javi,

aún más grandes, tenía los pezones completamente erectos y aunque

las tengo

un poco caídas, en ese momento me parecieron más

firmes y turgentes que hacía un rato. Y por la mirada de Javi, daba la impresión de que eran las más

apetecibles del mundo.

Eso me excitó mucho más si cabe, su mirada de deseo. Esa mirada entre un hombre y una mujer.

Me

quit

é

las bragas

sin dejar de mirarle a los ojos, retándole, ofreciéndole

por fin

mi

coño.

Sus ojos volvieron a abrirse, cuando vio mí sexo brillante y mojado

. Javi se dio

cuenta

,

que lo tenía bastante mojado. La mamada que

l

e había estado haciendo

me

había puesto

muy cachonda.

Sin decirle absolutamente nada, me acerqué

y

m

e pus

e

encima de

él. Cogí de nuevo su

polla con la mano y

me

la met

í

por

el

húmedo coño.

― Javi, te voy a

follar

….! la necesito ¡

A Javi le pareció increíble, ni en sus sueños más guarros se lo hubiese imaginado así,

pero estaba tan cachondo que no dij

o

nada y

me

dej

ó

hacer.

Empe

a mover

el

culo arriba y abajo,

restregá

ndome

sobre su

erecta polla apoyándo

m

e con l

a

s

manos

sobre el respaldo del butacón

.

Mis tetas

bailaban justo delante de

su

cara y

Javi

no pud

o e

vitar empezar a chuparlas y sobarlas con

ambas

manos.

Su polla dura,

se clavaba cada vez más profundamente

entre mis nalgas

,

mi

ardiente coño se deslizaba sin parar por

su

dura verga y

empecé a gemir

placenteramente. El movimiento de mi

cuerpo

era lento y suave, como queriendo disfrutar de ese placer sin prisas.

Javi me

dejaba hacer

,

a

mi

ritmo,

mientras el me chupaba los pezones con fuerza, pero no me hacía daño, estaba tan excitada que todo me producía placer. P

ara que disfrutase de ese momento como

yo

más desease,

Javi

apenas

s

e movía y dejaba que disfrutara de

su

verga a

mi

antojo.

Así que la agarré y me la fui metiendo despacio dentro de mi inflamado coño.

En ese momento sentí como

mi

cuerpo se estremeció

, y Javi lo sintió también

. Noté unas contracciones en

la

vagina y un chorro húmedo y caliente

bajó por mi coño,

cayendo sobre

su

polla

y mojándonos por completo ambos sexos. Di

unos gemidos un poco más intensos y

mi

cuerpo se volvió a relajar

, cuando cesaron mis contracciones

.

Casi

sin hacer ruido, con suaves movimientos de pelvis, disfrutando del

miembro

de mi hijo

a

mi

ritmo,

me

acababa de correr.

Mi hijo me

había proporcionado un

intenso y exquisito orgasmo

.

Me abracé a su cuello y le bese en la frente.

M

e levant

é

separándo

m

e de

él

y

me

sent

é

a

su

lado

nuevamente

.

M

e qued

é

con las piernas totalmente abiertas. Tenía el coño

completamente

mojado, chorreando de fluidos y con los labios bien abiertos.

Javi siguió

tocándo

s

e la polla con movimientos suaves para que no

l

e bajara la erección mientras

le

miraba el coño húmedo y caliente

a su

madre.

L

e acarici

é

el pecho y

le

dij

e

:

Venga

cariño, fólla

te a

mama, córrete

conmigo

.

Javi no s

e lo pens

ó

dos veces.

Me

agarr

ó

y me puso

a cuatro patas en el sofá.

El se puso

de rodillas detrás de

de modo que

me agarró del

culo

parado

enfrente de

él

.

― Joder mamá, que culo tienes joder, tengo la polla a reventar.

Mis

nalgas

eran

enormes

si las comparamos con las de sus amigas, pero siguen estando bien prietas a pesar de la edad. Y estaban ahí expuestas delante de él para que hiciese con ellas lo que le apeteciera, yo estaba dispuesta a todo.

―Vamos cariño, dale polla a mamá, cielo. Me muero de ganas de sentirla

, tengo el c

oño

muy

mojado

.

Intentaba ponerle más caliente contoneando mis caderas y poniendo mi culo en pompa pidiéndol

e guerra.

Javi, estaba

super

excitado, se

agarr

ó

bien de

mi

trasero y empe

a besar y lamer

mi

s carnes.

Empecé a gemir

de placer pidiéndo

l

e que

m

e la metiera ya

,

mientras

Javi

seguía disfrutando de

mi

culo

y restregaba su rabo por mi raja subiendo y bajando, cada vez estaba más cachonda…. ¡

Plaassss

!....me dio una nalgada y  l

uego sin dejar de coger

me una nalga con cada mano, me las apartó y puso su polla dura sobre mis labios vaginales y me la metió hasta dentro

.

Ahhhh

…..cabrón ¡¡¡¡

…. ― se me escapo sin pensar.

Oh si, hijo mío, así, así, hasta el fondo…

jodeeeerrrr

…..que

ricooo

.

Mi

vagina estaba tan abierta y húmeda que

su

picha a pesar de ser grande

entraba con

mucha

facilidad.

Estaba ardiendo de placer pidié

ndo

le que me

taladrara a fondo. Entraba y salía de

mi coño muy

rápido y sin descanso

, menuda energía

.

― Oh….dios, que polla tienes

….mmm

…..no pares ¡¡¡

Me

agarraba fuertemente por las nalgas en cada embestida para poder clavarla más hondo.

Si, si, que polla tiene mi hijo, que gorda,

mmmm

gritaba

poseída,

girando

la cabeza hacia atrás para ver

la cara de placer y vicio que ponía.

― ¿te gusta el culo de mamá?

―Joder, me encanta….

buuuuff

Se le notaba muy excitado, l

e encantaba el cuerpo de

su

madre moviéndose al ritmo de

su

s

embestidas

.

De vez en cuando sobaba mis tetas que colgaban  balanceándose de un lado a otro.

Apretaba

mis

carnes fuertemente para que no

me escapara ni un centímetro

.

No quería sacarla de mi coño, jadeaba sobre mi espalda dándome besos en el cuello. Me agarró de los pechos y me levanto, tenía el cuerpo erg

u

ido, sus manos cubrían mis pechos, mis manos hacia atrás agarraban su nuca y retorcía mi cuello para alcanzar su boca y besarle con deseo mientras sentía su polla clavada en mí hasta lo más profundo.

Javi tiraba de mis pezones pellizcándolos, los

pechos bailando

al ritmo de sus embestidas

,

sus manos bajaban por mi cintura cubriéndome el vientre y alcanzando mi clítoris me empezó a masturbar sin dejar de follarme y darme su lengua en la boca para que se la comiera.

Nuestros movimientos eran cada vez más intensos.

Javi

intentaba metér

mela más y más hondo, au

n sabiendo que era imposible

….

mientras

yo

gemía y gritaba desesperadamente

pidiéndole

que no parara. Su cuerpo estaba fundido en el mío disfrutando al máximo

de

su joven y vigorosa polla.

Javi t

enía

los huevos a punto de estallar, ya había aguantado mucho…y creo que no faltaba mucho para que llegase su orgasmo. A

unque intentaba aguantar todo lo que podía para que ese momento no acabara nunca.

Yo

estaba sin aliento,

m

e había corrido una vez más y ahora gemía más suavemente, aunque seguía moviendo

mi

culo al ritmo que

mi hijo

marcaba, disfrutando todavía de

su

verga. Apretaba

mi

culo contra

él

en cada embestida que

me daba,

queriendo disfrutar al máximo de cada centímetro de polla

que me metía

. En ese momento empecé a notar que estaba a punto de correr

se, empezó a resoplar en mí cuello

y

me decía

que no podría aguantar ni un minuto más.

Estaba deseando sentir su corrida

.

Venga hijo córrete ya, no hagas esperar a mamá

.

Ya voy mamá, un poquito más por favor…

respondió

entre gemidos.

Entonces sa

su

polla, la pus

o entre mi

s nalgas y

me

las apret

ó

para que atraparan

su miembro y continuó

moviendo

su polla entre las nalgas del

culo. Tenía la polla cubierta de fluidos lo que ayudaba a que deslizara mejor.

Me agarró fuerte y a

pret

ó

bien

mis

carnes

, dio dos fuertes

embestidas y lan

una

copiosa

corrida que cubrió toda

mi

espalda

de semen caliente

. El grito que solt

ó

resonó por toda la casa. Todavía solt

ó

dos o tres

lecharadas

más tan grandes como

la

primer

a, que me llegaron hasta los hombros

. Había

tenido

una corrida muy intensa,

su

leche

me

cubría toda la espalda y empezaba a

resbalarme

hacia los lados

del

cuerpo.

Mmmmm

, que calentita…

dij

e,

levantándo

me y recogiendo parte de su

semen con los dedos.

― Menuda corrida cariño, se nota que hace semanas que no tenías sexo. Una corrida como esta no recuerdo haberla visto en mi vida, joder….no las he visto ni en las pelis porno que ponía tu padre.

Javi se

había tirado hacía atrás tumbándo

s

e en el sofá agotado

y completamente empapado de sudor.

Me acerqué

a

él

desnuda

y rebañada por su

lefa

,

y le di un beso en la mejilla.

―Dúchate

y ve

te a dormir, buenas noches hijo.

Y

m

e fu

i

desnuda con

el camisón en la mano, mientras Javi se quedó unos minutos más en el sofá. En la tele se veía a la rubia

pornostar

de rodillas y un negro de pie a cada lado corriéndose

sobre su rostro mientras ella les sobaba los huevos, sintiendo como descargaban toda la leche acumulada dentro de su boca abierta.

Javi

estaba destrozado del gran polvo que acababa de echar y asombrado por lo ocurrido.

Antes de acostarme, e

stuve pensando unos minutos en lo que había pasado

,

intent

ando despejar mi cabeza, me di una ducha y me metí en la cama. Estaba tan caliente que aún me masturbé un rato con mi amigo

“Buba” antes de dormirme.

A la mañana siguiente

m

e levante como nueva, bajé a la

cocina y

prepar

é

el desayuno

;

huevos, beicon, tostadas y zumo

.

Subí las escaleras con la bandeja del desayuno

y la dejé en su cama.

Javi t

enía una gran sonrisa en

la

cara

cuando abrió los ojos

y

vio

el

sol que entraba por

las rendijas

de la persiana

y cubrían de luz el mismo camisón transparente

que

llevaba puesto

la noche anterior

… sin nada debajo

,

tenía su polla entre mis labios

chupándosela y

lamiéndola, mientras

acariciaba

su vientre y muslos con

mis dedos

.

Javi acarici

ó

mis cabellos. Poco después se tensó su vientre y agarrándome fuerte de la nuca se corrió en mi boca

, como si no se hubiese corrido en una semana

. Me bebí toda su leche…mmm….ese era mi desayuno.

No mencioné para nada lo ocurrido la noche anterior, y Javi tampoco tuvo valor para sacar el tema.

Pero no hacía falta, sabíamos bien que desde esa noche todo había cambiad

o en nuestras vidas.

FIN


Puedes ver el relato original en :http://1drv.ms/1ITJutN