Momentos de placer

Llegaste mientras tomaba mi café ojeando las noticias, te quedaste de pie frente a mí con la mirada fija en el suelo, te miré, te observé y aparté el periódico de la mesa, llevabas un vestido de tirantes de verano color azul claro y suavemente apartaste uno tras otro los tirantes desplazándolos suavemente sobre tus hombros bajo mi atenta mirada.

MOMENTOS DE PLACER

Llegaste mientras tomaba mi café ojeando las noticias, te quedaste de pie frente a mí con la mirada fija en el suelo, te miré, te observé y aparté el periódico de la mesa, llevabas un vestido de tirantes de verano color azul claro y suavemente apartaste uno tras otro los tirantes desplazándolos suavemente sobre tus hombros bajo mi atenta mirada.

Tu vestido resbaló sobre tu cuerpo cayendo al suelo dejan ver tu total desnudez, solo llevabas tus zapatos de tacón que con ellos apartaste el vestido caído en el suelo.

Apartaste el periódico de la mesa y te tumbaste tu cuerpo sobre ella dejando tus piernas en el suelo, el suave y frio contraste de la madera con tu cuerpo hizo que tus pezones endurecieran de inmediato dejando escapar de tu boca un casi inaudible suspiro.

Tu cabeza ladeada me miraba y con tus ojos me indicaste que estabas preparada, que podía dar comienzo.

Levantándome de la cómoda silla en la que me encontraba hasta hace unos segundos, con mis dedos aparté la melena de tu nuca suavemente recorriendo con la yema de mis dedos desde el comienzo de tu cuello hasta el final de tu espalda notando como tu piel se erizaba al contacto con ellos.

Acaricié tu culo suavemente recorriéndolo con la palma de mi mano mientras te miraba a los ojos notando en tu cara la sensación de placer de esas caricias.

Levanté la mano y cayó sobre tu suave piel mi mano con la suficiente fuerza como para que tus carnes temblasen al contacto con ella.

¡El primer azote!

Y a continuación esas caricias sobre la zona afectada.

Tus dientes mordían tus rojos labios denotando el placer que sentías.

Volví a levantar la mano bajo tu atenta mirada y de nuevo sonó sobre tu culo el segundo azote.

A continuación de nuevo acariciar tu culo denotando que el mismo iba adquiriendo un tono rojizo.

En mi mano notaba el calor que desprendía después de cada azote y es una sensación impactante y diferente, a la vez que agradable, me gusta notar mi mano azotando tu culo y sentir los azotes piel con piel.

Uno tras otro fueron cayendo azotes sobre tu culo hasta llegar a siete y tras cada azote esa caricia de mi mano sobre tu piel y tras cada azote notar como tus dientes mordían tus labios que en este momento ya dejaban escapar sonoros gemidos denotando el placer que sentías.

Tras esos siete azotes te dejé resoplando aun apoyada sobre la mesa y encaminándome al baño cogí la crema que teníamos reservada para estos momentos y unté mi mano con ella para después esparcirla sobre la zona azotada.

Tu culo ya totalmente rojo y caliente agradece ese ungüento fresco y esas caricias mientras lo extiendo por toda la zona y en un momento dado coloco mis dedos sobre tu coño abierto y noto la cantidad de humedad que sale de él al mismo tiempo de de tus labios escapan un sonoro gemido que denota tu calentura.

Hoy te has portado bien, no te mereces quedarte con las ganas, te mereces un premio, eres una buena y obediente sumisa y estás aprendiendo muy rápido a disfrutar tu sumisión.

Mientras sigo acariciando tu culo y deslizo de cuando en cuando mis dedos a lo largo de la raja de tu coño y con la otra mano me voy desabrochando el pantalón dejándolo caer al suelo, tú no te das cuenta porque sigues disfrutando de ese masaje con los ojos cerrados.

Mis pantalones y slip ya en el suelo han dejado escapar mi polla totalmente tiesa y encarándola a tu coño sin dejar de acariciarte de un solo movimiento la incrusto hasta el fondo haciendo que abras los ojos de par en par por la sorpresa escapando de tu boca un fuerte ahhhhhhh! Al mismo tiempo que tus manos se agarran a las esquinas de la mesa para evitar caer.

Inicio un suave movimiento metiendo y sacando mi polla de tu chorreante coño mientras giras tu cara hacia mí solicitándome en silencio permiso para poder disfrutar abiertamente del momento.

¡Adelante disfruta del momento! (te digo)

Coloco mis manos a tu cintura empujándote hacia mí con la intención de hacer más profundas mis suaves embestidas y la excitación de los anteriores azotes y la sorpresa de notar mi polla invadiendo tu coño hace que tus gemidos se conviertan en gritos de placer.

Con tan solo un par de minutos penetrando tu chorreante coño, hace que tu cuerpo se tense erizando tu piel al mismo tiempo que tu coño empieza a palpitar atrapando en el mi polla y de tu boca escapa un sonoro gemido al mismo tiempo que experimentas un sonoro orgasmo que dejan relajado tu cuerpo incapaz de sujetar tus manos a la mesa, te has quedado sin fuerzas y mi polla sigue invadiendo tu coño entrando y saliendo de él sin parar pero sin aumentar el ritmo.

De nuevo tu cuerpo se tensa y uno tras otro vuelves a encadenas pequeños orgasmos que impiden que tu respiración sea regular y de tu boca escapan decenas de gemidos.

Tras unos minutos me pides que pare ya, que no puedes mas, que no lo puedes resistir, me pides un descanso.

Me gusta, me gusta sentir ese placer de poder dejarte agotada de sexo, ese poder.

Saco la polla de tu coño y me siento en la silla mientras veo como con mucho esfuerzo intentas incorporarte mientras tus brazos temblando son casi incapaces de soportar ese pequeño esfuerzo.

Quedas apoyada sobre la mesa con tus brazos extendidos y con las piernas temblando mientras diriges una mirada hacia mí  como agradeciéndome lo que acaba de ocurrir.

Tras unos segundos y ya recuperada tu normal respiración, te dejas caer al suelo de rodillas entre mis piernas y mirándome a los ojos me solicitas permiso para poder engullir mi polla.

Adelante (te digo) y te lanzas a ello desesperadamente mientras yo apoyado cómodamente en el respaldo disfruto de una espectacular mamada.

Noto tu saliva caliente en mi polla y tu lengua recorriéndola toda y de vez en cuando tu boca absorbiendo mis huevos, te miro y veo tus ojos clavados en mi con una dulce cara de satisfacción, pero para ti eso no es suficiente y cogiendo mis manos las colocas sobre tu cabeza.

Ya sé lo que quieres, deseas que te folle la boca, lo necesitas y a mi sabes que me ecanta ver cómo te obligo a tragarla entera mientras de tu boca escapan chorros de saliva que eres incapaz de tragar mientras fuerzo tu cabeza cuando la tienes en la boca hasta casi el punto de ahogarte.

Ya eres incapaz de disfrutar tu sola, para sentir placer necesitas que yo disfrute, tu placer es verme disfrutar.

Con mis manos incremento la velocidad de tu mamada dejando mi polla metida en el fondo de tu garganta pequeños instantes.

Es un inmenso placer disfrutar de tu boca y de tu sumisión, el placer va creciendo y noto como mi polla se pone cada vez más dura, signo inequívoco de que me voy a correr en un momento.

Incremento el movimiento de tu cabeza y en un momento dado noto ya que mi leche empieza a fluir por mi polla y sujetando fuertemente tu cabeza te la dejo clavada hasta el fondo mientras de mi polla sale despedido chorros de semen directamente a tu garganta mientras tu sigues mirándome a los ojos disfrutando de mi corrida.

Suelto tu cabeza y me relajo después de esa increíble corrida mientras observo que no has sido capaz de tragarla toda, pero tus dedos recorren las comisuras de los labios y todo lo que había quedado regresa de nuevo a tu boca mientras la saboreas y tragas.

De nuevo vuelves a colocar tu boca en mi polla y con la lengua la dejas limpia de cualquier resto y totalmente reluciente mientras mirándome a los ojos esperas que de mi aprobación y puedas levantarte del suelo.

Mirándote te señalo el sillón y con una amplia sonrisa de satisfacción, te diriges de rodillas hasta el sentándote sin dejar de mirarme, sabes que has cumplido y que hoy has disfrutado mucho, pero lo que más te llena es que cuanto más placer tengo yo, mas placer obtienes tu.

Estás cansada pero sonriente y tras unos minutos mientras ambos nos relajamos, tus ojos se van cerrando por el cansancio acumulado y sin darte cuenta te quedas dormida sobre el sillón  sonriente y totalmente desnuda.

Me levanto y cogiendo una manta de esas que hay por si acaso, la dejo caer sobre tu desnudo cuerpo cierro las cortinas para evitar el paso de la luz y dejándote descansar me retiro a darme una ducha.