Moira en la cima
Un relato sobre una mujer que siempre utilizó el sexo para satisfacer sus necesidades ,al expresar lo único que le falta nos promete otro episodio.
Moira en la cima
Verla es maravillarse , aparte de ser realmente bonita, sus formas parecen haberse perfeccionado con el paso del tiempo, muchos de los que conocen su historia han callado para aprovecharse de sus hábitos y necesidades, ella es extrovertida con algunas "amigas" el contar de ellas corroboraron este broche inimaginable en la historia de esta mujer, su hijo cumple veintiséis años, sus negocios de venta de ropa a domicilio, esconden su verdadera actividad de acompañante cama afuera de un médico conocido por ser "un bolsa de cuernos" esa relación desde hace varios años , le ha permitido tener una propiedad en el barrio de su infancia, auto, buen pasar y tiempo para disfrutar de esos juegos de sexo como una veintiañera , cartitas, llamadas , fama lograda entre los "amigos" de sus hijos quienes fueron los que pasaron sus fotos non sanctas en Internet, aceptar los mimos de los hijos de su amante , no son nada a lo sucedido en su vida actual. El fallecimiento de su madre la llevaba a visitar el viejo cementerio de la ciudad, casi siempre acompañada de su "marido" el doctor, en esas visitas no pudo pasarle desapercibido un muchacho joven de cabellos rubios, ojos azules, fuerte físico que trabaja en la construcción de unos nichos en la calle principal , ahí , cerca de la bóveda de su familia, donde por falta de espacio, el cajón de su madre estaba sobre el piso.
Ese día llego con su porte seductor, pasando en frente del "rubio", quién con sus hormonas en ebullición, no soporto mirarla fijamente "invitándola" a lo que deseara, verla subir las escaleras de la bóveda que le legará el abuelo , produjo en el hombre el último quiebre de retención de su impulso animal, en un santiamén su cuerpo se puso al lado de ella, la pregunta de nexo fue, ¿No estás interesada en hacer nichos de esta bóveda? . Su cuerpo a punto de entregarse se contuvo sabiendo que su "marido" traía agua unos metros más atrás, indicándole con la vista, lo percato de su presencia y sus mohines llamaron a un toque de queda con esperanzas, quedándose a unos metros, espero la presencia del feliz acompañante. Arreglaron la bóveda y a solicitud de ella conversaron con el "rubio" de la posibilidad de remodelación encargando solamente el cambio de cerradura, intercambio de teléfonos y direcciones, completaron lo necesario.
El llamado de él, no le extraño, la posibilidad de que se acercará a su casa a entregarla la llave le hizo brillar una posibilidad, sobre un horario planificado ante ella estaba un muchacho maduro, no había perdido rudeza por su prolijidad, ahí estaba, ver su bulto hizo sentir en su vaina flujos, en pocos minutos dejo en claro el presupuesto y su visita al día siguiente en la bóveda, al acariciarle un poco su falo , saco cualquier prurito, esos brazos fuertes dominaron su cuerpo fue ella que le manoteo el bulto fuertemente llevándolo a la habitación de su hijo ausente por estudios, desnudarse fue tarea de ambos, la unión de esos cuerpos comenzó con el juego predilecto de ella de mamarle el sable , el enorme miembro erecto brillaba con la saliva que pintaba esa lengua de apoyo de una succión estudiada , suave , las venas se marcaban y podía sentir el pulso en sus labios , cada movimiento respondía a un ritmo desenfrenado que en su mente sonaba con la cadencia dulce de las orgías juveniles, no le extraño la rápida respuesta de ese miembro que como mástil se erguía del medio de ese cuerpo , su vaina recibió envolviendo con su cuerpo el ingreso total nunca la hizo gozar (desde el vaciamiento de su útero por un aborto mal hecho) , como ella lo sabía en cuclillas en movimientos circulares y percutoríos logro esa satisfacción del glande en la entrada de la almeja , el climax mutuo de los cuerpos se fue apagando con suspiros de satisfacción.
El se cambio, ella se quedo extenuada de satisfacción soñando con el día siguiente, el camino brillaba con el sol , bajarse sin encontrar gente conocida , la obra sin gente , le extrañaba , abrió las puertas , la limpieza embellecía con la luz de los Vitro , se dio vuelta al escuchar cerrarse la puerta miro la mano que daba media vuelta de llave y ahí estaba él , se abalanzo sobre su cuerpo , sus fuertes brazos amarrándola del trasero la elevo a un beso , inicio de lo previsto, ambos se desnudaron mutuamente, sentado sobre el cajón con su miembro a pleno no le dejo vestigio de prurito alguno, galopar sobre el midiendo el recorrido le canso los músculos , el sable entro todo llenándolo de besos , supo que estaba entregada, recibió toda su leche y sin lugar a dudas era la sima imposible de superar , entregarse a un amante sobre el cajón de su madre y ni siquiera pensó en ello .
Solamente tomo conciencia a la noche cuando su "marido" la monto en la misma forma rutinaria que ella acepto, no pudo ni siquiera pensar que eso podía cubrir algo de lo descubierto, encontrarse a la media mañana en el cementerio buscando "al rubio" casi desesperada no paso desapercibido al grupo de trabajo la falta de recato de ella los llevo a la bóveda, sabiendo que muchos los habían visto, incluso su cuñado, "el rubio" la invito encontrarse en otro lugar a la tarde, la quinta de su "marido" les quedaba cerca , sin ir a su casa, preparo su encuentro, llegar con dos muchachos le extraño, el se bajo y sin miramientos le dijo que los invitara , su cuerpo le pedía sexo, su mente le hizo recordar su juventud, de sus labios y brazos surgió el pedido de que bajaran, recordó sus caras (eran compañeros de trabajo del rubio) , bañarse con los tres recibir esas caricias de dedos rudos, inicio su poca contenida entrega, su coño fue abierto por un dedo enorme casi como el falo de su marido, mientras en su boca el enorme miembro del rubio recibía el tratamiento merecido, apenas percibió como la acomodaban sobre un enorme cacho de carne moreno, envainada totalmente se recostó sobre su pecho soltando a veces su miembro alucinador de toda la escena, su coño recibió una embestida bruta pero que dilato sus esfínteres, el acompasamiento gradual de tres en su cuerpo la llevo a la satisfacción por partes , mientras rutinaria y displicente con el refriegue en el desenfreno desatado, succiono la barra de carne en juegos de chupete , su calentura acentuada , ahí estaba tres albañiles llenaban de leche todo su cuerpo, mientras pensaba que era en verdad un goce visitar el cementerio, para tener carne fresca. Ya calmada exclamo, ¡ El único paso que me falta es mi hijo! ¿Su hijo como le hará el amor?