Modelo Cross Desser
Cansado de ser una travesti Chilena de entre cuatro paredes, decidí acudir a la dirección que me dio una monitora del área artística de la biblioteca comunal
Esta preparadora, al darse cuenta de mis rasgos físicos y modales femeninos, junto con mi curiosidad por información acerca del travestismo, me sugirió de que asistiera a su taller de artes plásticas y audicionara para la vacante de modelo transgénico, en las sesiones retratistas de la figura humana con performances para adultos. Nervioso pero animado, acudí a dicha entrevista.
-"¡Marquito, hasta que te decidiste a venir a mostrarnos a la mujer de pasarela que llevas escondida...!" Así de espontáneo fue el recibimiento que me dio la atractiva morenaza cuarentona, la cual al empinarse para abrazarme, se le subió el corto guardapolvo y dejó ver sus bronceadas caderas, apenas cubiertas por una ínfima tanga de encaje. -"Bueno mi morena jovencita, después me sigues mirando los muslos; ahora ándate desvistiendo para que mi colega de la plástica y yo te evaluemos si estas capacitada para el modelaje" Ante la atenta mirada de la señorita Priscila, quien continuaba con su delantal recogido a la cintura y cruzada de brazos bajo su prominente busto, procedí entre tiritones a desabotonarme la camisa, a bajar el cierre del jeans y a desanudar los cordones de los zapatos. -"¡Mira que bonitas formas de areola y pezones decoran éstos sutiles pechos de niña, escondidos detrás de este sostén copa B...Al igual que estas firmes y redondeadas nalgas tostadas y encajadas en esta pantaleta, que oculta un tierno pene...!"- ,Aunque al comienzo sentí vergüenza de que me viesen con lencería y luego sin ella, acabé por darles las gracias con una reverencia y una sonrisa a las damas presentes; por sus cumplidos y por acogerme como a una de ellas. -"¡Marquina...Marquita, te vas a calzar estas puntillas de tacón alto y vas a emularme, tal cual lo haga yo; desfilando arriba del mesón, taconeando sensualmente, saludando con una mano y gesticulando con los labios a modo de dar un beso" A pesar de que los tacones eran un par de números más chicos de lo que yo calzo, logré ponérmelos y equilibrarme en ellos; mientras observaba a la trigueña y esbelta madurona la señora Dennise bambolear sus sinuosos glúteos que se le resaltaban en su ceñida calza.
Tras ornamentar mi apariencia con la colocación de una peluca tipo melena, la postura de pestañas postizas y el pintado de labios, procedí a subir a la tarima y comencé a pasearme moviendo coquetamente el trasero, saludando y lanzando besos; como si fuera una miss universo entre medio de aplausos. Al descender del entablado, un modelo adulto joven de tez blanca me extendió su mano para ayudarme a bajar, por lo cual le agradecí su gesto con una sonrisa y pestañeo. Así él se presentó con el nombre de Jansen y me dio las gracias por no fijarme de lleno, en su ojo con estrabismo como lo hacían la mayoría de los modelos novatos.
De mi parte le devolví el agradecimiento, por tratarme como a una dama y por restarle importancia a que andaba con mi pequeño miembro masculino al aire. Luego del intercambio de besos, abrazos y halagos con los presentes a manera de bienvenida por quedar en el staff de modelaje, mis nuevas maestras de la plástica me propusieron bautizarme con un seudónimo. Como la Priscila era la directora, Dennise la profesora y el joven Jansen el administrativo, yo sería la empleada (travesti) denominada como: Marcosissy. Con ansias asumí el rol, luciendo orgullosa el uniforme de toca y delantal con mi nombre bordado en la pechera seguida de realizar una reverencia con una sonrisa y parpadeos a mis superioras raudamente taconee a hacer el aseo toda dichosa. Al finalizar la limpieza del par de aulas y de ordenar el inmobiliario de artes para los pupilos retratistas, se me acercaron las maestras, para enseñarme el retrato en cartulina y a lápiz de una pareja de jóvenes modelando una sensual coreografía de ballet. Ellas, al percatarse de mi entusiasmo cuando observé el dibujo de aquel varón en mallas, que sostenía en brazos a la chica con tu-tú y que a la vez en la mantenía penetrada por atrás, mientras esta elevaba una de sus piernas fue que me mandaron a prepararme para salir a posar en compañía del joven administrativo y modelo, quien me encularía ante los retratistas. Luego de asearme y de aplicarme una lavativa, junto con retocarme el maquillaje, aparecí con mi indumentaria de servidumbre y tomada del brazo de Jansen para enseguida saludar con una venia y sonreír al alumnado adulto que nos rodeaba en el salón. Una vez que la Dennise, les dio la orden a los pupilos de tomar asiento detrás de sus atriles, Priscila demandó que tomase posición sobre mi compañero modelo, que me aguardaba sentado con un miembro viril en erección. Así y ante las atentas miradas de los aprendices procedí a recogerme hasta la cintura la pollera del vestido con delantal, a sacarme la pantaleta de encaje y a separarme las nalgas con ambas manos. De esta forma y con las piernas arqueadas encima de las extremidades inferiores de mi pareja, me encorvé y empecé a bajar las caderas hasta rozar los glúteos con el regazo masculino. Tras un breve abrir y cerrar de ojos, junto con un apriete de dientes logré que aquel curvo, largo y ancho falo sonrosado, me entrara enterito por el emulsionado ano. Ya más relajada al asentar el trasero encima del par de ovaladas, grandes y tibias gónadas Jansen posó sus manos en mis pechos y me reclinó más hacia él, hasta sentir su fresco aliento en la mejilla y el cosquilleo de su glande al interior de mi vientre. Enseguida, Priscila me acomodó las manos en una posa más frívola al sujetar en una prenda íntima como si fuera un pañuelo y con la otra sosteniendo un lápiz labial a modo de pintarme los labios. Manteniendo la postura de abertura de piernas a manera de exhibir sin censura, la diferencia de una verga activa contra una retraída, Dennise me pidió que a manera de entrar en complicidad con los alumnos les relatara sobre mis inicios con la feminidad y el travestismo.
Complaciente con aquella petición y obediente de mantener la mirada hacia los retratistas y de modular correctamente las palabras para no alterar mi expresión facial, procedí desinhibidamente a contarles a todos acerca de mi vida privada. -"De niño, estuve al cuidado de una madrina, ya que mis padres eran vendedores viajeros y solo estaba con ellos algunos fines de semana...Como esta institutriz, tenía también a su cargo a una niña y en vista de que a ella se le daba mejor criar mujeres, esta a modo de pacto secreto entre ambos me convirtió en la compañera de juegos de su ahijada” Con la promesa de que la pasaría muy bien al caracterizarme y comportarme como mujercita, asumí con gusto el rol de vestirme con atuendos femeninos, de refinar los modales y de aprender a realizar labores hogareñas... En la adolescencia, continué visitando a escondidas de mi familia a esta madrina, con la cual disfrutaba al punto de llegar a bailar para hacer los quehaceres domésticos al son de cadenciosa música y llevando puesto mi atuendo de doméstica... Ahí fue cuando conocí al madurón de la pareja de mi institutriz, quien pasó a convertirse en mi padrino y amante a la vez... Así este bien conservado cincuentón, comenzó a conquistarme con cartas con halagüeños poemas y a obsequiarme lo que a mí me gustaba: muñecas, juegos de belleza para jovencitas y juguetes de cocina y aseo para niñas... Dichosa le correspondía sus atenciones, permitiéndole de que me besara hasta tragarme su caramelo de menta y de que me acariciara a su antojo por debajo del vestido hasta sentir un par de sus regordetes dedos adentro del ano... Obviamente de que estos descarados cariñitos eran a espaldas de mi madrina... Como lo que aconteció cierto día, en el que me encontraba a solas limpiando la cocina, cuando de pronto apareció mi padrino sosteniendo en las manos una primorosa pechera delantal estampada con diseños de frutas y verduras de forma fálica, la cual; era un regalo para mí.
Al probarme el nuevo mandil me fijé que el delantero tenía forma de babero con una dedicatoria bordada en la que se leía: Para mi mariquita de su apasionado a quien siempre le abrirá el portón de su colita. Embelesada, comencé a modelar su presente danzando grácilmente al levantar las polleras y bamboleando frenéticamente el trasero. Para que se me soltar el calzón de encaje y terminara cayendo en mis pies. Toda erótica, procedí a encuclillarme frente a las piernas de mi apadrinado y le desabroché el pantalón junto con bajarle el marrueco para descubrirle su slip y agarrarle su verga en erección con la intensión de mamársela. Entre respiros para no ahogarme con su grueso glande, le conté que había ensayado la técnica al chupar unos plátanos untados con crema. Con dolor de mandíbula pero golosa al degustar su espeso y ácido salobre líquido seminal, el cincuentón me tumbó de lado sobre un mueble de cocina y tras colocarse detrás de mí me hizo levantar una pierna mientras él me iba penetrando por el recto ya dilatado por sus dedos y lubricado con mantequilla. Toda regocijada, percibía el choque de sus enormes y tibias golpeando contra mis nalgas, en tanto que las embestidas de su falo adentro de mi vientre, me hicieron erectar el micro pene hasta lograr soltar un chorrito de esperma. Satisfecha de que me hiciera suya al inundarme el esfínter con su calientito semen, le consentí de que se orinara dentro mío, en tanto de que seguía deleitándome, con sus arrumacos y perversos halagos..."- Al finalizar mi confesión con algunos aplausos de los asistentes, también culminó la sesión retratista para los dibujantes que de paso más de uno se delató a masturbarse por debajo de sus mamelucos. Tampoco fue la excepción mi colega modelo, quien se vació de ambos efluvios en el interior de mi colon, al cual le susurré:"De que no se preocupara al desacoplarse de mí, ya que tengo acostumbrado el músculo del orto, para retener líquidos ajenos sin derramar ni una gota." Contenta con el resultado de los dibujos, asentí de tomarme unas fotos con los retratistas posando con la pollera recogida a la cintura y sin ropa interior, abrazada por las caderas y con diversas manos posadas en mis glúteos o pellizcándome el minúsculo miembro. ¡Soy feliz siendo una travesti modelo y servicial crossdresser Chilena,