Mobbing sexual (6: Sabrina, la bruja adolescente)
- ¡silencio! se rueda.
rrrrrrrrrrrrrrrrrrr
-Director.de.escena: ¡vaaleeee, coorteeen! os podéis tomar un descanso. En media horita volvemos a rodar.
El equipo de rodaje de la teleserie detiene su trabajo y se va cada cual hacia donde le apetece pasar estos minutos libres. Sabrina deja en la mesa del virtual salón de la escena ese extraño gorro con que ha estado rodando esta última.
-Sabrina: buufff, lo necesitaba. Mucha gente se pensará que ser actriz, y más ser actriz de éxito es un chollo, pero de eso nada. Trabajo más que el más eficiente enconfrador de un rascacielos. Voy a la máquina a tomarme un zumo de naranja.
Sabrina se detiene ante la máquina de refrescos y después de introducir el solicitado sale ese pequeño tetabrik contenedor de ese que espera reparador zumo de fruta.
-Sabrina: chrrrrrrrr, mmmm, ya lo dice el refrán que a buen hambre no hay pan seco. Y a terrible sed el más artificial de los zumos enlatados parece recién exprimido. Chrrrrr, mmmm.
Está Sabrina gozando a consciencia de ese que se ha bien ganado zumo de naranja cuando una persona se detiene junto a ella, pero no por extraer otra bebida de la máquina sino para hablar con ella.
-Director.de.vestuario: hola sabi.
-Sabrina: ei, hola Anselmo, qué tal.
-Anselmo: pues bien, descansando nos encontramos. Durante esta última escena se me iban los ojos admirando lo bien que te queda el disfraz de la sesión.
-Sabrina: gracias, es de verdad gracioso el vestuario de hoy. Bueno, como casi el de cada día.
-Anselmo: sí, cierto. Cada día te ves más bella. Y cada día añoro con más intensidad la negativa que me distes acerca de esa proposición que te hice hace un mes.
Hace un mes Anselmo propuso a Sabrina, inspirado sin duda por las bellas curvas con que gala la hermosa bruja adolescente, filmar un par de escenas.. independientes de la serie. Lo que se dice películas secretas de una famosa actriz, que pasan a llamarse secretas por ser también, pornográficas.
-Sabrina: ¿ya estamos otra vez con eso? Le dije que no el primer día, cómo voy a rodar una película pornográfica con el éxito que está teniendo nuestra serie. Si esa película saliera a la luz, toda el trabajo que llevamos a diario con el equipo se vendría abajo porque al quedar desprestigiada yo, la audiencia bajaría como bajan los desechos al tirar de la cadena.
-Anselmo: ya traté de contártelo el otro día, que no se reduce simplemente a esa máxima. ¿Quieres que, después del rodaje nos encontremos en el bar y te lo explico mejor?
-Sabrina: ¿después de rodar? a ver, déjame pensar un momento... Sí vale, pero le advierto que no logrará convencerme, valoro mucho la esfigie de la actriz en que estoy convertida, y no pretendo echarla abajo por un simple antojo juguetón.
-Anselmo: tú lo has dicho, a las 5 en el bar.
-Sabrina: de acuerdo.
Sabrina y Anselmo se ocupan en los pocos minutos que quedan antes de reanudar el rodaje, de otras ligeras y sanas distracciones y/o ocupaciones. Sabrina visita otro estudio del edificio para charlar 4 cosas con su amigo Fido en el control de ese plató, cosas sin peso ni color simplemente para aprovechar el tiempo libre en algo más que querer seguir trabajando. Anselmo por el contrario, cual trabajador hombre grande, lo invierte en inspeccionar que unos cuantos vestidos encargados a él hayan tenido el resultado deseado en su plató.
Al cabo de esa media hora libre el equipo se vuelve a encontrar en su plató, para continuar esa escena en que Sabrina viste de bruja malvada de cuento de miedo. Los diferentes actores se visten apropiadamente y después de tal preparación la escena se reanuda en el punto detenido.
-Director.de.escena: ¡silencio! se rueda.
En el momento actual de la escena Sabrina está parlamentando con una supuesta encarnación demoniaca que le ofrece unos grandes poderes a cambio de su alma. Sabrina evidentemente, o evidenciando la personalidad de la honrada bruja que representa, se niega a tales tentaciones y echa fuera al demonio con un conjuro de estampida.
-Sabrina: ¡basuroloco, famustraquemeprumpo!
El supuesto demonio cae al suelo y da un par de volteretas que, en el plató no parecen gran cosa. Pero que pasadas a edición digital en el ordenador tomarán espectaculares fotogramas.
-Director.de.escena: ¡corten! Bien, ha quedado bien, ahora el resto de la escena será cosa de efectos especiales. Por hoy os podéis retirar. Hasta mañana.
El equipo se separa y dejando cada cual sus herramientas en su sitio se dirijen a sus camerinos a reponerse del no tan reconocido duro trabajo del cine. Sabrina se va aún con el disfraz montando hasta su camerino personal y por el pasillo se encuentra con Anselmo, el encargado de vestuario con quien tiene una discusión pendiente.
-Anselmo: ¿te puedo acompañar sabi?
Dice el encargado de vestuario cargado con una voluminosa caja metálica de quien sabe qué contenido.
-Sabrina: sí va, ven y hablamos de eso en mi camerino.
Sabrina y Anselmo se meten en el vestuario de esta y sin reparar en mucho ella se desviste el disfraz para ponerse algo más humano. La educación la obliga a hacerlo tras el pequeño vestidor pero no ello saca la particularidad que conlleva hacerlo sola en su camerino con su encargado de vestuario sentado ante el espejo.
-Sabrina: explícame eso que me decías, que ibas a explicarme mejor.
Dice Sabrina colgando las faldas del disfraz en la pantalla del vestidor.
-Anselmo: pues se trata de que, creo que le das demasiada importancia al hecho de que tu película secreta saliera a la luz. Eso sería imposible que saliera en.. los próximos diez años. Y si lo hiciera después de estos, eso sólo haría que hacer más grande tu leyenda. La leyenda de Sabrina, la bruja adolescente.
-Sabrina: uhmm, siga. Dice usted que es imposible que en los próximos diez años saliera a la luz?
-Anselmo: por supuesto. Para que una producción se publique es necesario que quien la ha hecho o quien la posea, la introduzca en alguno de los muchos medios de comunicación con que dispone nuestra sociedad. Y ni tú ni yo, que seríamos las dos únicas personas que contaríamos con el disco, estaríamos dispuestos a que saliera este por la televisión o las revistas o ningún sitio. Tanto tú como yo trabajamos en la misma serie y lo último que querríamos sería que se viniera esta abajo. Después, con el paso de los años.. sería incluso beneficioso que estallara el escándalo de tu película pornográfica hecha en la misma época en que rodabas la serie. Ello podría incluso proponer a una o dos cadenas de televisión a reponer dentro de 10 o más años nuestra serie en resultado del escándalo suscitado.
-Sabrina: uhmm, eso estaría muy bien. Verme a mi misma por la tele dentro de 10 o 20 años, consiguiendo las mismas elevadísimas cotas de audiencia que tenemos ahora. Pero ¿donde se guardaría esa película pornográfica? y quien la publicaría dentro de tanto tiempo?
-Anselmo: mmm, hay muchas maneras de hacerlo sin tan sólo encargarse de ello. Podríamos hacerlo tú o yo en secreto e incluso cuando se hiciera público declarar quejas acerca de que es falsa y etc..
-Sabrina: ¿cómo? repítamelo que no lo acabo de entender.
-Anselmo: es muy fácil. Se deja la película en un lugar donde la persona apropiada lo encuentra, digamos que por casualidad. Esa persona lo publica y niega hacer toda declaración acerca de su fuente. Esa persona podría estar incluso de acuerdo con nosotros. Pero bueno, eso son todo especulaciones de algo que quizá ocurriría dentro de 15 años. En el fondo el poder para hacerlo o no hacerlo está en nuestras manos.
Durante todo el discurso de Anselmo, Sabrina lo escuchaba desnuda tras el vestidor. Primero colgó la falda y después la blusa, y la atención que suscitaba en ella la plática de su encargado de vestuario no la invitaba a vestirse.
-Sabrina: la idea me atrae. Mi mamá sería capaz de cortarte el cuello por hacerme tal proposición. Pero se trata de mi futuro, mi futuro dentro de un mes y dentro de 20 años. Ahora soy joven y guapa pero el fenómeno de la bruja adolescente es algo tan peritorio como un corte publicitario. Nuestra serie pasará a ser catalogada de "serie B" dentro de unos años cuando dejemos de rodar. Y yo sería olvidada in eternum quizá sólo revisada por una academia de cine que tratara sobre la historia y la prehistoria de la televisión. En cambio, si de mi saliera una película pornográfica dentro de unos años, mi nombre tomaría el grado de mito. Equiparable a emblemas de nuestro planeta como Marylin Monroe o Bettie Page.
-Anselmo: ni yo lo hubiera dicho mejor. Entonces ¿estás preparada?
-Sabrina: sí.
Dice la chavala apartándose del vestidor y mostrando a su encargado de vestuario algo que hasta el momento no ha mostrado nunca por la pantalla; su parrús.
Anselmo destapa la misteriosa caja que tanto rato había conservado entre sus pies y saca de ella una precisa cámara, no doméstica sino profesional.
-Anselmo: vamos a comenzar aquí. Te tomaré unos cuantos planos desnuda y tú... muévete con gracia, coquetea un poco.
Sabrina actua ante su cámara con un sabor con que no lo había hecho nunca. Ya de siempre ha actuado ante la cámara del plató coqueteando un poco su juvenil belleza, pues de eso vive el 90% de la serie. Pero hasta el momento siempre la habían tapado sus misteriosas prendas que elevaban incluso el morbo de los televidentes al contemplar la bruja adolescente. Pero ahora lo está haciendo totalmente desnuda sin nada que ocultar. Se acerca a la cámara de Anselmo y abriéndose de piernas ante ella se acaricia un poco la pelusa, dando una imagen que espera tarde todos esos años dichos en salir por la tele.
-Anselmo: muy bien pequeña, comprendes perfectamente lo que debes hacer.
Sabrina se da la vuelta y poniéndose a 4 patas se vuelve a llevar la mano detrás. Se acaricia la panocha de nuevo mientras saca la lengua hacia la cámara.
-Sabrina: uhmmm, Sabrina.... the teenage witch...
-Anselmo: muy bien, muy bien... sigue sigue.
Dice Anselmo dando un rodeo a la chavala sin perderle el plano ni un momento. Ahora la filma de delante estando aún ella a 4 patas.
-Anselmo: ladra, ladra perra.
-Sabrina: grrr, guau guau, grrrr.
-Anselmo: muy bien, fenomenal. Ahora estírate en el suelo y mastúrbate.
Sabrina se tumba como dicho y cerrando los ojos a lo warra se mete los dos dedos en la vagina.
-Sabrina: uhmmm, uhmmm, uhmmmm.
-Anselmo: fenomenal, estás hecha una estrella.
-Sabrina: uhmmm, y la película porno.. va a ser sólo esto?...
-Anselmo: no.. claro que no. Espera que sujetaré la cámara en la mesa y entraré en escena.
Anselmo fija con unos cuantos libros la cámara encima de la mesa apuntando hacia el sillón y Sabrina donde se desarrollará la acción y, después de desnudarse entra en escena. Sabrina no había detenido su masturbación con los ojos cerrados y, esa lengua que le entra por la almeja la sorprende.
-Sabrina: ¡uuuyhmmmm! que susto, je je.
-Anselmo: no te asustes prenda, ten en cuenta que esto pasará a la historia del cine.
-Sabrina: sí, je je, hay que hacerlo bien. Uhmmmm, así..
Anselmo sigue comiéndose a su protagonista urgando con su dedo en el orificio vaginal a embistes, para que salgan de la garganta de la brujita esos gemidos que serán oídos por millones de personas dentro de unos años.
-Anselmo: slurp, mira a cámara.
Mientras es comida la chavala mira hacia la cámara y sonríe a esas pajas que le serán dedicadas, acompañantes de los millones que ya a día de hoy ha provocado con la serie de televisión.
-Sabrina: uhmmm, síí, ¿puedo decir tu nombre?
-Anselmo: no, mejor no.
-Sabrina: vale. Uhmmm, síí, Adalberto... mmm.
Anselmo le sigue comiendo la vagina a la vez que la bruja sinverguenza le aprieta la cabeza contra su entrepierna. Sus manos van visitando tanto las prietas y rojas carnes de la chavala como sus pechitos y sus que han divinizado miles de curvas sus fans en la pantalla de televisión.
-Sabrina: mmmm, lo haces muy bien... ¿es hora de cambiar de escena no?
-Anselmo: por supuesto.
Anselmo se iergue ante la chavala y esta, veterana actriz, sabe que lo que tiene que hacer es tomarle la verga y chupársela en beneficio de sus fans.
-Sabrina: gorbl, gorbl, gorbl.
-Anselmo: perra, cerda, tocina, warra.
-Sabrina: uhmm sííí, gorbl, gorbl.
La mano de Anselmo acompaña a esos ofensivos piropos en la cabeza de Sabrina, doblando e incluso triplicando el degenerante valor de estos.
-Anselmo: cerda de mierda, ¡chupa puta!
-Sabrina: cuidadín que te muerdo eh, je je.
-Anselmo: vale, bien, sigue así muñeca, mmmm.
La mano de Anselmo no parece haber entendido peró, la advertencia de Sabrina. Y sigue calándola cuanto más hondo en su verga. Esta mamada termina cansando antes a Sabrina que a su beneficiado, y sacándosela de la boca dice;
-Sabrina: venga va, que a esto aún no se le puede llamar película pornográfica.
-Anselmo: de acuerdo, túmbate.
Sabrina se tumba y Anselmo hace la tarea que se le ha encargado en esta escena. Arrodillándose ante ella le mete la verga en la vagina y, tratando de conceder espectacularidad a la toma, se la mete de golpe.
-Sabrina: ¡aaaaaaaah!
-Anselmo: mmm, buen plano, mira a la cámara.
-Sabrina: sí, aaah, aaaah, aaaah, aaaah, sííí, sííí, ¡Sabrina! ¡Sabrina! soy Sabrina! la bruja adolescenteee! mmmm, síí, síí.
Anselmo es, como Sabrina, una persona que disfruta de su trabajo. Se inicio en esto de la filmografía llamado por una intensa pasión que sentía por el mundo del cine desde que era pequeño. Ahora, con su culminación en la serie televisiva de Sabrina, se siente un hombre realizado en la profesión en que siempre había soñado. Y más ahora, con la verga prieta entre las paredes vaginales de una super-star, se siente un verdadero forjador de estrellas como de pocas otras maneras podía crearse. Anselmo trata de, con los vigorosos empeñones de su cadera, transmitir a la chavala la entrega por la profesión con que debe contar todo actor o actriz que desee triunfar por más de una serie de risa y ser recordad@ in eternum, como persona que marcó un antes y un después en la historia del cine. Sabrina recibe esa transmisión, y mirando hacia la cámara y sintiendo la verga de su director de vestuario metida entre sus piernas, comprende que su esfigie televisiva está transpasando en este mismo momento la linea de lo mortal para convertirse en eterna. Es por eso que grita a Anselmo, a la cámara, y a cualquier dios que la esté escuchando, las gracias por concederle un puesto en el cielo al lado de Marylin Monroe, Bettie Page, y tantas otras figuras que mediante el séptimo arte se han vuelto inperecederas en la historia de la humanidad y del mismo universo.
-Sabrina: ooooh, síííí, sííííí, métete, más, más, más adentro, sííí, sííí.
La cintura de Anselmo ataca sin piedad una que debería respetar como divina pucha, la gruesa verga del encargado invade agresiva y hace a un lado y a otro unas paredes vaginales que se resisten a ser vencidas por un superior.
-Sabrina: uhmmmf, uhmmmff, uhmmmf, ooooh, oooooh, no pares... nunca, sííí, sííí.
Una graciosa sonrisa invade el rostro de Anselmo al oir tal prego, pero como sabe él es humano y llegará un momento en que, ante la cámara, liberará en la matriz de la chavala grandes cantidades de leche que desde que la conoció se fueron acumulando en sus cojones. Anselmo se tumba completamente encima de la actriz y para que sienta ella de verdad que se está volviendo inmortal, agudiza el ritmo con que la folla cambiando con ello el tono de los gemidos de la actriz y volviéndolos de súplica.
-Sabrina: aaaah, aaaah, aaah, por favor, oooh, oooh, te quiero, Anselmo, ooooh, síííí.
Es esta la palabra que deseaba oír Anselmo, la palabra en que ella le entrega no solamente una macabra escena sino el mismo corazón. Es por ello que le concede su igual corazón y saca el tapón a esos cojones que tanto rato habían soportado la llegada de la palabra mágica. Anselmo deja ir la leche en un estallido de fogosidad.
-Anselmo: uhmmm, sabi, uhmm, me vengo, uhmmm.
-Sabrina: sí... te noto.. dentro de mi.. sí... abrázame más fuerte.. sí...
La pareja se abraza con la fuerza combinada de ambos y ello hace que la vagina de la muchacha acoja el 100% de la leche que ha soltado Anselmo. Con el total relleno que siente en su conducto vaginal, su útero y sus falopios, siente Sabrina que se ha vuelto inmortal por dos vías; por la cinematográfica y por la biológica.