¡Mmm...que sabor!
Hola me llamo Rey, estudio sistemas, tengo 20 años y soy un fiel lector de TodoRelatos. Esto sucedió hace 4 años atrás cuando estaba en la secundaria; Lisbeth apareció una mañana como cualquier otra, una chica morena de pechos no muy grandes, delgada y con unos ojos chocolate oscuro, preciosísimos.
¡Mmm...que sabor!
Hola, como están, me llamo Rey, estudio sistemas, tengo 20 años y soy un fiel lector de TodoRelatos. Esto sucedió hace 4 años atrás cuando estaba en la secundaria; Lisbeth apareció una mañana como cualquier otra, una chica morena de pechos no muy grandes, delgada y con unos ojos chocolate oscuro, preciosísimos.
Lo recuerdo muy bien, era una mañana muy calurosa casi a punto de comenzar las vacaciones de verano, un grupo de chicos y chicas habíamos estado toda la mañana de bromas, molestándonos "que si esto que si aquello", estaban todos en clase menos los que se habían escapado y otros como yo que siempre llegan tarde. Antes de entrar al salón fui al baño a beber agua y cual es mi sorpresa, para ese entonces yo tenia 16 y ella creo unos 18 recién cumplidos, al principio creí que era broma, pues era muy común que chicos y chicas pasearan por los baños de unos y otros sobre todo en estos tiempos que casi no hay profesores por los pasillos, lo hacíamos por reírnos y por divertirnos con las caras de asustados que ponían algunos, además era un buen punto de reunión. Así que no me asusté para nada, hasta que me arrinconó contra el lavado y comenzó a besarme, introdujo su lengua caliente y húmeda, acariciando la mía y saboreándola... Intente alejarla y cuando logre hacerlo, me dijo que lo sentía mucho, que lo que había hecho no era correcto y que le perdonara y se fue muy rápido, estaba tan sorprendido que no pude moverme, pase el resto del día en las nubes, aquel beso me había dejado algo confuso, la verdad recordaba como me había abordado en el baño y me excitaba cada vez que lo hacía.
El resto de la semana trataba de hablarle pero no me atrevía, cosa que no era tan fácil porque casi siempre la veía, la situación se me puso difícil porque me había gustado que me besara sin pedírmelo, la verdad me atraía mucho, recordaba el sabor de su boca al besarme, su calor, su pecho contra el mío... en fin, me gustaba a pesar de lo agresiva de la situación.
Pasaron dos semanas y yo aún suspiraba por aquel encuentro, fue entonces cuando me decidí a actuar "nunca lo había hecho así que dije este es el momento" y esta vez fui yo quien la abordo en el baño, entre la mire a los ojos y la besé, ella me abrazo y así estuvimos un buen rato besándonos.
Yo estaba que me salía de mí... cuando nos dimos cuenta habían pasado veinte minutos mas o menos y nosotros seguíamos, por suerte no nos pillaron. Después de este encuentro nos fuimos conociendo poco a poco y nos hicimos novios por supuesto siguieron otros encuentros más unas veces en el baño de los chicos otras en el de las chicas, y cada pequeño encuentro avanzábamos más, al principio algo tímido yo solo la abrazaba y besaba.
Un día estabamos muy excitados y ella se pego mucho, notando mi pene erecto aprisionado en mi pantalón, a tal punto que comenzó a rozar su cuerpo contra el mió de una manera rítmica, muy lentamente fue bajando su mano izquierda frotándola al principio por encima del pantalón, poco después hizo algo que me sorprendió, repentinamente metió su mano dentro y comenzó a masajear mi ya erecto pene... entonces me dije que si me gustaba lo que hacia, a lo que yo respondí un placentero sí!, nunca había tenido una experiencia de ese tipo así que estaba algo nervioso, ella me desabrocho en pantalón muy lentamente y lo sacó... le pregunte que si le gustaba me dijo que si, lo masturbo un poco, se arrodillo y comenzó a besarlo, primero con unos besos muy tiernos en la punta, a medida que avanzaba lo fue introduciendo más y más hasta que desapareció entre esos ricos labios, mi pene entraba y salía de su boca con suavidad, ella me miraba para ver si me gustaba y yo solo cerraba los ojos y apretaba su cabeza hacia mí, fue entonces cuando ella se levanto y me pregunto que si quería besar su vagina sin pensarlo dos veces respondí como un niño esperando su premio sí! y emocionado pues nunca había tenido una vagina frente a mí, se quito los interiores y se alzó la falda; la ví, fue toda una sorpresa... era un poco mas clara que su color de piel, de gruesos labios y estaba depiladita, me tomo de la cabeza introduciéndome entre sus piernas; yo no sabía que hacer asi que al principio solo la besaba, cuando ella comenzó a gemir, me detuve a mirarla y me decía que quería más, se subió al lava manos y me abrió sus piernas dejándome ver con más claridad su hermosa vagina, comenzó a apretar mi cabeza hacía ella, fue entonces cuando tome la iniciativa e introduje mi lengua dentro de su sabrosa cueva del placer; de ella comenzó a salir un fluido muy fuerte como salado y dulce a la vez pero sobre todo muy excitante, aquél líquido hacía un efecto secundario en mi, cuanto más lo saboreaba más me gustaba y más ansias ponía en la labor. Poco a poco comencé a introducir mi lengua más y más. Mi pene latía sin parar, llene mi boca de sus líquido, comencé a hacerle círculos en su clítoris con mi lengua... y ella gemía cada vez más fuerte, la sensación era tan extraordinaria que hasta yo comencé a respirar con mas fuerza, yo mismo me sorprendí como por instinto comencé a meter mis manos entre su ropa para tocarle los pezones mientras su jugosa vagina me abordaba en la boca.
En el ambiente había un olor extraño y era la mezcla de sus fluidos con los míos, la boca se me hacía agua y pequeños hilitos de saliva se escapaban de mis labios y bajaban por mi barbilla, entonces note como ella comenzaba a tener unos espasmos, tenia la mirada perdida y casi estaba sin aliento, su vagina se abría y cerraba, cuando entonces ella me dijo: sigue... sigue pero no te quites... en ese momento no entendí muy bien pero no paré, seguí... su respiración era muy fuerte y sus gemidos me hacían estremecer, de repente, note como sus fluidos golpeaban mi garganta, su liquido lleno mi boca, se me escaparon algunas gotas pero el resto me lo tragué notando como ardía al bajar por mi garganta, su sabor era... ¿Cómo decirlo?... Excitante extremamente sensual, mi boca estaba aún llena con su vagina que no paraba de soltar su excitante liquido casi blanco en mi lengua. Fue entonces cuando note un placer enorme, yo estaba tan excitado que ya no aguantaba mas e iba a explotar me salí de entre sus piernas, agarré mi pene, lo coloque entre sus pechos y luego de unos minutos me vine liberando todo el semen quedando los dos rendido, al poco tiempo de recuperarnos me pregunto que si me había gustado, a lo que respondí: "no tienes idea lo mucho" y que sobretodo me había gustado su sabor entonces ella me besó muy lujuriosamente.
Nos quedamos sentados hablando sobre lo sucedido, al poco nos arreglamos yo me lavé la cara mientras ella se arreglaba su ropa interior y salimos; cuando estábamos fuera ella me lanzo un beso y se dio vuelta a lo que yo reaccione apretándole el glúteo derecho, se acerco, me agarró por los brazos y me dijo... no me provoques... porque en un rato lo podemos repetir, nos sonreímos, nos dimos un beso en los labios y seguimos hacia el patio como si nada hubiera pasado.
Así fue mi primera experiencia con la vagina de una chica, nunca lo olvidaré... aún hoy recuerdo el olor y esa primera sensación de estar en las nubes. Cabe agregar que esa vez no hubo penetración vaginal, pero mi relación con Lisbeth duro mucho tiempo y siguieron muchos otros encuentros que quizás les cuente en otro relato, espero sus comentarios.