Misterios SA: Velma y el hechicero fantasmal
En un nuevo caso de la pandilla, Velma Dinkley se enfrenta a algo que escapa de su conocimiento
La máquina del misterio paró ante el tenebroso castillo. Tres personas bajan de la famosa furgo: una guapa joven pelirroja vestida de morado, otra chica rellenita de pelo corto y gafas vestida de naranja y un muchacho rubio apuesto con pañuelo anudado al cuello. Los tres se vuelven hacia el vehículo que sigue abierto. La chica de pelo corto y gafas habla hacia allí.
Velma: vamos chicos!
Shaggy: por qué tenemos que ir siempre a castillos encantados llenos de fantasmas?
Scooby: Duh! Rantasmas! - Un flacucho chico con pinta hippie y su gran danés parlante salen de la furgoneta ante la insistencia.
Velma: no se... por qué es a lo que nos dedicamos? A resolver misterios?
Daphne: vamos chicos, lo hariais por una scooby galleta?
Shaggy: hemos madurado Daphne, ya no nos dejamos convencer tan rápido.
Daphne: ni siquiera por la versión mega grande?
Scooby: mega randeee?!
Tras convencer a sus asustadizos compañeros la pandilla de Mistery Inc entra al castillo.
Daphne: recordad que investigamos el fantasma de un hechicero. Cuidado con su magia.
Velma: vamos Daphne, pareces nueva. Esas cosas no existen. Los fantasmas y magos siempre acaban siendo pobres tipos con una máscara.
Fred: como sea. Creo que es hora de separarnos. Hay tres caminos, Shaggy y Scooby irán por el primero. Yo iré por el segundo con...
Velma: dejamelo adivinar Freddie, con Daphne. Y yo iré sola por el tercer camino.
Fred: como lo has adivinado?
Velma sigue por su camino negando con la cabeza. Desde luego Fred era guapo pero la inteligencia no era lo suyo, igual que no lo era variar los planes alguna vez. Ella estaba cansada de los tonteos de Fred y Daphne. Hacia un tiempo había intentado ella algo con Shaggy pero fue mala idea, ese muchacho siempre tendría más ojos para la comida y para colega perruno que para ella. Así pues ahora, ella, la intelectual del equipo, seguía sola mientras trabajaba investigando cosas que ella sabía que nunca eran reales.
Hasta las personas como Velma Dinkley tienen necesidades. En ello estaba pensando ella cuando le dio por recordar la vez que hace poco había encontrado su pareja amiga follando dentro de la máquina del misterio. Ella no sabía que le repelio más. Que lo único que Fred siguiese llevando puesto fuese el pañuelo? Que estuviesen sobre su asiento del vehículo? O quizás que ella no tenía con quien hacer esas guarrerias? Pensando en ello Velma empieza a entrar en calor. Frustrada descubre un aseo y decide por una vez darse un pequeño gusto.
Entro al servicio, cerró la puerta y tras bajarse las bragas se puso encima de la tapa del inodoro y llevo dos de sus dedos a su vagina mientras recordaba a Daphne siendo embestida y gimiendo. Ojalá estar ella en esa posición.
De pronto la joven Dinkley se llevó un susto al ver una cara barbuda en el espejo... pero en el servicio no había nadie más que ella. Olvidándose de subirse las bragas la chica se acerca al espejo y observa la extraña cara.
Era un hombre de aspecto malévolo, peluda barba negra sembrada de algunas canas, largo pelo de idénticos colores y grandes ojos en los cuales se movían círculos rojos y blancos. Aquellos ojos en verdad eran curiosos. Tanto que se quedó mirandolos.
Hechicero del espejo: mirame a los ojos 1. Eres vulnerable 2. Eres mía 3. - El hechicero que aparecía en el espejo movía las manos a la vez que los círculos de sus ojos en unos pases hipnóticos. - Bien Velma Dinkley ahora eres mía.
Velma: soy tuya - así lo sentía ella.
El terrorífico mago se materializó ante ella y como siguiendo una orden jamás pronunciada, la muchacha se arrodilló ante su diabólico amo y bajandole la ropa dejo al descubierto su verga que más bien era vergón. Ella con inexperiencia pero con ganas intenta metersela entera en la boca y él le ayuda empujando empezando asi a follarsela de manera oral.
Con impaciencia el hipnotizador salido del espejo desnudo a la rolliza joven dejando a la vista un cuerpo rechoncho pero aún así bonito de ver en el que destacaban sus grandes muslos y sobre todo sus grandes tetas lo cual fue lo primero que él saboreo en su boca con dedicación.
Poco después Velma cabalgaba la polla de su recién adquirido dueño en el mismo sitio donde se había estado tocando mientras gemia con más ganas que en toda su vida y pensaba que Fred y Shaggy ni de lejos lo harían igual de bien.
Hechicero: eres una puta Velma. Para eso naciste y sólo para eso.
Velma: si mi amo. Nací para ser su puta. Sólo para eso.
Velma, ahora a cuatro patas mientras el "monstruo" le daba por detrás ya había perdido la cuenta de orgasmos que llevaba ella cuando él sacó su manubrio de su interior y se corrió encima de ella llenandola entera de semen espectral. El hechicero desaparecio no sin antes dejar unas órdenes mentales en su nueva lacaya.
La chica se vistió sin ni siquiera limpiarse el cuerpo aunque si lo hizo con la cara. Nada le contó a sus amigos de lo sucedido y pareció decepcionarse junto a ellos cuando se fueron de allí sin haber encontrado misterio alguno.
Pero ella estaba contenta en el fondo y por supuesto que volvería más temprano que tarde a visitar el castillo y su fantasmal amo y de hecho no iría sola. Su dueño quería otra mascota y Velma ya no era celosa así que no tenía ningún problema en presentarle a su buena amiga Daphne bwahahaha