Mister douglas

Mister Douglas era un tipo enorme que había venido a entrenar al equipo de futbol de mi universidad y desde el día que llego se convirtió en una obsesión para mí

MISTER DOUGLAS

Había pensado hacer esto que les cuento durante varios meses, muchas tardes había ido a los entrenamientos decidido a hacerlo pero al final, cuando Míster Douglas me miraba, terminaba cambiando de tema y no me atrevía, pero un día ya no pude aguantarlo más y simplemente lo solté… Él quedó muy sorprendido y sin decir nada mientras  le confesaba, en medio de la práctica, que era el objeto de mis más desbocadas Fantasías.

  • Nunca estuve con un hombre Señor, pero deseo servirlo y que haga conmigo lo que quiera…

Se quedó un largo rato mirándome con la actitud de alguien que no está seguro de que decir.

  • No se moleste Míster Douglas, sé que es algo inesperado y repentino pero tenía que decirlo.

Míster Douglas siguió inmóvil un momento más, con su 1.90 mts y sus 100 kg de peso se veía enorme, solo sus ojos se movieron para ver hacia abajo, en su boca se dibujó una sonrisa casi imperceptible y luego mirando al frente comento como quien habla para sí mismo…

  • Calzo 46 y cuando estoy al palo, mi verga es casi del tamaño de mis pies y tan gruesa como una lata de cerveza, no me vengo fácil y soy muy duro y dominante en el sexo… No creo que aguantes eso muchacho!

Esa respuesta me cayó como un baldazo de agua helada pero me excite al tope y solo atine a decir:

  • Mire mis pantorrillas Míster Douglas, no tienen un solo pelo… Me afeite por completo solo para ser su perra… Por favor Mister Douglas, no lo voy a defraudar… Haré todo lo que me pida y lo obedeceré siempre.

Solo volvió hacia mí sus ojos verdes por unos segundos y sin ninguna expresión en particular me dijo:

  • Te espero al terminar la práctica en la estación de gasolina que está en la salida a  la avenida.

Cuando Míster Douglas me recogió en su camioneta, ya eran las 6 de la tarde y estaba un poco oscuro, al subir pude ver que tenía el elástico del pantalón a la altura de los muslos  y sin decir más empujó mi cabeza para que le mame la verga, en realidad solo podía lamerla porque efectivamente era muy grande y gruesa, Mister Douglas tiene una piernas potentes y velludas, además de unos huevos gigantes que cuelgan dentro de un escroto casi tan largo como su verga. No quiso esperar y en el garaje de su casa me bajo los shorts, me escupió en el ano y tomándome como si fuera un pequeño juguete me sentó sobre su falo, mi ano estaba deseoso pero aún era virgen así que, a pesar de la arrechura, no pude evitar dar algunos gritos, metió sus enormes dedos en mi boca y me culeo de una manera que no podía siquiera imaginar, a ratos se movía debajo de mi para luego levantarme en peso hasta que toda su pinga quedaba fuera de mi culo el tiempo suficiente para volver a soltarme clavándome por completo, una y otra y otra vez hasta que se cansó.

Míster Douglas estaba bien lejos de eyacular pero en algún momento de la culeada ya me había venido a chorros y él me había desnudado totalmente, Míster Douglas estaba tranquilo cuando se bajó de la camioneta, se desvistió ahí mismo, me cargó sobre uno de sus hombros y me llevó a su habitación en el segundo piso, mientras subíamos la escalera podía ver su firme culo peludo moverse con cada paso hasta que al llegar me lanzo contra su cama, me puso de costado jalo mis genitales hacia atrás entre mis piernas y me volvió a clavar, sus manotas me sujetaban de tal forma contra la cama que no podía moverme y solo podía gemir con cada empujón de su pelvis. A ratos se dedicaba a una penetración lentísima y luego repentinamente retiraba todo su falo de mi ano para empujar solo su enorme glande abriendo mi esfínter y hacía fuerza para hinchar su verga al máximo y hacerme sentir su grosor, luego cambiaba de rápidos movimientos muy rítmicos y delicados a empujones muy violentos y en diferentes direcciones dentro de mi culo.

Su miembro es tan grande que podía sentir como me llenaba por completo, cambió de posición tomando mis tobillos con sus manos y luego me cargo abrazándome mientras seguía clavado en su falo y me beso mientras se venía dentro de mí… Yo lo abracé con los brazos y las piernas, mientras me aplastaba con su cuerpo enorme sobre la cama. Un rato después se dio la vuelta y me saco la verga del culo dejándolo vacío y muy abierto.

  • Déjeme servirlo Mister Douglas, quiero hacer todo lo que desee…

Mister Douglas me llevó a la ducha y me dejó bañarlo, se paró apoyando las manos contra la pared mientras jabonaba meticulosamente su cuerpo peludo y enorme, se excitó tanto que no espero a que nos secáramos y me llevo a la cama donde me clavo otra vez, primero por la boca y luego por el culo, en tantas posiciones que no puedo describirlas…

Desde entonces soy su esclavo sexual y personal, duermo todos los días entre sus brazos y es mi obligación despertarlo mamándole la pinga, recibirlo al llegar a casa para lamer sus enormes y masculinos pies, bañarlo o darle un masaje y dejar me que culee cuando le dé la gana. Ha sido difícil pero ahora mi ano esta siempre listo para recibir los 24.5 cm que mide su grueso falo, ninguno de los dos se ha vuelto a afeitar y a mí me ha vuelto a crecer el vello en el cuerpo y tengo barba, igual que Mister Douglas que ahora parece un enorme oso y no solo es mi macho en el sexo sino también se ha convertido en mi amo en la vida.

ADOLFH