Mis vivencias como sumisa un nuevo encuentro

De vuelta a casa pensé en las palabras de mi Amo “Hoy voy a sacar de ti la puta perra que llevas dentro”, creo que lo consiguió.

Mis vivencias como sumisa

"un nuevo encuentro"

Ayer estuve con mi Amo, fue genial. El relatar nuestras vivencias es una orden de el, imaginaros placer igual que este, contar lo que con tanto deseo as vivido y encima cumplir sus ordenes.

Quedamos como la primera vez, antes de llegar al hotel, es asombroso, el se conoce todas las carreteras, yo para eso soy mas insegura, temo perderme o equivocarme de carril, y creo que nunca voy a llegar. Por esa razón quedamos antes.

Cuando me acercaba al sitio indicado, parecía que mi corazón saldría de mi cuerpo, cada vez estaba más excitada, como consecuencia mas mojada.

Por fin vi su coche apartado en el alcen, pare y el se incorporo en el carril, empecé a seguirle. Miles de pensamientos golpeaban mi cabeza, tenía algo de miedo, la última vez dijo que la próxima sesión seria más fuerte, eso me asustaba, pero también me ponía y mucho.

Después de entrar y salir de diferentes autovias, vi el hotel, ya habíamos llegado, que ganas tenia de volver a ver sus ojos, de verlo a el (desde la ultima vez que habíamos estado juntos no lo había visto, ni siquiera por la Cam, las vacaciones y sus obligaciones como padre y marido, no nos habían dejado). Nos bajamos del coche y nos saludamos con un beso en la boca, después de pedir la llave e inscribirnos, llegamos a la habitación, allí lo primero que hizo fue besarme y decirme: hoy voy a sacar la puta perra que llevas dentro, que ganas te tengo mi hembra.

Esas palabras hicieron en mi excitado coñito que se mojara más de lo que estaba, en ese momento el miedo desapareció en mí.

Se puso detrás de mi dándome mordisquitos en los lóbulos de las orejas, agarro mi cuello con una mano y con la otra sacaba de su maletín mi collar de perra, pero esta vez venia con sorpresa, venia con cadena, me puso el collar, me quito la camiseta, el sujetador, se sentó en la cama y tiro de la cadena hacia el, mis tetas quedaron justamente a la altura de su cara, me las beso, las lamió, mordisqueo, mordía mis pezones con desesperación, yo no paraba de gemir me hacia daño pero me gustaba ver como mi Amo disfrutaba mis pechos, la cadena la sujetaba fuerte hacia el , no quería que me alejara ni un milímetro de su lado, parecía un niño pequeño con su juguete nuevo. No se cansaba de comerme mis tetas, ni yo quería que dejara de hacerlo era genial sentir la legua y dientes de mi Amo.

De pronto, me dejo y fue otra vez a su maletín, saco de el unas muñequeras de cuero negras y unas tobilleras del mismo material, con la diferencia que estaban unidas entre si por una cadena.

Me las puso, jamás había sentido tanta excitación y morbo, una vez puestas me dijo: ya estas preparada perra, ponte de rodillas. Me puse, mientras el se sentó al borde de la cama, tiro de mi por la cadena y nuevamente hacia el, pero esta vez mi cara fue a parar a su precioso paquete, aun tenia los pantalones puestos, empecé a lamerle el bulto, por encima, se levanto, se quito los pantalones, volvió a sentarse y de nuevo tiro de mi y por fin mi boca llego a saborear su hermoso miembro, me encantaba mamarle la polla a mi Amo. Empecé, a metérmela en la boca y a pasarle mi lengua haciendo circulitos por su glande, salía y entraba despacito primero, luego con más pasión, creo que se lo estaba haciendo bien, miraba su cara y veía que mi Amo se lo estaba pasando muy bien. El cogia mi cabeza y empujaba hacia el, hasta llegar a mi garganta, llegue a dar arcadas, pero no me molestaba al revés, mi Amo estaba disfrutando conmigo, para eso estaba yo allí, para hacerle gozar. Cuando creo que estaba apunto de correrse tiro de la cadena hacia atrás para que dejara de mamarle.

Me ordeno que me levantara y terminara de desnudarme (aun tenia la falda y las braguitas puestas), cuando termine me dijo que me sentara en los dedos de su pie, y allí estaba yo restregándome como una verdadera perra en celo, estuve a punto de correrme, pero el me advirtió que ni se me ocurriera, que todavía no lo hiciera, me quería poner mas caliente, (uff… mas, me preguntaba yo). Cuando se harto de verme así, me ordeno que me pusiera a cuatro patas que le iba a dar un paseo a su perra. Obedecí como buena sumisa, y me coloque a cuatro patas, el cogio de nuevo la cadena y empezó a tirar de ella para que andará, me llevaba por la habitación y de vez en cuando me daba azotes en mi culo, no puedo quitarme esa imagen de la cabeza, me sentía muy bien, mi Amo me estaba paseando, muchas noches en mi cama, antes de dormirme , me masturbaba pensando en lo mismo, por fin se hacia realidad, mientras mi Amo me paseaba me decía: muy bien ,sigue así perra que pronto tendrás tu premio y te podrás correr. Me lleva a un rincón de la habitación, me dice que parara, se sentó encima de mí, y empezó a tocarme mi húmedo coñito, el decía: que caliente esta, mi puta perra, (no era para menos, lo que estaba viviendo era como un sueño, además llevaba, mas de una semana sin correme, por orden de el, siempre intentaba hacerle caso, por mucho que me costara). Te ha gustado el paseo verdad. El seguía hurgando en mi vagina y clítoris, llevando mis jugos hacia mi ano, cuando vio que estaba bien lubricado, se detuvo en el y metió un dedo, yo no paraba de gemir, luego metió dos dedos y empezó a dilatar mi agujero.

Se levantó, de mi y me ordeno que le lamiera sus pies, agache la cabeza, empecé a lamer y a chupar sus dedos. Mientras el seguía dilatando mi ano. Mi cabeza estaba prácticamente en el suelo, tenia el culo levantado, parecía pedír a gritos ser follado, cosa que mi Amo intuyo, se puso detrás de mi y me enculo. Mis gemidos eran ya gritos de dolor, un dolor excitante que pronto pasó a ser unos momentos más placenteros de ese día. Siguió bombeándome hasta que sentí como su néctar caliente bañaron mis entrañas. Estuvo un rato dentro de mí, luego que ordeno que me levantara y me tumbara en la cama con las piernas abiertas, las abrí todo lo más que me dejaron las cadenas de las tobilleras, se subió a la cama y empezó a pasar su lengua por mi coñito, (uff.. que lengua tiene) hizo que estallara mi primer orgasmo.

Nos tumbamos y estuvimos un rato descansando de tanta pasión y deseo, estaba yo echada en la cama boca abajo y de repente mi Amo se sube encima de mi y me vuelve a follar mi culo, esta vez mis gemidos no eran de dolor, eran de inmenso placer y si dejaba de hacerlo era para pedirle que me follara mas fuerte, cosa que el hizo, mientras yo ayudaba a mí clítoris a tener otro fantástico orgasmo.

Caí agotadísima en la cama, no podía mas, pero mi Amo como en esta ocasión no se corrió, quería mas.

Tiro de la cadena y me obligo a levantarme, lo hice, el de nuevo se sentó en el borde de la cama, y me ordeno que me arrodillara delante de el, me cogio la cabeza y me la llevo a su polla, empecé a hacerlo, me encantaba, también me gustaba que el me guiara sujetándome la cabeza, estuve un buen rato manándosela hasta que se corrió en mi boca, era mucha leche la que echo, y no me dio tiempo a tragármela toda, por lo que se derramo por mi cara y llego hasta mi pecho, el paso su dedo por el filo de mis labios recogió su leche y me la dio para que me la tragara, después me beso.

Quede sentada a sus pies, abrazada a su pierna, mientras el con una mano acariciaba mi cabeza y con la otra sostenía mi cadena, estuvimos bastante tiempo así en silencio, hubiera deseado que en esos momento se parara el reloj. Me sentía tan a gusto y segura a su lado, pero había que volver a la realidad.

De vuelta a casa pensé en las palabras de mi Amo "Hoy voy a sacar de ti la puta perra que llevas dentro", creo que lo consiguió.

Amo e intentado plasmar mis sentimientos en este relato, no es nada fácil, espero haberlo conseguido.

Gracias por ser mi Amo

Tu Hembra