Mis vecinas las putas (3)

ultima parte de mi experiecnia en casa de mis abuelos y de como conoci a sus vecinas y me fui a su casa a vivir una temporada

Mis vecinas las putas (3)

A la mañana siguiente amanecí solo en la cama. Me levante y vi que no había nadie en la casa. Empecé por desayunar y luego hice las camas de todas las chicas. Intenté entrar en el dormitorio de Mirella pero estaba cerrado. Me quedé con la curiosidad porque el día que ella me llevó a su dormitorio estaba muy oscuro y parecía algo tétrica la habitación. Como no podía abrir la habitación me fui a la cocina y me preparé algo de comer. Después me puse a ver la tele hasta que oí como se abría la puerta. Era Mirella. La vi entrar y me puse de pie para saludarla y ella me dijo:

Hola bebe. ¿qué tal has pasado el día? –me dijo acercándose para darme un beso.

Algo aburrido Mirella aquí solo todo el día. –le contesté.

Esta noche no te aburrirás. –me dijo mientras me morreaba toda la boca metiendo su lengua en mi boca.

Me hizo sentarme de un empujón en el sofá y ella se puso encima. Su lengua recorría toda mi boca y sus manos me acariciaban todo mi cuerpo. Mi polla empezó a querer salir del pantalón corto que llevaba en ese momento y Mirella bajó una de sus manos y abrió un poco el pantalón agarrandome la polla y empezando a toquetearme suavemente. Y llevé mi cara a sus pechos y empecé a chuparlos. Eran enormes y al verlos de nuevo y sentir sus pezones rozar mi lengua me puso mas a mil. Mi polla estaba bien dura y Mirella se puso a mi lado en el sofa y bajó a chuparla un poco. La metió en su boca y la lamía de arriba abajo. Siguió masturbándome mientras la punta se metía en su boca. Yo estaba tan caliente que apenas podía resistir las ganas de correrme y se lo dije. Ella entonces me agarró de los huevos y me masturbó mas fuerte metiendose mi polla en su boca hasta el fondo en el momento de correrme. Fue maravilloso.

Veo que te gusta mucho bebe. –me dijo relamiéndose el semen de su boca.

Si Mirella lo haces muy bien. –le dije yo mientras le seguía sobando un poco las tetas.

Tengo bastante practica mi bebe. Por cierto te tengo que pedir un favor.–me dijo mirándome a los ojos.

Dime. –le dije mientras seguía acariciando sus pechos como si fuesen unas bolas mágicas.

Veras, tengo una amiga que viene unos días a España y quiere pasarse por aquí para verme un par de días y se tiene que hospedar aquí.

Oye si molesto me voy. –dije yo rápidamente.

No, no es eso. Solo que usará tu habitación y tu dormirás conmigo.

Eso me encantará. –dije yo redondeando uno de sus pezones con mis dedos.

Ven vente a la cama. Quiero que te vayas acostumbrando a ella. –me dijo levantándose y agarrándome de la mano.

Yo fui detrás de ella y al llegar allí ella se sentó y yo me agache ante ella y empecé a chuparla el coño. Lo tenía ya muy mojado y me costaba casi tragarme todos sus fluidos. Ella me agarraba la cara y me hacía tragarme todo sus líquidos. Noté como se corría varias veces y después de eso me volvió a hacer una paja y me volvió a dejar correrme en su boca.

¿Te gustan las mujeres mayores bebe? –me dijo mientras se quitaba la ropa para darse una ducha.

¿por qué lo preguntas? –le dije yo.

Yo soy mucho mayor que tu y por lo que veo te excito bastante.

Si, la verdad es que me da mucho morbo una mujer mucho mayor que yo. Me gusta sentir que me cuida y me manda.

Eres sumiso por lo que veo.

Si, es que me gusta sentir que me mandan, que no tengo el control. Y si es con una mujer madura mejor. –dije yo.

Por eso te has dejado hacer también con las chicas, ¿no? –me dijo

¿sabes lo de las chicas? –pregunté

Claro, no seas tonto bebe. Son mis chicas y yo me entero de todo. pero no te preocupes. Son libres de follarte cuanto quieran o cuanto quieras tu. Solo espero que no me dejes de lado. –me dijo metiendose en el cuarto de baño a ducharse.

A ti es imposible dejarte de lado. Gracias a ti tengo un techo agradable donde vivir estos días. Por ti haría cualquier cosa. –le dije siguiéndola a la ducha y metiendome con ella en la bañera.

Cogí el gel y empecé a enjabonarla. Mis manos se escurrían por su cuerpo y ella se dejaba. La espuma empezaba a brotar y mis manos ahora tocaban sus deliciosos pechos. Mi polla volvió a reaccionar y mas aun cuando me agache para comerle el coño de nuevo mientras el agua de la ducha caía suavemente por entre sus piernas. Vi como se corría ella de nuevo y luego me empezó a tocar mi polla de nuevo. Ya estaba dura y ella se arrodilló y me la enjabonó junto con los huevos. Yo estaba de pie con las piernas algo abiertas para que ella me acariciara bien los huevos. Entonces llevó una de sus manos a mi ano y me dijo:

¿Alguien te ha metido un dedito por aquí? –me pregunto con voz muy sensual mi poniendo su dedo en mi ano.

¿Que vas a hacer Mirella? –dije yo gimiendo.

Nada que no te guste –y diciendo esto empezó a escurrir su dedo dentro de mi culo.

Su otra mano seguía masturbándome y su dedo entraba con gran facilidad en mi ano debido al gel que se había echado. Yo no podía hacer otra cosa que gemir y disfrutar de aquello. No tarde mucho en correrme viendo como mis chorros alcanzaban su cara. Fue increíble. Cuando la mire tenía la cara llena de mi semen y se lo estaba quitando con la mano.

Te ha gustado bebe. –me dijo

Si mucho Mirella. Ha sido increíble.

Ya lo se. Y ahora vamos a terminar de ducharnos que hay que ir a por mi amiga. Vente y así sales un rato a la calle.

Nos duchamos y nos vestimos enseguida. Fuimos a buscarla al aeropuerto. Se iba a quedar dos días. Después volvería a Barcelona que es donde ella vive. Su nombre era Denisse, tenía 49 años y era de Uruguay. Era compañera de Mirella cuando vinieron a España. Estuvieron trabajando juntas. Cuando la vi no me lo creía. Era una mujer hermosísima y además tenía un cuerpo muy bien cuidado. Era rubia con el pelo rizado y corto y muy guapa de cara. Su cuerpo era muy apetecible aun teniendo 49 años, se veía que se cuidaba y hacia deporte. Mirella le abrazó cuando la vio y luego me presentaron. Empezaron a hablar de todo y mientras a mi me tocó conducir. Al llegar a casa estaban las chicas y también fue muy emotivo su saludo. Se conocían desde hacia algún tiempo. Prepararon la cena y nos pusimos a cenar. Yo estaba bastante callado porque tampoco quería interrumpir.

La cena se fue animando y el vino corría encima de la mesa. Todos estábamos muy animados y cada vez mas sueltos.

Bueno Juan tu debes estar encantado de estar en una casa así. –dijo Denisse.

Si es nuestro pequeñín. –dijo Yanira agarrandome de las mejillas.

Pues ya me gustaría que fuese mío también. –dijo Denisse bromeando.

Podemos negociar el precio. –dijo Mirella riéndose.

Por ser tu Denisse, te haré una rebaja –dije yo algo chispado por el vino.

Una rebaja pero me harás cosas de calidad, ¿no? –me dijo levantándose y acercándose a mi.

Todo lo que hace, lo hace de calidad, ¿verdad chicas? –dijo mirella mirando a las gemelas.

Si, lo hace todo muy bien. –dijeron katia y violeta a la vez.

Seguimos con la cena pero Denisse ya se había sentado en mis rodillas y se tomó el postre allí sentada. Después nos tomamos unos chupitos y luego nos sentamos en el sofá a charlar mientras ellas se tomaban unas copas. A mi no me apetecía y las dejé hablando de sus cosas mientras me metí a leer el correo a mi habitación antes de que Denisse se fuese a dormir. Leí el correo pero mientras tenía el messenger abierto me abrió un amigo y me empezó a mandar unas fotos de su mujer y a calentarme. Entonces escuche ruido en el salón y cerré todas las ventanas y apague el ordenador. Justo en ese momento se abrió la puerta y entro Denisse.

Y te dejo tranquila Denisse para que descanses. –le dije al levantarme de la silla.

No quiero descansar precisamente, pequeño. –me dijo acercandose a mi y agarrandose a mi cuello.

Pero Denisse que dices. –le dije yo casi gimiendo al notar su aliento en mi cuello.

Digo que quiero que pases la noche aquí conmigo. –y diciéndome esto me besó en el cuello pasando su lengua por todo mi cuello hasta llegar a mi boca.

Yo me deje llevar y al sentir su lengua en mis labios abrí la boca y saque la mía. Sus manos acariciaban mi cuerpo y las mías empezaron a sobarle los pechos. Nos dejamos caer en la cama y empezamos a desnudarnos. Mis manos la tocaban por todas partes y las suyas buscaban mi polla para masturbarme. Mi polla estaba ya enorme y ella sin apenas decirme nada se sentó encima de ella y empezó a moverse de arriba abajo. Mi polla se escurría dentro de su coño de una forma fenomenal. Su coño estaba muy bien lubricado y mi polla subía y bajaba en su interior proporcionándonos un placer enorme a los dos. Aquella mujer uruguaya de 49 años iba a hacer que me corríera en breve. Se lo dije pero ella incrementó el ritmo de la cabalgada sacando mi polla casi entera para volver a metersela. Yo me corrí y ella al notarlo se sentó completamente encima de mi polla haciendo que esta llegase lo mas profundo de su coño. Después me beso en la boca y sacó mi polla de su coño poniéndose de pie encima de mi cara. Fue bajando poco a poco hasta poner su coño pelado encima de mi cara. Una gota de mi semen empezó a verse entre los labios vaginales y fue cayendo hacia mi boca.

Abre la boca cariño. –me dijo Denisse con voz suave mientras bajaba su coño aun mas hacia mi cara.

Yo abrí la boca y saqué mi lengua y una gran hilero de semen cayó en mi lengua escurriéndose hacia mi garganta. Ella se agachó un poco mas hasta casi rozar sus labios vaginales con mi boca y los separó con sus mano dejando ver como mi semen en su interior salía hasta caer en mi boca. Yo me lo fui tragando a la vez que ella se sentó completamente encima de mi cara y restregó todo lo que yo no me había podido tragar. Cuando me lo había restregado lo suficiente se dio la vuelta haciendo un magnifico 69. Mi polla aun blanda entró en su boca. Su lengua jugaba con ella en el interior de su boca y sus manos masajeaban mis huevos. Mi polla volvió a estar bien dispuesta y ella no lo dudo y esta vez se tumbó y dejó que yo me la follara encima. Fue una corrida maravillosa después de un buen rato metiendola y sacándola completamente de su coño.

Después de eso nos dormimos juntos y a la mañana siguiente me desperté cuando ella empezó a masturbarme mi erecta polla matutina. Yo lleve mi mano a su coño y la toque durante un buen rato. Su coño estaba empapado y ella volvió a hacerme un 69 metiendose mi polla en su boca y dejando su coño a la altura de mi boca para que yo me tragase todos sus líquidos. No tarde mucho en correrme. Después de eso el día siguió bastante bien. Cuando Denisse estaba en la ducha entró Mirella y me preguntó que tal la noche. Yo le conteste que muy bien y ella me dijo que ya hablaríamos. Fue una gran experiencia y mas con el morbo que me dan las mujeres maduras. Fue una época de mi vida muy excitante.

Pasaron los dos días en que Denisse iba a estar con nosotros y a mi me usaba a su gusto. Me follaba siempre que quería. Al irse ella me quede solo para Mirella. Ahora me follaba mas a menudo. En la semana siguiente a la ida de Denisse solo me folle a Katia y Violeta una vez mas y con Yanira pase una noche entera. Fue una noche muy buena llena de vicio y sexo. Pero la verdad es que lo mejor venía con Mirella. Era una maquina en la cama y a sus 46 años tenía una gran experiencia sin contar que ella era prostituta. Me hacía disfrutar muchísimo. No se que tenía aquella mujer que me ponía a mil enseguida.

Un día nos quedamos hablando después de follar y me preguntó si quería trabajar para ella. Que ella conocía a un par de mujeres que pagarían por pasar la noche con un chico jovencito como yo. Yo en principio le dije que no, pero luego ella me estuvo convenciendo y al final le dije que podría probar si tenía alguien de confianza. Quedamos en que me encontraría con su amiga Isabel en un bar de Madrid y luego pasaría la noche con ella. Me dijo que Isabel era algo gordita pero que pagaba muy bien. Le pregunté la edad y no me la supo decir con exactitud. Me dijo que unos 50 años.

Llegó el día siguiente y yo fui al bar tras recordar algunos consejos que me dieron las chicas y la propia Mirella. Allí estaba esperándome Isabel. Era una mujer bastante gorda y con una cara muy bella. Su mirada era muy sensual y sus pechos eran grandes y bastantes caídos. Nos saludamos y tomamos algunas copas. Después me llevó a la habitación de un hotel y yo al entrar no sabía donde meterme. No sabía que hacer ni como comportarme. Tenía algo de miedo y vergüenza, además que la mujer debía pesar unos 120kg. Eso me impresionó bastante. No me veía haciendolo con ella aunque si que me daba algo de morbo.

Llegamos a su casa y me dijo que esperará un rato en la calle y luego subiera. Los vecinos eran algo cotillas. Subí haciendo el menor ruido posible. Llegue a la puerta de su casa y estaba entornada. La empuje y al abrirla ella estaba esperándome en el salón. Llevaba puesto un camisón negro de su talla claro esta. Era bastante escotado. Me indico que cerrará la puerta y así lo hice. Yo me quedé algo parado sin saber que hacer pero aquella mujer si que sabía lo que tenía que hacer. Se acerco a mi y me metió la lengua hasta la campanilla. Sus pechos chocaron contra mi y sus brazos me abrazaron fuerte. Mi polla empezó a reaccionar y ella agarrandome de la mano me llevó al dormitorio. Me tumbó en la cama y se puso encima de mi para hacerme un 69. Sus carnes empezaron a bajar hacia mi cara mientras su boca aprisionaba mi polla en su interior. Tenía el coño depilado y me lo restregaba por mi cara mientras yo intentaba comérselo lo mejor que podía. Tenia un gran coño y mi lengua disfrutaba de él mientras mi polla se hacia cada vez mas grande. La mujer se corrió varias veces conmigo debajo lamiendola el clítoris y metiendola lo mas que podía mi lengua en su interior.

Se levantó y se sentó encima de mi polla sin decirme apenas nada. El placer fue increíble. Ver aquélla mujer tan grande sentada encima de mi me puso muy cachondo. Veía como sus pechos se movían arriba y abajo al ritmo de la cabalgada. Me incorporé y empecé a lamerle los pechos. Ella me acariciaba la cabeza mientras yo me metía sus pezones en mi boca. Termino por correrse varias veces y yo también me corrí en su interior. Se levantó se fue al baño a lavarse y al volver quiso que me la follara otra vez. Me dejo un tiempo para recuperarme pero lo hizo abierta de piernas y con mi cabeza en su coño, lamiéndoselo. Me restregaba la cabeza por su coño una y otra vez hasta que mi polla se puso tiesa y se la volvió a meter dentro aquel enorme coño. Pase la noche allí y por la mañana al despertarme me dio un sobre con dinero diciéndome que se lo diera a Mirella. Me vestí y me fui, no sin antes decirla lo buena que había sido la noche.

Al llegar a casa de las chicas le di el sobre. Mirella entró a su habitación y al salir me dio unos billetes. Era bastante dinero. Seguí allí durante una semana mas "trabajando" para Mirella y gane algo de dinero extra. Fue una grata experiencia ya que todas las mujeres con las que me acosté eran bastantes maduras sin contar que el dinero nunca viene mal. A la semana se aquello me llamaron mis padres para decirme que ya había solucionado el problema, así que me vi obligado a volver a casa con mis padres y mi hermana. Echo de menos a Mirella y a las chicas, sobre todo porque al poco tiempo se fueron a Barcelona y ahora solo hablo con ellas por medio del emails.

Espero que el relato haya sido de vuestro agrado.En este relato los nombres y algunos hechos han sido cambiados o modificados para salvaguardar la intimidad de los protagonistas. Agradeceria cualquier comentario que me dejaseis y si quereis poneros en contacto conmigo para charlar sobre cualquier cosa, este es mi dirección de correo: eles_critor@hotmail.com