Mis vacaciones, un satisfactorio desembarco en gre
Un nuevo empujón me libero del acosador del momento, para que el siguiente fui yo quien fui arrastrada hacia el fondo.
MIS VACACIONES, UN SATISFACTORIO DESEMBARCO EN GRECIA
Hola, me llamo Susana, ante todo gracias a todos los que me habéis leído, sobre todo aun más agradecida a aquellos que me habéis escrito. Agradezco de corazón, que os haya gustado e incluso que os haya sido tan placentero, como a mí relatarlos.
Ante todo me debo disculpar, pues no siempre puedo responder a todos los que me habéis mandado vuestro email, y aun menos el poder responderos de la cantidad que sois, a veces se me han abierto hasta 150 pestañas aclamando mi presencia, llegando incluso a colgarse el Messenger, por lo que desde aquí os doy las gracias y muchos mando un beso muy tierno en esa parte de vuestro cuerpo que mas deseéis. Os recordaré que soy una ardiente chica del sur de Andalucía, de 23 años, morena, de ojos castaños, de 1.75m de altura, 90/59/88 aprox., y bisexual. Me considero una chica simpática, abierta, extrovertida, atractiva, inteligente, en otras palabras una sin vergüenza integral, muy buena gente, simpática y bastante loca... vamos una chica con la que se puede pasar un buen rato (joder, algo más de 15 minutos bocazas absteneros). Me gusta conocer gente, descubrir cosas nuevas, divertirme, lo típico de una chica de mi edad (tengo una manera especial de ver la vida creo, que os habéis dado cuenta). Me gusta salir, hacer locuras, aunque me sea difícil de reconocer que me gusta beber (joder, no soy alcohólica pero debería de controlarme algo).
Soy conciente que por mi forma de vestir, me hace ser más destacable para ser manoseada, aunque no soy ni fetichista, ni exhibicionista, simplemente me gusta vestir, de forma que realce mi cuerpo (joder, como decía mi abuelo tengo un cuerpo de perdición), me gusta que las partes mas sensuales de mi cuerpo sobre salgan, aunque a veces me digan que parezco un "zorrón". Dicen que tengo un hermoso cuerpo (como decía mi difunto abuelo de pecado), me considero una mujer ardiente, de mente muy abierta, siempre deseosa de ampliar y probar nuevas experiencias, pues me considero aun lo bastante joven como para continuar disfrutando del sexo, de gozarlas de todas las diferentes formas, pues mi adicción al sexo me hace a veces, a llegar a puntos tan extremos que hasta a veces yo misma me ruborizo, y no os digo a vosotros. No me considero una estrecha, pero me molesta muchísimo que me pidáis que conecte mi Cam sin saber si al menos la tengo (ostias, salidos de mierda os deberían de meter un palo por el culo).
He de explicaros, que mis gustos en general, aunque lo niegue es la morbosidad de ser manoseada en publico, de sentirme acariciada, siempre que sean lugares públicos (coño, es tal la morbosidad, que es difícil describirla, pero os la intentare relatar). He mantenido relaciones con hombres maduros (joder, por que coño no van a disfrutar ellos también, es una sensación morbosa ser manoseada por viejos, no es vicio solo es puro morbo). Deberíais de aprender de ellos, pues muchos de ellos tienen la experiencia necesaria como para hacernos disfrutar. E incluso muchos de ellos, no tiene nada de envidiaros pues con semejantes maquinas nos hacen llegar, a diferentes tipos de satisfacciones y disfrute que a veces me hacen no solo perder el norte sino, el tiempo, pues algunos son verdaderos machos a la hora de dar placer. No os ofendíais de la verdad, aunque os duela pero lo importante no es que la tengáis muy grande, sino que sepáis darnos satisfacción, Que nada mas salgáis de la cama, digamos hay va mi hombre.
Bueno basta de tantas palabrerías y comenzare de una vez a narraros mi nueva confesión. Son referentes a mis vacaciones, de unas maravillosas vacaciones, tan placidas como satisfactorias, tanto que han sido inolvidable, hasta me cuesta recordar cual fue la última vez que lo pase tan bien. Con tanto derroche de sexo joder una mezcla de pasión, de prohibido, de brutalidad y sobre todo de morbo mucho morbo, que me echo ampliar mi campo de visión, me refiero a como debo tomarme algunas cosas. Comenzare por deciros que este año, nos hemos marchado unos 15 días a la aventura. En nuestras vacaciones nos acompaño una pareja amiga que ya conocéis (Antón y Silvia), y mas adelante quedamos con otros amigos, directamente en Turquía. En vez de contaros todas mis vacaciones (que creo que no os interesa), os confesare algunas situaciones que han sido satisfactorias, donde me han dado lo que siempre acostumbro a buscar.
Comenzare pues a comentaros, que salimos en dirección hacia el aeropuerto para coger el avión con destino a Barcelona, haciendo trasbordo desde aquí hasta Grecia, punto de inicio de nuestras vacaciones. Recuerdo que mi chico, me aconsejo que fuera vestida cómoda, con ropa ligera pues el viaje iba a ser largo y quizás hasta pesado (joder, me sugería el muy cabron, que me pusiera algo facial de poderme quitar), por lo que me puse un vestido negro, muy corto y ligero, sujeto por dos tirantes al cuello dejando mis hombros y mi espalda desnuda, como ropa interior unas braguitas de tipo tanga y unas sandalias tipo romana (joder, me sentía desnuda). Continuare, una vez llegamos a Barcelona corrimos por el aeropuerto para ir a coger nuestro siguiente avión, me di cuenta las inmensas miradas lujuriosas hacia mí. Me hace recordar una experiencia que tuve en ese mismo aeropuerto, que os la confesare en otra ocasión. Continuo, nada mas coger el avión este cogio rumbo hasta Grecia (fuimos con la compañía Spanair), donde nuestra idea era pasar unos días en este maravilloso país. En el mismo avión como al bajar de este, nos aconsejaron que si nuestra estancia se prolongaría mas de dos días, deberíamos de alquilar un coche para desplazarnos o por el contrario coger un taxi, pues nos aconsejaba en forma excesiva que debíamos de evitar, coger los transportes públicos en especial los autobuses, mas por la seguridad de las mujeres. No solo por los pequeños ladrones que solían haber, sino por los degenerados que solían aprovecharse de las chicas, aprovechando las aglomeraciones para manosear, llegando hasta los limites de incluso de abusar de alguna. Recuerdo que comentaba, que por mi parte no había ningún problema alguno por coger el transporte urbano (coño, al contrario estaba deseando cogerlo).
Bueno sigo, nada mas salir del aeropuerto fuimos en busca de la estación de autobuses, siguiendo las señas que muy amablemente nos habían dado. Una vez dimos con dicha estación, lo siguiente era dar con el autobús, para ser exacta que línea debíamos que coger, la verdad he de repetirme una vez mas sino fuera por la ayuda de la gente nos hubiera costado mucho (joder, a veces pienso que nos tratan mejor, que en nuestro propio país). Continuo, después de haber logrado saber el autobús, nos fuimos directo a toda leche a este, pues nos comentaron entre otras cosas que el billete lo debíamos de comprar en el mismo autobús. Nuevamente nos advirtieron que no debíamos de tomarlo nosotras, nos lo recomendaban solo para el fin de semana, aunque queríamos coger este medio de transporte pues más bien por que nos salía algo mas barato, pues como estaba la cosa debíamos de ahorrar algún que otro euro.
Pero la preocupación de estos, era obviamente por la forma en la cual íbamos vestidas, pues me comentaban que al menos debía yo al menos cambiarme, pues quizás no era el atuendo apropiado para montarme en el autobús, pues era demasiado provocativo (joder, que pesaditos). Una vez dado con el, nos sorprendimos de la cola de acceso a este, sentí como un escalofrió no por la cantidad de gente que había haciendo cola, sino sentí como un cosquilleo, era un presentimiento de que algo posible pudiera ocurrir, quizás fuera cosas mías (joder, las caritas que se nos puso al ver la cola, de infarto). Recuerdo como mi chico tirando de mi hacia atrás, me comento que nos pusiéramos nosotras en la cola, mientras ellos cargaban las maletas en el compartimiento de maleta del bus, pues e incluso para ello también había cola, y dándome un beso me comento que mas nada mas cargarlas, nos acompañarían (joder, lo veis este es mi chico . todo un galante). Imaginaros como de ligera iba la cola, nada más ponernos nosotras en la cola obviamente no éramos las últimas, pero no más de un par de minutos, se habían puesto ya al menos 6 u 8 personas más.
No se que sentiría Silvia, pero mientras esperaba en la cola del bus para acceder, sentí una sensación de ser espiada, obviamente algo normal si tenemos en cuenta como era nuestra indumentaria (coño, como nos dijeron en el avión sexy y provocativo), aunque no éramos las dos únicas mujeres pero si las que tenia menos ropa, la cola mayoría de los hombres aparentaban ser normales, de todas las edades, tipo y rasgos. A medida que iban accediendo al bus, fui observando nerviosa como el revisor a medida que iba cobrando los billetes los iba dando si nerviosa os repito, pues los chicos continuaban todavía introduciendo las maletas. Mientras miraba a mi chico como intentaba colocar una de las maletas, mientras un capullo mal nacido se la sacaba tirándola hacia atrás, por lo que era un comenzar de nuevo. No se por que motivo, eche mi vista hacia atrás y en minutos hacia los lados, descubriendo a mi derecha las mirada lasciva de un hombre hacia nosotras, sonriendo al tiempo que humedecía con su lengua sus labios pasándola a todo lo largo, al tiempo que me mandaba besos.
De nuevo volví a mirar hacia los chicos, obviamente las miradas lascivas eran sobre todo por la ropa que llevaba (joder, llevaba un vestido negro ligero, sujeto mediante unas cintas al cuello), pues con el calor sofocante que hacia no me puse nada mas, que unas braguitas del mismo color. Continúo pues, no tuvimos mas remedio que continuar, por lo que ya nos tocaba subir al autobús, una vez delante del revisor este nos ofrecía el billete mientras sonriente jugueteaba con el, para continuar por indicarme que me dirigiera hacia dentro. Recuerdo una vez dentro y ante la vista de cómo estaba el autobús, quise avisar a los chicos para que se montaran de una puta vez, por lo que me acerque hacia una de las ventanillas del bus. Tuve que tener bastante cuidado, pues la que estaba mas cerca de donde estaban los chicos, había una señora mayor sentada delante, y por la corpulencia de esta, me iba a ser difícil alcanzar la ventanilla sin llegar a molestar. Fue toda una odisea, pues me tuve que alzar tanto hacia delante que me tuve que poner de puntillas, a modo de poder alcanzar la ventanilla sin molestarla demasiado a la señora, eso si disculpándome en todo momento con un ingles poco usado (ostias por la cara de la vieja, tuvo algo que entender mientras me excusaba).
Ante la dificultad por la posición, como consecuencia note como a medida que me alzaba, se me subía el vestido hacia arriba. Obviamente los de detrás mía no perderían detalle, pues fui dejando ver no solo mis torneados y morenos muslos, sino seguramente parte de mis braguitas, pudiendo disfrutar de las cachas que mis nalgas, que sobre salían de mis braguitas. Me fije en el cristal donde no solo me vi reflejada, sino avergonzada pude ver reflejado a los chicos que había detrás de mi, observando sus expresiones ante tal espectáculo, y no muy lejos de la imaginación por los movimientos que hacían con sus manos, pues simulaban moviéndolas en círculos mientras movía sus dedos. Tras unos minutos de suspensión, pude al fin llamar la atención de mi chico, que tras comentarle que se subieran de una puta vez, pues ya casi no había ni sitio ni para sentarse, por lo que podrían incluso hasta quedarse en tierra.
Mientras esperaba su contestación, el tumulto de personas que habían entrado en el autobús, precisamente empujada en ese momento hacia la mampara de cristal. Gracias a Dios, no me ocurrió nada pues la señora mayor me sirvió como airbag, empujándome tan hacia dentro que la consecuencia, fue que sin poderlo evitar me eche sobre la señora, introduciendo esta su rostro entre mis pechos (coño, aunque parezca mentira). En ese preciso momento mi chico, me comentaba que no me preocupara pues un revisor le había avisado que hay otro bus, por lo que cogerian el siguiente encontrándonos al final del trayecto. Mientras comencé a notar unos roces en mis nalgas, a modo de ser algo casual o sin querer excusándose de vez en cuando, al principió no dije nada mas por la situación de cómo se encontraba el bus, pero a medida que insistía me tuve que poner gallito, y creo que la expresión de mi cara era evidente. Silvia me comento que buscaría un mejor sitio, desplazándose hacia el lado opuesto al mió.
Recuerdo como a medida que los minutos pasaban, me encontraba cada vez mas rodeada de cuerpos masculinos, los cuales me mostraban lo que deseaban hacerme, algunos mientras me comentaban cosas y aunque os admito que no les entendía, su forma de hablar, su acento me embriagaba, os debo admitir que me sentía algo asustada, no os lo voy a negar. Recordaba como horas antes, me avisaron del peligro que era viajar en estos autobuses, e ignorando estos comentarios nos hemos montado, como fuimos aconsejadas y avisada del peligro que contraen, y mira por donde estaba siendo acosada por este peligro, aunque por la cantidad de manos el peligro era bastante. Mientras de nuevo fui empujada por la multitud, la cual había comenzado a aglutinarse al principio, fue un momento de tensión pues nadie parecía que quería irse al fondo. Recuerdo como el revisor comentaba algo, que no entendía pero sus insinuaciones con los brazos y manos lo entendí. Mientras seguían continuando sus caricias por mis desnudos muslos y nalgas.
Recuerdo como los chicos nos comentaron, que no nos preocupemos por ellos, que con un poco de suerte nos encontraríamos, en poco tiempo en la estación. Un nuevo empujón me libero del acosador del momento, para que el siguiente fui yo quien fui arrastrada hacia el fondo. Notando como mientras pasaba entre la gente, notaba esas manos en mis carnes, aprovechando mas de uno la ocasión no solo por manosearme, sino incluso pellizcar mis nalgas llegando a ser tal descaro, que sentí como alguno tiraba de mis braguitas. Cuando observe un posible sitio donde poder colocarme, pensando que me libraría de tal acoso. Me dirigí hacia allí, colocándome entre los últimos asientos traseros y la mampara del autobús, una vez me encontraba allí me surgió las dudas, del por que ese lugar estaba vació. Recuerdo como antes de coger el autobús, mi chico me comento que si en algún momento me veo en peligro, que no dude en llamarlo aunque la llamada nos cuente un ojo de la cara (joder, como vendría en mi ayuda si se encontraba en otro autobús).
Tras pasar al menos diez minuto, comencé a observar movimiento tras de mi, mi primera intención fue resguardar el bolso, para continuar a duras penas echar mi vestido hacia abajo. Observando de donde yo estaba a Silvia pude adivinar, que precisamente por su rostro que no lo estaba pasando tal mal, pues me fije que por un momento se encontraba con los ojos casi cerrados y mordiéndose sus labios. Quise pensar en otra cosa, pues imaginaba mi posible destino, en mi mente hacia la ruta a seguir, donde también estaba incluido los momentos de placer (joder, mala cosa pues entre la situación y mis pensamientos me estaba calentando). Note como alguien se colocaba detrás de mi, para seguidamente esta persona dirigió su brazo hasta poderse apoyar, en el soporte del asiento. Por la piel de su mano pude adivinar, que no era un chico joven. Este comento algo, que no supe a quien se dirigía pues ignoraba su significado, para seguidamente comenzar a notar como cada vez estaba mas cerca de mi, tanto que di un respingo al notar un bulto chocar contra mis nalgas.
Evidentemente me di la vuelta, comentando en ingles casi basto, que me estaban molestando señalando sus manos, pero como el que habla a la pared. Pues minutos después volvió a colocarse, aprovechando un momento en el cual la gente subía y bajaban, para restregarme por mis nalgas su bulto, sorprendiéndome no solo por la cara dura sino por la dureza de ese miembro. Os aseguro, que mi primer pensamiento fue girarme y abofetearle, pero algo en mi me lo impedía, os puedo asegurar que yo no estaba tan necesitada, pero creo que ese extraño parecía estar desaprovechado. Bueno sigo, el ruido del motor me hizo darme cuenta que nos poníamos de nuevo en marcha, notando como el chico que estaba tras de mi algo obvio por aquel instrumento. De nuevo volvió a las andadas, por aquel acoso debía de protestar pero evidentemente serviría de poco por el idioma, por los empujones adivine que tras de mi habría una lucha, seguramente por colocarse detrás mía, o incluso poder ocupar el puesto del que estaba.
En un momento note como unas manos, se posaban sobre mis desnudos muslos, comenzando a desplazarla de arriba hacia abajo, aquellas caricias me gustaban aunque extrañando, por que no pertenecían al que hombre que se restregaba contra mis nalgas. Pero tal acoso fue pasándose de castaño oscuro, pues aquellos pellizcos me hacían daño en realidad, bastante lejos estaba de darme disfrute. Aquellas manos que se deleitaban en mis nalgas, comenzaron a ascender hasta situarlas sobre mis pechos, los cuales me los acariciaba con ternura con la amplitud de esa mano, llegando incluso a dejar entre sus dedos mi pezón endurecido. A medida que me dejaba hacer, note como este desplazando sus manos hacia atrás hasta mis axilas, volvieron a desplazarlas hacia mis pechos, pero esta vez la introdujo por dentro de mi vestido, sintiendo esas manos caliente y sudorosas. Eleve mi vista hacia delante, encontrándome la mirada cruel y lasciva de Silvia, la cual adivinaba lo que me estaba ocurriendo, tras sonreírme de forma picara y guiñarme un ojo, me dio a entender que continuara disfrutando (joder, eso creo que no dependía de mi).
Os juro que estaba disfrutando, evidentemente ellos lo sabían, mientras acariciaban mis nalgas, fui notando como comenzaron a subirme el vestido, hasta dejármelo a la altura de mi vientre. Me encontraba abrumada de tantos que me querían dar placer, o quizás mejor seria decir los que se querían satisfacer a costa mía. No os miento sino os comento que no hubo ni tan siquiera un segundo, que no notaba como el pasar de unos dedos e incluso manos a lo largo y ancho de mis nalgas, como podía diferenciar entre los impacientes (como no los jóvenes), de los que me trataban con ternura (los maduros). Mientras magreaban mis pechos, note otras manos sobre mi cintura acariciando mis muslos e introduciéndose hacia mi ingle, notando lo húmeda que estaba. Recuerdo que tras sacar la mano de mi entre pierna, la dirigió hacia su nariz para continuar por soltar un comentario, el cual debía de ser gracioso pues al oír las risas de los que me rodeaban, creo poder adivinar lo que había comentado. Os juro que no sois tan distintos que ellos, pues aunque era extraño se comportaban iguales que los españoles.
Note como fue desapareciendo la presión de ese bulto de mis nalgas, sustituyéndolo por una de sus manos. Comenzando a manosear mis nalgas, a cariar mis glúteos, echando a un lado la tela de mis braguitas para continuar por debajo de estas, encontrando mi mayor de mis secretos, mi orificio anal, donde tras unos minutos acariciándolo, paso a penetrarme con uno de sus dedos a modo de poder dilatármelo. El chico que me estaba acariciando mis pechos por dentro de mi vestido, comenzó a sacar sus manos al tiempo que sacaba mis pechos, dejándomelos desnudos fuera ante la atenta mirada del resto de los pasajeros. Dejando las dos tiras de sujeción de mi vestido entre pis senos, entre el canalillo de estos. Tal momento me puso aun mas caliente que antes, sintiendo la necesidad de ser complacida, pero deseaba que fueran ellos quien decidieran ese paso. Por un momento me asuste al notar, los labios de un extraño posarse sobre mis muslos, los sentí por encima de mis rodillas (joder, me sorprendió bastante pues no lo esperaba).
Bajando la vista por averiguar de quien coño se trataba, observe de que se trataba de un chico joven, el cual animado por las circunstancias se arrodillo ante mí, comenzando a lamer a lo largo de mis piernas, hasta sentirlo en mis tobillos. Volviendo a notar ascendiendo por mis muslos, hasta notar su respiración acelerada sobre mi pubis, jadeando quizás por el calor sofocante que debía que hacer ahí abajo, o quizás por estar aguantando la respiración, por evitar que algunos aprovechen la ocasión por no solo introducírsela en la boca, sino quien sabe donde mas. No os negare que aquella situación no me había aun acelerado mas, llegando incluso a separar mis muslos a modo de facilitar su acción, sintiendo como tras posar su lengua sobre la tela húmeda de mis braguitas, comenzó a perforar con la punta de su lengua sobre mi orificio. Joder, no tuve mas remedio de aguantar por evitar soltar nuevamente un grito, para sentir como las yemas de unos dedos echaba hacia un lado la tela de esta, y esa vil lengua recorrer mis labios vaginales a todo lo largo (joder, tuve que soltarme para poder sujetar esa cabeza, a modo que no abandone).
Cuando comenzó a pasarla en círculos alrededor de mi vulva, no pude evitar volver a venirme no solo sintiéndolo el al humedecerle sus labios sino por el grito que de nuevo emití. Me sentía avergonzada, aunque no sabia de quien se trataba en el momento que hubiéramos salido y por ser la única chica, lo hubieran adivinado. La verdad que aunque no me habían penetrado aun, ya había alcanzado dos orgasmos maravillosos, siendo este ultimo de maravilla. La verdad ya solo estaba a la espera de acontecimientos, que no se hicieron esperar, pues una mano se poso sobre mi pubis en busca de acariciar y frotar no solo mi vulva sino mis labios vaginales, los cuales no hacia falta adivinar como estaban. La sensación de acoso había desaparecido hace tiempo, sustituida por satisfacción y disfrute, de morbo no solo por la situación sino incluso desesperación, por saber quien seria el primero. Sorprendiéndome al notar como una barra dura y caliente, comenzaba a introducirse entre mis piernas, hasta chocar con mi necesitado orificio vaginal (Joder, no hace falta deciros mas .verdad).
Teniendo que abandonar el sitio el chico, que me estaba proporcionando tanto placer, mas por llegar a probar un miembro al degustar mi orificio vaginal. Aquel artefacto pertenecía al hombre que comenzó todo, comenzó a moverse de atrás hacia delante, simulando una posible embestida. Sintiendo una y otra vez, como chocaba contra mi orificio vaginal, hasta que con la posible ayuda de algún extraño, se me fue introduciendo hasta sentir ese cabezón dentro, no pude evitar nuevamente dar otro grito, pero mas que de dolor era de placer (Dios, que grueso era). Comenzó a penetrarme un buen rato, inclinando mi cuerpo hacia atrás a modo de poder facilitar tal acción, sintiendo como sus genitales golpeaban mis nalgas, hasta notar no solo hincharse aquello, sino como sus uñas se clavaban en mi cuerpo, sacándola con rapidez echando notando su néctar chocar contra mis nalgas y diluirse hasta mis muslos.
Os juro que mi respiración acelerada, estaba casi sincronizada con aquel extraño, cuando creí que todo había acabado, note tras unas palabras por no decir una discusión como si fuera por turno, fue sustituido por un chico joven, quizás quien hizo suya mis pechos. Que tras observar que se colocaba un preservativo, la coloco en la entrada de mi orificio anal comenzando a presionar, sintiendo como ese vástago me entraba, al tiempo que otro me masturbaba sintiendo un nuevo orgasmo, notando mis piernas flaquear del disfrute y hasta sentirme mareada, confusa por el momento pues observando al girar mi rostro hacia atrás, como en turno esperaban su momento. Agotada por el cansancio, e incluso dolorida por aquellos instrumentos, no precisamente por el tamaño de ellos sino por como lo utilizaban, pues aunque algunos me trataron con delicadeza, otro por el contrario fueron brusco. No tuve más remedio que pedir a estos "violadores", que me dejaran en paz, e incluso llegando a las manos, golpeándolos a modo de que me dejaran en paz.
Posiblemente por el idioma, la situación se alargo demasiado, pero creo que al final lo entendieron, pues algunos comenzaron a separarse de mí, a otros en cambio no les había gustado mi forma de actuar (joder, admito que me pase un poco, pues actué de malas maneras, coño comprenderme no quise ser mas el juguete de estos mierdas). Cuando en esos momentos escuchamos por la megafonía del autobús, la prominente llegada a la estación, retirándose la gente dirigiéndose hacia la puerta de salida, disipándose como sí nunca hubiera ocurrido nada. En ciento modos me sentía aliviada, cuando finalizó todo, me quedé a la espera a que el autobús entrara en la estación y situarse en su andén.
Espere que todos bajaran, mientras de alguna colocaba mis ropas y con algunos pañuelos de papel me limpiaba, deseaba ser la ultima en bajar, pues ignoraba como estaba yo por detrás. Cuando me dispuse a bajar, Silvia me estaba esperando sonriente, comentándome que por algunos gritos dado por mí, seguramente me lo había pasado mejor que ella. Que por mi evidente rostro de cansancio, me habían dejado más que satisfecha. Comentaba que estaba deseosa de ver a los chicos, de poderles contar lo que nos ha ocurrido. Recuerdo que me acerqué a los servicios de la estación, donde nada más entrar rápidamente me mostré en el espejo, observando como me habían dejado esos mal nacidos, toda llena de semen reseco. Por los gritos de afuera adivine que los chicos habían llegado, por lo que sin demora alguna me asee como pude, para tras sacar del bolso un pañuelo, lo humedecí en los lavabos para introducirme en un de los baños.
Aunque tenia algo de frió, no tuve mas remedio de desnudarme me sentía sucia, quitándome el nudo del vestido lo deje caer a mis pies para continuar por quitarme las braguitas, quedándome totalmente desnuda y aunque fuera se escuchaba algo de ruido, estaba algo asustada por si algún incluso, pudiera entrar y poderse aprovechar del momento. Continuo comencé a limpiarme con el pañuelo húmedo, las manchas resecas de mi cuerpo, e incluso calmando mis doloridos orificios, mientras pensaba en llegar al hotel, darme un buen baño y poderme meter en la cama a descansar sí eso a descansar pues no estaba para nada más. Una vez salí de los servicios mi chico preocupado me comentó por lo ocurrido, pero siempre que lo deseará, para finalizar por comentarme que mientras estaba en los servicios habían aprovechado por alquilar un coche, por evitar lo ocurrido y de está manera no dejarnos sola en ningún momento.
Saliendo a la palestra Antón comentó que deseaba llegar al hotel, e organizar una cama redonda, pues comentaban que estaban muy calientes no solo por el viaje, que estaban dispuestos a destrozarnos. Recuerdo que les comenté que deseaba una cama, pero no precisamente para lo que pretendían sino todo lo contrario, para poder descansar. Por lo que os aseguro, que fue Silvia quién se llevó todas las ansias y las ganas de mis dos hombres, dejándola según ella satisfecha, aunque creo que no tanto como a mi. Bueno mi confesión ha llegado a su fin, ante todo debo deciros referente a los comentarios de mi forma de explicaros mis historias. que si mi escritura, no esta bien redactada, que apenas es legible, que tiene dificultad a la hora de leer o incluso que da mal sentido, a la hora de explicar los placeres obtenidos o sentidos.
Lo siento enormemente, pero intentare redactaros lo mejor que pueda mis experiencias, me cuesta a veces escribir todos mis sensaciones, pues el plasmarlas creo que es lo mas difícil. Espero que os haya gustado, si queréis que siga contaros me lo comentáis pues me gusta mucho recibir vuestros email. A aquellos que queráis contactar conmigo hacedlo a mí dirección de email: susanabix@hotmail.com.
O si queréis pasaros por mi blogs, aunque se que no esta actualizado, si os muestro con varias fotos: susanabix-misconfidencias.blogspot.com