Mis vacaciones

Por problemas económicos no pude ir con mis compañeros de gira de fin de curso a mis 18 años, mis padres me enviaron a la casa de mis tíos en otra provincia al campo en donde residían.

Mis Vacaciones

Por problemas económicos no pude ir con mis compañeros de gira de fin de curso a mis 18 años, mis padres me enviaron a la casa de mis tíos en otra provincia al campo en donde residían.

Fui en tren y en la estación me esperaba mi tío con uno de sus peones luego supe que era el encargado un tipo como de 30 años alto y moreno que tomo mi maleta como si fuera una pluma.

La tía me recibió muy contenta y se alegraba de tenerme allí con ellos, me preguntaron si sabia cabalgar así le ayudaba a Miringo a recorrer el campo. Les dije que no había tenido oportunidad de aprender pero que estaba dispuesto a hacerlo.

A la mañana siguiente luego de desayunar, me vino a buscar Miringo para enseñarme a cabalgar, pensé que habría dos caballos pero estaba tan solo estaba el animal de Miringo un dorado de un pelaje brillante.

Me ayudo a subir al caballo y luego se acomodo él detrás de mí y comenzamos a andar al trote rumbo al campo para controlar a los demás animales y controlar a los peones si estaban realizando las tareas encomendadas.

En el trayecto yo sentía que Miringo arrimaba su bulto a mis nalgas y por mas que trataba de ir un poco mas adelante no podía atento a que estaba el cogote del animal el no hacia ningún comentario y yo tampoco.

Luego de cabalgar unos minutos llegamos hasta un lugar donde había una especie de refugio de madera y paja esto es para cuando nos agarra la lluvia o cuando hace mucho calor nos sirve de descanso, me explico el moreno mientras se acomodaba el paquete que se le había desarrollado bastante al roce con mi culo.

Me pregunto si sabia nadar porque allí cerca había un brazo de un canal de riego donde se podía uno refrescar muy bien a la hora de la siesta y me invito a darnos un chapuzón luego de la comida.

Cuando emprendimos el regreso yo me hacia ilusiones con su pedazo detrás de mí, no voy a negar mi gusto por las vergas y esta parecía ser enorme y con el adicional de su dueño un moreno simpático y fuerte como Miringo.

Durante el regreso me volvió a apoyar con todo descaro y yo no intente retirarme todo lo contrario quería que se calentara bien. Te gusta mi verga? Asentí con mi cabeza pero también me da temor le dije parece muy grande.

No te preocupes que soy muy cuidadoso y yo me encargare de todo, dijo mientras me acariciaba el pecho y las piernas, estos días lo pasaremos muy bien me aseguró. Sus palabras me tranquilizaron y me pusieron ansioso por estar con él en la tarde.

A la hora de la siesta y con los trajes de baños nos dirigimos en un caballo cada uno hacia el lugar donde nos refrescaríamos. Ya dominaba a mi caballo con las riendas y sabia mantenerme arriba sin desequilibrarme.

Llegamos a un lugar parecido a un bosque con mucha vegetación y hacia el medio Coria el brazo de brazo de agua cristalina y no muy profunda porque sé hacia pie y a mí me llegaba a la cintura con las mochilas me indico Miringo que crucemos hacia el otro extremo, que allí había un lugar donde dejar las toallas.

Era un espacio lleno de tréboles y gramínea muy suave donde dejamos las mochilas con agua y algunas frutas que llevamos. Nos dimos un buen chapuzón y luego regresamos al lugar, allí mientras charlamos el se acariciaba su pija que fue creciendo paulatinamente.

Yo lo observaba de cómo al descuido y me sorprendió cuando se levanto su pelvis par quitar con rapidez su short dejar expuesta su tremenda tranca negra oscura y a continuación se la acariciaba y su cabeza oscura y morada relucía con las gotas de humedad que le salían del agujerito.

Me dijo que se la agarrara que no mordía, me acerque a su lado y la tome del tronco con mi mano izquierda y se la comencé a sobar era enorme le calcule mas de 20 centímetros de longitud por unos cinco o seis de grosor.

Si bien me inspiraba temor semejante verga a la vez unas ganas inmensas de llevármela a la boca me ganaba en mi interior la porfía. Miringo observaba como se la masajeaba sin duda él estaba anhelando mi caricia bucal.

Y en un movimiento sincronizado de abrir la boca y agacharme me trague su cabeza y él lanzo un gemido de placer y gusto lamí toda la superficie de la cabeza aterciopelada suave el tronco era rugoso y surcado de venas inflamadas. Luego me la trague hasta la mitad y ascendí apretando mis labios alrededor del grueso tronco.

La comencé a chupar subiendo y bajando mis labios y envolviendo con la lengua impregnando de saliva todo su pedazo me la sacaba de la boca y lamía toda su extensión hasta los huevos que se notaban duros y cargados de leche.

La verga cada vez se endurecía mas antes mis incesantes chupadas y lamidas y le salía mas liquido transparente que me devoraba con la punta de la lengua.

Hubo transmisión de pensamiento porque yo quería que me la pusiera y el también la quería colocar en mi culo entonces me detuvo. Mientras él buscaba en su bolsa la crema que había traído yo me quite el bañador y me ensalive el ojete con mi dedo medio preparándome para lo que sé venia que era mucho más grueso.

Desplegué la toalla sobre los tréboles y me coloque en cuatro esperando a Miringo con todo mi culo a su disposición el se agacho sobre mis nalgas y lamió mi raya de arriba abajo y besando mi hoyo impregnándolo de saliva con la punta de la lengua. Luego fue introduciendo dos y tres dedos haciendo la tarea de ablande para lo que sé venia.

Sin duda que sabia lo que hacia porque me comió bien el ojete y luego me puso la crema, me separo las piernas para ubicarse detrás de mí y apoyo la abultada cabeza en la entrada de mi culo. Respire profundamente cuando él empujo y sentí como abría mis carnes al penetrar fue lento pero doloroso por las dimensiones de la verga.

Miringo se detuvo para que me acostumbrara a su tamaño que no era fácil y cuando lo considero que me había distendido entro el tronco hasta mas o menos la mitad seguía doliendo porque me abría las paredes internas de mi pobre culo.

Él me sostenía por mis caderas y acercándose a mi oído y besando mi lóbulo acoto lo peor ya paso a la vez que empujo el resto de pija. Tenia toda era verga negra enorme metida en mi hoyo.

Muy suavemente comenzó a moverse y note como ahora ya no dolía como antes y me dispuse a gozar de la culeada que me comenzaba a dar ese hermoso ejemplar de macho.

Realmente me sentí su hembra, apoye mi rostro sobre la toalla y deje que hiciera de mi culo lo que le viniera en gana. El me gozo entrando y sacando su pija por completo y clavándome a fondo me culeo como jamás me habían culeado y allí supe que esas serian las mejores vacaciones que pase por mucho tiempo. Al estar así con el culo todo levantado el se acomodo como cabalgándome y podía enterrar su verga hasta hacer tope con sus huevos. Mi pija endurecida comenzó a largar la leche y mi macho hizo lo propio en mis entrañas con un largo gemido placentero, sentí la tibieza de sus chorros llenándome.

No la saco enseguida la dejo ablandarse dentro de mí y al retirarse la fresca brisa se introducía por el deformado agujero que me había dejado. Me levante despaciosamente y me chorreo toda la leche por las piernas, me introduje en el agua para refrescarme mi destrozado culo.

Un tanto más aliviado volvió a su lado, su verga reposaba sobre su muslo con restos de leche y me acosté a descansar acurrucado a su lado. Me desperté al sentir la punta de su pija entre mis nalgas, él me había ensalivado y pugnaba por entrar nuevamente en mi culo. Así acostado sobre mi lado izquierdo levanto mi pierna y acomodo su verga en mi ojete.

Ingreso despacio mi agujero ya dilatado por la culeada anterior lo recibía sin tantas molestias llenando mis entrañas con su dureza, luego bajo mi pierna y comenzó a moverse a la vez que yo hacia mi culo hacia atrás en busca de la ahondar la penetración. El roce de su ariete me llenaba de placer ahora estaba disfrutando a pleno de la penetración.

Así por espacio de varios minutos estuvo moviéndose dentro de mí, luego me pidió que me sentara sobre él, sin despegarnos me tomo de la cintura y me giro encima de él y apoyándome con mis manos sobre sus muslos en cuclillas comencé a subir y bajar de su verga.

La tenia ante sus ojos el espectáculo de mi culo que engullía su pedazo de carne hasta chocar con sus pelos ensortijados y levantarme hasta casi dejarla salir, pero sin que ello ocurra volvía a bajar tragando todo su choto nuevamente.

Cuando sentí mis piernas cansadas las estire un tanto hacia delante y me apoye con las manos a los costados del cuerpo de Miringo, para seguir gozando de su pija hasta que me alerto que estaba pronto a terminar, me salí y me acomode mientras le hacia la paja a recibir en la boca su leche.

Se derramo en mi boca en buena cantidad de espesa y tibia crema que degusté a medida que salía de su pija y tragaba para no perder nada de su eyaculación. Al concluir él me palmeo la cola muy feliz y contento por lo bien que lo habíamos pasado. Le acote que también lo disfrute dándole un ultimo beso en la cabeza de la verga reluciente por mis lamidas.

Emprendimos el regreso y tuve que venir sin apoyar mi agujero sobre la montura del caballo por el ajetreo de los dos polvos echados y mi hoyo se sentía al rojo vivo.

Esta historia continuara porque fueron dos semanas las que pase allí en el campo y las disfrute a pleno.

Espero me hagan llegar sus comentarios.