Mis tres hombres
Después de estar cada vez mas muerta en vida, mis tres hombres, me hacen revivir y amarles mas
Hola mis amores, no les pude cumplir la semana pasada con la continuacion prometida, pero hoy les dejo dos relatos esperando poder subir esa y otras continuaciones durante esta semana.
Después de una disputa emocional trate de buscar algo que me hiciera pensar que mis actos no eran tan malos como yo pensaba o, mejor dicho, como la sociedad me hacía pensar que lo era.
Mi nombre es Dulce y como mi nombre lo dice a mis 38 años me considero una mujer apetecible a los hombres de todas las edades, pues gracias al ejercicio y a dietas me mantengo con un buen cuerpo.
Mi vida está conformada por tres hombres y una hermosa niña, mi esposo de 38 años a quien le entregue mi virginidad a la edad de 18 años, mi hijo Jorge de 20 años quien me salió muy protector, mi hijo Érick de 18 años quien es muy platicador y mi hija Denise de 15 años quien es un primor de niña.
Todo iba muy bien en mi familia, éramos aquella familia modelo que podía dar consejos de como alcanzar la felicidad y esas cosas aun que como en todo no faltaba alguna cosa que llegara molestar, pero nada que no se pudiera solucionar, hasta que en mi entro un poco de monotonía, deje de verle sentido a la vida yo sabía que amaba a mis hijos y a mi esposo, sabía que iba al trabajo para darles un nivel económico aceptable y no les faltara nada al igual que hacia mi esposo, pero ya todo era tan repetitivo que me sentía enloquecer, aunado a esto cada vez más me daba cuenta que me encantaba el sexo de sobre manera cosa que de la misma manera cada vez más me faltaba en casa.
Así paso tiempo, recordándome cada mañana que me tenía que levantar de la cama para ir a trabajar, por amor a mis hijos y a mi esposo, que tenía que resignarme a quedar cada vez más lejos del orgasmo por no faltar al amor que sentía hacia mi esposo.
En una ocasión como en otras tantas en la que nos notificaron en la oficina de algunas tareas extras para el día siguiente por tanto saldríamos más tarde.
Avise a mis hijos y esposo para que ellos cenaran y a su vez para que me asomaran en cuanto yo llegara, pues resulto que la carga de trabajo no llego como se esperaba, para esto no falto el compañero que empezara a organizar ir de fiesta a un bar, antro o a cualquier otro lugar aprovechando que nuestras familias nos esperaban más tarde. para esto en mi mente parecía buena idea ir a divertirme y salir de esa estúpida monotonía de ir del trabajo a casa y de la casa al trabajo así que yo fui una de las que dijo si al plan.
Fuimos a un antro, ya que queríamos bailar, (para estar sentada mejor en mi casa, es más barato), estuvimos cerca de una o dos horas en las que bebíamos al tiempo que bailábamos, mis pantys se empezaron a mojar y la idea de que alguien me complaciera entraba a mi mente como el oxígeno a mis pulmones, así que empecé a bailar descaradamente a mis compañeros de trabajo y a cualquier hombre que pasara junto a mí, hasta que alguno se animó a invitarme a ir a un motel, íbamos a la salida cuando siento que me jalan del brazo derecho.
Solo alcance a ver fugazmente la cara de mi hijo Jorge cuando nuevamente me vuelven a jalar del brazo izquierdo, era el tipo que me llevaba al motel, nuevamente mi hijo me jala hacia él, siento otra mano en mi brazo derecho y un segundo tirón, en frente de mi veo pasar la pierna de mi hijo Jorge impactando su pie en el estómago de aquel tipo, del segundo tirón Erick me abraza unos instantes pero rápidamente me empuja hacia atrás de él y mientras Jorge empuja al tipo hacia Erick, Erick lo recibe con otra patada al estómago haciéndolo inclinar la cabeza hacia el frente impactando su cara con la rodilla de Erick.
Al final de todo aquel tipo quedo hecho bolita en el piso y a mí, mis hijos me llevan a jalones a el coche que comparten para su uso, del coraje y de lo mareada que estaba no me percate de que Jorge estaba sangrando de la nariz hasta que su hermano ya dentro del coche le trataba de contener la hemorragia con papel higiénico, al irnos del lugar, mis hijos gritándome a la cara lo puta que era me pedían decidir, ser yo quien le digiera a mi esposo o ellos lo harían, a la vez que también se debatían si era prudente ya que causarían dolor a su padre, no sabía cómo defenderme, nunca había visto a mis hijos tan enojados ni siquiera me pudo haber pasado por la cabeza que mis hijos pudieran golpear a alguien tan brutalmente, al no contestar decidieron llevarme a casa y pasar por la inquisición de su padre, de ellos y de mi hija.
Al llegar a casa, mis hijos empezaron a gritar a su padre desde la sala.
- Que pasa por que tantos gritos.
al verme dice sorprendido.
- Que sucedió, que, por que vienes así mi amor. Que sucedió, pero, por que Jorge viene golpeado. porque tienen agarrada así a su mamá.
Erick pregunta por su hermana y su padre menciona que había pedido permiso para irse a pasar la noche con una de sus primas, de los ojos de ambos hermanos empiezan a brotar lágrimas al igual que de los míos y de los de mi esposo, con ojos de rabia Jorge me mira a la vez que dice.
- Encontramos a esta en el antro, con otro, con un hijo de puta que si lo dejamos muerto mejor.
No supe que me dolió más, oír a mi hijo desear haber matado a alguien, el odio con el que me miraban o ver mi vida derrumbarse ante mí por buscar que me cogiera un desconocido, mi esposo con aun más lágrimas en los ojos me preguntaba por qué, una y otra vez, me preguntaba que me había hecho falta, en que me había fallado, mi respuesta para mí misma, realmente nada.
Poco a poco pude abrir los labios y articular palabras que entre sollozos pedía perdón a la vez que les decía que me estaba muriendo en vida en una vida rutinaria, en una vida lejana de lo que yo era, una mujer alegre, divertida a la vez que el sexo que me daba mi esposo, el rico sexo que alguna vez me estremeció ahora lo sentía poco y cada vez menos, mencione mil pruebas que pudieran comprobar que nunca había sido infiel, que afortunadamente para mí, mis hijos aparecieron en el momento propicio.
La voz inquisidora de Jorge apareció, diciendo "si fuera el caso, como confiar que no sería infiel en el futuro", nuevamente sugerí mil cosas para conseguir el perdón de mis hijos y de mi esposo, aunque este último no me era muy necesaria desde la perspectiva de mis necesidades sexuales me era más satisfactoria el no obtenerla y así dar rienda suelta a mis placeres, aun así, lo amaba y le necesitaba.
El silencio en la casa se hiso presente, de momento Jorge nos ve intermitentemente a su padre y a mí, y pregunta a mi esposo si me amaba, a lo que el casi no creyendo la pregunta le dice que era su vida.
Les pide ir a la cocina a hablar los tres, no sin antes echar llave a la puerta, de la cocina solo escucho un pequeño grito de mi esposo y de Erick diciendo “¿Qué? ¿pero tú estás loco?” al poco rato los veo regresar y Jorge pregunta que estaría dispuesta hacer por el perdón de los tres a lo que considero mis posibilidades, que no me importe en nada lo que ellos dijeran, ¿y andar de cama en cama? ¿con hombres a los que lo único que iban a querer de mi iba ser mi vagina y en cuanto se corrieran, un, ni te conozco? ¿Cuánto iba durar mi calentura y después, a estar sola como un vil perro?
- A lo que ustedes quieran mi amor, ustedes son los únicos hombres de mi vida.
- Me alegra que pienses así.
Mi marido tomando la palabra dice
- No soportaría perderte, y Jorge nos ha hecho ver que…. (con una pequeña sonrisa), quisa fui tan bueno como hombre que te hice ninfómana y por eso tu apetito sexual hiperactivo y sabemos que no serás feliz solo con lo que yo te pueda dar, así que con los únicos que estoy dispuesto compartirte, es con mis hijos, como tú lo dijiste, los tres somos los hombres de tu vida y en estos momentos nuestros hijos nos van a apoyar de esta manera.
Mi mente no daba crédito a lo que acababa de oír, primero me horrorice al escuchar aquella oferta, después empecé a notar como me mojaba y al final en mis adentros me decía “es lo mejor” iban a ser tres vergas solo para mí, a mi disposición para complacerme y sin tener que esconderme, ya me veía, en una escena porno, yo de rodillas y ellos con sus vergas rodeándome dispuestos a penetrar, mi boca, mi ano y mi vagina.
Rápidamente me puse de pie, y alcance a mi esposo besando su boca.
- Gracias mi amor y claro que sí, ustedes son mi vida, mis hombres y desde hoy mis machos.
Esta última palabra inconscientemente la dije y al finalizarla ni yo me reconocía, pero me alegraba de decírsela a ellos y no a alguien más.
- Esto va a ser raro wey.
Decía Erick a Jorge, mi entras este le respondía
- Si, pero lo prefiero a que alguien más se la coja, mejor nosotros a que alguien más se la lleve a la cama ¿no crees?
Al tiempo en que mi marido y yo ya estábamos desnudándonos, al darse cuenta de esto mis hijos empezaban a hacer lo mismo y cada uno se situó a ambos lados de mí, mi esposo ya estando completamente desnudo, se sentó en el sillón como ya era su costumbre pero inmediatamente se volvió a levantar dejándome a mi sentarme, se arrodillo ante mí y empezó a comerme la conchita mientras tanto Jorge me comía a besos la boca y con una mano masajeaba la teta izquierda, Erick por su parte me mamaba la teta derecha, me tenía alucinada la escena que miraba.
De un momento a otro, Erick y Jorge cambiaron sus lugares y ahora era Jorge quien me mamaba la teta izquierda y Erick me comía la boca a punta de besos, besos que callaron los gritos causados por el orgasmo que la lengua de mi esposo me regalaba, por inercia mi mano derecha tomo sus cabellos y mis ojos se cerraban abandonándome al placer que mis tres hombres me proporcionaban.
Erick no aguanto mas y llevo de una ves por todas su dura, larga y gruesa verga a mi boca, era la primera vez que hacia una mamada pues, aunque mi esposo me hacia gozar nunca salimos de la posición del misionero, ¡Dios! Por primera vez después de muchos años volvía ver los penes de mis hijos y me daba cuenta de que habían recibido buena herencia genética pues nunca pude quejarme de mi esposo, bueno a decir verdad las primeras veces si, pues al ser la primera que entraba en mi me lastimaba, pero también me hacía gozar como loca.
Jorge seguía comiendo mis pechos, pero también cada milímetro de mi torso era territorio para que el lo explorara en lamidas, besos y extraños movimientos con la lengua y labios que me hacían disfrutar de cada roce.
Mi esposo como amo y señor de la casa fue el primero en disfrutar de mi vagina ya lubricada como nunca, supongo que uno de los principales errores de el es que aun que lo hacia magistralmente solo sabia penetrarme la vagina, pero a diferencia de ocasiones pasadas o de los últimos meses es que ahora se tomaba su tiempo supongo, para retrasar su eyaculación.
Ahí estaba yo por momentos pensando lo estúpida que fui al buscar afuera lo que tenia en casa demás, de no a ver sido por mis hijos jamás hubiera disfrutado ya de dos orgasmos en los que mi marido mayormente había sido culpable y aun faltaban los que mis hijos me regalaran.
Después de varios minutos en la misma posición en los que yo estaba de orgasmo en orgasmo pude escuchar la respiración agitada de mi marido, aviso inequívoco de que se iba a correr, pero a diferencia de lo habitual ahora la saco rápido de mi vagina acercándose a mi cabeza, Erick entendiendo lo que eso significaba se hiso aun lado y mi marido me inserto la verga en mi boca por primera vez y eyaculo dentro, fue una sensación de asco hasta cierto punto, placer y como sí saboreara un manjar hecho de una sustancia lechosa.
Después de ocuparme de dejar limpia la verga de mi marido Erick iba a ocupar su lugar entre mis piernas, pero Jorge se le adelanto.
- ¡No mamen! No se como decirte, má puedes ponerte en cuatro.
La petición de mi hijo me desoriento un poco pues nunca había recibido esa orden o petición de parte de mi marido.
- Para las nalgas, siempre me han gustado tus hermosas nalgas y quiero hacértelo por atrás.
Al oír esto me estremecí pues por lo que ya mencioné se imaginaran que aun era virgen de mi culito.
- Pero hijo, aun soy virgen de… ahí.
- Pues con permiso de Erick y de mi padre, lo estreno yo ¿no?
- No wey, ¿por qué tu?
- Pues soy el mayor we creo que me toca.
- No creo que sea justo.
- Bueno Erick, tu padre me estreno la vagina y tu la boca, creo que si es Justo que tu hermano estrene algo ¿no crees?
Con cara de resignación Erick siguió comiéndome los pechos mientras, yo intentaba volver a dar vida a la verga de mi esposo con mi boquita, Jorge con cara dudosa se agacha ante mi culito, pero sin mas miramientos me empieza a comer la vulva y mi pequeño agujerito anal, nuevamente ¡Dios! Que rico sentía esa lengua juguetear ahí atrás haciendo énfasis en querer introducirse en mi culito inmaculado, después de los preámbulos previos a la penetración para dilatarme el culito, Jorge fue ejerciendo presión para desvirgarme el ano, después de que 20cm de verga o mas estaban dentro de mi cavidad anal Jorge espero algunos minutos hasta que le pedí que empezara acoger mi culito y así lo hiso.
La verga de mi marido tardo en volver a reaccionar y Erick quiso entrar más en acción, en ese momento me enfrente a la disputa mas grande de mi vida, ¿Cómo era posible que mis propios hijos me estuvieran practicando el sexo? quizá igual de importante ¿Cómo era posible que mi marido estuviera de acuerdo?
La respuesta no tardó mucho en llegar pues la respuesta era simple y yo ya la había dicho ellos eran los amores de mi vida ¿Por qué le debía de entregar mi cuerpo a cualquier mierda, si tenía a mis propios hombres?
Entonces escuche la petición de Erick.
- Déjame sentar wey a ti ya te toco meter, y yo también quiero agujerito de nuestra rica mamacita.
Jorge se separó del sillón y yo enfrente de el me senté entre las piernas de Erick dejándome clavar por la verga del más pequeño de mis hijos.
Tenia a mi esposo en mi boca, a mi hijo Jorge en el culo y a mi hijo Erick en mi vagina. Era mas de lo que tenia en mis perspectivas, pero me alegraba que fuera así, me alegraba de sobremanera que mis machos me tuvieran empalada, así estuvimos durante varios minutos en los que estuve en la gloria y esa sensación aumento cuando uno a uno me regalaron su elixir llenándome de su leche.
Estaba exhausta a pesar de que prácticamente ellos hicieron todo, aun así, Jorge todavía me relleno mas la conchita y Erick no se perdió de encularme, mi marido sin aliento descanso en uno de los sofás con la promesa de actuar más la próxima sesión familiar.
Después de dejarme desmadejada mi esposo me tomo en brazos, volteo a mis hijos y les menciono.
- Recuerden que es mi esposa y esta primera noche se queda conmigo
El acuerdo fue que cada noche yo dormiría en cama diferente, mi esposo, Jorge y Erick así en ese orden, de esta manera aun que uno llegara cansado yo tendría mi conchita llena de leche todos los días, aunque a veces a uno le tocaba darme doble o triple ración según mi apetito sexual, de igual otra de las condiciones para conseguir el perdón familiar es que yo dejara mi trabajo y según el día que le tocara a uno de los tres a él le tocaba actuar como si fuera mi pareja y de alguna manera lo eran, eran mis hijos, mis novios, mis amantes, eran mis machos y yo su puta, la hembra que les necesitaba.