Mis Rituales de Castigo Preferidos.

Carta de una Amante Hija, de 18 Años, a su Adorado Papa.

Al principio de todo Castigo es importante para mí que mi Papá se siente conmigo y me sostenga sobre sus rodillas, abrazándome con sus fuertes brazos, mientras hablamos sobre:

  • Qué es lo que he hecho mal.

  • Por qué he hecho lo que he hecho.

  • Por qué mis acciones han sido erróneas y malas.

  • Recordarme las Reglas que he roto, recriminándome por haberlo hecho y explicarme porque debe reforzarla castigándome con Dureza, Crueldad y Amor.

¡Cómo debe ser!

  • Qué vamos a hacer en el futuro, tanto él como yo, para evitar mi mal comportamiento.

  • Cuál va a ser mi Castigo.

Después de una agradable, y larga charla, es importante que Papá me diga cual van a ser los Instrumentos de Castigo, que va a usar en mí, para que yo vaya a recogerlos y traérselos. Después de recoger los Instrumentos de Castigo, Papá los pondrá sobre la cama, o sobre la mesa, para su inmediato uso.

Estos Instrumentos de Castigo podrían ser:

  • Un Cepillo para el Pelo. De Madera. ¡Nada mejor para recordar los bellos momentos de la Infancia! ¡Una nunca es demasiado mayor para probar el Cepillo con ganas!

  • Una Paleta Pequeña. De Madera. Redonda, Cuadrada o Rectangular. Con o Sin Agujeros.

  • Una Paleta Grande. Rectangular. Con Agujeros. Y por supuesto de Madera.

  • Su Cinturón. Me encanta ver como se lo saca de sus pantalones, oír como restalla en el aire y la sensación del Cuero sobre mi Lindo Trasero Desnudo. Además, si me he portado realmente mal, él puede usar la Hebilla para enseñarme porque no debo volver a hacerlo nunca más.

  • Una Correa. De Cuero por supuesto. De una Banda o partida en dos. Doblada o Recta. Es perfecta para hacerme gritar y chillar como la Cerda y Marrana que soy. ¡Me encanta sentirla en mi Trasero!

  • Una Vara. De Madera. Para esos momentos en los que me he portado realmente Mal

  • O cualquier otra cosa que desee Papá utilizar conmigo. Como por ejemplo, el Látigo.

A continuación Papá debería desnudarme o pedirme a mí que lo haga poco a poco. Para mí es importante que Papá sea el que me desnude. Es mucho más intimo para mí y así refuerza su poder sobre mi persona y mi Lindo Cuerpo Desnudo. Es verdad que podría optar por dejarme vestida y que yo me vaya desnudando poco a poco, según el Castigo se vaya desarrollando, ya que así es mucho más excitante, pero yo prefiero que me suba la falda y me baje las bragas, o me las arranque y las tire por ahí, desde un principio y personalmente. Papá también me podía vestir, o exigir que me vista yo, con un Humillante vestido de Castigo. Como ya he dicho yo personalmente prefiero quedarme vestida y que Papá sea el que me quite la ropa, poco a poco o del tirón, dejando al descubierto mi Lindo Trasero Desnudo. Mi desnudez hace que me concentre en mi Lindo Trasero Desnudo y en el dolor y el picor que pronto sentiré en él. La desnudez también hace que el Castigo sea más realista y yo me sienta como una niña pequeña. Que es como me comporto cuando mi Adorado Padre tiene que Castigarme para recordarme que tengo que portarme bien y no romper las Reglas que me ha impuesto por mi propio bien, el suyo y el de nuestra relación.

Después de que Papá se ha ocupado de toda mi ropa es importante para mí que él me recuerde mis Reglas de Comportamiento para el Castigo. Este recordatorio puede hacerlo con mi ropa guardada o a la vista, de pie o sentada, pero siempre debo estar a su vista enseñándole mi desnudez, sin cubrirme en absoluto, prestando atención a todo lo que me diga u ordene.

Algunas Reglas de Comportamiento en el Castigo que puede dictarme mi Padre pueden ser:

  • No debo poner mis manos hacia atrás ni usarlas para cubrir mi Trasero de los Azotes.

Él puede esposarme o atarme para impedir que lo haga de todas formas.

  • No debo patear o retorcerme. Él me puede poner en un caballete, cepo o cualquier otra sujeción que él considere necesaria para impedir que lo haga.

  • No debo gritar en excesivo. Él puede ponerme una Mordaza si lo considera necesario.

  • No debo decir Palabrotas. Cualquier Palabrota que diga me costara cinco golpes adicionales mas, con el Instrumento de Azote con el que me este calentado el Trasero mi Papa, como Castigo Adicional. ¡Así aprenderé a no ser tan malhablada! Papa puede usar el Jabón a discreción.

  • No debo frotarme el Trasero después de los Azotes recibidos. ¡Si lo hago Papa deberá volver a empezar a azotarme desde el principio! Como él suele decirme siempre ¡Las Manos Quietas!

  • Deberé, siempre que él me lo ordene, contar los golpes en Voz Alta y Clara, dando las Gracias.

Si me equivoco u omito alguno Golpe él volverá a empezar la cuenta desde el principio.

El siguiente paso será que Papa me ordene ponerme en la posición adecuada para recibir mi Castigo. Papá me dará instrucciones de la posición que voy a poner para ser Castigada, ya sea ponerme sobre sus rodillas, o inclinada con las manos sobre la mesa, o silla, o cualquier otra posición que considere mi Papa que es la perfecta para Azotarme. Papá no debería tener que forzarme a ponerme en esta posición. Tengo que cumplir inmediatamente sus peticiones sin quejas ni lloriqueo. No debería protestar y debo Obedecerle inmediatamente. Al seguir, con diligencia, las órdenes de Papá, le muestro que acepto mi castigo y su necesidad de corregirme y disciplinarme.

Cuando Papá me tiene en la posición solicitada y preparada, yo sé lo que me va a ocurrir a continuación. Él me va a Azotar hasta que esté verdaderamente arrepentida de lo que he hecho.

Yo sé que debo esperar que mi Castigo sea Duro, Largo y Doloroso. Sé que durante el tiempo que me este Azotando he de permanecer quieta, atenta y confiar en que Papá me va a dar lo que me merezco. Ni más ni menos. Él será Justo conmigo en todo momento. Siempre debo recordar todas mis Reglas de Comportamiento en el Castigo. Si me las salto se lo debo decir a Papa, inmediatamente, para que me corrija y me dé golpes adicionales por mi Mal Comportamiento.

Si no lo hago, y Papa se da cuenta, podrá añadirme Castigos Adicionales una vez acabe conmigo. También entiendo que Papá puede elegir Castigarme de cualquier manera que se le ocurra después de Azotarme para así reforzar su posición de superioridad hacia mí. ¡Es lo que me merezco!

Alguno de estos Castigos Adicionales podían ser:

  • Practicarme Enemas a Discreción.

  • Obligarme a ponerme unos Pañales como si yo fuera un Bebe.

  • Disciplinarme Analmente e incluso Sodomizarme si le apetece.

  • Mandarme a la Esquina para que reflexione sobre mi Comportamiento. Papa siempre me mandara a la Esquina entre Ronda y Ronda de Castigo para que vaya pensando en lo que aun me espera. Normalmente deberé esperar en la Esquina arrodillada, con las manos en la cabeza, mirando a la pared y enseñando mi Lindo Trasero Desnudo, lleno de golpes y marcas, a mi Adorado Papa. Debo estar calladita y quietecita. Si me muevo, o hablo, Papa me puede dar Azotes Adicionales. Si me he portado muy Mal, Papa puede considerar que debo apoyar mis rodillas sobre una Plataforma de Madera con Triángulos para que estos se claven en mis piernas y así aprenda la lección. [Ver Foto]

  • Darme Azotes Adicionales. Normalmente con una Vara sobre mi Lindo Trasero Desnudo. En este caso la Posición estará Determinada y será la siguiente: Totalmente desnuda, con mis manos en mis Tobillos y mi Lindo Trasero Desnudo todo lo alto y elevado que lo pueda poner. [Ver Foto]

  • O cualquier otro Castigo que Papá considere que es apropiado y que me merezca.

Después de mi Castigo finalice totalmente, sé que Papá se ocupara de mí convenientemente.

Él hablara conmigo de mi comportamiento durante mis Azotes y me dirá si me he portado bien o no. Si no me he portado bien yo entiendo que Papa deba castigarme desde el principio o darme Azotes Adicionales. Si me he portado bien también puede darme Castigos Adicionales, como mandarme  la Cama sin Cenar, encerrarme en mi habitación o cualquiera de los arriba mencionados.

Entiendo que mi Papá decida darme Azotes de Recordatorio para mantenerme Controlada y Disciplinada en todo momento, ya sea por la mañana o por la noche. Yo prefiero recibir mis Azotes de Recordatorio tanto por la mañana como por la noche. Y sé que a mi Papa le gusta hacerlo así.

Los Azotes de Recordatorio me ayudan a:

  • Permanecer centrada, atenta y dispuesta en todo momento y lugar.

  • Mantener mi Posición de Adoración respecto hacia mi Querido Papa.

  • Mantener el debido respeto hacia mi Adorado Papá.

  • Mejorar mi Comportamiento y esforzarme cada día a mejorarlo aun más.

  • Recordar el Amor que siente mi Papá hacia mí.

  • Recordar las Reglas, que mi Papa me ha impuesto, y por qué no debo romperlas.

  • Centrarme en lo que necesito hacer, lo que debo hacer y cuando debo hacerlo.

  • Demorarme menos en mis tareas y hacer todo lo que me mandan con Obediencia y Diligencia.

  • Mantener mi Mala Actitud bajo control.

  • Sentirme Sumisa, Obediente, Disciplinada y Necesaria.

  • Sentirme Agradecida y Agradable a mi Adorado Papá.

Por supuesto, además de la Obediencia y la Disciplina, Papa podrá abusar de mí, y de mi Lindo Cuerpo Desnudo, como desee. Yo sé que una de las cosas que más le gusta a mi Papa es que se la chupe, hasta que vacié sus huevos en la garganta de su Linda Hija, y ver cómo me lo trago todo.

Si no hago bien, esta tarea, espero que mi Papa me castigue duramente como me merezco.

Y estas son todos Mis Rituales de Castigo Preferidos a la hora de ser Castigada por mi Papa.

Como él me ha ordenado he escrito esta Carta para que él pueda leerla y así conocer mis pensamientos para poder Disciplinarme y Educarme mejor. Esperando que esta Carta te encuentre con muchas ganas de enseñarme una buena lección se despide de ti tu Amada Hija que te quiere.

P.D.: ¡Papa, estoy totalmente desnuda sobre la Cama con mi Lindo Trasero Desnudo Rojo y Lleno de Marcas! ¡Me muero de ganas de que vengas aquí y me enseñes una buena Lección! ¡Por favor, perdóname por mi mal comportamiento y no me vuelvas a obligar a escribir algo así! ¡Lo odio!

¡Yo prefiero mil veces ser azotada por ti, que escribir estas cursiladas! ¡Así que ven ahora mismo y hazme lamentar el Día que he nacido, mi Amado Amo y Señor, mi Queridísimo Papa!