Mis primos del alma.

História de relatos de lo que me sucede con mis primos mayores.

Es mi primero relato, no es muy largo, pero espero que os guste. Todo lo que pone en mis relatos es cierto.

Era por la mañana, hacia un calor sofocante, de estos que ya te despiertas sudando... Era junio, 28 de junio, mi cumpleaños, catorce años ya, que rápido pasa todo... Me levanté de la cama, cogí un bombacho gris, un slip lila, y una camiseta rosa de Ramones, fui al baño, y me duché.

A la hora de comer mis padres me felicitaron y me dieron de regalo dos billetes de avión para Londres, para ir en diciembre, en navidades, dicen que es precioso. Me encantó el regalo, le di las gracias, les abracé, besé, y de todo. Cuando terminé de comer, sonó el timbre de casa:

  • Javi, soy Alfredo, bajas para ir a montar en bicicleta o dar una vuelta?

Era mi primo, Alfredo, alto, moreno, pelo negro, cresta, delgado, pero con músculos, tableta, ojos castaños, un chico de 16 años muy bien puesto.

  • Eh, si, ahora bajo, espero que...- le dije un poco picarón, por si sabia que era mi cumpleaños.

  • ¿Qué?

  • Ahora bajo, espera-. Ni cuenta se daba...

Me calcé con unos Supras blancos, y bajé a la calle, y le vi, iba con un pitillo negro, unos Adidas negros, y una camiseta de Converse blanca.

  • ¡¡ Hula !! - le dije sonriendo.

  • ¡Hola! ¿Hace cuánto tiempo que no te veo? ¿Tres meses?

  • Si, por ahí, pero por nuestra culpa, que ni nos llamamos ni nada... Bueno, ¿damos una vuelta o qué?

  • Si, si, vamos por ahí abajo, que hay como un parqu

Fuimos andando por una cuesta, yo no sabía a donde ibamos, y eso que vivo en ese barrio... Yo le seguía, hasta que lleguemos a unos edificios, y nos metimos en un portal, fuera, en la calle, pero en el portal ¿me explico? Sacó un cigarro y se lo empezó a fumar, yo me senté en el suelo, y mi espalda pegada a la pared, y Alfredo hizo igual, pero enfrente mía.

  • No le digas a nadie que fumo, que sino mis padres me matan- me dijo sonriendo

  • Jajaja, tranquilo, ¡¡pero ya tienes e-dad!! para fumar... Pero bueno- le dije guiñando le un ojo.

De la nada, se hizo el silencio, y Alfredo se fue acercando ami, yo me puse nervioso, miré hacia el suelo, y él me cogió del mentón, me levantó la mirada, y nos empecemos a liar, cerré los ojos, y esos 8 segundos fueron eternos... Nos "despeguemos", yo me levanté, me sacuí con las manos el culo, por si lo tenia sucio del suelo, y dije:

  • Ejem... Em.. ¿Nos podemos ir por favor?

  • (...) ¿Eh? Si, si, te acompaño a tu casa.

¿Qué había pasado, nos habíamos besado? ¡La ostia! Si es mi primo de toda la vida, que nos conocemos desde pequeñitos, que cuando nací, a los días él me empujó por las escaleras, el que... buf, Alfredo y yo liandonos, dios..

Empecemos a caminar, yo iba "rápido", iba delante de él, hasta que lleguemos a mi casa, peté al timbre, y me metí en casa, no nos despedimos ni nada. Al entrar en casa fui directamente hacia mi habitación, y pensé en lo que había pasado: yo no soy gay, ni Alfredo tampoco, Alfredo se tira todo lo que se menea, todo, menos lo que tiene pene... Yo soy de esa gente que es muy... ¿cómo decirlo? ¿histérica? Que si me pasa algo fuerte, que le estoy dando al coco todo el santo día, bueno, y así hice...

  • ¡Javi, tu padre y yo vamos a salir a cenar, como no queríamos que te quedases solo llamemos a Alfredo para que te hiciese compañía, y aceptó encantado!

¡¿WTF?!

  • ¿Cómo que os vais de cena? Es mi cumpleaños, ¿no puedo ir con vosotros?- dije un poco triste, pero bastante nervioso, hasta saltando lo dije...

  • Ya sé hijo, pero es que hace mucho tiempo que tu padre y yo no nos tomamos un tiempo para mirarnos a nosotros mismos... Lo siento. Para cenar ya se encarga Alfredo, no te preocupes- me dijo mi madre

  • Ya, bueno, pues vale... Y gracias otra vez por los billetes- y le di un abrazo

Mis padres se fueron, y me quedé solo en casa, pero a los 10 minutos sonó el timbre, (¿os dije que mis tíos y Alfredo viven a la vuelta de la esquina?) ya sabia que era él, así que no hablé por el "telefonillo" y abrí sin más. Fui a abrir la puerta, y corriendo me fui al salón, puse la televisión y me hice el loco. Escuché un portazo, Alfredo ya estaba en casa. Escuchaba las pisadas, y giré la cabeza, y le vi en la entrada del salón, y no le dije nada, volví a hacerle caso a la televisión:

  • Eh... Hola- dijo Alfredo en bajo.

  • Eh...- le dediqué mi súper saludo.

Se sentó en la otra punta del sillón, el sillón del salón es en "L", pero el pie de la "L" está mirando hacia la izquierda. Yo estaba en la "cabeza" de la "L" y él en la otra esquina. Nos dispusimos a ver la tele, hasta que dijo:

  • Javi, yo tengo hambre, ¿pedimos una pizza?- dijo Alfredo en tono normal...

  • Si, vale- dije. Yo me disponía a contestar contestaciones cortas y frases cortas.

  • ¿De qué quieres la pizza?

  • Decide tú, me da igual.

  • No, es tu cumple, di tú, aunque no sea mucho pedir como quieres una pizza...

Me reí un poco, y dije:

  • Así que te acordabas... Bueno, la clásica, jamón york y queso.

  • Vale.

Llamó y pidió la pizza, dio el número, la dirección y como quería, yo, la pizza.

  • Dentro de poco nos la traen.

Pasaron como unos 15 minutos desde que llamó, pero enseguida timbraron al timbre, era el pizzero, abrió la puerta Alfredo, le pagó, y cerró la puerta. Vino con la pizza al salón, era una pizza de estas familiares, enorme, abrió la tapa de donde estaba metida la pizza, la cortó en trozos y empecemos a cenar, yo me comí 2 trozos, se me había cerrado el estómago. Alfredo se la comió toda, y cuando le dio el último bocado a su último trozo, a los 30 segundos dijo:

  • Haber, tu y yo siempre nos hemos llevado muy bien, y por culpa de lo que pasó por la tarde no lo vamos a estropear, y te quiero decir una cosa... hace como 4 meses o así que me has empezado a gustar, solo que no quería decir nada; en las cenas familiares, cuando quedábamos tu y yo, cuando nos veíamos de vez en cuando por la calle, cuando uno se quedaba en casa del otro, cuando yo te tocaba el culo en plan coña... Todo eso es lo que me hizo sentir algo por ti, y digamos que tu probocas... Y por eso hace 3 meses que no te hablaba porque tenia miedo de hacer una tontería como la de hoy- dijo Alfredo muy relajadamente.

  • ¿Eh? ¿Enserio? ¿Pero cómo se hace eso? Y perdón, pero ¿cómo voy a probocar en cenas familiares, o cuando tu y yo estamos juntos? Estas loco...

No dijo nada, se levantó del sillón, vino hacia ami, y se tiró encima mía, esos 70 kilos y esos músculos me estaban aplastando contra el sillón.

  • ¡Joder, quita!- dije gritando, pero no muy alto.

  • Suuuuuuuuuuh...- me puso el dedo índice de la mano derecha aposado encima de mis labios. Me entró como un escalofrío por todo mi cuerpo, y nos fuimos acercando poco a poco, y nos volvimos a liar. Me cogió por los hombros, y me llevó hasta mi habitación, me tiró a la cama, y él se tiró también, nos empecemos a besar otra vez, solo besos, pero Alfredo ya empezó a meter su lengua. Me fue desnudando poco a poco, me quitó los zapatos, los calcetines, el bombacho y la camiseta. Yo estaba tirado en la cama, mirando todo lo que hacía, como me quitaba la ropa, a mi no me paraba de venir escalofríos. Ahora yo a él le empecé a desnudar, le fui quitando la camiseta, le vi esos abdominales duros, luego le quité los tenis y los calcetines, de repente me empujó para que me acostase en la cama, y se puso encima mía, y nos fundimos en otro beso... Nos tiremos un buen rato. Mi cama es de matrimonio, y está pegada contra la pared del lado derecho, y la cabecera también está pegada a la pared. Me levanté, y le empujé contra la pared, cruzó las piernas en plan "monje" y su espalda pegada a la pared, y aún encima de la cama, entonces me puse encima de él rodeando le con mis piernas la cintura, y le fui besando: las ojeras, una a una, el cuello, el pecho, los abdominales, hasta que llegué abajo, que yo ya allí no besaba:

  • Primito del alma, tengo tu regalito ahí abajo, recién calentito, y es muy grande, te va a gustar. Es para chupar, o para lo que los dos queramos...

  • En este momento te haría de todo, pero chupartela no... Somos primos, no somos otra cosa

  • ¿Que no me la vas a chupar?- dijo juguetón

Me agarró de las muñecas con una sola mano, y la otra los antebrazos, y me levantó y me tiró al suelo, grité porque caí de espaldas, y me dolió un montón, y levanté el pecho hacia arriba pegando un gritito. Alfredo se bajó de la cama, se quitó el pantalón como una bala y se puso encima mía. Su slip era azul, de Calvil Klein. Le miré el paquete, y lo tenía enorme. Se metió la mano por debajo del slip y se sacó la polla, unos 18 centímetros en erección, era gordísima, no se le notaban venas por ningún lado, el glande era grande, rosado, por el borde del slip por donde salía el pene, se asomaban unos pelillos. Me volvió a agarrar de las muñecas y me las pegó al suelo, él fue acercando su pene a mi boca, que yo tenía cerrada. Tenía los brazos hacia arriba, y él con una mano ya me inmovilizaba. Con la otra mano me empezó a hacer cosquillas en las axilas, y yo me empecé a reír, entonces me metió toda su polla en la boca, me empezó a follar la boca, ami me daban arcadas continuamente, su pene sabia a semen, pis, sudor... sinceramente, estaba rica. Empezó a follarme la boca muy descarada mente, luego empezó a frenar, y fue lento, metiendo y sacando su enorme y gorda polla de mi boca, que de los bordes de ella salía la saliba que no podía tragar.

  • Me corro...- dijo Alfredo en susurro-. AAAAAAAIIIIIIIIIIIX !!!!!!

Me llenó la boca se leche, no se dejó ni un sitio, yo como no sabía donde echarla, me la tragué. Me sacó su pene de mi boca, y me dio la enhorabuena por mamarse la tan bien. Alfredo se acostó a mi lado, jadeando un poco, los dos sudabamos, y los dos teniamos los penes bien duros, y yo con un dolor de boca terrible. Fui al salón, y cogí un folio de la impresora del ordenador, y escribí en el; ESTAMOS DURMIENDO, NO MOLESTAR. Y lo pegué en la puerta de mi habitación y cerré la puerta.

Hice el embozo de la cama, y escuché unos ronquidos, miré al suelo y era Alfredo, que ya estaba dormidito... estaba tan cuco... Pero bueno, hice el embozo de la cama, me metí en ella, y me dispuse a dormir.

Haber lo que va a pasar ahora en adelante a lo largo de mi vida.

Continuará...