Mis primeros trabajos como puta profesional

La historía de como por casualidad me convertí en una puta profesional.

Primero que nada me voy a describir, tengo 30 años soy peliroja de piel blanca y con algunas pecas, tengo unos senos copa c y mis pezones son rosados, mis nalguitas están paraditas. Tengo cinco años de casada, a mi esposo y a mi nos gusta experimentar en el sexo y a el le gusta que le cuente como me cogían mis amantes anteriores a el, antes de casarme yo era una verdadera puta, salía los fines de semana a bailar con mis amigas (también muy putas) y ligamos a alguien diferente cada vez, los llevábamos a nuestro departamento para coger, algunas veces terminábamos en una orgía cogiendo todos contra todos y cuando no ligábamos nada, lo haciamos entre nosotras, fue una época muy caliente de mi vida. Con mi esposo tengo buen sexo pero muy lejos de lo que hacía con mis amigas, mi esposo me ha pedido en varias ocasiones que hagamos un trío HMH o MHM pero no sabíamos con quién hacerlo. Todo se quedaba en fantasías, hasta que pasó lo que les voy a relatar.

Soy secretaría y trabajo en unas oficinas que se encuentran frente a la conocida calle de Sullivan en el D.F. en México, en esta calle por las noches acostumbran reunirse prostitutas a conseguir clientes, ya varias amigas me habían contado que en alguna ocasión al salir tarde de la oficina las habían confundido y les habían hecho ofrecimientos, por este motivo ellas preferían caminar algunas calles para tomar un taxi cuando salían tarde.

Cierto día me tuve que quedar a trabajar tarde por ser el cierre contable del mes , cuando salí de la oficina me dirigí a la esquina a tomar mi taxi como todos los días, y en esos momentos todavía no llegaba ninguna prostituta por lo cual pensé que no habría ningún problema de esperarlo ahí mismo. A los pocos minutos un auto negro se aproximo, mi primera reacción fue retirarme pero este hombre se veía limpio y educado y me inspiró confianza, además era mi oportunidad para cumplir mi fantasía de convertirme en putita por un día.

El hombre portaba un traje gris, tendría unos 40 años, muy feo por cierto, pero lo que me excita en mis fantasías de ser puta es precisamente la situación de coger con alguien no por su apariencia si no por el dinero que me paga. No creo que a muchas mujeres les excite esto pero a mi me calienta al máximo, y entre más feo y gordo mejor. El se me quedó mirando al tiempo que preguntaba

cuanto cobras linda

mil pesos (le respondí)

se notaba sorprendido por mi respuesta

Es mucho pequeña, acercate un poco y quitate esa gabardina para poder ver.

Así lo hice y me dí una vuelta para que apreciara mis nalguitas

Que incluye el servicio primor.

Lo que quieras pero todo con condón.

Me dejas cojerte por el culo.

Claro, otra cosa que no me gusta es el sadomasoquismo.

Esta bien sube al auto.

Yo estaba muy nerviosa, por un lado tenía miedo por lo que pudiera pasar y por el otro la idea me estaba calentando mucho.

A cual hotel vamos .

Pregunto al tiempo que ponía la mano sobre mi muslo.

Llévame donde quieras.

dio la vuelta en la siguiente calle y se metió en el primero de la calle. Subimos a la habitación y el se comenzó a quitar la ropa, yo hice lo mismo

Déjate puestas las pantimedias (me dijo).

se puso un condón y se colocó de pie junto a la cama

Acércate y mamame la verga

para mi fue muy excitante, me estaba tratando como una puta y me gustaba, tenía un pene regular como la mayoría que había conocido, ni muy grande ni muy pequeño, me tenía pescada de la cabeza y se movía como si se estuviera cogiendo a mi boca.

Que rico me lo mamas, eso es cómetelo todo.

Me recostó en la cama boca arriba y se bajo a mi vagina para olfatearla, luego rompió las pantimedias con los dientes y las abrió para hacer un orificio para meter su verga y sin más preámbulos me comenzó a coger, mientras el me lo metía hasta el fondo yo le apretaba las nalgas con mis manos, el se vino casi de inmediato y me dejó muy caliente.

Me quedé con las ganas de culiarte chiquita. (me dijó)

se vistió y luego sacó dinero de su cartera, lo dejó sobre la cama y se fue, yo me quede tendida en la cama masturbándome por la experiencia. Por varios días el simple recuerdo de lo que pasó me mojaba las pantaletas, yo sé que si se lo contaba a mi esposo le excitaría mucho pero decidi mantenerlo en secreto, esto lo hacía más excitante.

Tenía planeado repetir la experiencia, me comencé a vestir más sexi para ir al trabajo, me compré una falda de lycra que apenas me cubría el culo, la llevaba al trabajo y me quedaba trabajando unas horas más tarde y cuando todos se marchaban me metía al baño y me ponía la minifalda, y el top pegado al hacerlo mi vagina se ponía muy mojada de la excitación, luego me ponía mi gabardina para cubrir todo, pero cuando llegaba a la calle me entraba miedo y me marchaba a mi casa, llegaba a casa tan caliente que me masturbaba con un enorme vibrador.

Pienso que mi excitación se fue acumulando, había días en los que no me podía concentrar en el trabajo, fantaseaba con irme con un cliente que me tratara como una putita, que tuviera un enorme pene y me rompiera el culo. Ese día me decidí a repetir la experiencia me puse una falda corta negra y una blusa semitransparente con un brassier de encaje, una pantaleta que hacía juego, mis medias y liguero, así me presenté al trabajo y mis compañeros no me quitaban la vista de encima. No parecía puta pero me veía muy sexi. Mientras esperaba a que todos se fueran me metí a internet para chatear con algún hombre y contarle lo que estaba a punto de hacer, mis pantaletas no podían estar más mojadas. Salí de la oficina y me paré en la esquina a esperar; una mezcla de nerviosismo y excitación recorrían mi cuerpo.

Después de medía hora se me acercó una camioneta suburban con cuatro chicos adolescentes, yo les calculo alrededor de quince años, me acerque a la ventanilla, y uno de ellos me puso la mano en una teta, yo lo dejé, me masajeaba sobre la blusa..

Cuanto por los cuatro (pregunto el que venía en el lugar del copiloto)

Quinientos por cabeza más el hotel.

Con esa gabardina no se puede apreciar la mercancía.

Tu amigo ya la esta palpando. (le respondí mirando al que me estaba tocando las tetas)

Yo también quiero probar (dijo otro al momento que se bajaba de la camioneta)

abrí la gabardina para que me pudiera tocar, puso su mano sobre mi culo y lo masajeó, luego metió la mano bajo la falda y me toco las bragas, se le notaba el placer en la cara, se bajó el otro chico del asiento trasero para manosearme, entonces los alejé con los brazos, temía que pasara una patrulla y nos llevara a todos a la delegación de policía. El conductor le preguntó a su amigo.

que tal como la vez

tiene un culito muy rico, yo si me la cojo

respondió

cuanto traen cabrones

entre todos juntaron cuatrocientos pesos, pero como a mi no me interesaba el dinero les dije que aceptaba, me subí en el asiento trasero entre los dos chicos, y luego luego me comenzaron a manosear las piernas y las tetas, yo los llevé al hotel donde me llevó el señor del otro día, pero el de la recepción nos dijo que si queríamos entrar los cinco, la habitación nos costaría el triple, como no nos alcanzaba regresamos a la camioneta.

Vamos a la casa de Ricardo al fin sus jefes no están.

Donde esta su casa (pregunté)

Esta por San Jerónimo

OK vamos.

Me acomodé en medio de los dos chicos, parecían pulpos, sus manos estaban en todos lados, yo tenía las piernas abiertas, uno de ellos me quito las medias, el otro mientras tanto me metió dos dedos en la vagina, y yo estaba más caliente que una plancha. Uno de ellos se sacó el pene y yo de inmediato lo tomé entre mis manos y lo comencé a masturbar, el que venía en el asiento del copiloto también estaba volteado tocándome las tetas, me incliné para meterme la verga de ese chico en la boca y quedé dándole las nalgas al otro, que aprovechó para meterme dos dedos en la vagina y uno por el culo, seguí mamando hasta que se vació dentro de mi boca, yo me trague hasta la última gota.

Me levante para tomar un respiro y me dí cuenta que estabamos detenidos en un alto y que había personas en la acera viéndome con las tetas al aire y los labios llenos de semen, me dio algo de vergüenza pero seguí fajando con el otro chico.

Llegamos al edificio después de una hora de chupar y fajar, me acomodé la ropa y nos paramos junto al interfón, uno de ellos toco el botón y su amigo respondió.

¿Disculpé esta Ricardo?.

Soy yo pendejo, ¿que quieres?

¿Estas solo?

No estoy con el pelón y con Mario.

¿Estan tus padres?

No wey ¿porque lo preguntas?

Es que traemos a una puta y no tenemos donde cogérnosla, ¿nos dejas en tu casa?

Si pero se tiene que dejar con nosotros también.

El chico me volteó a ver como esperando una respuesta de mi parte, yo asentí con la cabeza.

Ok wey pero les va a cobrar. ¿tienen billete?

No tenemos un clavo, si quieren hacerlo aquí va a tener que ser gratis.

Le dije que no había problema.

Esta bién pinches ojetes miserables, habré la puerta cabrón.

Entramos al elevador y de inmediato el que venía de chofer me subió la falda y me pescó de las nalgas, y me comenzó a besar muy rico, se notaba que el show que le dimos en la camioneta lo había puesto muy caliente.

Entramos al departamento y su amigo nos llevó al cuarto de la tele, ya habían quitado la mesa de centro y quedaba un lugar muy amplio en el suelo sobre la alfombra. Sacaron una botella de tequila y me sirvieron una copa. Todos me rodearon y el juego se inició todos me tocaban, en poco tiempo me tenian desnuda, solo me dejaron las medias y el liguero, ellos también se fueron quitando la ropa, yo solo les pedí que se pusieran el condón y no volví a abrir la boca más que para mamarles la verga, no sé ni por donde empezar, me incline para mamarle la verga a uno y otro se ponía detrás de mi para metermela hasta el fondo, con las manos se lo masturbaba a otro, cuando se vino el chico al que le mamaba la verga me incorporé el chico de atrás me seguía cogiendo, entonces uno de ellos se pusó de rodillas para mamarme la vagina, pero como tenía un pene entrando y saliendo, a veces el chico le daba lenguetazos a la verga de su amigo, el cual no tardó en venirse, de inmediato otro tomó su lugar. De repente volteé al sofa y dos de ellos se estaban dando sexo oral uno al otro, A los demás parecía no importarles. Entonces mi teléfono celular comenzó a sonar, como pude me los quité de encima para contestar, era mi esposo, que estaba preocupado por la hora que era.

¿qué pasa, como estas?

Bien no te preocupes, estoy cumpliendo tu fantasía de coger con otro. Estoy en San Jerónimo con unos chicos y me están dando una cogida deliciosa.

Cuantos son.

Son siete

Eres una puta

Si mi amor soy tu puta.

No me cuelgues dejame oir como te cogen.

Ok mi amor te amo.

Deje el teléfono a un lado de mi sobre la alfombra y seguí cogiendo con los chicos, pero ahora etaba más caliente sabiendo que mi esposo me escuchaba. Mis gemidos eran más fuertes para que el los pudiera oir y comencé a decirles cosas a los chicos que le dieran pistas de lo que pasaba, les decía cosas como "que rico me la metes", "cojéeme por el culo" "dejame chuparte los huevos".

No sé cuanto tiempo fue pero todos me cogieron al menos dos veces, por la vagina por el culo o por la boca y dos de ellos se dedicaron a darse por el culo uno al otro. Fue una orgía muy muy rica, termine rendida y llena de esperma por todos lados. Tome el teléfono y pregunté.

Estas ahí mi amor

Si mi amor estoy muy caliente, quiero que me traigas los condones llenos de esperma para ver como los hiciste gozar.

Si mi amor

¿Quieres que valla por ti?

No, espérame en la casa, ya voy para allá

Ok teamo

Yo también.

Los chicos pensaban que había colgado el teléfono y se les hizo extraño que mi esposo escuchara toda mi cogida sin enojarse. Pero bueno, habían cogido todo lo que querían y no me dijeron nada.

Al salir de la casa el chico me obsequió una pulsera de oro de su madre y unos compactos, me dijeron que había sido la mejor cogida de su vida. Recogí del suelo unos seis condones y les hice un nudo, los metí en la bolsa y salí del departamento.

Los cuatro chicos me llevaron muy cerca de mi casa, ahí tomé un taxi, y cuando llegué le conté a mi esposo la experiencia, a pesar de que ya se la había pajeado varias veces cundo le conté se le volvió a parar, de hecho me quería coger pero yo ya tenía la vagina muy irritada y no podía más, pero por varías semanas seguíamos recordando la orgía y teníamos unos orgasmos muy ricos.

Y este fue mi inició como puta profesional.