Mis primeros cuernos
Como mi novia y hoy mujer me hizo crecer mis primeros cuernos, mientras yo la veía.
Hola a todos
Somos Diana y Raúl, un matrimonio de 30 y 32 años respectivamente.
Para ver si alguien más se anima empezare contando mi primera experiencia como cornudo, que ocurrió cuando aun éramos novios.
Diré que Diana siempre había sido muy exhibicionista en nuestras relaciones durante la etapa de noviazgo, le gustaba que le acariciase su sexo cuando íbamos en coche y nos deteníamos en un semáforo al lado de un autobús o un camión mientras se subía la falda para mostrar sus piernas. Y le encantaba que hiciésemos el amor en el coche en el parking de los supermercados, o aparcados en una calle por la que pasaba la gente.
Poco a poco la idea de verla hacer el amor con otros se fue haciendo más fuerte en mi cabeza, pero no me atrevía a comentársela, un poco por una mezcla de miedo y orgullo, con lo que me contentaba con masturbarme en solitario mientras me la imaginaba disfrutando con otros hombres.
Pero de pronto me surgió la oportunidad, Diana me pido realizar una de sus fantasías sexuales, acudir a un cine porno y hacer el amor allí, yo accedí a cambio de que ella accediese a realizar una de mis fantasías, aunque no le dije cual seria.
El sábado que habíamos fijado como fecha ella iba muy provocativa, con una camiseta muy ajustada sin nada debajo, por lo que a medida que nos acercábamos al cine y se iba excitando se le marcaban mas sus pezones, y con una falda amplia pero corta, bajo la cual llevaba uno de los tangas que a mi me volvían loco.
Llegamos al cine, elegimos una de las películas y entramos en la sala, había unos 5 hombres y el acomodador, todos eran bastante mayores y estaban sentados muy separados.
No me alargare demasiado en este episodio, nos besamos, acariciamos, ella me hizo una increíble felación y luego yo se la hice a ella, después de que se corriese por primera vez se puso de lado, ofreciéndome su bonito trasero y yo comencé a follarla, aunque más bien era ella la que se movía pues yo no podía hacerlo con facilidad en la butaca, mientras hacia el amor pude ver que los hombres se habían acercado y se masturbaban mientras nos miraban (supongo que éramos mas excitantes que la película de la pantalla). Después de tener un orgasmo los dos, nos arreglamos, yo me limpie y salimos del cine. Diana estaba muy feliz y no paro de besarme cada dos metros hasta que llegamos al coche. Quedamos para el próximo fin de semana en que ella accedería a mi fantasía.
Desde que me lo propuso, una idea había rondado mi cabeza, apoderándose de mi, era mi oportunidad para sentir unos buenos cuernos en la cabeza, era una sensación increíble mezcla de miedo, celos, orgullo y excitación y deseo. Tenia la oportunidad de realizar uno de mis sueños y de una manera discreta.
Le pedí que llevase la misma ropa pues estaba muy sexy y que se pusiese el tanga negro que era mi preferido, a lo que ella accedió encantada.
Llego el sábado y después de cenar en un chino le dije que volveríamos al cine porno, lo que hizo q se pusiese como loca, se había pasado toda la semana recordándome nuestra aventura y me confeso que se había masturbado toda las noches pensando en esos momentos, así que aunque el cine estaba a unos 300 metros del restaurante nos costo casi media hora llegar pues cada 2 pasos se detenía para que nos besáramos y acariciáramos apasionadamente en medio de la calle.
Entramos al cine, esta vez al entrar en la sala vi que solo había solo 3 hombres separados como la otra vez y el acomodador, nos sentamos en el centro y comenzamos a besarnos y acariciarnos, yo note que estaba excitadísima, muy húmeda, la podía haber penetrado directamente, pero me dedique a ponerla aun más caliente y comencé a comerme su coñito, era bastante estrecho en aquella época, pues yo era el primer hombre con el que había tenido relaciones sexuales, conseguí que tuviera un orgasmo precioso, pues le encantaba como le comía su coñito y yo sabia como hacerla disfrutar con mi lengua.
Entonces le quite el tanga y mientras disfrutaba oliéndolo y sintiendo lo mojado que estaba, le dije que esperara que ahora volvía, ella me pregunto si iba al lavabo, yo le dije que no, así que se quedo intrigada y no dejo de mirarme mientras yo me levantaba e iba a sentarme a unas 4 o 5 filas mas atrás, entonces pude ver que los 3 hombres se habían ido acercando como la otra vez para disfrutar del espectáculo , incluso el acomodador que seguramente nos había reconocido estaba apoyado en la pared a la altura de nuestra fila.
Comenzó a pasar el tiempo y una mezcla de excitación, miedo y deseo se apodero de mi, por una parte deseaba que ella se levantase y viniese a mi lado, pero por otra deseaba que siguiese allí sentada, por una parte deseaba que los hombres no se moviesen, pero por otra quería que se sentasen a su lado, pensaba que si alguno se sentaba a su lado, me levantaría y montaría un espectáculo, pero también deseaba con todas mis fuerzas que lo hiciesen.
El tiempo parecía pasar muy lentamente y yo tenia mi polla muy dura a punto de explotar, hasta que uno de ellos se levanto y fue a sentarse a su lado, eso pareció ser la señal porque otro se coloco en el otro lado y el tercero en la misma fila como esperando su turno.
Entonces pude observar que Diana después de echarme una mirada, comenzó a masturbarlos con sus manos, yo podía ver el movimiento de sus hombros, y solo de imaginar lo que estaba sucediendo tenia mi poya a punto de explotar. Después de un rato, que me pareció eterno, masturbándolos, vi como se ponía de lado e inclinaba su cabeza sobre el que estaba a su izquierda,(después me confeso que era el que la tenia más pequeña, pues quería sentir la gorda dentro de ella) y comenzó a mamarsela,, yo podía ver como su cabeza subía y bajaba sin parar, el de la derecha no perdió el tiempo al ver el culo que Diana le ofrecía, pude ver como le levantaba la falda e imaginar que la debió penetrar, porque ella soltó un gritito( luego me dijo que la tenia muy grande, mucho mas que la mía y que había sido increíble cuando la penetro). Diana comenzó a moverse, yo podía ver como movía su culo y no pude aguantar mas corriéndome abundantemente.
Estuvieron un buen rato, hasta que al que se la estaba mamando se corrió el primero en su boca, yo pude ver como el tío se estiraba en el asiento victima del orgasmo, también observe que Diana debía estar tragándose toda su leche pues no levantaba la cabeza, lo que hizo que volviese a ponérseme dura la poya. Poco después el que se la follaba se corrió también dentro de ella. Entonces Diana se levanto y vino hacia mí, me dijo: "gracias amor" y me comenzo a besar metiendome su lengua, en ese momento pude sentir el sabor salado de la leche del tio, al mismo tiempo cogio mi mano y se la llevo a su coño que estaba lleno de la leche del otro tipo, una mezcla de sentimientos se agolpaban en mi mente y al notar Diana que tenia la polla muy dura, me dijo: "Te gusta lo que has visto", "pues ahora voy a terminar tu fantasía", tras lo cual se levanto y volvió a sentarse sola en medio de la sala.
El acomodador no tardo en colocarse a su lado, lo mismo que el tercer tipo, y ella volvió a repetir la operación de antes, primero los masturbo con las manos para a continuación colocarse de nuevo de lado, eligiendo la poya más grande para que la follase y la otra para chuparla.
Yo estaba excitadísimo y sin dejar de oler su tanga no paraba de masturbarme mientras veía su cabeza moverse de arriba abajo, y su culo adelante y atrás, así que no tarde mucho en volverme a correr de nuevo.
Nuevamente después de que esos cerdos se corriesen vino hacia mí y volvió a repetir lo que había hecho antes: besarme metiendo su lengua para que saborease la leche que me habia hecho cornudo y meter mi mano en su coño, ahora mas repleto de leche. Estuvimos un buen rato hasta que nos levantamos y mientras salíamos pude ver de reojo como los tíos se habían reunido y reían, el pensar que estarían riéndose de lo cornudo que yo era me hizo el hombre más feliz del mundo.
Como antes de entrar al cine, tardamos casi 20 minutos en recorrer la poca distancia que había hasta el coche, en ese trayecto no paramos de besarnos y acariciarnos, pudiendo sentir como la leche le resbalaba por los muslos. Diana no paro de decirme lo feliz que era y lo que me quería, pero al llegar al coche aun me reservaba una sorpresa.
Estaba muy caliente y húmeda, y al llegar al coche me dijo que fuésemos al asiento de atrás, entramos y entonces me dijo que necesitaba que le comiese el coño, así que sin poder evitarlo allí estaba yo limpiándole los muslos y el coño de la leche de esos 2 tipos, ella estaba como loca y entre gemidos me decía "mi cornudo límpiame bien mi coñito", lo cual hizo que me excitase de nuevo y después de que tuviese un orgasmo con mi lengua, no pude mas y la penetre, ella me cogió de la cabeza y me decía "creo que te han salido unos bultitos" y mientras se reía me decía: "pero yo hare que se hagan más grandes", aquello me excitaba aun más y la follaba con mas fuerza hasta que nos corrimos los dos.
Uf¡ si que se ha hecho largo el relato, pero no he podido evitarlo, el recordar aquella primera experiencia me ha puesto a cien
Espero que les guste y que no se les haga muy pesado leerlo
Un saludo