Mis primeros comienzos con mi esposa

Ella se me acerco mas, empezaba a moverse sensualmente sentía como su vagina se frotaba entre mis piernas, sentía el calor de su cuerpo que iba en aumento.

Transcurría una tarde, en la que estaba dispuesto a divertirme a lo grande. Tenia una cita con una chica que ya tenia tiempo de conocerla, era una nena que me inspiraba un no se que......fueron sus ojos, su linda boca carnosa, era algo que me atraía de ella, cosa que no podía explicarme.

La idea que, era mi primer cita con ella oficialmente. Salimos a una disco a bailar, era un poco tarde, pero ideal para la ocasión, bailamos un poco y tomamos una cuantas bebidas. En cierto momento y con temor a ser rechazado me le avente, diciendo que si quisiera ser mi novia. Apto seguido y con una sonrisa me respondió, que como iba hacer posible eso, ya que era viuda y con un hijo y yo tan joven, como han de saber ella es mayor que yo, dos años para ser mas exacto, pero eso a mi no me importaba.

Y aun así le insistí, que quizás probáramos, y fue así que ella acepto, nos divertimos a lo grande esa noche. Ya éramos novios oficialmente. Ya entrada la noche la lleve a su casa de su hermana, por que ella vivía con ella ya hace tiempo con su hijo, que tenia para ese entonces 3 años. Al llegar ella me invito a su casa un rato todos ya estaban dormidos, su hijo y la familia de su hermana. Pero antes de entrar ella me abrazo y nos dimos un gran beso apasionado, casi podía tocarle su campanilla, me besaba muy rico, sentía como sus carnosos labios recorrían toda mi boca, le acariciaba su cuerpo, recorriéndole hasta donde podía, en ese momento de pasión sentí entre mis pechos como sus ricos pezones se frotaban entre los míos. Ya para ese momento mi pene empezaba a crecer, tanto que estaba a punto de salir de su escondite.

Ella se me acerco mas, empezaba a moverse sensualmente sentía como su vagina se frotaba entre mis piernas, sentía el calor de su cuerpo que iba en aumento. En uno de esos movimientos ella lo sintió, y abriendo sus ojos me miro y me hecho una sonrisa picarona.

Antes de que sucediera otra cosa entramos a la casa, revisamos de que todo estuviera bien, su hijo ya dormía intensamente, al igual que los demás. Ya en su cuarto y sin pensarlo la volví a envolver entre mis brazos, libre de cualquier mirada ajena empecé a tocarle todo su cuerpo, le toque sus pechos debajo de su blusa estaban exuberantes y apetecibles tanto que me atreví a mamarselos completamente, nunca había visto unos pechos tan enormes y bien desarrollados, por un momento estuve pegado a ellas.

Por lo mientras con mi manos empecé a tocarle sus nalgas, le levante poco a poco su faldita, le baje un poco su calzoncito y se los acaricie en todo su ser. Ella ya estaba súper caliente, ya no podía mas, tenia años que no probaba un manjar, en eso le toque su pachocha, ya estaba mojadita y babeando de deseos, se la frote con pasión y ella se retorcía de deseos, en eso ella se separo un poco y me empezó a tocar mi pene que estaba ya babeando, mis calzones estaban ya muy mojados, yo la seguí besando y ella jugaba con mi pene, pude ver sus nalgas, estas estaban exuberantes, eran una cosa que jamás había visto, estaban grandes y levantaditas, tenia mucha carne de donde agarrar, unas nalgas que no me las iba a acabar, eso me éxito aun mas, y sin pensarlo con ojos de lujuria se las acaricie en todo su esplendor, y ella mas se retorcía de pasión, en eso ella me aventó a la cama, me pidió que me quitara los pantalones y mis calzones, y mirándome a los ojos, inmediatamente ella se quito por completo sus calzoncitos y su falda, viendo por completo su cuerpo exquisito,le toque su cosita, estaba super humedo, ya estaba listo y pidiendo que lo penetraran, ya no podia mas ella, subiéndose encima de mi y de una sola estocada ya mi pene lo tenia adentro de su rica pachocha.

Se sentía que quemaba aquella cosa, mi pene se lubrico por completo, se movía como un jinete montado en su corcel, y yo sin poder hacer nada, era su esclavo, estaba atónito, a volunta de ella. La agarre de sus nalgas y la empecé a dar mis estocadas con mas fuerza, sentía morirme de pasión, la embistaba como caballo tratando de tumbar a su jinete, nuestra pasión crecía mas, y mas y mas, hasta que............uffff que ricooooo........ los dos reventamos como una bomba atómica, quedando unidos para siempre en nuestras vidas. Ella me miro a los ojos y con una sonrisa me lo agradeció mucho y me pidió que me quedara con ella a dormir esa noche, y yo sin pensarlo acepte con gusto ya que aquella pasión fue algo maravilloso y que iba a crecer día tras día.

Esa noche dormí como nunca, al lado de la mujer que me dio su corazón, sin nada a cambio. Y han de saber que esa mujer sigue conmigo y ya tenemos dos hijos producto de nuestro amor, mas el que tenia.

Pero esto no acaba, aun hay mas que contar.