Mis primeros años de casada 9.1

Mi luna de miel con Juan

Mis primeros años de casada 9

Desde esa vez que hicimos el amor en su cuarto, aprovechábamos cualquier momento para acariciarnos y excitarnos uno al otro, mas tardábamos en llegar a casa que empezábamos a besarnos y disfrutar de nuestros cuerpos al grado que muchas veces comíamos hasta que llegaban nuestros padres, quienes hasta ese momento no sabían que éramos novios y mucho menos amantes. En una ocasión llegamos del cine como a las doce del día pues fuimos a la matiné, como veníamos vacilando llegue muy sudada y me metí a bañar y él me siguió y se metió conmigo, empezó a desnudarme y yo a él me encantaba acariciar su escroto dentro de la truza, metí mi mano y empecé a masajearle el pene y acariciar sus testículos, no tardo mucho en tenerlo totalmente tieso, como a mí me gustaba, termine de desnudarlo y él a mí y nos metimos a la regadera, él se puso atrás de mi como me enloquecía sentir su pene totalmente erecto en medio de mis nalgas y que me abrazara cogiendo mis senos con sus enormes manos que parecían pequeñas naranjas en ellas.

Que sensaciones tan agradables el agua cayendo sobre nuestros cuerpos desnudos y sintiendo su virilidad recostada en mis nalgas, me fue inclinando hacia adelante y de un solo impulso de cadera me penetro desde atrás sin soltar mis senos yo solo puse mis manos en la pared para no perder el equilibrio, sentía todo su miembro depositado en mi interior, se quedó quieto disfrutándome y entonces yo empecé a mecerme de adelante hacia atrás penetrándome yo sola, que delicia ya que la que controlaba la penetración y velocidad era yo, sentía muy rico de manera que a cada penetración profunda sus testículos rebotaban en mi clítoris dándome un placer enorme, tuve dos orgasmos seguidos en esa posición me retorcía de placer, mis piernas casi no me sostenían de pie y él empezó a acelerar sus movimientos dándome muy duro sentía su glande hasta mi estomago y después de unas penetraciones profundas, que hacia salir casi por completo su pene e introducirlo completamente en mi nuevamente, termino en mi interior.

Cuando saco su pene de mi vagina empecé a enjabonarlo completamente entreteniéndome de mas al enjabonar sus partes, el hacía lo mismo conmigo, así terminamos de bañarnos ese día, me vestí con un pequeño short y un top sin ropa interior, él se puso un conjunto de pants y playera y nos sentamos a comer, lavamos los trastes juntos ahí empezamos a jugarnos aventábamos agua, reíamos éramos felices los dos solos en casa, terminamos y nos fuimos a la sala a ver la tele.

Después de un rato nos aburrimos y fuimos a dar una vuelta a la manzana, él me llevaba abrazada de la cintura pero poniendo su mano en mi nalga derecha como diciendo esto es mío, jeje, yo le abrazaba también por la cintura.

Empezamos a platicar y mirándome fijamente cogió mis manos y me dijo que ya era hora de formalizar nuestra unión que quería casarse conmigo, me cogió tan desprevenida que no supe que decirle hasta que reaccioné lo abrace y le dije que si quería unirme a él.

Hoy mismo le digo a nuestros padres, el sin decirme nada ya había hablado con mi tío de sus intenciones y mi tío le consiguió un trabajo en el despacho de un amigo suyo y así fue como llegué a mi segundo matrimonio con tan solo 20 años.

Con Juan si me case por las dos leyes civil y religiosa fue una boda a todo lo que daba pues mi abuelo insistió en cubrir todos los gastos tanto de la iglesia como el banquete, aunque eran pocos invitados se hizo todo como marcan los cánones sociales, boda por el civil un par de meses antes de la boda religiosa, el banquete con brindis bailar el vals etc. Y la luna de miel esa nos la pagó mi tío y nos fuimos a las playas de Cancún, ahí fueron unos días maravillosos, paseamos por la ciudad, fuimos a isla mujeres en una lanchita turística yo llevaba un bikini azul fuerte que me quedaba muy bien con una blusa larga de encaje que me cubría debajo de las nalgas y un pareo

azul claro floreado

mi bolsa y mis sandalias y un sombrero de ala ancha para cubrirme del sol él llevaba unas bermudas zapatos de tela beige una gorra y su playera y nuestros lentes solares.

Nos hicieron

un pequeño recorrido y antes de comer nos escabullimos a una zona donde había una pequeña cala rodeada de piedras, yo me senté en una de ellas mientras el tomaba fotografías, después se acerco a mí y nos empezamos a besar, ahora el se quitó las bermudas y debajo traía un traje de baño tipo de competición que hacia resaltar su masculinidad, se

sentó en la piedra y yo me puse encima de él a horcajadas tan pegada que sentía como su paquete rozaba mi vulva que por la postura quedaba totalmente expuesta a su pene, seguimos acariciándonos y me empecé a excitar a tal grado que metiendo mi mano entre nosotros baje su traje dejando libre su miembro que empezó a puntear mi vagina sobre mi bikini, él me cogía de mis nalgas acariciándolas fuertemente haciéndome subir y bajar sintiendo como toda la longitud de su pene rozar mi vagina a todo lo largo ahora si que me estaba masturbando con su pene, se sentía tan rico que no tardé en humedecer mi prenda, como no teníamos mucho tiempo me hizo a un lado el calzón del bikini y en esa postura yo sentada sobre de él me lo metió fue una penetración tan profunda que solo quedaron sus testículos afuera de mi, los sentía en la base de mis nalgas estaba totalmente abierta con ese enorme trozo de carne invadiendo mis entrañas y llenándome por completo, acelere mi cabalgata y en menos de 10 minutos hice que terminara dentro de mí, al mismo tiempo que yo tenía un maravilloso orgasmo fue delicioso con la adrenalina de que alguien pasara y nos viera, me estuve meciendo sobre sus piernas sintiendo como su miembro expulsaba los últimos chorros de semen y poco a poco se iba retirando de mi interior, hasta quedar flácido reposando entre sus piernas y mis nalgas que sentían la humedad de su corrida unida a mis fluidos.

Me incorpore y viendo que nadie estuviera cerca me quite el bikini enjuagándolo en la cala y volviéndomelo a poner, el pareo quedo en mi cintura enrollado, trate de medio acomodarlo en lo que él se metió al mar para

disimular y acomodarse su traje, salió me abrazo y nos fuimos donde estaban los demás turistas para comer.

No sé cuantas veces lo hicimos en ese viaje pero cuando regresamos a la ciudad note la falta de mi periodo estaba embarazada de mi tercer bebé.