Mis primeras experiencias en el sexo.
Mi amiga Carmén se convierte en mi amante y profesora de sexo, su experiencia me ayudo a conocer el cuerpo de la mujer, ser generoso en el sexo, hacer buenos preliminares y desde luego hacerlas gozar siempre.
Saludos a tod@s l@s lectores, autores y en especial al equipo de creación y mantenimiento de todorelatos.com.
Lo primero presentarme, mi nombre real es Juan, tengo 37 años, mido 1.87, complexión atlética, rubio, ojos azules, con una mirada preciosa y buena conversación, sobre todo interesante por mi actividad y formación. Sigo estudiando en la UNED, a pesar de mi trabajo.
Mi vida sexual es muy activa, sigo soltero sin compromiso, a pesar de haber tenido varias relaciones de pareja, algunas más de tres años, pero al no estar permanentemente en España, considero que es muy difícil tener una relación estable y por ello, prefiero vivir solo.
He tenido la fortuna de tener una genética estupenda, gracias a mis progenitores, ambos de muy buen físico y heredé la dotación de la familia, que es un secreto a voces, puesto que mi padre y mis tios jugaron al futbol en el equipo local. Se que aquí cada uno vende como puede su género, en mi caso no tengo necesidad de presumir de nada, puesto que en este espacio solo pretende ser uno más contando mis experiencias siempre REALES, expuestas desde mi punto de vista y por favor, trato de explicarme lo mejor posible. No machacarme, porque lei muchos comentarios y llegan a ser ofensivos, y creo que si a alguien no le gusta con no valorarlo tiene suficiente. GRACIAS.
Os cuento la experiencia que más me marco en mi vida.
Nací en un pueblo a orillas del mar y desde muy joven practique piragüismo, en verano diariamente. Siempre volvía a casa descalzo, mojado y con el culote marcando paquete, y como os decía, mis 23 cmt. se notan muy bien porque además es gorda, pero jamás me corte, es más me encanta el nudismo y me dio muchas ocasiones para disfrutar con parejas.
En mi vuelta a casa, siempre pasaba delante de un establecimiento, y una chica de unos 27 años, me silbaba cada vez que pasaba, me ponía como un tomate, porque con 16 años no tenía experiencia casi ninguna.
Esta chica, de nombre Carmen, tenía un novio entonces hoy marido, de nombre Ramón, muy aficionado a la cría de perros.
Una noche de Agosto cuando paseaba por los jardines del paseo marítimo con nuestro pastor alemán Rex, coincidí con la pareja, en compañía de otro perro, ambos se enzarzaron en un juego y nos sirvió para saludarnos los tres, que aunque nos conocíamos no teníamos relación. Su perra iba a entrar en celo y me pregunto si me importaba cruzarla con nuestro perro, le dije que tendría que consultarlo con mis padres, si aceptaban no seria problema. Seguimos paseando los tres y hablamos de todo e incluso de mi actividad deportiva.
Nos despedimos, quedando para la noche siguiente poder volver a vernos y ya sabría la respuesta.
El dia siguiente nos encontramos y la verdad que todo fue sobre ruedas, mis padres aceptaron a cambio de una cachorrita y quedamos en que nada más comenzara el celo, llevaría al perro a donde me dijese.
Pasaron los días y entrado ya septiembre, recibimos la llamada en casa de que la perra estaba preparada y si podía llevar al perro. Mi madre me encargo de ello y me fui a la dirección que me dijeron.
Cuando llegué, solo estaba Carmen y me indicó que pasase a casa y entramos hacia un patio interior donde tenían la perrera. Abrimos la puerta y pasamos el perro, no tardo ni 15 minutos en montar a la perra y pasado un rato quedaron enganchados, con lo cual nosotros debíamos esperar. Me trajo una coca cola y quedamos que al día siguiente sábado volviese. Durante esa tarde estuve a cien y me hice un pajote a cuenta de los tetones de Carmen, que aunque no es un bellezón tiene un cuerpazo, con un culo, unas caderas y una tetas de infarto.
El sábado quedamos para las tres de la tarde, hacía calor y como el día anterior pasé el perro y enseguida montó, vuelta a esperar. En esta ocasión me pidió que pasara al salón para tomar algo. Después de sentarme, se sirvió un café para ella y coca cola para mí. Y comenzamos a hablar de que tal los estudios, que pensaba estudiar al terminar, etc, ella estaba muy amable. Me dijo que tenía calor con el vaquero y que se subía a cambiar un momento. Tardo como 20 minutos en volver, con el pelo mojado y una bata de seda, se veían una medias debajo y zapatos de tacón negros. Me trajo otra coca cola y se sentó enfrente en otro sofá, procurando que nada se viese.
Me comentó que hasta las diez no saldrían, porque la familia de Ramón estaba preparando la vendimia y labores del campo y le ayudaba los sabados. Eran las 4.30 de la tarde y me dijo:
Si te apetece te quedas, yo no tengo nada que hacer y nos hacemos compañía, ¿te apetece ver una peli?...preguntó.
No tengo nada que hacer. Contesté.
Cuando levanté la vista hacia ella, se había abierto un poco la bata y se veian las ligas de una medias negras, eso me puso a cien, me encanta la lencería.
Ella se dio cuenta y mantuvo su postura, continuamos conversando y poco a poco la visión era más evidente a cada uno de sus movimientos, que por cierto, no disimulaba, me empalme como un toro…uffff. Menuda hembra.
No atendia a la peli, solo miraba las piernas, hasta que nuestras miradas se cruzaron y me preguntó:
-¿Te gusta lo que ves?
No me salían palabras y me puse como un tomate de rojo, me pilló pensé. En ese momento, muy despacio, separo las piernas, se abrió más la bata y dejo sus muslos a mi vista. No sabia que hacer, menudo compromiso, pensé.
Se levantó, avanzó hacia mi y sin mediar palabra me besó. Se sentó encima de mis piernas y continuó besándome. Estuvimos un rato hasta que solto el cinturón de la bata y la sacó, menuda hembra, con lencería negra, ligueros, sujetador,tanga…ummmm. Se acercó , volvió a besarme y me preguntó de nuevo:
-¿Te gusto?
- Me encantas. Contesté.
No me dio tiempo a más porque su lengua entro en mi boca y buscaba la mia, nos comíamos, aprovechaba para acariciar su espalda, su culo y poco a poco entramos en materia. No tardó en desnudarme y cuando comprobó el tamaño de la polla, soltó:
-Tan jovencito y menudo pollón, es enorme.
Se lanzó a por el y su boca y lengua comenzaron la mamada que más recuerdo en mi vida, era una pasada, sabia y eso se nota. Me cogía del culo mientras tragaba la polla, no tarde en correrme como un toro…mi sorpresa es que se lo tragó todo.
Le pedí perdón, ella puso un dedo sobre mis labios y dijo:
-Ven, subimos a la habitación.
La seguí sin articular palabra, mientras subía las escaleras podía ver su culo y sus caderas…me gustan todavía hoy.
Al llegar a la habitación se tumbó en la cama, se abrió de piernas y me dijo:
-Comeme el coño, me apetece mucho sentir tu lengua.
Me puse de rodillas, comencé a lamer sus muslos por el interior, tocando con la lengua el chocho cuando pasaba encima, hasta que me paré, abrí bien sus labios vaginales y me dedique a darle una comida de coño monumental, metiendo un dedo y comiéndole el clítoris que estaba enorme.
Cuando llevaba como siete u ocho minutos, ella apretaba mi cabeza contra su entrepierna, mientras jadeaba y decía:
Sigue…sigue, me encanta, sigue…sigue que me corro.
Y comenzó a gemir fuerte y a arquear su cadera para descargar una corrida larga y húmeda, los sé porque trague todos sus flujos y me encanto.
Me puse de pie y mi polla ya estaba como un ariete, ella subió más hacia el cabecero de la cama, se abrió de piernas y me dijo:
-Ven follame bien, hazme gozar…
No tarde ni un segundo en obedecer y colocarme para un misionero, ella sujeto mi polla con su mano derecha y la dirigió a la entrada del coño, comencé a empujar y me dijo:
-Despacio, que me partes, despacio…
Hice caso de sus consejos y fui clavándola poco a poco hasta que no entraba más estaba en el final y aún quedaba un buen trozo fuera. Comencé a bombear polla en aquella cueva estrecha y húmeda que comprimía mi polla a cada metida, ella jadeaba y de repente, se saco las tetas de las copas del sujetador sin sacarlo, con lo cual realzaban un par de tetones estupendos, que ella acariciaba con sus manos, no quise perderme el comerle las tetas mientras clavaba el coño, que tanto placer me estaba dando. Ella continuaba con sus jadeos y apretando las tetas, mientras me decía:
-Sigue, me encanta…sigue…vaya pollón que tienes, lo quiero todo para mi..
Seguí con mi mete y saca a buen ritmo, hasta que ella me indico:
-Dame fuerte, apura ..dame duro que me voy a correr..ummm, ummm, ummm.
Aceleré mis envestidas y traté de empujar mi polla dentro de aquel coño para que gozase como nunca de una buena clavada, mientras jadeaba.
No tardó en poner los ojos en blanco y aproveche para darle más fuerte y rápido, con ello llego a un orgasmo con auténticos chillidos de placer que todavía recuerda mi memoria.
-Agggg…agggg..siiiiiiiiii….agggg…siiiiiiii….diossssssssssss, siiiiiiiiiiiiiii…agggg.
Cuando ella terminó de correrse mi polla estaba a punto de estallar, me salí, le di dos meneos y me corrí encima, menuda corrida…uffff, todavía la recuerdo.
Salío leche por todos lados, manchamos sujetador, sabana, todo lo que había sobre la cama, pero nos dimos un besazo enorme y me dijo:
-Quiero que mañana por la tarde vuelvas, estoy sola desde las cuatro hasta las nueve.
-Perfecto, estaré aquí mañana. Contesté, mientras ella tiraba de mi cabeza para darme otro morreo.
Han pasado muchos años, pero nunca Carmen y yo dejamos de vernos de vez en cuando, y si bien ahora con 47 años, no tiene el cuerpo de los 27, si tiene la maestría de una madura macizorra y folladora que siempre esta dispuesta a disfrutar de mi polla. Pasamos juntos la noche de su despedida de soltera y fue un autentico escándalo…
Os contaré mas historias, por supuesto siempre VERDADERAS