Mis planes y mis empleadas (2)

...María, alta, entrada en carnes, estilo para bestir, seria, responsable altiva, ...mi segunda empleada en ser sometida.

CONTINUACIÒN:

El tiempo transcurría calmo y alegre, habían pasado meses desde la aventura con Ana. Después de aquello le dije que se había portado muy bien, le pagué lo que necesitaba para salir de sus problemillas económicos y sobre todo para acallar mi conciencia.

Ahora todos mis esfuerzos se centraban en Maria. Me tenía loco, era alta, siempre vestía de negro y tenía problemas de peso. Era de las clásicas mujeres que siempre estaban a dieta por que al mínimo despiste su culo y sus tetas crecían y crecían. La cara era de morbosa, de facciones marcadas, labios semigruesos, siempre maquillada, cejas recortadas, mirada de superioridad, aire de indiferencia y de que soy la mejor, manos siempre arregladas, uñas preciosas, esta mujer debía de ser una ruina, se gastaría el sueldo del mes en trapitos y maquillaje.

Había tanteado la situación pero siempre era fría y distante. Un día le comenté si estaría interesada en ganar algún dinero extra y me contesto que ya trabajaba bastante y que necesitaba tiempo libre, que no estaba dispuesta a sacrificarlo por dos duros. Todo con ese aire de ‘he dicho’ que a mi me ponía a cien. Ni me pregunto de qué se trataba, corto por lo sano y punto.

El tiempo pasaba y yo no encontraba como conseguir mi objetivo. Pero como para que el zorro cace, primero tiene que haber una gallina perdida en el bosque pero además el tiene que salir a cazar, un día cuando cerrábamos la tienda observé que frente a la tienda esperaba un joven. Una luz se me iluminó, esperaría por alguna de mis chicas?. El joven era evidentemente de raza gitana, pelo negro y largo, tez morena, ojos negros, alto y apuesto. Quedé observando la situación, las chicas salían juntas y luego ya fuera se separaban. Decidí seguirlas para ver. Al poco de salir, las tres caminaban juntas, luego a distancia, el gitanillo y más atrás yo, después de un rato veo que Lidia y Ana se despiden de María, y oh sorpresa! el gitanillo sigue a María. Al cabo de un rato María mira hacia atrás y sonríe al gitanillo, y sigue andando. Se mantuvieron andando 20 minutos por diferentes calles de la ciudad, hasta que María se metió en un portal, evidentemente el gitanillo detrás. Yo esperé un rato y también entre en el portal y pude oírlos hablando y riendo, meterse en uno de los pisos y luego cerrar la puerta.

Mis planes empezaban a encaminarse, quien lo diría, a María se la estaba tirando un gitano, no se por que pero pensé que a su familia aquello no le parecería una gran idea. Su madre y su padre, dos burgueses de clase baja pero que les encantaba aparentar se morirían si supieran que su hermosa y burguesa hija se relacionaba con un gitano.

Me mantuve al acecho y después de varios días volvía a ver al chico frente a mi tienda. Cogí mi cámara digital y los seguí. No sería fácil obtener una foto comprometida pues no los había visto acercare en público pero recordé el dicho del zorro y la gallina. Pasaban los días y yo parecía un paparazzi siguiendo a una pareja de famosos. Hasta el momento solo una palabra aquí y otra allá, nada que pudiera ser comprometido. Pero claro, todo llega, uno de los días había una semana de fiestas en la ciudad y no se pudieron resistir, en una esquina saque unas instantáneas agarrados y besándose que evidenciaban lo ‘evidente’.

Al día siguiente le dije a María que antes de cerrar pasara por mi despacho. A última hora llaman a la puerta:

Adelante?

Si Don Antonio, que me quería?

Ah, María pasa y siéntese.

Es que tengo prisa

Bueno quizá después de hablar deje de tenerla.

Entro y se sentó frente a mí, con cara muy sería, la respuesta no le gustó nada:

Sabe que le comenté si quería ganar un dinero extra

Ya le dije que no tengo interés.

No, no se preocupe, lo que me importa es el fin tanto si quieres dinero como no!

Ella me miraba con extrañeza.

Don Antonio, no tengo tiempo para perder, fuera del horario de trabajo usted no tiene derecho ninguno

Tienes todo la razón, por eso mismo te he hecho venir. Fuera del trabajo cada uno hace lo que quiere y debe de ser responsable de ello, de lo contrario si uno juega con fuego se puede quemar.

Creo que esta conversación se ha acabado, usted no es nadie para….

Cállate y mira ese sobre!!

Ella tenía la cara desencajada y un color rojizo en sus mejillas evidenciaban el cabreo, lo que por su puesto a mi me excitaba mucho más. Cogió el sobre sin dejar de mirarme. Lo abrió, saco las fotos y se las quedó mirando. No dijo nada, cuando levanto la cabeza:

Es usted un hijo de puta

Y tu una zorra burguesa que vas a hacer lo que yo quiera si no esas fotos mañana estarán en tu casa con tu no menos zorra burguesa madre.

Los ojos de María brillaban con el cabreo.

Si mis padres se enteran de esto será mi perdición. Usted no los conoce pero jamás aceptarían a Mario como mi novio.

No te preocupes si colaboras por mi no se habrán de enterar. Ahora vete a casa y piénsatelo, mañana a última hora me darás una contestación.

María se levanto dejando el sobre sobre la mesa y se fue sin decir nada.

Ya era mía!

Al día siguiente, cuando llegue todo el mundo estaba en su puesto, pero María evidenciaba que tenía un problema, No estaba arreglada como de costumbre, con la cara llorosa, inmediatamente la llame a mi despacho.

Que pasa María crees que esa es forma de venir a trabajar. Vete a casa y vuelve arreglada o no vuelvas me da igual, pero así no estarás aquí.

Pasó toda la mañana sin que María volviera, yo me temí lo peor, pero a la tarde apareció como siempre impoluta.

A última hora apareció por mi despacho.

Adelante

Hola María, dígame?

No, dígame usted?

Jeejje, crees que esa es forma, donde están tus modales

Déjese de tonterías y acabemos rápido, que debo hacer?

Creo que no entiendes, primero acabaremos cuando yo lo diga y durará hasta que yo quiera, te enteras niñata.

Sii

Si Don Antonio

Sii Don Antonio.

Así me gusta guapa, acércate.

María dio unos pasos bordeando la mesa de mi despacho y yo giré mi silla para verla, igual que había hecho con Ana. María vestía el uniforme de trabajo negro con su chaqueta y camisa blanca. Le dije que se acercara más hasta estar a mi alcance.

Estas buenísima María, un poco gordita pero muy bien, date la vuelta

Obedeció y se puso de espaldas a mi, levante un poco la americana para ver su culo de cerca. Era enorme, la agarre de las caderas y pegue mi cara a su culo y respiré hondo. Una mezcla de perfume y olores femeninos. Metí mi nariz en su raja y pese al pantalón note perfectamente sus dos nalgas blandas y fofas.

Desnúdate, quiero verte mejor.

Ella no se movía.

Hazlo coño!-pegándole una fuerte palmada en su enorme culo.

Ella soltó un suspiro y no dijo nada, se alejó un poco y empezó lentamente a desnudarse.

Se sacó la chaqueta, luego la camisa y se quedó con un sujetador negro.

Espera quédate quieta quiero verte bien y apreciar esas carnes que siempre tapas.

Ahora podía verla, las tetas grandes y caídas, sujetadas por el sostén, unas lorzas cubrían sus abdominales posándose sobre la cintura del pantalón que apretaba sobre sus caderas.

Estas hermosamente gordita, continúa.

Siguió desabrochando el pantalón y se lo bajo teniendo dificultades en la parte de las caderas que le quedaba ajustado. Dejo caer los pantalones se los saco y los echo sobre la mesa. La volví a mandar parar, me levanté. Ella miraba al suelo, sostén y tanga negra, zapatos de tacón.

Te voy a follar hasta que me canse, te voy a bajar tu enorme culo, vaca, pareces una foca. Mírame cuando te hablo!!

Con los ojos llorosos levanto la cabeza, yo me acerque y le empecé a pasar mi lengua por sus labios.

Abre la boca, zorra.

Despegó sus labios, y yo introduje mi lengua en su boca, le tocaba el tímpano con mi lengua. Después de babarla un rato la solté, tenía el rimel corrido y la pintura de los labios emborronada.

Me aleje y mirándola de arriba a bajo pude apreciar sus piernas flácidas su cadera rebosante sobre la tanga que se hacía ridícula sobre aquel culo.

Le bajé las bragas de un tirón, ella suspiró y se encogió un poco. Solo me quedaba por ver sus tetas y de otro tirón arranque su sostén. Las buenas tetazas salieron botando, tenían un enorme cerquillo acreedor del pezón y eran oscuras.

No lo dudé agarré una y me la lleve a la boca. La mamé y chupé durante un buen rato, mordí su pezón entre los suspiros de ella., le daba golpecitos, la piel era suave como la brisa y olían a mujer.

La empuje sobre la mesa de mi despacho y poniéndole una mano sobre la nuca la aprisioné contra la mesa. Eso dejaba su culo totalmente expuesto. Pude ver que la palmada que la había dado fue lo bastante fuerte como para gravar mi mano en su culo de color rojizo. Entonces decidí darle una lección ate sus manos a sus pies por debajo de la mesa dejándola totalmente inmovilizada.

Don Antonio, ya basta por favor. No me haga daño

No te preocupes te gustará

Ella suspiraba con la cara intentaba mirar para todos mis movimientos.

Me fui del despacho dejándola así, en el almacén busque uno de esos regalos que eran una especie de madera plana con un mango que ponía alguna inscripción y que la gente compraba como recuerdo de la ciudad. Cuando llegue al despacho María seguía en posición. Al oírme llegar intento mirar y al verme con la pala,…empezó a ponerse nerviosa.

Don Antonio, no por favor!!

Zorra burguesa este es el lugar que ocupas, te encantará

Le empecé a dar pequeñas nalgadas, no le dolían y resultaba evidente pues ella no decía nada, pero la rabia de la humillación la hacía llorar. Seguí un rato hasta que el tono del culo rojo era uniforme. Entonces me senté en una silla justo detrás de María con la cara a la altura del culo. Empecé a abrir las nalgas, me costó verle el ano, muy al contrario de lo que pensaba lo tenía de color castaño, yo diría que aquella guarra no se lavaba mucho el culo. Sin más miramientos, le escupí en el ojete y con el dedo le introduje mi saliva en su agujero.

María llevaba un rato haciendo ruidos, daba pequeños chillidos como haciendo fuerza, algunos parecían mismamente orgásmicos, al introducirle el dedo ella soltó un grito, yo inicié un mete saca para lubricar bien la zona. Y a cada una de mis envestidas, ella soltaba:

Ahhhhggg!, AaahhhGG!, ggrrrrr! Oooohggg!

Te gusta guarra

Aaaaaaaaaaaaaaahh

Contesta!!!- y le pegue una nalgada.

Aaaayyy!!

Siiiiiiiii

.me quedé con la boca abierta,

Jjaaaaaa, que zorra eres!!

No pude evitar reírme le estaba gustando. Automáticamente le solté las manos, se las lleva a ambos lados de las nalgas y le dije que las mantuviera bien abiertas. Cogí la pala de nuevo y sin miramientos le metí el mango de la pala hasta el fondo.

Ooooohhhhh!, me dueleee!

Tranquila, ya esta!

e inicié un mete saca frenético.

Ella se deshacía en chillidos, era de las que gritaba como una loca, le toque la vagina y chorreaba, ella no soltaba las enormes nalgas bien agarradas por dos hermosas y arregladas manos, con sus uñas largas pintadas de blanco, en un segundo agarre la cámara y sin dejar el mete-saca le saque un par de fotos. Ella ni se enteró.

Al cabo de un rato cambié la pala por mi polla, que estaba enorme de la excitación, ella siguió agarrando sus nalgas y yo la agarre por el pelo y la enculé. Le golpeaba el culo con mis envestidas y sus carnes se movía fofas pero hermosas, hasta que me corrí como hacía tiempo que no lo hacia en su culo, no se la saque hasta que acabe todo dentro. Ella gritaba, evidentemente tuvo varios orgasmos. Cuando le saque mi polla del culo le obligué a mantener las nalgas abiertas. El agujero era grande, desde luego ya había sido enculada y el semen empezó a asomar por el agujero, poco a poco le fue cayendo por las piernas. Mi polla estaba un poco amarronada, se confirmaban mis expectativas de que no era muy limpia, di la vuelta y se la metí en la boca para que terminara de limpiármela. Lo hizo sin resistencia ni protesta alguna y durante un buen rato la folle por la boca mientras ella mantenía sus manos en sus nalgas para evitar que se cerraran.

Después de un rato, me senté en el sillón y le dije:

Vistete y largate. No quiero que te limpies aquí, lo harás en tu casa, así tendrás mi olor más tiempo, Mañana venderás esta pala a un chico joven, no la limpies quiero que otros puedan oler tu tesoro. Y ya te avisaré para una nueva sesión.

Ella se puso la ropa sin limpiarse, se aliso un poco el cabello con las manos y sin decir nada se fue.

Había sido fascinante, estaba hipe relajado, había cumplido todas las expectativas me fui a descansar con una enorme sonrisa.

Al día siguiente María estaba en su puesto como si todo fuera normal, dejé pasar una semana organizando el próximo encuentro y mientras tanto traté a María como se correspondía con aire distante y frió.

Se celebraba una feria del sector la semana próxima en Valencia y empecé a idear cosas, sin más le dije a María que se preparara que la próxima semana marcharíamos a Valencia. Ni tan siquiera le pregunté se lo ordené y punto. Luego hablé con Ana y Lidia, le dije que la semana próxima estarían solas y que dejaría a Ana al cargo de todo, le di cuatro reglas básicas, abrir puntualmente,

Llegó el día de marchar y quedamos de vernos en el aeropuerto, yo llegue sobre las 8:00 AM, el avión salía a las 9:00 AM, María llego a las 8:10 acompañada de su madre:

Buenos días

Hola, aquí se la traigo, cuídemela bien.

No se preocupe, ya es una mujercita y sabe cuidarse

No crea, es una niña y no esta acostumbrada a esto. Obedece en todo a Don Antonio y llámame todos los días.

Si, mama no te preocupes

No se preocupe señora, pasaremos los días de reunión en reunió, a María le vendrá muy bien, conocerá a mucha gente interesante.

Gracias, Don Antonio, no se como agradecerle todo lo que esta haciendo por Maria.

Cualquier día organizamos una cena para conocernos mejor

Cómo no Don Antonio, tanto mi marido como yo estaríamos encantados, le tomo la palabra.

A la vuelta de Valencia hablamos

María aprovecha esta ocasión que te da Don Antonio

Si mama.

Nos despedimos y cruzamos los controles de aduana. Yo no cabía dentro de mí, la madre burguesa que estaba requetebuena me daba a su hija para que me obedeciera. No pude resistirme

Has oído a tu madre, jejej, me vas a obedecer o te vas a enterar. Toma esta bolsa, vete al servicio, desnúdate completamente, mete tu ropa en esta bolsa y vistote el abrigo.

Don Antonio, pero en la Aduana se puede notar

Haz lo que te digo pequeña zorra.

Cogió la bolsa y se fue a los servicios. A los 10 minutos salio envuelta en su abrigo de piel, que había alquilado para la ocasión. Estaba arrebatadora, era alta lo que favorecía su figura, parecía toda una señora, melena suelta, gafas de sol, maquillaje, estaba echa una autentica zorra. Caminaba con estilo.

Nos llamaron para entrar en el avión, todo el mundo la miraba, la verdad es que estaba preciosa. Nos sentamos en unos asientos al final. Los asientos eran de tres, cuando llegamos yo me senté contra el pasillo y ella en el medio dejando libre el asiento de la ventanilla. Después de un rato, un hombre de unos 60 años, todo trajeado me pidió permiso para pasar a su asiento. Yo me levanté y el pidiendo perdón a la señora se sentó en la ventanilla y después de mirar disimuladamente a María saco un periódico y se puso a leer. Al cabo de un rato el avión despegó, yo aproveche para intercambiar unas palabras con el Sr que por casualidad también iba a la feria, le presente a Maria como mi directora financiera, a lo que evidentemente María se complació en afirmar. Pasada media hora los tres estábamos en una conversación animada sobre los problemas del sector. Daniel, como se llamaba el señor, no sacaba la vista de encima a María, se le veía una cara de viejo verde impresionante. Los dos de vez en cuando hacíamos alguna broma a lo que María sonreía. Poco a poco María empezó a tomar la rienda de la conversación hablando de economía y sorprendiéndonos de sus conocimientos. Sin saberlo parece que María sabía de lo que hablaba, Daniel la atendía y yo le daba juego para que con su aire altivo de todo lo se y todo lo entiendo se despachara a gusto. Al cabo de un rato el monólogo de María decía:

En mi experiencia, la financiación de este tipo de sector adolece de profesionales pues son los propios jefes, gente sin formación, los que toman decisiones que no están a su alcance.

Aquello me sonó a jefes ignorantes y analfabetos, la burguesa se estaba lanzando y decidí que ya llegaba.

Don Daniel, disculpe a María, y discúlpeme a mí. Vamos María cuéntale la verdad

María me miró y se puso colorada.

Se lo que digo, Don Antonio soy licenciada en económicas….

María explica por favor a Don Daniel quien eres tú.

Daniel asistía con la boca abierta a la situación. María bajó la cabeza, avergonzada.

Bueno Don Daniel, de nuevo le pido disculpas y yo mismo se lo explicaré. María es un de mis dependientas, es una burguesa que cree que solo ella sabe y ella es, pero en realidad es una chica muy sumisa, verdad María?

Daniel se empezó a animar.

Cuénteme, cuénteme Don Antonio y esta usted disculpado.

Pues como le digo, la he sacado a pasear a la feria para divertirme y no aburrirme con tanta reunión, es una chica muy servicial conmigo y con mis amigos claro. Le voy a decir un secreto, mire si es zorra y guarra que no lleva ropa debajo, solo tiene el abrigo puesto se lo puede creer.

María no sabía a donde mirar y Daniel empezó a babear.

No me digas, será puta.

Sírvete tu mismo Daniel, prueba, prueba,..

Temeroso Daniel aproximó la mano a las piernas de María y metiendo la mano hacia arriba siguió en su exploración.

Pues si que es guarra la tía y se las daba de sabihonda, cuando te vi. pensé que eras una calienta poyas, pero casi me tenías convencido.

A ver Maria descúbrete un poco para que Daniel te pueda ver.

María callada y con la cabeza agachada entreabrió un poco el abrigo, sus muslos apretados contra el asiento, sus caderas y su estomago fofo pero hermoso, sus grandes Tetis,…Daniel estaba al borde de un ataque.

Toque, toque,…no se corte en hacer lo que le plazca con esta guarrita.

María estaba totalmente humillada, Daniel empezó un toqueteo infernal, le metía sus gruesos dedos en la vagina, le pellizcaba los pezones, le metió una mano por el asiento hasta acceder al culo y se la metía levantándole el culo, llegó un momento en que María me miraba y yo por miedo a que alguien nos viera decidí intervenir.

Daniel, tendrás tiempo de disfrutar de ella, aquí no es el momento.

Joder Antonio esta zorra me ha dejado calientísimo, algo habrá que hacer, que me haga una mamada por lo menos

De acuerdo, venga hazle una discreta mamada y acaba rápido, por supuesto que no caiga ni una gota.

Pero Don Antonio

María miraba suplicante, yo acariciándole la cara y dándole un beso, le agarre la cabeza llevándosela a la entrepierna de Daniel. María le bajo la cremallera y empezó la mamada mientras Daniel y yo seguíamos la conversación:

Daniel el sector va bien, da buenas ganancias.

Sii, aaahh, estoy de acuerdo

Bueno le comentaré que si quiere puede colaborar con los gastos de la zorra.

Encantado, tome 100 € y siga sacándole partido a esta excelente zorra.

Gracias Daniel y aquí tiene mi móvil si necesita algún servicio más estaremos esta semana por aquí.

María seguía con su ardua labor y Daniel estaba llegando al clímax, lo deje un poco para que disfrutara el momento. Al rato noté como Daniel se contenía para no gritar, mientras agarraba a María por los pelos y la apretaba sobre su regazo. Se inclinó apoyando su frente sobre el asiento de delante y así quedo un rato manteniendo inmovilizada a María que había dejado de moverse. Al rato la soltó y María se incorporó, tenía la cara enrojecida, el maquillaje corrido, el pelo alborotado y los labios humedecidos, mantenía la boca un poco abierta como no queriendo tragar, miraba como buscando donde escupir, pero ni yo ni Daniel le dimos pelota, al cabo de un rato acabo por tragar y volver a abrir la boca como no queriendo saborear, la expresión de asco quedó reflejada en su cara.

Como la chupas querida, la tienes muy bien enseñada Antonio, por supuesto que volveré a necesitar de sus servicios así que vete acostumbrando a ese sabor.

Jejjjajaj jaja, reimos los dos ante la vergüenza de Maria.

Vete a asear, estamos llegando y no quiero que sepan lo que eres.

María se abrocho el abrigo y se levanto al servicio.

Por fin aterrizamos, nos despedimos de Daniel con un hasta pronto y cogimos un taxi que nos llevo al hotel. María había recobrado la apariencia de mujer distinguida, pero no decía ni palabra después de lo sucedido en el avión.

En el hotel se alojaban casi todos los asistentes a la feria, viejos conocidos y otros nuevos, En el salón fui saludando a la gente conocida y a gente nueva hablábamos en corros y yo a todos presentaba a María como mi asesora financiera. Algunos de mis amigos como Juan y Ramón venían con sus hijos que ya empezaban a tomar las riendas del negocio familiar. Todo el mundo incluido el botones del hotel, no había dejado sin observar a María y eso que no sabían que iba en pelotas, si no sería el acabose. María no se soltaba mucho decidí presentarla a los chicos de su edad para que entablarán conversación y se fueran conociendo. Pude ver una vez que la dejé sola, cómo con el hijo de Ramón hablaba animadamente, y al rato estaba rodeada de un corrillo de chicos de 25 a 30 años, entre carcajada y carcajada, me acerque disimuladamente para oír de que hablaban y ella muy profesional contaba como trataba con los bancos y como conseguía las mejores condiciones, contaba situaciones que yo solo sabían que eran fruto de su imaginación y de sus ansias de poder, pero que parecían la mar de convincentes, por supuesto los chicos estaban encantados, guapa e inteligente, lo que ellos no sabían era su verdadero trabajo, pero no tardarían mucho en averiguarlo. Así estuvimos un buen rato, a la hora de comer ya estaba todo organizado pues aunque comíamos todos en el hotel, cada uno se fue haciendo su grupo de amigos. Yo me uní con Juan y Ramón y otros colegas todos viejos perros de la profesión. Antes de entrar a comer se me acerco el hijo de Ramón:

Don Antonio, dejaría venir a María a nuestra mesa.

Para que quieres tú a María Roberto?

Le voy a ser sincero esta buenísima, es un fichaje espectacular.

Te voy a hacer una confesión Roberto pero guarda el secreto, no es mi asesora financiera, es una de mis dependientas y la tengo de esclava sexual.

Roberto quedó con la boca abierta.

Se esta usted quedando conmigo.

No, pero no le digas nada a tu padre

No se preocupe.

Consigue un reservado, habla con el gerente y pasarlo bien tu y tus amigos.

Pero

Debajo del abrigo no lleva nada

Nooo

Jeeejje

Yo iré más tarde pero hacer con ella lo que os plazca, hace unas mamadas espectaculares.

Jodeer, se lo voy a decir a los colegas

Se discreto, no quiero que se entere todo el mundo, alguno no estaría de acuerdo con esto.

Vale, déjelo de mi mano.

Roberto se fue al grupo de amigos y yo me olvidé del asunto por un rato. Nos fuimos a comer todos, nos reímos un montón y hablamos de los viejos tiempos. Al llegar al postre yo me levante al servicio con la intención de buscar a Roberto. Me fui a uno de los encargados y le pregunté donde habían alojado el reservado de Roberto Pampín., el camarero me preguntó si yo era Don Antonio, se lo confirme y me dijo que Roberto le había dicho que nadie entrara a excepción de mí.

Cuando llegué y abrí la puerta, casi me da un shock:

Dos chicos agarraban a María, la tenían desnuda inclinada en el borde de la mesa, la estaban enculando, se iban turnando, se ponían detrás de ella y se la metían sin miramientos, le llamaban puta y zorra y la agarraban por el pelo desde atrás obligándole a mantener la cabeza levantada. Los chicos se iban turnando y el mientras unos la enculaban otros le escupía en la cara. María mantenía los ojos y los labios cerrados. Uno de los chicos se acercó le apretó los mofletes para que abriera la boca, luego la agarro por los dientes con las dos manos estirando la mandíbula y los chicos aprovecharon para escupirle dentro, luego la soltó y la obligó a mantener cerrada la boca para que tragara. Ellos se reían y hacían bromas con la cara de asco que ponía María, diciéndole todo tipo de burradas, estaban totalmente desbocados. El chico que la estaba enculando empezó a gritar anunciando su orgasmo, acabó corriéndose y embistiendo brutalmente el culo de María. En ese momento intervine:

Un momento chicos.

Todos callaron,

Hay que dejar algo para mañana, no creéis?

Los chicos se rieron, María abrió los ojos, hasta el momento no me había visto, no dijo nada, bajo la cabeza.

Vamos a ver como esta el asunto..

Me acerqué por detrás de María, los dos chicos la seguían agarrando. Desde atrás la vista era brutal. El culo de María estaba rojo, de los cachetes, sus cartucheras y sus estrías estaban totalmente sobadas, con las marcas de los dedos, también le habían escupido. El culo estaba manchado de restos de algo de color rojo, estaba todo sucio, como me excitaba a aquello.

Roberto que le habéis hecho?

Nada Don Antonio, al principio la muy puta se resistió..

Pero estos restos de que son? Le habéis hecho sangre?

No, no,…solo hemos usado un poco de mermelada de fresa para que no le doliera tanto, fue a propuesta de ella.

Como? Que ella os lo sugirió?

Si, dijo que si no le haríamos daño

Jjajjaj, que guarra eres,

Jejejjaj – se rieron todos.

Abrirle las nalgas vamos a ver como tiene el esfínter

Dos de los chicos se acercaron y le abrieron las nalgas. La blanda carne de sus nalgas daba mucho de si, le abrieron el culo, yo les dije que tiraran más era impresionante lo dilatado que tenía el esfínter anal, la mantuvimos un rato con el culo abierto para que se aireara. Se le veía el interior del recto.

Alguien tiene una cámara de fotos

Si yo

Pues esto debería documentarse, fijaros lo que le puede introducirse por este culo. Ir pensando lo que queréis meterle, poneros en fila y vamos a comprobar la capacidad de dilatación, que alguien haga de fotógrafo.

En ese momento María intentó protestar pero los chicos que la tenían agarrada le dieron un tirón del pelo para inmovilizarla.

No hagáis eso chicos, María nos va a facilitar la operación, soltadla.

María tómate tu tiempo pero tú abrirás tus nalgas para que nosotros te introduzcamos cosas por el culo, de acuerdo?

Pero háganlo con cuidado, vale?

Jajajj-Todos se rieron, - …por supuesto, con toda delicadeza.

María se incorporó y se paso las manos por el pelo colocándoselo un poco, luego intentó limpiarse la cara sacándose los restos de escupitajos y tirándolos al suelo sacudiendo las manos cuando las babas de los chico le quedaban colgando de sus preciosas manos, luego escupió al suelo repetidas veces. Todos alrededor permanecimos callados observándola.

Las sensaciones eran indescriptibles aquella chica respetable, altiva, seria y responsable, con un envidiable estilo de caminar y de vestir, parecía ahora una autentica fulana y como tal se comportaba. Observada por de 10 chicos que se inquietaban a su alrededor, todos en silencio sin sacarle los ojos de encima. Ella de pie con sus carnes al aire siguió limpiándose. Pasó las manos por sus nalgas y sus piernas y luego sacudía las manos con los restos que le quedaban pegadas en ellas. Sacudió las piernas para desentumecerlas de la posición en que se mantuvo largo tiempo, eso procedía que todas sus carnes perfectamente colocadas se estremecieran. Luego alargo una de sus manos para pasarla por entre sus nalgas, palpo el esfínter y lo limpió con su dedo índice, luego ante el asombro de todos se frotó un rato la vagina, metiéndose un dedo, soltó un pequeño suspiro y dijo:

..estoy lista cuando queráis chicos.

Se inclinó de nuevo sobre la mesa y con sus preciosas y cuidadas manos separó sus nalgas firmemente, dejando su esfínter a nuestra disposición.

(CONTINUARÁ)