Mis perros (2)

Bueno, pues como ya relaté, las experiencias con Juguete se repitieron, y pues ya me gustó relatar la primera, voy a contar por que a esto que quizá convierta en serie se llama "mis perros".

Bueno, pues en vista de que me gustó la primera vez con Juguete, al tercer día (Sábado) se me ocurrió andar desnuda dentro de la casa, ya que es grande y la señora me rentaba un cuarto no por necesidad, sino porque le caí bien una vez que fui a su negocio de renta de computadoras, de hecho la mía la compré con ella, y me la dio a precio bajo, y no puso peros cuando le pedí permiso de meter internet en mi cuarto.

Bueno, pues ya que andaba desnuda, con mucho cuidado para que nadie me llegara a ver, abrí un poco la puerta para que entrara "mi novio" Juguete, hacía un poco de frio, por lo que mi piel estaba un poco mas firme, aún cuando estaba junto a la estufa preparándome el desayuno, de pronto, Juguete se acercó por detrás y me dio un lenguetazo que recorrió mi entrepierna desde atrás hasta mi monte de venus, se sintió muy raro sentir la humedad de la nariz del perro y luego esa lengua larga y caliente, pero sentí placer, por lo que me apoyé mis manos en la mesa y me abrí un poco mas de piernas para que el perro lamiera más, sin embargo no olvidé que el desayuno estaba en la estufa, así que me dirigí a ella, con juguete siguiéndome y metiendo su hocico entre mis piernas cada que podía.

Desayuné y le dí un poco a Juguete en el mejor plato que encontré, recordé que una chica escribió que le dio besos en la boca a su perro, así que lo intenté, de frente no pude, así que fui con Juguete a mi cuarto y ahí me tendí boca arriba en el borde de la cama, y separando la piernas y levantando a Juguete por en medio de ellas, de forma que estaba sobre mi, intenté llegar a su hocico, pero por mi estatura se complicó un poco, así que bajé un poco más y aunque lo intenté no logré el beso, sino que Juguete comenzó a lamerme la cara, al principio me disgustó, pero cuando me lamió en el cuello me puse loca, y pasándo mi mano por en medio de los dos alcancé su pene y lo comencé a masturbar, mientras tanto el continuaba lamiendo mi cara y cuello, senos incluidos, hasta que ya no creí aguantar más, así que abriendo más las piernas, intenté que Juguete me penetrara en la posición del misionero, pero al no ser esa la posición adecuada para él, más tardé en lograr que me penetrara que él en zafarse y lamer mi vagina, eso me encantó y antes de arrepentirme me coloqué en "cuatro patas", para que me penetrara como a él quizá le resultaba más cómodo, y así lo hizo, se montó de nuevo en mí y de nuevo con mi ayuda, me comenzó a follar de forma espectacular, era increíble lo que ese perro lograba, pues perdí noción del tiempo, y reaccioné hasta que de nuevo sentí esa bola intentando entrar, que esta vez si me dolió pero abriéndome un poco más de piernas entró, y no tardé en sentir mi interior lleno de algo caliente, sin embargo, y pese a estar sellada mi vagina con su bulbo, senti su semen resbalando por la parte interna de mis piernas, mientras tanto, juguete babeaba sobre mi espalda y noté algunos rasguños dejados por sus patas en mi cintura y abdomen, lo que me hizo pensar en dejar de utilizar blusas cortas por una temporada.

Al safarse, me dolió, e igual salí corriendo para no manchar totalmente el cobertor con su semen y mis jugos, que fueron abundantes por las veces que alcancé el orgasmo, sin embargo no quise secarme toda, solo dejé escurrir un poco el semen y ya, el que quedó en mi vagina y piernas lo dejé, y así anduve todo el día, hasta tuve el valor de vestirme y así, toda olorosa, salir ya tarde en compañía de Juguete a pasear un rato, mientras veía como Juguete gruñía a todo perro que se atreviese a acercarse, como indicando "ella es mía y no la comparto".

De todo eso ya tiene 2 años con 4 meses, y por desgracia la señora, que me caía muy bien, enfermó y se fue, pero me dejaron encargada la casa, con el Juguete incluido pues sus hijos e hijas no toleran a los perros, y estuve ahí una buena temporada con juguete 1 año más, y en ese tiempo como la señora no quiso que nadie más que yo entrara a la casa, estuve yo sola un tiempo con Juguete, hasta la llegada de Pluto, un perro no sé de qué raza que me regaló un pretendiente hace 3 años, y que dejé en casa de mis padres hasta que la señora accedió a que también estuviera en la casa, pretextando yo que así cuidarían mejor de la casa durante mi ausencia, ya que aunque terminó mi periodo de prácticas pedagógicas, tenía que entrar ahora a la Normal a veces muy temprano y salía tarde, sobra decir que ahora sexo no me faltó, pues entre Juguete y yo enseñamos a Pluto a hacerme el amor, claro que Juguete se ponía celoso, y llegó a haber alguna pelea por ver quién me montaba, pero se acostumbraron a compartirme, ya luego les contaré como fue eso y otras cosas que hacen de mí ahora una chica tímida, pero guapa y sobre todo amante de los animales, por cierto, también estuve un tiempo bañando, pelando y cuidando perros en mis ratos libres para procurarme algo de dinero, aunque con un servicio que los dueños ni sospechaban y que me hicieron mas llevadera la existencia.

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