Mis nuevas aventuras

Como mi esposa Marian quiere volver a tener sexo con su joven amante.

SIGUEN MIS AVENTURAS

Nuevamente me comunico con ustedes, para seguir contando mis experiencias. Para quienes me leen por primera vez, pueden conocer de mis correría leyendo la serie "La Mujer del Portero" y "La experiencia de Marian" y familiarizarse con mis cosas. Ahora, les relataré después de algunos meses, como va mi aventura con Marian mi esposa, Silvia mi bella secretaria y con Virginia, la mujer del portero.

Después de su aventura con Pedrito, Marian no había manifestado su deseo de volver a tener intimidad con el joven, sin embargo ayer, me contó mientras desayunábamos en nuestra habitación, que el chico la había llamado a su celular para saludarla y preguntarle si se podían ver, al parecer esta era la última de muchas llamadas a las que mi mujercita no le había dado importancia porque no le daba ganas de tirarse nuevamente al chico. Pero ahora, sentía un retitin en su voz al contarme lo de la llamada que me hizo preguntarle directamente:

" Mi vida, te gustaría ver nuevamente al muchacho... bueno eso de ver es figurativo.... te gustaría hacer el amor con él nuevamente?

" Te molestaría si te dijera que me provoca estar con él nuevamente... pero si tu no quiere... simplemente doy vuelta a la página y me olvido del asunto."- me respondió muy seria.

" Amor, tu sabes como pienso. No es la cosa si yo quiero o no. Eso depende de ti. Si quieres hacerlo, coordinemos algo, pues ahora que nuestra hija ha regresado considero que sería muy arriesgado que lo recibieras en casa. Podrías citarlo quizá en un lugar discreto. No crees?

" No se. Me preocupa que tu pienses que me puedo interesar demasiado en el muchacho y me termine enredando sentimentalmente con él. Para mi el asunto es claro, yo te amo y soy tuya lo sabes, con el chico es solo ganitas. Me entiendes verdad?

" Mi amor, eso está claro. Te entiendo y me parece perfecto que quieras darte otro baño de juventud.... pero, quiero que me cuentes todo lo que pase. Paso a pasó OK?

" Claro que sí. Recuerda que después de mi primera acostada con Pedrito nuestras cogidas mejoraron y cuando te conté de la segunda sesión con él, la cosa nos ha durado varios meses. Pero si no lo recibo en casa, donde?.-preguntó ansiosa

" Antes de saber donde, dime cuando lo vas a citar. Por qué no lo llamas ahora y aprovecho de escuchar’

A mi mujercita le pareció una buena idea y en su celular marcó el número del chico.

"Aló.- dijo con voz dulce e incitante.- Pedrito?.- preguntó ladina sabiendo que era el chico quien contestaba.-

" Marian... si soy yo...- se le escuchaba eufórico, como si hubiera ganado la lotería.- que suerte que me llamaste, estaba pensando en ti, como siempre. ... cómo estás?

" Bien, muy bien Pedrito... quería saber como estabas... como estaban tus estudios, en fin, la última vez que hablamos estaba algo ocupada y no pude atenderte bien. Dime,. Como va todo?.- preguntó interesada.-

" Todo muy bien Marian.. Mis clases ya empezaron y hasta ahora todo va bien. Pero como siempre sigo pensando en ti y en los momentos que me regalaste aquella vez en tu casa. Te necesito Marian... deseo verte.. por favor no te niegues... Una vez más..- El muchacho hablaba rápido, atropelladamente... parecía con el alma en los labios...

" No se Pedrito, no se si sería prudente. Recuerda soy una mujer casada. Lo que pasó ese día fue lindo pero después me he sentido mal y me cuesta mirar a la cara a mi esposo..- mintió mi mujercita mientras me dirigía una mirada pícara.

" Marian por favo... una vez más y te prometo que no vuelvo a llamarte para importunarte... pero tu sabes, siempre estaré esperando que tu lo hagas.- decía en tono suplicante.

" Es que es complicado. Yo quisiera pero no se donde. Tengo que ser muy cuidadosa con eso. Además tengo casi todos mis días ocupados, salvo.... .- mi mujercita era una maestra en el suspenso, de modo que dejó al chico con la miel en los labios..

" Marian, hoy podría ser... no se, cuando tu digas.

" No hoy no, pero mañana en la tarde si.- Marian me miró para buscar mi aprobación que recibió de inmediato. Yo aproveche para decirle muy quedo al oído que le dijera que lo llamaría para fijar el lugar y la hora.- Pedrito .- dijo con voz seductora.- déjame pensarlo que yo te llamo más tarde y si me animo te digo el lugar y la hora. Nos hablamos luego.- dicho esto cortó.

Evidentemente la conversación con el joven la había arrechado, lo reconocía por sus mejillas rojas y la mirada de gata en celo que me dirigió. Yo la cogí de las manos y la invité a ponerse en pie. La atraje a mí y nos besamos apasionadamente. Ambos estábamos con nuestras batas de baño, de modo que desnudarnos no fue un problema. Mi mástil estaba al tope, pues con la conversación que mi mujer había tenido con su joven amante, mi calentura era igual o mayor que la de mi mujercita. Acaricié su majestuoso cuerpo que ella comprimía contra el mio. Así mi herramienta se colocó entre sus piernas sin penetrarla. Ella ajustaba sus hermosas piernas masajeando así mi tronco, mientras nuestras lenguas luchaban a morir en el eterno combate de perpetua calentura, Las irresistibles tetas de Marian, con los pezones duros y a punto de explotar se incrustaban en mi pecho y el movimiento que dábamos a nuestros cuerpos no hacía sino exacerbar nuestra lujuria. Poco a poco fuimos deslizándonos al piso de la habitación cubierto por una fina alfombra de pelos largos y suaves. Allí con ese acuerdo tácito entre personas que saben darse placer nos pusimos en la pose del 69 y empezamos a deleitarnos con nuestros sexos. Yo lamía esa amada gruta y con mi lengua daba suaves estocadas a clítoris de mi mujercita que empezó a dilatarse. Cada embate hacía que ella se retorciera de placer y agasajara con mayor devoción mi pene que llegaba a los rincones más profundos de su garganta. Sentía como su lengua se multiplicaba en lamidas y succiones pidiendo a gritos un baño lácteo. Como siempre, mis técnicas para regular mis orgasmos funcionaron y así llegó el primer orgasmo de Marian, llenando de fluidos mi boca, mientras que los jadeos y convulsiones de su querido cuerpo parecían ser causados por un impulso eléctrico permanente..... hasta que poco a poco sus estertores fueron calmando.

Mi boca, con el dulzón sabor de los efluvios de mi hembra recorrió su plano abdomen.... sus deliciosas tetas cuyos pezones succioné hasta arrancar jadeos de placer en mi mujer... siguió por su grácil cuello y se apoderó de su golosa boca con un beso de locura. Ella tenía el sabor de mis líquidos pre seminales y yo le entregaba su propio néctar que había inundado mi boca... mientras mi falo entraba orgulloso y avasallante en su ardiente vagina. Hice un leve movimiento para que la roja cabeza de mi pene presionara el clítoris de Marian y al hacerlo mi mujer se sintió invadida por oleadas de placer que fueron en aumento hasta cuando alojé todo mi instrumento en su adorable raja. Sentía que era una penetración muy profunda que por pocos la dejaba sin aire y sentía que resoplaba y se agitaba...

" Así mi amor... mi macho... dame duro... hasta el fondo.....Ahhhhhh....ohhhhh. Que rico mi amor... mátame...así cáchame así... como solo tu sabes hacerlo. Ayyy... Ay.... massssssssss........ massssssssss......ohhhhhhhhhh

Sentía que los talones de Marian con una fuerza inusitada se apoyaban en mis nalgas para empujarme más hacia ella y hacer que la penetración fuera más honda.... De pronto, sentí que el cuerpo de Marian vibraba rítmicamente y sus ojos se entornaba, mientras de su garganta salía un rugido de placer extremo....la estaba dando y sentía como sus flujos bañaban mi pene.... no quise resistir más y ciontinué bombeando suave pero uniformemente mi verga dentro de mi mujer y cusndo ella estaba en su climax, gritando y chillando de placer... de mi falo empezó una abundante vaciada de leche caliente ... ardiente que deposité en lo más profundo de esta hembra tan deseable y arrecha que es mi esposa. Así, mientras ella bajaba sus embates, los míos se redoblaron, originando en ella un remanente de placer que permitió un orgasmo deliciosamente compartido que nos dejó agotados sobre la blanca alfombra de nuestro cuarto

Abrazados y aún jadeantes quedamos echados sobre la alfombra... había sido un rico polvo.... espectacular y apasionado... torrentoso y ardiente.....es una suerte tener en casa una hembra como mi mujer y en la oficina dos hembras como Silvia y Virginia que me dan tanto placer y hacen realidad mis fantasías.

En la tranquilidad del descanso Marian me preguntó:

" Mi amor... si decido tener una cita intima con Pedrito donde lo cito?... yo no sabría....

" Muy sencillo cariño. Déjalo en mis manos. Creo que lo indicado sería que lo citaras a un lugar discreto pero al mismo tiempo seguro. Estoy pensando que podría ser en un buen hotel, donde tu pudieras llegar en tu auto y no despertaras ninguna sospecha. Déjame hacer averiguaciones sobre ello. Llamaré a unos amigos que se que le sacan la vuelta a sus mujeres y que me ilustren sobre el sitio mas seguro y discreto y te llamo. Note preocupes. Yo te lo organizo, pero ya sabes, luego me cuentas todo, con lujo de detalles Ok?.

" Claro que si mi amor.....así lo haré..- dijo mimosa.-

Estabamos en eso, cuando sonó mi celular. Era Silvia que me recordaba que en 30 minutos llegarían a mi despacho los representantes de un Banco del exterior. La cita había sido concertada con varias semanas de anticipación, de modo que no tuve más remedio que dejar a mi mujercita...Tomé una ducha rápida y me vestí.. Marian, cansada de la sesión se había trepado a la cama y empezaba a dormirse cuando le di el beso de despedida.

Llegado a mi oficina, la reunión programada se prolongó y desembocó en una invitación a almorzar en el Club de la Banca.

Solo pude saludar muy superficial y discretamente a Silvia mi secretaria que como siempre estaba bellísima, vestida con un conjunto sastre plomo plata, con una mini a medio muslo que exhibía orgullosa sus deliciosas piernas. Igualmente con Virginia. Ella estaba con su clásico atuendo de blusita beige semitransparente, pero en lugar de la falda a la rodilla con las aberturas laterales, también lucía una mini negra ligeramente más larga que la de Silvia. Las piernas de la muchacha se exhibían en todo su esplendor, la hermosa cara y sus brillantes ojos eran una invitación a estar a solas, pero tuve que reprimir mis deseos y dejar para después cualquier diversión. El deber estaba primero.

Regresé a mi despacho a las 4 de la tarde y antes de enterarme de las novedades, le pedí a Silvia que nadie me interrumpiera por lo menos en la próxima media hora. En ese tiempo estimaba que podía encontrar el lugar adecuado para la cita de Marian. Efectivamente, muchas veces antes de tener mi propio depa, había ido con Silvia al Hotel Sheraton. Este lugar era ideal, pues tiene una amplia playa de estacionamiento subterránea y desde allí puede ir directamente a los pisos. Si te encuentras con alguien, puedes decir que vas a alguno de los tres restaurantes que hay o al Casino, o a alguna Conferencia ya que tienen una mezanine con salas ad hoc. Igualmente, al bajar vas directamente del piso en que está tu habitación al sótano, sacar tu auto y te vas. Perfecto, sin rastros. Así, llamé al hotel, hice la reserva de una suite a mi nombre, luego yo me registraría, obtendría la llave e iría a revisar el piso. Todo quedó arreglado en cinco minutos. Pero mi morbo iba más allá, en realidad reserve dos suites contiguas las 1920 y 1922. Mientras Marian y Pedrito tenían su encuentro. Yo estaría en la suite contigua con Silvia. Además pondría una cámara para grabar todo el encuentro de mi mujer y con Silvia veríamos la sesión de Marian....arrechisimo todo verdad?.

Hechos los arreglos, busqué mi cámara de video que había comprado en mi reciente viaje a USA. Esta era de formato digital laser que filmaba con claridad absoluta incluso a la luz de una vela. La ocultaría convenientemente y con unos arreglos fáciles podría tener una magnífica filmación de mi mujercita. Llamé luego a Silvia y luego de los besos y caricias que habitualmente nos prodigamos, le conté todo el rollo. Ella se entusiasmó y quedó encantada tanto porque al día siguiente tiraríamos rico en un ambiente diferente al Depa, cuanto porque estaríamos viendo como mi mujer tiraba con otro. La invité a ir conmigo a recoger las llaves y revisar la suite, pero me dijo que era imposible, que su marido la estaba esperando en ese momento, pero que mañana ella pediría permiso para faltar en la tarde a la oficina para irse conmigo. A su vez, le diría a su marido que llegaría tarde a casa pues tenía una reunión con otras secretarias, de modo que pudiéramos tener para nosotros y nuestra aventura toda la tarde y por lo menos hasta las 11 de la noche. Besé apasionadamente a Silvia, mientras mis manos recorrían sus hermosas y tornadas piernas, llegando a su rosada rajita que se estremeció cuando uno de mis dedos entró y acarició su clítoris. Silvia tenía que irse, de modo que dejamos la continuación para el día siguiente.

Preparé el maletín con mi cámara de video y fui al depa por un VHS y una cinta virgen. Estaba preparado para salir cuando tocaron a la puerta de mi Despacho. Era Virginia. Entró la hermosa muchacha y nos estrechamos en un amoroso abrazo, unimos nuestros labios y fue delicioso sentir esos jóvenes y carnosos labios entregarse a la caricia. Mis manos recorrieron ese cuerpo majestuoso y turgente y la sentí apretarse contra mí, proyectando su pubis contra mi paquete que empezó a despertar y agrandarse al solo contacto de la hembra.

" Mi vida... cómo te he extrañado estos días... dijo mimosa.-

" Yo también mi amor. No sabes como deseos besarte toda y sentir que la das en mi boca, que gritas y gimes como solo tu sabes hacerlo.- le dije apasionado.-

" Mi vida, hoy es jueves y Alejandro se va ido a jugar fútbol... y no regresa hasta las doce... quiero que me hagas tuya....lo necesito......, tenemos desde ahora, hasta las 11 por lo menos..... .- gimió mientras movía su hermoso cuerpo.

" Perfecto... yo también lo deseo, pero nos reuniremos aquí dentro de una hora, pues antes debo ir a un asunto urgente, te parece? Le pregunté

" Si.. pero no me hagas esperar mucho.....

" Muy bien, entonces me voy y en una hora estoy contigo... ponte más bonita... sorpréndeme .- le dije recorriendo golosos sus piernas y acariciando luego sus duras nalgas.

" De acuerdo... entonces... dentro de una hora....- me beso nuevamente y salió del despacho.

Rápidamente cargue con las cosas que había preparado y enfilé hacia el Hotel Sheraton, que se encuentra en el centro de la ciudad de Lima, frente al vetusto edificio del Palacio de Justicia. Rápidamente me registre y me facilitaron las llaves de ambas suites. Al entrar a las habitaciones comprobé que para mis intenciones era mejor que la suite 1922 la ocuparan Marian y Pedrito y Silvia y yo ocupáramos la suite 1920.

En la habitación que ocuparían mi mujer y su joven amante ubiqué la pequeña cámara, disimulándola perfectamente en la parte superior de una lámpara de pié, de modo que podía ver todo lo que pasaba en la habitación, desde que la puerta se abría, hasta lo que ocurría en la cama. La visión se ampliaba gracias aun espejo que reflejaba todo lo que ocurría en la cama. La conexión que hice, se facilitó por lo cerca que estaba la lámpara a la pared de la suite, pues al otro lado estaba la mía. Gracias al cielo, los cables son largos y delgados, de modo que a través de una puerta colindante pase los cables y los conecte al VHS y este al TV de 25 pulgadas que hay en la habitación. Al probar la conexión, con mediana luz, la imagen era nítida y hasta los pequeños ruidos eran captados con claridad. La cámara digital respondía a la acción del pequeño control remoto, de modo que la podía encender y apagar a voluntad.

Luego, casi sobre las siete de la noche, regresé a mi oficina a gozar de las delicis de Virginia la mujer del portero.

CONTINUARA