Mis ninfomanadas: Quedé con un chico de internet
Polvo con un Javi, un chico que conocía de internet solamente.
Lo que os cuento sucedió hace un par de semanas solo, quedé con un tío que conocía solamente de internet, estaba muy bueno, nos habíamos visto por cam un par de veces y siempre para lo mismo, para masturbarnos y terminábamos los dos corriéndonos. Así que después de un tiempo así, como vivíamos cerca, quisimos conocernos y enrollarnos en vivo y no por Messenger a través de la red. A parte de verlo por cam conocía cosas de él como que tenía cuatro años más que yo, (yo tengo 20 y él tiene 24), que tenía novia de hace casi dos años pero que salía de viaje a Madrid por trabajo y entonces fue esa semana cuando decidimos quedar. Somos de Sevilla y en una plaza de allí estábamos a las 11 de la noche de un viernes. Me llevó en coche hasta su casa por el camino estuvimos hablando morbosidades sobre que íbamos a hacer esa noche, como lo íbamos a pasar y hasta me pidió que le gimiera un poquito porque decía que le ponía mucho mi voz y encima estando cachonda
Tenía una casa muy moderna y nueva, supongo que la había decorado con su novia, hablamos de si no le importaba ponerle los cuernos a su novia, me contestó que por una noche no iba a pasar nada, que no lo consideraba cuernos, solo una nochecita que él tenía que disfrutar y si no estaba ella Yo tengo que reconocer que en parte me ponía liarme con uno que tenía novia. Llevaba ropa para cambiarme, me puse ropa bastante ajustadita, de encajes y muy sexy y él en cuanto me vio dijo que estaba buenísima, más que por cam y que quería follarme a la de ya. Me tumbé en el sofá (ni a la cama llegamos) y se desnudó, yo también le comenté que tenía más buena la polla en vivo y directo. Me acosté sobre el sofá boca arriba, abrí las piernas y él se puso entre ellas, se acercó a mi coño y abrió mis labios vaginales, creía que iba a empezar ya a metérmela pero no, acercó su cara hasta mis partes y metió su lengua, me volvió loca notando su lengua estimulando mi clítoris y no podía evitar gemir. Cuando estaba bastante mojadita dijo que me iba a penetrar pero yo le dije que no, que ahora quería yo probar la suya, aceptó, empecé a mamársela lentamente y de forma suave la punta, y luego ya entera, metiéndomela en boca casi hasta el final (porque costaba un poco ya que la tenía bastante excitada) después de unos minutos la tenía totalmente empalmada y me decía por ya segunda o tercera vez "déjame ya que te folle que me va a explotar, por favor" le quería hacer sufrir un poquito por eso tardé pero ya le dejé de chupar y abrí mis piernas de nuevo haciéndole ver que empezara. Así fue, deseando y mordiéndose el labio inferior comenzó a meter la punta de su polla en mí mientras cerró los ojos y suspiraba, una vez dentro del todo, entró y salió consecutivamente y cogiendo cada vez más ritmo, yo gemía y a la vez que transcurrían los segundos, gritaba más y más fuerte y él aumentaba el ritmo de sus suspiros y de vez en cuando soltaba un gemido flojo casi sin fuerza con la penetración... Como ya estábamos bastante cachondos, nos corrimos enseguida y casi a la vez, él notó que se iba y la sacó de mí, corriéndose sobre mi tripa. Se recostó sobre mi y entre mis piernas que seguían abiertas, dejando su pene que iba bajando después de la corrida sobre mi vagina, lo notaba caliente y aún soltaba unas últimas gotas de semen que corrían por mi coño hacia abajo y manchaban la tela del sofá, su cara estaba frente a la mía, y me empezó a besar, más que besar era restregar nuestras lenguas con mucho morbo, lo que se diría un morreo, paró un segundo de hacerlo para decirme que había sido un gran polvo y que si quería más polla para mí solita, asentí con la cabeza, estaba algo cansada pero me podía más las ganas de volver a correrme o de ver como él se volvía a poner a mil conmigo ahí y sin su novia, siguió metiendo su lengua en mi boca, y poco a poco noté como su pene que seguía sobre mi vagina estaba más duro y empujaba un poco ya contra mis partes, me dijo que fuéramos a la cama, en un principio no entendí por qué, si ya estábamos allí, pues seguíamos allí que no estábamos para perder tiempo pero lo entendí un poco más cuando me explicó que quería echarme el segundo polvo en la cama que compartía con su novia (un poco masoquista el tío) pero así lo hice, fui porque estaba en un calentón de mil demonios y allí me tumbé en la cama, de nuevo boca arriba y con las braguitas puestas puesto que la vez anterior no me las había quitado, solo echado hacia un lado para chupármelo y para follarme. Se acostó a mi lado y de lado a mí, la mano que tenía más cercana a mí la puso por detrás de mi cabeza que tenía un poco levantada apoyada sobre el cabezal de la cama y la otra mano que era su derecha la utilizó para echarme hacia un lado la braguita y tocarme por fuera el coño, los labios de la vagina, el clítoris, pero sin llegar a meterme ningún dedo como yo creía que iba a hacer cuando acercó su mano a esa zona, manteniendo esa postura, acercó su cara a mis pechos que si estaban al descubierto y chupó el pezón del que tenía más cerca. Entre todo a la vez me estaba muriendo de placer Al minuto, cambió de postura, dejó mi pecho y mi vagina y se puso de rodillas en la parte de la cama que estaba a mis pies y desde esa situación me bajó las braguitas, me puso cada una de sus manos en una de mis nalgas y acercó su cara hasta el centro, es decir, hasta mi vagina de nuevo, para volverla a chupar, sería porque ya estaba caliente de antes o lo que sea pero estaba vez me gustó más que la del sofá, yo apoyé los antebrazos sobre la cama para poder subir un poco más la cabeza y ver cómo me chupaba, de vez en cuando no podía evitar cerrar los ojos y pegar un grito de placer, lo chupó con mucha delicadeza y muy lentamente frotando su lengua y comiéndomelo como nadie, mi respiración aumentó mucho. Paró y se recostó él sobre la cama boca arriba, yo también me levanté un poco en la cama para ponerme a cuatro patas a un lado suyo y chupársela, quería chupársela por segunda vez como él había hecho conmigo y si era posible que le gustara más como a mi me había pasado, la tenía ya levantadita antes de que se la chupara y aún así empecé a comérsela y él echaba la cabeza para atrás, gritaba y con una mano apretaba mis pechos. A la vez que se la comía no pude evitar meterme yo misma un par dedos para seguir cogiendo ritmo.
Y ya por último, me la metió, esta vez probando el sexo anal, yo a cuatro patas sobre su cama y él detrás de mí de rodillas, al principio dolió un poco pero luego fue genial! Y esta vez dijo que se quería correr en mi boca, que si le dejaba, le dije entre suspiros mientras me follaba y con la respiración agitada que sí, dudé un poco pero en el fondo me apetecía probar cosas nuevas esa noche, por eso probé también el sexo anal y si eso me había gustado pues su semen también tendría que entrar en mi boca. Así fue, me avisó de que se iba a correr, la sacó, la metió rápidamente en mi boca y mientras llegábamos al orgasmo alcanzando la máxima cumbre de la excitación brotó su leche, una corrida mucho más larga que la anterior que parecía no terminar, parte de su leche cayó fuera y resbaló por mi garganta mientras que el resto quedó dentro de mi boca, golpeó suavemente la punta de su pene sobre mi boca para soltar las últimas gotitas de semen y me metió la punta del pene en la boca, la toqué un poco con la lengua y con la boca aún llena de semen, su pene quedó mojada de su propio semen que aún contenía en la boca y me dijo que me lo tragara, por favor, que le ponía mucho, accedí otra vez, y me lo tragué casi todo, porque algo siguió quedando en mi boca, se tocó un poquito mientras me lo tragaba y mientras veía mi boca y garganta manchada de su leche y ya dejó su pene descansar por aquella noche. Me dio las gracias, le dije que no hacía falta porque yo también había disfrutado y me ofreció el cuarto de baño para darme una duchita, me duché, eran más de la una de la madrugada, casi dos horas echando un polvo para morirse. Mientras me duchaba entró una vez, abrió la puerta de la ducha y dijo que si le dejaba entrar conmigo mientras buscaba mi coño con su mano de nuevo y me intentaba meter un dedo, le aparté la mano suavemente y le dije que no porque era tarde y tenía que volver a casa, sino, sabía que terminaríamos otra follando por tercera vez y a la mañana siguiente volvía su novia.
Después de la ducha nos despedimos y hemos vuelto a hablar durante estas dos semanas por Messenger, por internet y con la cámara y el micrófono puesto cuando su novia no está porque él trabaja en casa y su novia fuera. Seguimos desnudándonos por cam y tocándonos el uno para el otro. Quizás algún día volvamos a quedar en Sevilla, él dice que para el próximo viaje que tenga su novia
Lucia Hdz. Un beso para los lectores y para el chico que se llama Javier, él ya sabrá que soy yo, para cuando quieras, ya sabes dónde estoy, Javi.