Mis ninfomanadas: Con el socorrista en la piscina

El socorrista más joven le estaba mirando mucho mientras se echaba la crema bronceadora por las piernas, muslos, vientre y por el escote, restregando su mano impregnada de la fría crema solar

Lucía estaba con sus amigas en la piscina comunitaria de los apartamentos en los que estaba pasando las vacaciones. Sus amigas Sofía y Lidia la describen como una mujer con un cuerpazo para cualquier tío, morena, alta, ni muy gorda ni muy flaca y con unos pechos firmes y en su justa medida, tampoco eran ni pequeños ni extremadamente grandes. Aquel día en la piscina llegaron las tres y se tumbaron con sus toallas en la parte de césped más cercana a la piscina principal, que era la piscina más grande. Ese día la piscina estaba a reventar de gente por el extremo calor que hacía en Málaga. Lucía se dio crema y sus amigas que estaban atenta a todos los chicos que habían por allí, le dijeron a su amiga que el socorrista más joven le estaba mirando mucho mientras se echaba la crema bronceadora por las piernas, muslos, vientre y por el escote, restregando su mano impregnada de la fría crema solar… Lucía y sus amigas tumbadas bocabajo en las toallas que tenían colocadas una al lado de la otra cuchicheaban en un tono bajo de voz sobre aquel chico, el socorrista. Le calculaban unos 24 o 25 años, era morenito de piel, quizás de estar gran parte del día en la piscina, ojos miel o verdes oscuros, pelo corto también moreno y peinado como en punta, Llevaba el bañador blanco y naranja de la piscina como los demás socorristas de allí. Poco a poco pasó la tarde y Lidia y Sofía estaban pendientes a todos los movimientos de Javier que era como se llamaba el chico según habían escuchado llamarlos varias veces el otro socorrista algo más mayor de otra de las piscinas que había. Cada vez que Lucía se levantaba para ir al agua o se echaba crema, los ojos de Javier se fijaban en ella, contemplándola de forma provocativa. Al final del día, cuando la piscina cerraba a las 22:00horas de la noche, todos abandonaban poco a poco el lugar, Lidia, Sofía y Lucía hicieron lo propio, recogieron sus pocas pertenencias, se pusieron su ropa encima de los biquinis y se marcharon a su apartamento. Durante una hora o quizás poco más, Sofía y Lidia estuvieron tratando de convencer a Lucía para que bajara a la piscina a por el socorrista que estaba buenísimo y le había estado mirando toda la tarde, no se le podía escapar… Lucía se decidió y bajó, miró abrió con la llave de la comunidad la puerta de la zona de piscinas y desde lejos vio a Javier recogiendo materiales de la piscina y guardándolos en un pequeño cuarto cerrado con llave. Por lo visto llevaba más d una hora desde que cerró la piscina limpiando y recogiendo, se había quedado el último porque no estaban sus compañeros solo él. Lucía se vio más convencida de acercársele. Se quitó la minifalda y la camiseta que llevaba aún sobre el biquini que ni siquiera le había dado tiempo de quitarse y la dejó sobre una tumbona que había aún sin recoger en el césped y siguió acercándose hacia él que estaba ahora junto a la piscina. Cuando estaba lo suficientemente cerca, Javier la vio, se quedó parado visualizando al completo cada parte de su cuerpo vestido tan solo con el biquini y ella le sonrió. Él en ese momento no sabía a que venía ella y tan solo acertó a decirle que si necesitaba algo porque la piscina ya había cerrado hace un buen rato. Ella se lanzó y parada frente a él le dijo "Sí, me has estado mirando durante toda la tarde ¿crees que no me di cuenta?" -No, yo no Ella viendo la negativa le dijo: "¿No te gusto ni un poquito? Podríamos pasar un buen rato…" Entonces antes de que él contestara nada, Lucía se puso bajo la ducha que estaba posicionada junto a la piscina principal, abrió el grifo y mojó completamente, su melena morena algo ondulada se había alisado por el agua y por su cuerpo corría toda el agua. Lucía alzó sus manos hacia atrás para soltarse el nudo trasero de la parte superior del biquini y se lo sacó dejando sus pechos al aire también mojados. Lucía se estaba poniendo caliente con la cara con la que él le miraba, observaba ya sin ningún pudor los pechos de la chica, contemplaba como el agua que salía de aquella ducha mojaba su pelo y transcurría desde sus pechos y pezones, por todo su vientre, por su ombligo y mojaban su parte inferior del biquini, finalmente el agua caía por sus muslos y piernas. Lucía al ver como se alzaba un bulto en el bañador de Javi, cerró el grifo y le dijo "¿ves como si te pongo un poquito…?" y sonrió pícaramente. Se acercó aún más a él y le dio un beso en el que sus lenguas se tocaban sin separarse, él la correspondía y le respondió "Pues sí, mira como me has puesto y quiero pasar ese buen rato que dices ahora" También le sonrió. Lucía pegadísima a él dejaba sus pecho frotarse contra los pectorales de Javier. Ella le cogió una mano y la metió dentro de la parte inferior de su biquini aún mojado y ella hizo lo propio metiendo su mano dentro del bañador de él. Inmediatamente después, Lucía notaba los dedos de Javier acariciando la parte exterior de su vagina. La respiración de la chica se aceleraba y el chico intentaba apretarse más contra ella para sentir aún más los pechos de la chica. Ambos continuaban con sus propias manos metidas dentro del traje de baño del otro. Lucía también empezó a acariciar dentro del bañador el miembro de Javier que ya estaba bastante excitado, lo ayudó sacándole su polla del bañador que le bajó por las rodillas y Javier terminó de sacar por sus piernas y dejó en el suelo. Lucía se separó un momento para dejar espacio a la excitación del miembro de Javier y además para poder ver su erección, él sin embargo no sacaba la mano del biquini de Lucía. Javier llevó a Lucía hasta el poyete del borde de la piscina donde la tumbó bocaarriba y él se colocó también en el bordillo de la piscina junto a las piernas de Lucía, él se colocó con una pierna por cada lado, su pierna derecha sobre el suelo de la parte derecha del bordillo de la piscina y su pierna izquierda entraba en el agua. Javier acercó su cara entre los muslos de Lucía que permanecía con las piernas semiflexionadas y le lamió con su lengua una vez la vagina, Lucía soltó un suspiro de placer. Después Javier separó su cara de entre las piernas de ella para ésta vez posar su mano izquierda sobre una rodilla de Lucía y la otra mano, la derecha la usó para seguir acariciando la vagina de la joven, abría los labios vaginales de ella y con dos dedos le estimulaba el clítoris. Lucía cerraba los ojos, respiraba cada vez con más entusiasmo y se estiraba de placer sobre aquel bordillo. Javier paró de estimularla para preguntarle por su nombre, ella le contestó rápidamente que se llamaba Lucía y que por favor, no parara ni un momento. Él sonrió sabiendo ya su nombre y además sabiendo que todo aquello le estaba gustando tanto. Varias minutos después, los dedos de Javier estaban empapados del flujo vaginal de Lucía, él acercó sus dedos a su polla y depositó esas gotas de flujo vaginal sobre la punta de su miembro. Lucía se colocó sentándose en la misma posición de Javier frente a él, colocando también una pierna a cada lado del poyete y se inclinó hacia delante para lamer la polla erecta y mojada de sus propios flujos vaginales de Javier. Lucía continuaba lamiendo, chupando, rozando sus labios con la punta de este y jugueteando con su lengua sobre el glande del chico que estaba casi a explotar, Lucía continuó aún un poco más succionando fuertemente toda la superficie de la polla de aquel socorrista. Luego se alzó un poco más para tumbarse completamente encima de él y besarle en la boca volviendo a juntar sus lenguas y humedecer y morder sus labios. En esta posición ella podía notar el miembro erecto hacer fuerza contra su vagina y bajo vientre. - No aguanto más, déjame follarte ya- Dijo Javier colocándose de nuevo sentado sobre el bordillo. - Dentro del agua podremos disimular más si viene alguien, creo… - Respondió ella. - Vale, me da igual, como sea Ambos se metieron en el agua de aquella piscina. Él se colocó de espaldas a una de las paredes de la piscina y ella se puso frente a él que la cogió en brazos, ella intuitivamente rodeó con sus piernas las caderas de Javier. Él ocupaba sus dos manos en sujetarla en esa posición y ella con una mano se agarraba al cuello de él y con la otra cogía la polla y la colocaba en la entrada de su vagina. Con un solo movimiento, él la impulso un poco hacia abajo poco a poco haciéndole brevemente entrar la punta y el resto de la polla entre sus labios vaginales a su coño. Mientras cada centímetro de polla entraba en ella, él cerraba y apretaba los ojos con fuerza con la boca semiabierta soltando gemidos suaves, ella reaccionaba dejando los ojos entreabiertos, mirando hacia el cielo y con la boca también entreabierta emitiía débiles quejas de placer. Una vez metida entera al completo, ambos se ocupaban de que volviera a entrar y salir continuamente. Él la trataba de alzar un poco y ella subía unos centímetros sus caderas para provocar la salida de la gran parte de la polla e inmediatamente después hacían los movimientos opuestos para que la dura polla volviera a penetrar en ella. En casa embestida que él le provocaba ella emitía gemidos que cada vez se hacían más fuertes, menos mal que los apartamentos no estaban muy pegados a la piscina principal donde ellos estaban y que eran algo más de las 23:30 horas de la noche. Ella aún con sus piernas rodeando la cintura de él y haciendo que la magnifica polla penetrara y saliera continuamente de ella provocaba intencionadamente unas contracciones en su vagina , contrayendo los músculos de ésta para producirle más placer a él y ponerlo más cachondo, gesto que a él le encantó ya que estimulaba más su pene. Ella seguía sujetándose con una mano al cuello de Javier y con la otra acariciaba el pelo de él. Él estaba vez tenía una mano por la espalda de Lucía, sujetándola y la otra estimulaba uno de los pezones humedecidos de ella. Fue increíble como su polla y su coño encajaban a la perfección en aquella penetración que los estaba haciendo gemir como locos, cachondos por la situación en que se encontraban y el lugar en el que lo estaban haciendo él acertó a pronunciar palabra y decirle "voy a correrme ya mismo". Ella le respondió con las menos palabras posibles que ella también estaba a punto de venirse y que se corriera fuera de ella. Javier antes de retirar la polla de aquella vagina le dio una última embestida para aprovechar el último contacto con su coño, esta embestida la aprovechó al máximo, metiéndosela entera, hasta que sus cojones chocaron con la parte baja de su vagina, entre sus piernas. Después ambos salieron del agua y afuera terminaron aquello. Él se tumbó bocarriba sobre el césped con su polla erguida y ella de rodillas junto a él se encargó de llevar su mano hasta el miembro de Javier y pajeándole unos segundos consiguió que se corriera, su semen llegó a parar a uno de los pechos de Lucía. De mientras, Javier también había estado estimulando con su mano más cercana el clítoris de Lucía y penetrándola con un par de dedos, ella soltó los últimos gemidos y también se corrió un par de minutos después de él, sus líquidos vaginales gotearon sobre la mano con la que Javier estaba estimulándola. Javier llevó esa misma mano hasta el pecho de Lucía que estaba lleno de semen y acarició su pezón restregando y mezclando con su manos sobre el pecho de la chica el semen y el flujo de la vagina de Lucía. Al terminar se tumbaron unos minutos descansando sobre el césped, se besaron varias veces y después Javier chupaba su pezón y lo apretaba con su mano. Cuando dieron las 12 de la noche ambos se levantaron para vestirse y despedirse. Él quedó un rato más allí terminando de recoger y limpiar todo lo que no había aún hecho y ella se dirigió a subir al apartamento donde sus amigas le esperaban para que le contaran todo lo que habían estado haciendo aquellas dos horas. Al día siguiente se volvieron a ver en la piscina y uno de los días siguientes él subió al apartamento de ella y sus amigas durante aquellas cortas vacaciones que aprovecharon al máximo. Pero aquella ya lo contaré si eso en otro relato. Un beso y espero que os haya gustado, intenté redactarlo lo mejor posible para vosotros, espero haberlo conseguido. Hasta la próxima.