Mis ninfomanadas: Con el hermano de mi amiga

Pasé la noche en casa de mi amiga, conocí a su hermano y en una ocasión aprovechamos el momento para pasarlo bien el baño de su casa, sin que nos oyeran.

Mis ninfomanadas: Con el hermano de mi amiga.

Cuando esto sucedió tenía 18

años, cerca de 1

9

y ya mi cuerpo se puede decir que estaba bien formado. Lo que os voy a contar no recuerdo bien que día era pero se que mi amiga Lidia me invitó a mi y a otra amiga común a la verbena de su barrio, pero como el año anterior terminó muy tarde, esta vez dijo que mejor que nos quedáramos a dormir en su casa, yo acepté y mi madre me dejó como solía hacer frecuentemente, al llegar a casa de mi amiga me comentó que nuestra otra amiga había estado enferma y no podía ir, así que esperé a que ella se terminara de arreglar para salir. Volvimos a altas horas de la noche, a las 3 y media de la mañana y nos empezamos a quitar los taconazos y a desvestirnos, Lidia entró en su cuarto a ponerse el pijama y yo entré al cuarto de baño tan rápidamente que no me di cuenta de que el hermano mayor de Lidia, (casi 18 años si ya no los había cumplido) estaba dentro, se había acabado de duchar y me puso mucho verlo mojadito y solo con una toalla, su torso era perfecto, y muy guapo, moreno, alto, musculado… me puse a mil, se me quedó mirando con una sonrisa y le pedí disculpas por haber entrado sin llamar, me dijo que no pasaba nada y cada uno continuamos nuestros destinos.

Dormimos mi amiga, su hermano y yo en el salón de la casa porque era verano y hacía mucho calor, obviamente me volví a fijar en el cuerpo del hermano de Lidia que sabía que se llamaba Javier, todos le decían Javi, yo dormía con un pijama de dos partes, la de arriba una camiseta de tirantes y la de abajo unos shorts, unos pantalones muy cortos. Nos quedamos pronto dormidos pero durante la noche, me desvelé un poco y me di media vuelta, al darme la vuelta sobre el colchón la poca sábana que me cubría dejó mi cuerpo destapado y tenía la camiseta del pijama algo movida y como no llevaba sujetador se me vio un poco el pezón, pasé muchísima vergüenza porque me di cuenta de que Javi me había visto, estaba despierto, pero disimulé y me volví a acostar.

A la mañana siguiente, después de desayunar, los padres de Lidia se iban a trabajar, y mi amiga me dijo que me podía dar una ducha, acepté, esa vez si llame a la puerta antes de entrar y no había nadie pero a los pocos minutos cuando me estaba desvistiendo entró Javi, me tapé como pude y le dije que estaba era él el que no había llamado, me contestó que no quería llamar porque quería pillarla por sorpresa, guardé silencio y él continuó hablando algo así:

-porque quería verte desnuda, ya te vi esta noche algo más (Sonrió con picardía)

-Lo siento, no me di cuenta esta noche de que

-Me encanta tu cuerpo (Cortándome)

-…Gracias.

-Tus largas piernas moldeadas, tu buen culo, y tus tetas inmejorables y tu teta si que la he visto.

-(Me iba soltando) Pues tu tampoco estás mal, desde que te vi ayer en la ducha.

-En ese caso, podríamos ir a algo más ¿no?

Lo estaba deseando por lo que le contesté que sí e inmediatamente me empezó a besar por el cuello y en la boca, jugando con las lenguas ambos. De mientras me quitó la toalla con la que medio me había tapado, me miró deseoso a las braguitas y me las bajó, yo también lo desnudé a él y comencé a meter la mano dentro de sus bóxers, la tenía bastante dura y me dijo cerca del oído: "es que mira como me la pones, será mejor que cierre la puerta bien" cerró el pestillo de la puerta del baño y yo me senté sobre el borde de la bañera-ducha, él se acercó con los bóxers ya quitados y el pene erecto y le empecé a hacer una mamada, no era virgen, pero sin embargo nunca le había hecho una mamada a un chico, aún así le gustó y gimió como loco, y eso también me ponía a mi, estaba tocando a la vez mis pechos, los apretaba él uno con el otro y los chupaba en alguna ocasión, eyaculó sobre mi pecho y no lo hizo dentro de mi boca por segundos. Le dije que su hermana nos podía oir, e intentamos controlarnos más en los gritos, me subió al mueble donde está el lavabo y me abrió las piernas, yo me eché hacia atrás, mi espalda daba en la pared y cerré los ojos para disfrutar más, él estaba deseando penetrarme porque me dijo que la tenía a punto de estallar otra vez, empezó metiéndome solo la punta de su polla y poco a poco cogió el ritmo que era acelerado. Entraba y salía de mí y procurábamos no hacer ruido, habíamos abierto la ducha para que hiciera ruido y además de apaciguar un poco nuestros gritos, Lida no sospechara nada, pero mientras estábamos en lo nuestro Lidia llamó a la puerta y dijo: "Luci, ¿tú has visto a mi hermano?", Javi paró de penetrarme de momento y yo grité a Lidia "Sí, dijo que salía un momento a no se donde, que no tardaría" era lo único que se me ocurrió sin liarla y mi amiga se conformó, se escuchó como iba al salón y ponía la tele, entonces Javi continuó follándome esta vez con más ansias para no quedarnos a medias y no tardar mucho, cuando iba a correrse me dijo que nos habíamos olvidado del preservativo que si hacía la marcha atrás, yo en ese momento estaba caliente, a mil, y si la sacaba me moriría, así que solo acerté a decirle un escaso "noo…" (casi susurrado y sin voz) y él que tampoco tenía muchas ganas de sacarla, eyaculó dentro de mi llegando ambos a la vez al orgasmo, él vio que íbamos a gemir bastante fuerte por lo que se acercó a mi boca y nos besamos fuertemente saboreando nuestras lenguas para evitar que de nuestras bocas salieran los gritos. Me encantó notar su semen caliente entrando dentro de mí y esparciéndose, le agarré del trasero y lo empujé hacia mi todo lo que pude para que me la dejara un momento metida lo más adentro posible, he de decir que no la tenía nada pequeña porque me la metió entera y la noté bastante larga y dura y en ese momento que aun la tenía erecta, imaginarse, estaba buenísima, cuando soltó la última gota dentro de mi le dije que no se preocupara, que no era virgen y ya había empezado hace tiempo a tomar la píldora.

La sacó lentamente, me dijo que le había encantado, que no solo estaba buena en lo que antes me había dicho sino que además follaba de puta madre, sonreímos y me dijo que aún tenía ganas de probar algo más de mi, le dije el qué y me respondió que quería también probar mi coño y hacerme disfrutar un poquito más como había hecho yo antes mamándosela.

Me dejó sobre donde estaba, a una altura adecuada, se agachó un poco y me abrió con los dedos los labios de la vagina para acercar su cara y follarme con su lengua, bendita lengua pensé en ese momento, sentía un cosquilleo delicioso, mantenía los ojos cerrados para disfrutarlo más, emitía pequeños sonidos cada vez más rítmicos y cuando medio abría los ojos lo veía a él ahí abajo concentrado y chuparme y me subía la temperatura, emití entonces unos suspiros solo un poco más fuertes de la cuenta pero si sobrepasarme. Notaba su lengua, pero no entrando y saliendo, la mantenía dentro de mí y hacía movimiento circulares que me llevaban al cielo, luego sacó la lengua y metió un dedo, luego dos, y me penetró con los dedos me miró a la cara, y sin dejar de meterme y sacarme los dedos me besó, luego volvió a su labor, con sus dedos exploró todo mi coño, y no pude evitar correrme en aquel preciso instante mojándole todos los dedos, pasó sus dedos por encima de mi coño y me dijo "¿te ha gustado?", asentí con la cabeza y me dijo "me alegro, pero ahora tenemos que recoger un poco esto" sobre limpiamos algo y echamos ambientador para disimular el olor característico que había, me mojé los pelos para que Lidia creyera que me había duchado porque ya no me daba tiempo de ducharme ya que se daría cuenta de que llevaba mucho rato. Javi dijo que se iba a duchar y se quedó dentro del baño, yo salí y fui al salón le dije a Lidia que su hermano ya había llegado y que me lo había cruzado por el pasillo, había entrado al baño. Lidia no sé cómo pero me creyó, porque creo que nunca se imaginaría de que yo pudiera liarme con su hermano, pero bueno…Esa tarde cuando ya me iba de casa de mi amiga, él me dijo en un momento que mi amiga no estaba que se lo había pasado muy bien, le había encantado todo y que esperaba repetirlo pronto, yo asentí de nuevo con la cabeza y le dije "igualmente" (sonreímos con picardía) y Lidia apareció para despedirse de mí. Me fui a mi casa y ya allí si que me duché más tranquila.

No estaba enamorada de él ni nada por el estilo pero ambos nos atraíamos mucho y cuando estábamos cerca desde entonces tratábamos de rozarnos lo máximo, al pasar por el pasillo de casa de mi amiga cuando ella me invitaba a ir, frotaba mi pecho con él o mientras dormían todos se acercaba hasta mi y los dos nos tocábamos, pero no volvimos a hacerlo porque no tuvimos una oportunidad tan buena como aquella, pero ambos seguimos esperando un momento para hacerlo incluso hemos hablado de quedar un día en algún otro sitio sin que nadie se entere y entonces si que podríamos disfrutar gritando todo lo que quisiéramos y estando juntos las horas que nos diera la gana.