Mis mejores momentos... (20: Mis mejores mamadas)
Para culminar por ahora la serie de mis mejores momentos les hago conocer las que a juicio mio fueron mis mejores mamadas.
MIS MEJORES MOMENTOS (o tendría que decir "Mis mejores mam....")
Parte XX
Para culminar esta serie de mis mejores momentos sexuales, quiero hacerles llegar las partes sobresalientes de sexo oral que he mantenido con mi pareja u ocasionales participantes de trios e intercambios de los que forme parte, ya que muchos me consideran una experta en la materia y suelen decir que hago muy bien las cosas. Un beso a todos y espero que lo disfruten como lo hice yo.
"Sabía que le gustaría lo que le iba a hacer y difícilmente se olvidara de ello. Más que una vez me había escrito que su mujer no era muy proclive a hacérselo.
Comencé por la base de su tronco y lamí hacia arriba muy despacio. Giré la cabeza de lado y mirándolo nuevamente simulé morderlo, colocando mis dientes suavemente en su carne.
Seguí humedeciéndosela mientras con un mano le acariciaba sus pelotas tratando de buscar por debajo y atrás de ellas ese lugarcito tan sensitivo que tienen los hombres antes de su ano y que estimula el músculo de la erección.
Después de lamérselo un montón de veces y habiéndoselo dejado todo húmedo y bien duro noté que José comenzaba a retorcerse como queriendo acelerar las cosas.
Me gusta ese momento de los hombres porque se empiezan a desesperar y quieren cogerte por la boca de impacientes que se ponen.
Continúe con la tarea que conozco bien lamiéndole ahora la punta de la pija y poniéndole la lengua en el agujerito del centro, pero sin chuparle la cabeza.
Recorrí con mi lengua el borde de su capullo, por todo el contorno, haciendo frecuentes pases por su tierna piel. Noté por los movimientos que había acertado con uno de sus puntos sensibles y me alegré por José...sabía que estaba gozando mucho.
Estrujé luego su miembro y ví como empezaba a brotarle el líquido claro preeyaculatorio y lo esparcí con la lengua por toda su cabeza.
El estaba cada vez más excitado y entonces, como si fuera un helado, me metí la cabeza de su verga en mi boca humedecida. Lo escuché gemir y me la metí entonces todo lo que pude, manteniéndola quieta en mi interior por un instante.
Puedo decirles que ello no fue fácil porque el instrumento de José es de considerables dimensiones y además quería apurar la cosa. Estaba muy caliente.
Se por experiencia que si lo dejaba actuar acababa de inmediato y no lo dejé imponerse, quería que el placer le durara más.
Pero no pude aguantarlo mucho y como su excitación y la mía iban en aumento empecé a moverme rápidamente, deslizándome arriba y abajo por si pija como si lo estuviera cogiendo.
Cambiaba de ritmo constantemente para que no acabara o cuando suponía que su verga se volvía inmune a mis movimientos. Temía que se le durmiera aunque ello resultaría muy difícil pero suele sucederle a algunos hombres y no quería que fuera justamente a él.
Así fue que pasaba de mamarle tan solo el capullo como si fuera un pezón a tomársela completa y chuparla todo el tiempo hacia arriba y abajo como si fuera una aspiradora.
Continúe chupando y ví que José no se aguantaba más y aceleré los movimientos. Lo sentí venir y quise ver cómo se disparaba su leche y me lo aparté de la boca por un instante.
Fue asombroso verla salir a borbotones y rápidamente me la volví a meter para recoger todavía mucha de su leche. Me la tragué lentamente y después le pasé la lengua por todo el tronco dejándoselo bien limpito."
"Desconocida de mí misma me animé a preguntarle si no se le bajaba.
¿Cómo? Dijo el vendedor sin saber exactamente a qué me refería.
Si tu pija te queda parada por mucho rato, respondí.
El se sonrió y contestó que todo el tiempo que yo necesitara iba a estar así.
Casi sin darme cuenta caí de rodillas a sus pies buscando ese pedazo para metérmelo en mi boca. Pese al esfuerzo solo la cabeza entró en mi paladar. Lo masturbé con las dos manos mientras él se quedaba quietecito.
Percibió mi furia desatada después de tanto tiempo sin sexo, sentí la dureza de su venosa pija y mientras lo chupaba lo miraba a la cara y ví que experimentaba un placer enorme.
Ahora, pese a la extraña situación con ese desconocido me sentía libre para gozar.
Mientras le apoyaba una mano en su trasero sostuve la pija con mi boca y con la otra libre me toqué la concha.
La tenía empapada, estaba casi chorreando de la calentura. Se puede decir que bien lubricada para recibir esa descomunal verga.
El también estaba muy excitado por mi mamada."
"Dejó la copa sobre una mesita y procedió a sacarle el miembro fuera del pijamas y a acariciarlo suavemente con ambas manos. Yo no podía creer lo que estaba viendo y además, lo peor, era que me estaba calentando con la situación. Veía a mi mujer con otra pija entre sus manos y comencé a excitarme.
Rápidamente y por los movimientos de Fina el miembro de Sine creció a pasos agigantados y realmente tenía una verga considerable.
Notaba a través de la ventana que ella también estaba sorprendida por el tamaño y la miraba algo extasiada. Sus movimientos iban de abajo arriba y dejaban al descubierto la rojiza cabeza del glande. Sine intentó acariciarla en su espalda pero ésta se rehusó y le dijo que no la tocara, que la dejara actuar.
Siguió con sus movimientos que se hicieron más intensos a medida que pasaban los minutos. Por momentos una de sus manos de deslizaban hacia los testículos y trataba de apretárselos con lo cual parecía que Sine se retorcía en su camilla.
Siguió acelerando sus movimientos y fue entonces que un chorro de leche salió disparado furiosamente hacia arriba. Piru continuó con su tarea sin importarle que el semen se desparramara sobre su mano. Es más y ahí casi me vuelvo loco, de golpe acercó su boca al miembro de Sine y sin mediar palabra se lo introdujo en su boca. Le pasó la lengua por su cabeza y el tronco limpiando toda la verga hasta dejarla bien limpita. Luego le preguntó dónde tenía otro pijamas y sacándole el que llevaba puesto se lo cambió por uno limpio no sin antes darle un nuevo beso a semejante garrote. Después le dio un beso en la boca a Sine quién pretendió tomarla con sus brazos pero ésta no quiso y se retiró rumbo a casa."
"Me saqué el sleep y me metí en la cama. Me senté apoyando mi espalda sobre el respaldo de la cama, dejando mi entrepierna a la altura de su cara. Lo primero que quería hacer era ponérsela en la boca. Suavemente atraje su mano hacia mi verga que ya estaba totalmente erecta y me quedé quieto esperando que ella actuara.
Ella murmuró unas palabras ininteligibles y empezó a mover la mano de abajo a arriba dejando que la piel cubriera y descubriera la cabeza de mi miembro. Suavemente se la introdujo en la boca y comenzó a succionarla. No podía creer lo que me estaba pasando.
Recorría íntegramente mi pija con su lengua húmeda y un suspiro escapó de mis labios cuando mis dedos se enredaron en su pelo. Utilizaba su lengua lentamente hacia arriba, hasta llegar al glande, metiéndola en su agujerito de la punta y luego volviendo nuevamente a la base. Llegaba hasta los testículos y los mordía muy suavemente.
No aguantaba más. Quise darme vuelta para chuparle la concha pero ella no me dejaba moverme y continuaba con su tarea. Era toda una experta chupando pijas y Salva no me había mentido. Lo estaba comprobando realmente.
Cuando percibió que aparecía en la boquita del miembro el líquido preeyaculatorio ya estaba humedecida por el olor a macho que desprendía de mis partes íntimas aceleró los movimientos metiéndoselo todo en la boca,
Chupaba de tal manera que no se pude contener y empecé a acabar. El primer chorro de semen se lo tragó, después la sacó y siguió pajeándome con la mano desparramando leche sobre su cara y pelo. Luego, lamió las últimas gotitas que quedaban en la verga y se recostó a mi lado, sin dejar de sostener entre sus manos el miembro ya fláccido."
"Súbitamente ella lo apartó empujándolo sobre la cama, lo acomodó en el borde y en un acto de sumisión y deseo se arrodilló entre sus piernas, tomó la pija con ambas manos y la chupó.
José suspiraba, gemía, gritaba y le tiraba de los pelos para impedirle que lo hiciera acabar....pero fracasó. La mamada era muy intensa e instantes después el muchacho derramaba su leche en la boca de mi mujer, que se lo bancó todo sin desperdiciar nada. Tragó, se relamió y continuó chupando hasta que el joven casi se desmaya. Es toda una especialista en la materia."
"Me tomó mano y la depositó sobre su bulto. Se acercó más y cuando comenzó a rozar sus labios sobre mis pechos, abrí los ojos y no obstante el buen momento que estaba pasando le pregunté que era lo que pretendía hacer.
El selló mis labios con un beso y ahí sí perdí el control y le tomé la verga, que él ya había sacado fuera del pantalón y se la empecé a acariciar en movimientos masturbatorios. El doctor también excitado por la situación y supuestamente por lo que le había contado me acercó la pija a la boca y me la fue poniendo poco a poco.
Comencé a mamársela suavemente (me daba algo de vergüenza lo que estaba haciendo pero me gustaba) y él a bombear como si quisiera cogerme por la boca como si se tratara de la concha mientras sus dedos entraban y salían sin cesar de mi vagina. Estaba tan excitada que tuve un orgasmo y no pude evitar que se me escapara un grito de placer y dejé caer la cabeza hacia atrás. El miembro del doctor se me salió de la boca y un chorro de semen me salpicó la cara y el pelo.
Extenuada y muy feliz quedé recostada sobre la camilla y comprendí el motivo del brillo de los ojos de la esposa de mi primo y el cambio de su carácter últimamente. Cuando me retiraba pensé que el doctor en la próxima sesión me cogería y no me disgustaba la idea."
"Cuando apagaron las luces de cabina y vi que continuaba dando vueltas en su asiento en forma molesta le volví a preguntar y esta vez me contestó que sí pero que no podía contarme qué era.
Preocupada le dije si quería que llamara a una de las azafatas y se me ve que no aguantaba más porque pidiéndome disculpas por si me ofendía me dijo que el motivo de su malestar se lo había causado yo. Que le había provocado la erección más grande de su vida, que estaba desesperado y que su miembro parecía que iba a estallar dentro de su ropa interior.
Pensé que me estaba haciendo el verso para que se la chupara, dado su fama, pero al mirarlo pude darme cuenta que tenía una prominencia tipo carpa en su pantalón, así que -a pesar de la oscuridad reinante- puse un abrigo que tenía sobre mi falda arriba de su entrepierna y jugándomela descaradamente le puse la mano arriba sobre su bulto. No era que tuviera miedo al despido ni que aspirara a una gratificación extra de dinero, ya que con mi profesión me desenvolvía perfectamente, tenía bastante trabajo y ganaba buen dinero. Lo mío pasaba más por el abandono sexual que tenía de parte de mi esposo y porque ese hombre realmente me interesaba como tal.
Lo hice todo muy lento para que no pensara que era una cualquiera que se la pasa acariciando la primera verga que se le aparece. Lo veía transpirar y le dije que pensaba que sabía cuál era la solución para su problema, que me dejara actuar.
Traté de bajarle el cierre despaciosamente por temor a lastimarlo. El me ayudó y entre los dos llegamos a su sleep. Metí mi mano por arriba y lo primero que encontré fue una mata vellosa e inmediatamente su pija que no se como no se había quebrado ya que estaba casi toda doblada.
Cuidadosamente pero decidida la empuñe y con mucho cuidado la puse en forma vertical y ahí sí, zafó del calzoncillo y la pude sacar afuera. No podía abarcarla toda con mi mano. Estaba en un estado impresionante. Su cabeza parecía a punto de estallar. Nunca había visto una verga en ese estado. Era realmente enorme. Yo no había conocido muchas pijas más aparte de la de mi marido ya que únicamente lo había cuerneado con cierto amigo de la infancia que me encontré de casualidad un día a la salida de un cine y como estuve siempre muy caliente con él y él conmigo, según me confesó esa noche cuando fuimos a tomar algo para festejar el reencuentro, accedí sin mucho esfuerzo a acostarme con él. Me acuerdo que mi marido había viajado por trabajo al interior y por eso yo había ido sola al cine porque estaba aburrida y no tenía problemas en llegar a cualquier hora a casa.
Me acomodé sobre su hombro como si fuera a dormirme y despacio, muy despacio comencé a acariciársela suavemente moviendo mi mano de arriba para abajo y viceversa dejando que la piel corriera entre mis dedos. Tocaba el agujerito del glande y volvía a repetir la acción. Me daba cuenta que su respiración cambiaba de ritmo.
Después de un instante de pajearlo con mi mano me incliné un poco más pasando por debajo de su brazo y me llevé su pija a mi boca y comencé a mamársela. El bajó su mano y comenzó a acariciarme las piernas hasta llegar a mis nalgas por la posición en que me encontraba. Lo hacía en buena forma y me estaba empezando a calentar.
Yo mientras tanto seguí con mi tarea, que la verdad no me disgustaba. Le daba vueltas con mi lengua alrededor del glande, me detenía en la corona, en el frenillo y trataba de introducírmela toda en mi boca lo que no era posible debido a sus dimensiones. Le acaricié los testículos con mi mano y él empezó a estremecerse.
Me susurró que me la sacara de la boca ya que estaba por acabar. No le hice caso y aceleré el trámite acompañando la succión de mi boca con los movimientos de mi mano. Quería que eyaculara dentro mio. A mi esposo nunca lo había permitido que lo hiciera y una vez que tardó en sacarla y me salpicó la cara me puse furiosa pero con este hombre era distinto, no sé que me pasaba, me había liberado de golpe y quería mamársela hasta la última gotita.
El presintiendo que no puede aguantarse más intenta apartarme nuevamente pero no lo dejo y descarga toda su leche dentro de mi. No me resultó tan desagrabable el sabor de su leche. Me acuerdo haber leido en un viejo libro de Jacqueline Susan que tomarla o ponérsela por la cara era beneficiaria para la salud. No se si era cierto o no pero no me disgustó el hacerlo.
Le pasé la lengua por toda la verga hasta que no quedó una sola gotita y se la volví a guardar en su lugar. Como ya estaba algo fláccida no tuve inconvenientes. Le subí el cierre del pantalón y me incorporé en mi asiento."
"La mujer empezó a acariciarles los miembros un rato a cada uno masturbándolos un poquito hasta que sus miembros llegaron a su máxima expresión. Después la fellatio fue la estrella. Tomaba cada una de las vergas y las chupaba suavemente. Salía de una flaquita y larga y se introducía una gruesa, para terminar con la del muchacho que había conocido en la playa que era una verga espectacular.
A esta última la saboreaba bien descubriendo el glande con sus movimientos manuales. Ellos apretaban las piernas para no pasar por precoces pero el que la tenía gruesa falló y le llenó la boca de leche, tanta que tuvo que sacarla para no ahogarse. El resto saltó sobre su rostro. Eso causó un efecto catarata y tuvo que sorber también la leche del que la tenía flaquita y larga porque tampoco se aguantó."
"La hicieron arrodillar y se colocaron a cada lado de ella para que pudiese chuparles la pija sin moverse del lugar. En ese momento mi esposa estaba como fuera de sí, como nunca la había visto en nuestras relaciones. Tenía un pene en cada mano y los movía a un ritmo frenético, buscando el máximo de placer, no solo para ellos sino también para ella. Los iba chupando alternativamente mientras se movía en una forma provocativa, como si estuviese disfrutando más que nadie. Pensar que cuando yo le propuse alguna vez que me lo hiciera me dijo que le daba asco."
"Nora se agachó de golpe y se hizo cargo de la tan deseada verga del negro metiéndosela suavemente en su boca. Comenzó con los movimientos de succión al tiempo que sostenía la pija entre sus manos y mientras se la tragaba y la sacaba, chupaba y chupaba.
Había empezado de a poquito, sosteniendo el miembro entre las manos y recorriéndolo íntegramente con su lengua húmeda mientras seguía lamiéndolo un rato lentamente hacia arriba hasta llegar al glande, metiéndola en el agujerito de la punta y luego volviendo a la base hasta llegar a sus testículos velludos. Podía sentir cómo se le tensaban los músculos de la cola al negrito mientras éste se contenía y esto la excitaba más.
Cuando éste dijo que estaba a punto de eyacular la mujer aceleró la maniobra. Chupaba y bombeaba como si fuera la última vez que mamara una pija (en realidad era la primera vez que tenía una poronga negra y de esas dimensiones en su boca).
El muchacho llegó como un toro en celo. En el momento en que se descargó, la mujer se la quitó de la boca y las otras pudieron ver como caía el blanco semen que parecía más blanco que nunca. El primer chorro cayó sobre la cara de la mujer y el segundo se derramó sobre sus tetas y ésta entonces volvió a metérsela en la boca y se la chupó hasta dejarlo totalmente seco.
Todas estaban excitadísimas y muy húmedas y se masturbaban sin ningún prurito. La homenajeada que estaba toda mojada se introdujo también los dedos en su concha y tuvo rápidamente un orgasmo que no pudo disimular."
"Percatado de la situación el Raúl acercó su miembro erguido a la boca de Nora, quien miró a su amiga como dudando y ante un gesto afirmativo de ésta se lo puso a chupar golosamente. Mientras ello ocurría Mary se dedicaba a acariciarle los testículos y lo masturbaba aceleradamente como si quisiera que acabara dentro de la boca de su amiga.
Tal fue el movimiento y los lenguetazos y chupadas que recibía la verga que el hombre no se pudo contener y derramó su leche dentro de la boca de Piru, quien sin amilanarse primero la sacó cuando fue sorprendida por el chorro y luego se la volvió a meter para succionarla hasta que saliera la última gotita de esperma.
Las mujeres continuaron luego besándose y acariciándose mientras el hombre se recuperaba en silencio."
"Ella se excitaba mucho cuando se la chupaba a su pareja y dedujo que acá le ocurriría lo mismo así que mataría dos pájaros de un tiro. Lo dejaría bien al chico y ella gozaría también.
Abrió sus labios lentamente y dejó que esa descomunal verga se fuera introduciendo de a poco. Mientras su lengua recorría la cabeza y se detenía en su agujerito superior sus manos acariciaban la parte del tronco que quedaba afuera llegando hasta los testículos.
El muchacho, excitadísimo, le seguía sujetando con una mano la cabeza y con la otra le acariciaba las tetas a través del escote y a ella los pezones que se le estaban empezando a endurecer. Entonces dejó sus manos de lado y empezó a pajearlo solamente con la boca, sabía como hacerlo, hasta que éste no se aguantó más y derramó un poderoso chorro de semen que llegó hasta su la garganta. Era tanto el líquido que el muchacho derramó que al principio tuvo dificultades para tragarlo pero inmediatamente se recupero y no dejó que ninguna gota se deslizara fuera de su boca.
Después se la sacó y siguió masturbándolo con sus manos y chupó toda la leche que quedaba en la cabeza y el tronco hasta dejársela bien limpia."
"Entonces, fuera de sí y con una calentura de aquéllas, intentó acercar su boca a ese bulto tan deseado a esta altura. Casi sin darse cuenta subió sus manos y acarició la entrepierna del hombre, quien rápidamente se bajó el cierre de su pantalón y sacó el miembro viril afuera.
A esta altura los dedos de la masajista ya jugueteaban dentro de su vagina, de ahí su excitación. Sintió como le separaba suavemente las piernas flexionándoselas hasta que los talones tomaran contacto con sus glúteos y como procedía a introducirle una verga de plástico con vibrador. Pensó oponerse a ello pero estaba de tal modo que no ofreció resistencia para que entrara con más facilidad..
El consolador, untado generosamente con vaselina comenzó a penetrarla y la mujer dejó escapar unos gemidos de satisfacción. La verga real del hombre fue entonces su objetivo. La tomó entre sus manos, la acarició de arriba abajo, dejando que la piel descubriera la roja cabeza y se la introdujo en la boca y empezó a chuparla.
Como los movimientos entre los tres se realizaban sincronizados, la mujer estaba a punto de acabar nuevamente. El hombre por entonces ya no podía aguantar más el contener la eyaculación y el estallido se produjo de golpe. Un poderoso chorro de semen salió disparado hacia la garganta de la mujer quien al sacarse la pija de la boca, recibió sobre su cara el resto de la leche."
"Casi sin que éste se diera cuenta del movimiento, ella se inclinó y posó sus labios sobre esa brasa caliente y comenzó a succionarla como una aspiradora. La boca de la contadora se tragó toda la verga. La llevó suavemente hasta el fondo dejando visible únicamente el cuello de la misma. Lo pajeó con la boca, sin la ayuda de las manos, las que estaban entretenidas en acariciar los velludos testículos.
Carlos no aguantaba más, quería apretar su miembro para evitar descargar su leche sobre Nora pero ésta se lo impidió. Nunca había gozado así con una mujer. A su esposa le daba asco chupársela y desde que era joven que no le habían dado una mamadita. Así que estaba enloquecido, sobre todo por quién era la que se lo hacía,
Metió su mano por detrás y comenzó a masturbarla delicadamente. Ella movía su trasero como deseando tenerla dentro. Pensó que debía detenerla para no eyacular, ya que la situación se le hacía insostenible. Se lo hizo saber pero ésta continuó con su tarea sin inmutarse. Solo emitía sonidos de placer cada vez que la hacía entrar y salir de su boca.
De pronto sintió escapar unas gotas de semen y tiró de la cabeza de la mujer para que dejara de chuparlo, pero ésta gemía y mandaba al miembro más adentro de su boca. La descarga fue tremenda. Profusos chorros de semen fueron directos a la garganta de Piru, que se tragó toda la leche y no derramó ni una sola gota. Era toda una experta. Luego pasó la lengua sobre las gotitas que quedaban adheridas todavía a la pija y recibió gustosa un beso en la boca del agradecido hombre."
"Yo sabía que a Piru le gustaba mucho chuparla y que era toda una experta pero no pensé jamás que se atreviera a realizárselo a otros hombres y sobre todo en público. Era lo que más frecuentemente hacíamos cuando teníamos sexo. A veces me la chupaba nada más hasta hacerme acabar y gozaba con ello y a poco de comenzar ya se humedecía y llegaba al orgasmo. Me acordé que cuando eran novios en el viejo cine de Flores, luego de las consabidas caricias que nos propiciábamos habitualmente en esos lugares, me la empezó a chupar ante la atónita mirada de una pareja vecina y no paró hasta hacerme acabar.
Entonces recapacité y pensé que no estaría mal que lo hiciera con otros, porque a veces había fantaseado con ello y le dí mi consentimiento con la mirada.
Se prepararon entonces tres de los presentes -que fueron elegidos por la dueña de casa sin que ella, que había sido llevada a otra habitación supiera de quien se trataba. Uno era un tipo joven, de alrededor de 30 años, que tenía un miembro bastante bien proporcionado, que despertó la envidia del resto de los hombres que no podíamos creer lo que estábamos viendo. No era muy larga pero tenía un grosor increible. Las mujeres no pudieron evitar un ¡oh! de sorpresa al verle semejante pija. Los otros dos, de aproximadamente 50 años, la tenían de medidas normales al igual que yo.
Cuando mi mujer ingresó con los ojos vendados la sentaron en el apoya brazos del sillón y los hombres, con las pijas en sus manos, masajeándolas para que adquirieran dimensiones, se colocaron alrededor. El sorteo que se hizo luego de elegirlos, determinó que yo ocupara el tercer lugar.
El primero era uno de los de cincuenta y Piru se la chupó por un instante sin que se le parara del todo y dijo que no era la mía. Con el segundo, el joven de 30, se entretuvo más tiempo (la muy pícara se dio cuenta lo que tenía entre manos, mejor dicho en la boca, y supongo que por las dimensiones se dio cuenta que yo no era, pero se la chupó por un buen rato ante la mirada molesta de su joven esposa y los celos que me estaban atacando por la situación). También respondió negativamente. A mí me la chupó un poco menos que al anterior y expresó tener dudas. Pidió continuar con el otro, con el que tuvo dudas también. Así que le propusieron seguir chupándolas (a esas dos) para desempatar.
Le hicieron una seña al último para que se la volviera a poner y como a esta altura yo notaba que estaba excitada y suponía humedecida, le realizó un trabajo especial. Empezó de a poquito, sosteniéndole el miembro entre las manos y recorriéndolo íntegramente con su lengua húmeda. Siguió lamiéndolo un rato lentamente hacia arriba hasta llegar al glande, metiendo la lengua en el agujerito de la punta y luego volviendo nuevamente a la base hasta llegar a sus testículos velludos.
El resto de los presentes observaba los movimientos y estaban atónitos y excitándose con lo que acontecía. Nora siguió con su tarea como si nada, acentuando sus movimientos. Chupaba y bombeaba como si fuera la última vez en su vida. El pobre hombre (o afortunado) estaba tan fuera de sí que no pudo contenerse y se corrió, parte en la boca de ella y parte en la cara, cuando mi mujer se la sacó rápidamente al sentir los primeros chorros de semen en su interior.
Ahí terminó todo. La dueña de casa paró el juego. Mi mujer se sacó la venda que le cubría los ojos ante un cerrado aplauso de todos y mi mirada complaciente."
"Así que tomó valor, dejó lo que estaba haciendo, se dio vuelta y agarró suavemente con sus manos el miembro del empresario. Después se la introdujo en la boca sin hacer ningún movimiento especial y tratando de pensar en cualquier otra cosa. El hombre que estaba excitadísimo le sujeto su cabeza con ambas manos y empezó a bombear como si quisiera cogerla por la boca llegándole a producirle arcadas a la contadora.
Acabó rápidamente sin darle tiempo a ella de sacársela, lo que le produjo fastidio y asco al mismo tiempo. Cuando pudo retirarla todavía estaba chorreando y las últimas gotas cayeron sobre su blusa."
"Yo tenía ganas de probar su ansiada verga o pico como dicen los chilenos, así que formamos un 69, yo arriba y él abajo.
Juanito timoneó mis caderas para lograr la posición correcta y su lengua comenzó a lamer y succionar con fruición.
Unos segundos después, tenía el clítoris entre sus labios y me lo chupaba como si fuera una golosina.
Para entonces, su pija estaba dentro de mi boca y yo debía hacer verdaderos esfuerzos para no morderlo cada vez que él me provocaba un estremecimiento con sus hábiles lengüetazos.
Su miembro creció y creció y llegó a un momento en que mi cavidad bucal resultó chica para albergar tamaña verga.
Me entretuve lamiéndole las pelotas ya que eso me producía mucho placer y por lo que notaba a él también.
Cuando los dos estuvimos suficientemente satisfechos con los ejercicios linguales y bucales, nos acostamos uno junto al otro."
"Cuando ví que Miguel estaba recuperándose comencé a acariciarle con mis manos su verga, la que pronto alcanzó un tamaño descomunal.
Ahí si, me la introduje nuevamente en la boca y esperaba concluir el trabajo que había dejado de hacer antes.
Se la mamé como siempre lo hago con Euge y lo hice desesperar tanto como a mi marido. Cada vez que chupo una verga tengo un orgasmo, eso desde la primera vez que lo hice y me pone muy bien.
Primero efectué movimientos de lamida con mi lengua y luego empecé a succionarle la pija de tal modo que pensó que se la quería morder.
Sintió que iba a acabar y me lo avisó pero continué con mis movimientos.
Se derramó todo en mi boca y no se la dejé sacar hasta dejársela bien limpita."
"El se acercó rápidamente y me puso la pija casi encima de la cara.
No tengo dudas que ahí se produjo el "click" que hacía falta, es decir el punto donde uno se olvida de todo, donde el deseo manda y le tomé la verga con fuerza y me la introduje en la boca dejándola quieta sobre mi paladar mientras movía lentamente su lengua y fui cerrando los ojos como si cayera en un agradable sueño.
Aflojé mi cuerpo y busqué con mi cola la pija de Salva, quien me penetró y nos entregamos a un placer total.
Pronto invertimos los papeles y era Juan el que me cogía mientras se la chupaba a mi esposo."
"Le toqué la pija, estaba caliente y sentí el impulso de chuparla, tal como lo hago contigo.
Me acomodé entre sus piernas y me metí la verga en la boca y comencé a lamerlo. Me asombró la diferencia de sabor.
Lo lamí de arriba hacia abajo, íntegramente, acariciando sus testículos entre mis manos mientras frotaba la lengua por la cabecita de la pija provocándole unos cuantos espasmos.
Mi mujer prosiguió con el relato: lo mamé durante un rato y saboreé varias gotas de su semen. Quería complacerlo y darle mi cuerpo como a él le gustase. Lo dejé que me quitase el camisón."
"Nuevamente me quedé dormida y cuando desperté tenía su enorme pija a las puertas de mi boca. Quiso que se la mamara sin sacarla para nada de la boca pues cuando hice el intento le ví las intenciones de pegarme. Me sobaba las tetas y yo le acariciaba los huevos. Luego de un rato la verga estalló llenándome de líquido toda la boca y la cara. Me gritó que me tragara toda su leche así que obedecí al tiempo que comencé a espantarme"
"Si Salva quería que me cogieran sus amigos mejor no la podía estar pasando ya que estaba siendo penetrada por los tres al mismo tiempo. Lo mamaba a Jorge y recibía las pijas de Raúl y Salva por mi culo y concha respectivamente.
Tenía todos mis agujeros ocupados y estaba gozando mucho. El primero en acabar fue mi marido quien sin embargo la dejó adentro y por suerte erecta un buen rato. Luego acabó Raúl sacándola y tirándome la leche por mis nalgas y mi espaldo..
Como estaba al borde del orgasmo aceleré los movimientos de mi boca ayudándome con mis manos y cuando sentí el primer chorro del semen de Jorge en mi boca la saqué salpicándome la cara y las tetas y parte del cuerpo de Salva, lo que no me disgustó.
Después de un rato de relax se fueron invirtiendo las posiciones y mientras se la chupaba a Raúl cogía con Jorge mientras Salva observaba todo con cara de calentura y resignación a la vez."