Mis lindas hermanitas (2)

Mi hermano me cacho cogiendo a mi hermanita de 18, pero eso no fue nada porque en la mañana...

Hola les escribo lo que paso después de que casi nos cachan a mi hermanita y a mí. Como les dije me quedé súper cachondo después de haberle chupado su rajita a Caro, pero como ya habían llegado todos tuve que aguantarme, pero no por mucho. Como no podía dormir empecé a maquinar un plan inmediato.

Me esperé como hasta la una de la mañana, luego prendí mi cámara de vídeo y la puse en el librero viendo a lacama, le ajusté el zoom de modo que sólo enfocara la cama. Luego me arme de valor y fui al cuarto de mis hermanas, me fije que Moni estuviera dormida y justo cuando iba a entrar me dicen.

¿Que quieres?- Era caro.

Ven, tenemos que hablar.

Bueno, salte espérame.

Yo me fui a mi cuarto y prendí la luz casi de inmediato llegó Caro. Se había vestido, no era buena señal. Tenía puestos unos shorts de gimnasia y una blusita rosa pegada.

Hola. ¿que pasó?

Pues quería hablar de lo que pasó hoy. ¿Te gustó?

Yo creo que no hay que hablar de eso, esta mal. Mejor hacemos como que no pasó nada.

Pero dime si te gustó o no. A mí me gusto mucho. Me gustó que me vieras masturbarme y tocarte.

No está bien.

¿Te gustó?

No sé.-

Bueno. Yo me quiero masturbar. ¿quieres ver?

No. Ya no. Así empezamos la vez pasada.

Por favor. Cuando me vez hacerlo siento más rico.

¿Sólo verte?

Sólo lo que tú quieras.

Bueno.- Sonrió y se acercó.

Siéntate.- De inmediato noté como se ponía roja de los nervios o la excitación.

Me bajé los shorts y mi verga brincó paradisima, es como de unos 18cm y gruesa lo normal. Empecé a masturbarme y luego abrí el cajón y saqué un par de bragas de ellas. Ella pareció sorprenderse, pero sólo sonrió, no apartaba la vista de mi pene y seguía con los ojos el movimiento de mi mano.

-¿Sientes igual de rico otra vez?

Más, me está encantando, me imagino haciéndote lo que te hice hace rato. Eso me excita mucho

¿Que te imaginas?

Me imagino que te quito la blusa y los shorts. Que comienzo a sobarte la vagina primero sobre las bragas, pero luego te la bajo y te meto los dedos, como en la noche. Luego te beso y te chupo las tetas y te beso.-

Mientras decía esto comencé sobarme más rápido y noté como cada vez se excitaba más aunque trataba de ocultarlo. Me imagino que te agachas y me chupas la verga, mientras yo te sigo metiendo los dedos, y al final me dejas meterte la verga en tu conchita.

¿Te vas a venir?

No, todavía no? No estoy tan excitado como cuando tú la tocas.

¿Sientes más rico cuando yo la jalo?

Mucho más. ¿Me ayudas?- Dudó un momento. Tuve que insistir. – Por favor.

Bueno sólo para que ya termines.

Se recostó junto a mí y empezó a jalar mi verga, al principio lento pero cada vez fue jalando más rápido y más rico. Yo la notaba más excitada y cachonda cada vez, pero aún así decidí esperar un poco. Comencé a gemir un poco y a decir su nombre, luego le seguí relatando como me imaginaba que la tocaba y le sobaba su vagina.

Puedo sobar tu conchita. Si quieres lo hago sobre tus bragas.

¿Sólo sobre las bragas?

Sí.

Bueno.- Se bajó los shorts y estaba completamente desnuda de la cintura para abajo, luego me quitó sus bragas y se la puso frente a mí, no sé porque pero eso me excito mucho. Nos acomodamos para seguir ambos dándonos placer, pero al igual que la vez pasada en cuanto ella empezó a gozar dejó de jalar mi pene. Yo me arrodille a lado de ella y comencé sobar más duro su raja haciendo cada vez más presión. Ella empezó a gemir de inmediato y yo me levanté un poco para llevar mi verga a la altura de su carita. Ella la tomó y siguió jalándola u rato frente a su cara.

Quítate la blusa.- le dije. De inmediato se la sacó y pude ver a través de su corpiño lo parado de sus pezones. Luego empecé a tratar de meter un dedo por braga para clavarlo en la conchita que ya se sentía totalmente húmeda. Ella me dijo.

Quítamelas. – Se las saqué de inmediato y le introduje un dedo casi entero, de inmediato empezó a jadear más duro, tanto que me dio miedo que alguien se despertara. Así que me levante un poco más y me llevé la verga su boca, tardo en abrirla, pero luego lo hizo y recibió la punta de mi glande con su lengüita caliente, la metí poco a poco y con el paso de los minutos ella comenzó a disfrutarlo y a hacerlo mejor.

M encantas Caro. Chupa más. Mamas de lo lindo. Oh! Mi hermanita me la esta chupando.- ella sólo sacaba la verga de su boca para jadear un poco y respirar, al poco tiempo yo sentía que me venía y que iba a estallar en su boca. La saqué rápido y le solté la vagina.

¿Por qué?- Me pregunto jadeando.

Te voy a dar algo más rico.- Le abrí las piernas y me recosté sobre ella. Me veía con cara de miedo. La besé en la boca y le dije a oído.- Te va a doler un poco no hagas ruido. – Ella asintió con la cabeza. Puse mi glande en la entrada de su rajita y empezó a entrar de inmediato, luego al llegar un poco dentro noté que estaba justo en la barrera de la virginidad de mi hermanita, empece a empujar suavemente un par de veces hasta que empezó a ceder, y ella a gemir de dolor, yo sólo la besaba para acallar el ruido. Luego di un empujón y ella gritó un poco, mi pene la invadió por completo y comencé a follar con mi hermana siete años menor que yo. Me recosté sobre ella y le levanté las piernas, las acaricié, las bese, y metí mis manos bajo de ella y le apreté las nalgas durísimo. Ya no sabía como callarla, pues cada vez gemía más duro, así que le metí la lengua en la boca y nos abrazamos con una pasión desenfrenada, sentía el calor de su piel blanca y sus ojos azules extasiados de placer. Comencé a bombear más duro. Cuando sentí que me venía me detuve y la puse sobre mí, de inmediato empezó a cabalgarme y yo disfrutaba de lo lindo. Podía sentir el ancho de sus nalguitas completo entre mis dos manos, y empecé a acariciar su ano haciendo más presión cada vez, sólo soltaba sus nalgas para chuparme los dedos y comenzar a humedecerle su agujero. Ella se detuvo y yo levanté la cara. Mi hermano tenía una mano sobre su espalda y ya tenía la verga fuera del bóxer.

Eres un zorra Caro.- Dijo mientras le acercaba la verga a la boca, que por cierto también quedaba muy cerca de mi boca, lo cual me desagradó.- Es eso o le digo a mí mamá lo que hacen.- Dijo al ver que ella se quería parar. A mí me empezó a excitar la situación.

Caro, es más rico si te lo hacemos dos.- Le dije.

Pero eso está muy mal.

¿Qué no nos quieres igual a los dos?- Dijo Raúl.

Al parecer eso la convención pues abrió la boca y Raúl de inmediato le metió la verga en la boca. Seguimos en esa posición un rato, que a mí me tenía loco de la excitación. (Raúl es dos años mayor que yo.) Luego el carbón me robo me idea, yo seguía masajeándole el ano a Caro, pero fue el carbón el que se puso a tras de ella y empezó a penetrarla mientras Caro decía, con poca convicción que no quería. El escándalo era mucho, pero a ninguno nos importaba ya, estábamos ahí los dos mayores disfrutando de nuestra hermanita de trece años que ya no era virgen de ningún lado.

Yo no aguantaba más así que me detuve, pues no quería venirme sin meterle el pene a mi hermanita en su ano. Tiramos a mi hermana en la cama, porque ya la hacíamos como queríamos, la pusimos de perrito de nuevo. Raúl le retaco la verga en la boca, que ella ya recibía como si fuera lo que más le encantara, yo me puse detrás y le retaqué también la verga en el ano, de inmediato empecé a bombear como si Caro fuera una puta de años y con la mano le di placer en la vagina lo mejor que pude, ella se veía fascinada. Luego la tiramos boca arriba y Raúl se la cogió por la vagina, yo le puse mi verga en su carita y la recorrí toda, le apreté sus senos y por fin empezó a mamarla de nuevo. Yo no aguante más y el semen broto en su boca, creo que se sorprendió, pues la sacó y casi todo el semen se escurrió por su cara. Raúl al ver esto se acercó y le vació el segundo chorro de semen sobre su piel blanca y sus ojitos azules, yo ya sin recato fui por la cámara y la grabé toda chorreada de semen.

-¿Qué haces?

  • Quiero un recuerdo de esto.

¿Creen que soy una puta?- Dijo y se puso a llorar. Creo que eso nos excito más pues no la cogimos de nuevo. Luego Raúl se fue y yo me quedé para consolarla. Nos besamos y nos dormimos juntos. Al siguiente día nos despertó el movimiento de la cama, y que de pronto nos quitaron las cobijas.

Estábamos desnudos, la ropa interior regada aún lado de la cama y mi hermanita tenía ya el semen seco en su busto y su carita.

Par de cabrones.- Gritó mi mamá.- Tú, puta zorra, vete a bañar y a ti carbón te quiero ver en el comedor en cinco minutos.

Ya les contare después lo mal que me fue.

Merkheim77@hotmail.com