Mis inicios en el gimnasio.(parte 1)

Esta historia comienza allá por julio de 2014, había abierto recientemente un nuevo gimnasio en mi amado pueblo natal. Por lo cual decidí apuntarme y ponerme un poco en forma... si, soy gordito, tengo algo de barriga y estoy un pelín descuidado, así que decidí ponerme al lío.

Esta historia comienza allá por julio de 2014, había abierto recientemente un nuevo gimnasio en mi amado pueblo natal. Por lo cual decidí apuntarme y ponerme un poco en forma... si, soy gordito, tengo algo de barriga y estoy un pelín descuidado, así que decidí ponerme al lío.

Paso a describirme un poco más en profundidad, me llamo Román, soy un tío de lo mas normal, moreno, de 1`70 m, algo gordito como ya dije con anterioridad, de 25 años, y no me considero dotado, mas bien en la media 16 o 17 cm... un tío normal vamos.

Me incorpore al gimnasio, y me encontré con alguna cara que ya conocía, y otras muchas nuevas, ya que, he de decir que el gimnasio iba encarado mas a personas mayores y que atraía a personas de los pueblos colindantes, ya que era un servicio novedoso, y lo importante, lo que predominan son las mujeres.

Comencé en clases de spining varios días a la semana y sinceramente, varios años siendo fumador me hizo echar los pulmones por la boca. En una de estas clases empece a coincidir con una vecina (Conchi) y una amiga suya (Tere). Mi vecina siempre fue mi puto mito erótico, de unos cuarenta y tantos, un hijo de una edad aproximada a la mía y que fue un buen amigo en la infancia. Quizás empezó a serlo un día que con 10 o 11 años, me habían invitado a su piscina y tras chapotear toda la tarde en ella, subimos a la habitación de mi amigo y pasando por la puerta de la habitación de Conchi, que estaba abierta y ahí vi sus preciosos pechos, bien puestos en forma de pera, hinchaditos, y con unos pezones morenos, es algo que aún tengo grabado a fuego en mi cabeza.

Según iban pasando los días empece a recuperar el contacto con Conchi, que por azares de la vida me fui distanciando de su hijo, bien por que había un par de años de diferencia, los estudios... entre otras cosas. Una mañana me había retrasado un poco y se me hacía tarde, por lo que me apresure y salí corriendo, por suerte para mi, cuando tenia 100 metros recorridos apareció ella con su amiga Tere en un flamante BMW. Conchi estaba divorciada y había salido claramente favorecida, un imponente chalet, con piscina y un gran jardín, con su hijo independizado, gozaba de una posición privilegiada en la que podía hacer, literalmente, lo que le salía del coño. Habiendo montado en el coche nos fuimos rápidamente al gimnasio. Hicimos las sesiones que nos había marcado el monitor y tras un par de horas de duro sufrimiento nos volvimos para casa.

De camino mi vecina me ofreció un café en su casa, a lo que obviamente no me negué. Cuando llegamos a su casa, su amiga Tere se subió en su coche y se excuso, diciendo que tenía que hacer otros temas. Pasamos a la cocina en la que tantas horas había pasado de niño jugando a la Super Nintendo, Monopoly y otros muchos juegos.

Me ofreció el café y se sirvió otro para ella, y comenzamos a hablar de la vida en general, que estudiaba, que tal la familia... trivialidades vamos. Una vez tomado el café me disponía a irmey darme una placentera ducha, que debido al ajetreo en el gimnasio no pude darme, cuando me paró y me pregunto si podría revisarle un fallo que daba el elevalunas de su coche (tengo conocimientos de electromecánica) que en ocasiones fallaba. Le dije que era mejor que fuese primero a casa para buscar herramienta y el tester para comprobar los fallos eléctricos. No se opuso, y quede con ella por la tarde, me dijo que viniese sobre las cuatro de la tarde, y que si me apetecía, trajese el bañador ya que me dejaba la piscina para disfrutar del sol de julio y para compensar las molestias por la revisión del elevalunas.

A la hora establecida, estaba puntual tocando el timbre y salio a recibirme, cuando la vi me quede anodanado. No pude mas que verla de arriba a bajo y decir para mis adentros wow, que hembra, llevaba puesto unas sandalias finas, seguido de una minifalda blanca y arriba solo un sujetador de bikini, a mi parecer demasiado pequeño, para sus mas que imponentes tetas. Me hizo pasar y me acompaño hasta el coche. Abrí la puerta y con cuidado saque los estratégicos tornillos que están escondidos, y posteriormente procedí a retirar el tapizado, con el cuidado de no romper ninguna grapa. Di una primera visual y a comprobar los cables, llevaba un rato tumbado en el suelo, abstraído en mis labores cuando apareció Conchi con una bandeja con algo de limonada en un vaso el cual agradecí mucho, puesto que aun estando a la sombra, apretaba bastante el calor, y desde mi posición no pude evitar fijarme en su entrepierna desde mi baja posición, y creed lo que vi me la puso muy dura. La muy cerda no llevaba bragas, tenia el coño al aire, ante la situación me puse algo nervioso por el shock inicial, y ella, lo notó. Se puso en cuclillas por encima mía y me ofreció el vaso y una mejor vista de su tesoro, el cual disfrute descaradamente mientras me tomaba la limonada. Finalmente se levanto y deje de disfrutar de la visión. Lo del coche no era gran cosa, un mal contacto, un poco de soldadura estaño-plomo y solucionado, monté todo y en poco tiempo estaba como nuevo.

Me dirigí a la cocina para informarle de que todo estaba listo, vino a abrazarme y darme un “tierno” beso por ser un buen chico, me dijo si me apetecía beber algo más a lo cual renuncie. Me invito a tomar un poco el sol antes de darnos un refrescante baño en la imponente piscina. Me disponía a sacarme la camiseta y tumbarme en una de las tumbonas y disfrutar algo del sol cuando apareció y se tumbo a mi lado. Nos pusimos a hablar de trivialidades hasta que a los minutos me pregunto si me importaría que ella se pusiese en topless, para evitar las marcar de su ya bastante moreno cuerpo, a lo cual le dije que estaba en su casa y a fin de cuentas podría hacer lo que quisiese, a lo que sin demora se lo sacó. Estaba disfrutando de la visión semi desnuda de mi mito erótico de la infancia, hasta el momento en el que me pregunto si me importaría darle un masaje en los pies, y solo con la mínima idea de volver a disfrutar de la visión de su coño me puse al trabajo sin demora. Evidentemente no me equivocaba y seguía sin bragas y me recree mirando como un bobo, ella solo sonreía y veía mi cara de disfrute. A todo esto llevaba un buen rato marcando algo que ya era imposible de esconder en mi bañador y pedía por salir. Finalmente me dijo que si quería, y ya que estábamos en intimidad, puesto que solo son casas bajas y no hay intromisión de visiones de los vecinos me sacase el bañador para estar mas cómodo, y para que me animara ella se saco la única prenda que le quedaba, la minifalda. Y así se quedó, como dios la trajo al mundo, tenia un coño hinchadito, con un poquito de bello, recortado y rezumando fluidos por la raja, lo cierto es que estaba muy excitada. Sin dudarlo, me saque el bañador y me quedé también desnudo. Ya sin pensarlo le mande la mano al coño para tocarlo, pero me dío un golpe en la mano y me dijo:

-Espera no vayas tan rápido. Untame un poco de crema solar por la espalda.

Me puse a darle crema por la espalda y de paso masajeé un poco, fui bajando y me centre ahora en su soberano trasero, y posteriormente por sus piernas, se dio la vuelta y repetí el proceso paro de esta vez untando sus pechos y sobre todo magreándolas, después baje a su estomago y finalmente a su pubis, en el cual en esta ocasión no me dio golpe en la mano y me dejo continuar por unos minutos, hasta que me ordeno parar y me tumbase boca abajo. Ahora era ella la que me masajeaba a mi la espalda y la parte trasera, después me pidió que me diese la vuelta y empezó a echarme un poco de crema en la cara, por lo que cerré los ojos y mientras tanto se sentó en mi erectísima herramienta, suceso con el que no contaba y no pude mas que decir “oh si nena”. Fue entonces cuando abrí los ojos y me estaba cabalgando como una jinete, y lo estaba disfrutando mucho, pero el calor me estaba matando y se lo hice saber. De mala gana me desmonto, me agarro la poya y me guió hasta su habitación. Me empujo a la cama y se lanzo a chupármela con hambre, lo cierto es que era y sigue siendo una experta. Volvió a montarme y a saltar como una loca encima mía y tras un par de sonoros orgasmos suyos y unos diez minutos después, lo inevitable se aproximaba y se lo hice saber, me dijo que me corriese donde quisiese. No lo dude, me la lleve al baño y nos metimos en el ducha, la puse a mamar y cuando estaba a punto me la saque de su boca y me corrí sobre sus maravillosas tetas, fue abundante y muy placentero para ambos, cuando se iba a levantar le dije que esperase y empece a mearle en la cara y las tetas, lo cierto es que no se lo esperaba, pero al parecer no le desagrado ya que no puso cara de asco, tras acabar con la lavada calentita que la había dado, empezó a chupármela y dejármela bien limpia. Nos duchamos, ahora si con agua y nos magreamos un poco mas. Después cogí mis cosas y me despedí. Antes de salir por el portal se acerco a mi, me dio un beso en los labios me agarro la polla y me dijo:

-Te has portado muy bien, vas a tener que revisarme el coche mas a menudo, y creo que Tere también tiene algún problemilla en su coche.

A lo que yo respondí:

-cuando me necesites ya sabes donde vivo, tanto tu como Tere.

Gracias por leerme, es mi primer relato y acepto críticas constructivas y comentarios. Espero que os haya deleitado y se os haya hecho ameno.