Mis inicios, con mi primo
Fui educada en una familia un tanto conservadora, pero eso no impidió que fuera una chica un tanto precoz y sobre todo no evitó que yo iniciara una relación algo, reprochable con mi primo, tal relación que en un inicio me causaba algo de conflicto, ya que provocaba algo de culpa, pero al final fue algo que terminé gozando el tiempo que duró.
Que tal, soy Miriam, de México, este es mi primer relato de como inicio mi vida sexual, espero sea de su agrado.
Cuando yo tenía 16 o 17 años, frecuentaba mucho a uno de mis primos, sobrino de mi mamá, nos llevábamos muy bien, tenía su negocio muy cerca de mi casa algunas veces por las tardes iba a visitarlo, platicábamos mucho, bromeábamos por cualquier cosa, pero poco a poco esas platicas se fueron tornando sexuales, me incomodaba un poco pero aun así las pláticas seguían, hasta que fui tomando más confianza. He de decir que era limitado mi conocimiento en el ámbito sexual, me masturbaba, pero no tenía más experiencia que lo que sucedía en mi imaginación.
Una tarde no llegue sola a su negocio, iba con una amiga, a pedir unos CD´s prestados ya que mi amiga y yo se suponía haríamos tarea, queríamos algo de música, pero mi selección a ella no le gustaba y realmente en mi casa nadie escuchaba el tipo de música que a ella si, por lo que recordé que a mi primo si, en fin, llegamos, le pregunte si me prestaría algunos y dijo que sí. Los CD´s estaban en una esquina, sobre una mesa que estaba un poco separa de la pared, no sé por qué mi amiga salió del lugar y nos dejó solos y fue en ese momento en que mi primito se acercó a ayudarme y más fácil encontrar lo que buscaba exactamente. Al entrar a aquel hueco, Gerardo mi primo, al pasar por detrás mío, restregó completamente su pene a mi trasero, por lo estrecho que estaba el espacio no supe si fue accidente o algo a propósito, así que no dije nada y seguimos con la búsqueda, al salir volvió a pasar he hizo lo mismo y esta vez acerco un poco su cara a mi cuello y ahí ya no me pareció normal, me asuste pero a la vez me gusto y éxito un poco, y me aleje lo más rápido que pude, agradecí y Sali a reunirme con mi amiga.
Esa noche recordaba lo sucedido y me excitaban pasaban los días y me excitaba aún más, fue de las primeras veces que me masturbe pensando en alguien, dándole un rostro, el de mi primo.
Se llego el día en que devolvería los CD´s, en cuanto me vio entrar con ellos en la mano fue a meterse a aquel rincón, fui para allá yo también los deje y preguntó si quería algunos otros, solo negué. Cuando iba a salir de ahí él se apresuró a pasar por detrás mío, de nuevo pegándose a mí y esta vez mas descaradamente, haciendo presión en mi trasero, no supe que hacer y quise salir, pero me tomo de la cintura y pregunto si no me gustaba lo que estaba haciendo, no conteste, me sentía un tanto incomoda, me gustaba pero me asustaba lo que estaba pasando, sobre todo me asustaba el hecho de que era mi PRIMO!!!
Sali casi corriendo para mi casa, ya en ella me arrepentí de no haber hecho nada, pues si me hubiera gustado seguir con el jueguito por más tiempo y por los estúpida que me vi con mi huida.
Pasaron los días y yo lo evitaba, hasta que un día mi mama dijo que Gerardo, había preguntado si no me gustaría ir a ayudarle por las tardes a su negocio, me pagaría. Me negué, pero mi madre insistió, dijo que sería bueno para mí, muy aparte de lo poco o mucho que ganara, sobre todo obtendría algo de experiencia e independencia y bla bla bla… termine aceptando, uy si madre hubiese sabiendo que me estaba enviando a la cueva de lobo. Al día siguiente por la tarde iniciaba.
Mi día inicio como siempre, fui a mi escuela al salir, fui a mi casa para cambiarme de ropa, comer algo y hacer algo de mis tareas. Ya terminado eso salí rumbo a con mi primo. Al llegar a su local, mi primo me pidió disculpas y después de eso actuó como si nada, me decepcionó y a la vez me sentí aliviada, pasaron los días y la verdad que era algo tedioso ya ni siguiera platicábamos como antes, yo tampoco sacaba el tema, me olvidé un poco de ello, creí la locura ya había pasado.
Una tarde, llegue al negocio y no se veía, lo llame y estaba en el baño, me dijo que tenía problemas con el lavamanos, que le llevara sus herramientas, me dio las indicaciones de donde estaban y fui a por ellas para llevárselas, al entrar, cerró la puerta de golpe detrás mío y se me abalanzo, solté la caja de herramientas al suelo, mientras intentaba forcejear con mi primo que intentaba besarme, casi caímos al suelo, después de un momento logro su cometido me beso, era un beso rudo, podría decirse apasionado, su lengua queriendo entrar vigorosamente a mi boca, no era el primer beso pero si el más apasionado que me habían dado. Sus manos subían y bajaban de mi trasero a mis senos, se pegaba a mi e iba sintiendo como su pene crecía, besaba mi cuello, todo aquello era muy intenso, se podría decir que hasta lastimaba, estaba muy excitada, pero a la vez no sabía cómo responder ni que hacer.
Sus manos seguían en su juego tocaba por todos lados, hasta que levanto un poco mi blusa y sujetador, dejando al descubierto mis aun pequeños pechos, los tomo y amaso, los llevo a su boca y besaba, succionaba y mordía mis pezones, a esas alturas no pensaba en lo que hacía o más bien me hacían y sobre todo quien era el ejecutor, me dejaba llevar y disfrutaba. Solo de vez en cuando su boca liberaba mis pechos para adueñarse de mi boca o mi cuello y luego volvía a ellos. Mientras que su mano frotaba mi entrepierna por encima del pantalón y rosaba cada vez más su paquete contra mí, desabrocho mi pantalón y enseguida su mano ya estaba en una muy mojada vulva, tocaba mi clítoris y sentía pequeños calambres que recorrían mis piernas.
Era la primera vez que alguien más me tocaba, pasaba su mano a lo largo de mi vulva y se detenía en la entrada de mi vagina, haciendo pequeños círculos, no penetraba, volvía a mi clítoris, mientras que su boca seguía en mis senos, mis piernas temblaban, sentía el orgasmo cerca, él se pegaba más a mí y sentía su pene en completa erección. Pero…
Justo en ese momento un amigo de Gerardo lo llamaban, al estar tan concentrados en lo que hacíamos no lo escuchamos hasta que toco la puerta del baño, Gerardo se separó un poco de mí, le contesto al amigo que ya salía, volvió a besarme y me dijo que me quedara ahí, despediría al amigo y regresaría, me beso de nuevo y salió. Me quede confundida por lo que acababa de suceder y con ganas de más, pero me desconcertaba el desear a mi primo, me hacía sentir culpable. Acomode mi ropa y Me pegue a la puerta, tratando de escuchar lo que sucedía afuera en cuanto escuche que el amigo se despidió, salí del baño, nos miramos e intento convencerme de que regresara al baño, pero ya no quise.
Se llego la hora de cerrar, habían pasado unas dos horas después de tremendo agasajo, tales en las que mi primo insistía en que volviéramos al baño y yo me negaba, y también en las que no desaprovechaba oportunidad para pegar su pene a mi trasero. Apagamos las luces y nos encaminamos a la puerta de salida, sin esperarlo volvió a besarme, me dijo deseaba se repitiera sin interrupciones, hasta poder sentir su pene dentro de mí, no conteste nada, me fui a mi casa, excitada, pensativa y sin saber cómo iba a reaccionar si volvía a pasar.