Mis inicios con Ariel

Esta historia es real, ahora tengo 35 años pero esto ocurrio cuando yo tenía 28 años, en esos momentos trabajaba en una Entidad Financiera y estudiaba Comercio Exterior. Con Ariel éramos compañeros de trabajo y estudio, siempre andábamos juntos, estudiamos juntos, ibamos al gimnasio juntos, él era el alegre y yo el serio, los dos éramos atractivos para las mujeres, pero yo era soltero y Ariel era casado y tenía un hijo.

Hacía una semana que había nacido su hijo y nosotros teníamos un examen, bastante complicado entonces decidimos encerrarnos un fin de semana en mi departamento a estudiar, aprovechando que su suegra se quedaría con su mujer y el recién nacido.

Realmente estudiamos, todo en el viernes y el sábado, pero a la noche decidimos tomar un descanso, nos duchamos, vernos desnudos no era una novedad por que en el gimnasio o en natación era muy normal, cenamos nos tomamos unas cervezas y ya cansados nos fuimos a dormir. Dormíamos los dos en la misma cama, de dos plaza, ya que yo vivo solo y mi dpto. solo tiene un solo dormitorio.

Nos desvestimos, él en slip, yo en boxer y apagamos la luz. Al poco tiempo me di cuenta que el no podía dormir, encendió un cigarrillo en la oscuridad y yo encendí la luz. Cuan lo hice el giro rápidamente y se puso boca abajo, eso me sorprendió y le pregunte que pasaba, él me dijo que no se podía dormir, y después de insistirle un buen rato que me contara me dijo que estaba muy caliente que hacia mucho que no cogía, yo me largue a reír y le hice bromas típico entre dos tipos, el me dijo que era serio que tenia una gran erección y que ya no aguantaba más. Yo le dije que para eso había una solución, una buena paja.

De pronto el se dio vuelta y pude ver una pija que solo conocía muerta en una erección fenomenal, casi 20 cm, yo me quede medio helado por la reacción, y el enseguida me pregunto si alguna vez se hizo la paja con otro, le dije que no pero si eso le ayudaba a sacarse la calentura que lo acompañaba.

El se sacó el slip inmediatamente y yo el boxer y empezamos a trocarnos cada uno en lo suyo, yo conseguí una erección enseguida, pero lo que me ponía nerviosos es que no podía dejar de mirar la hermosa pija de Ariel y yo me daba cuenta que el también me miraba, de pronto él me acarició la pierna y yo no reaccione y él siguió subiendo hasta acariciar mis testículos y eso me gusto, yo comencé hacer lo mismo y eso fue como para habilitar que de ahí en más no paramos de acariciarnos y besarnos, hasta que el busco mi ano abrió mis glúteos y comenzó a chuparme y yo me retorcía de placer, nunca me lo había hecho, me acomodo e hicimos un 69 maravilloso, hasta que el se retiro y puso su ano en mi boca para que lo lamiera y fue un placer lamer ese lugar, su culo era espectacular casi lampiño, redondo duro, yo no pude mas y metí un dedo el se quejo pero me dejo hacer, luego dos y mi pija ocupo ese lugar de inmediato, primero se resistió, pero después poco a poco fue aflojando y disfrutando, me moví lentamente mientras besaba su nuca y tomaba su pija y lo pajeaba, después el hizo lo mismo conmigo, y cuando ya habíamos explorado todo, nos tumbamos uno al lado del otro y terminanos con grandes chorro de leche entre gemidos y risas, cuando todo termino, no podíamos explicar lo que había pasado, solo atinamos a repetirlo, mas tranquilo, disfrutando mas.

Desde esa época, hace siete años somos amantes, yo me case y soy feliz con mi mujer, pero cada tanto organizamos un fin de semana para ir a pescar y ahí si, somos solo nosotros dos y nos damos todo el placer del mundo.