Mis inicios (5)

Mi tia me entrego su virginidad para que al dia siguiente hicieramos el amor entregandonos completamente al placer.

MIS INICIOS 5

Fui acercando mi pene al orificio vaginal y cuando estaba para entrar me dijo ahí es, mételo, me empecé a dejar caer encima poco a poco y cuando su agujerito empezó a abrirse con mi pene, comenzó a gritar que le dolía, pero que siguiera y lo metiera todo, teniendo la cabecita del pene adentro y ella sintiendo menos dolor, empujé con fuerza mi cadera para penetrarla, sentí como topaba con algo y lo quité del camino al penetrarla, de inmediato me abrazó fuerte, al mismo tiempo que gritó cerca de mi oído con más fuerza que la última vez y brotando de sus ojos unas lágrimas; permanecí inmóvil al igual que ella al ver que estaba llorando, creyendo que le había arrancado el himen, lloró un poco sin moverse y me dijo sollozando, me duele mucho, te levantas despacio para que no me lastimes, me levanté poquito a la vez que mi pene iba saliendo, cuando salió tenia sangre; ella bajó las piernas separadas hasta tenerlas estiradas en la cama, seguía llorando, con su ropa le cubrí sus tetas y panochita, yo me puse el pantalón

Sentado a un lado de ella le limpiaba sus lágrimas, le acariciaba su cabeza y me acercaba a besarla en sus labios, mejillas y frente, le tomé su mano y así estuvimos hasta que le pasó un poco el dolor, ya tranquila la ayudé a levantarse, se puso de pie, tomó papel y se limpió su panochita, me enseñó y tenia sangre, me dijo ahora sí me sangraste, me desfloraste, me sonrió cuando me dijo ya no soy virgen, te entregué mi virginidad, que suerte tienes, no pensé que contigo iba a dejar ser señorita

Tomé su tanguita y le ayudé a colocársela, hizo con el papel un colchoncito, lo puso en la tanguita cubriendo su panochita; nos sentamos en la cama tomándonos de las manos, se quedó pensativa y me dijo se me vé que lloré, le dije poquito, se levantó se miró al espejo y dijo voy a tener que irme porque se va dar cuenta tu mamá y la mía, me duele mucho cuando camino, lo hacia separando un poco las piernas; como pudo fue a donde mi mamá y se despidió, a solas me dijo te espero en mi casa mañana en la tarde, no dejes de ir; me besó en la boca y la acompañé hasta la esquina de la cuadra, caminaba un poco despacio, cruzó la calle y la perdí de vista, me regresé a la casa y en el baño con agua y jabón me lavé mis genitales y la trusa por la sangre que tenia

Las horas pasaron pensando en mi tía, en sus tetitas y lo bonito que sentí al hacerle el amor y penetrarla aunque no disfrutamos como otras veces. En la tarde del día siguiente le dije a mi mamá que iba con mi abuelita; llegué a la casa de mi tía y su mamá no estaba, me lo dijo en cuanto llegué, andaba en bata, nos pasamos a la recámara de ella y al cerrar la puerta se quitó la bata quedando desnuda, pronto se me paró el pene y me dijo quítate la ropa, ella se acostó en la cama boca arriba con las piernas separadas; desnudo me subí y sin que ella dijera nada empecé a excitarla como le gusta, besé sus labios y con las manos acariciaba sus tetitas y panochita, bajé besando su cuello, tetas y chupando sus pezones con mordiditas por un buen rato, bajé a su vientre y le daba mordiditas que la excitaban y erizaban su piel; llegué a su conchita besándola, mis manos acariciaban su cadera y piernas; presionaba mi barbilla de arriba-abajo contra su panochita, hasta estimularla lo más que pude, cuando separé sus labios mayores estaban mojados y el líquido era más espeso, como babosito y su panochita no tenia olor, era como si su partecita estuviera limpia; le besé un poco en el área del clítoris para aprovechar que estaba lubricando y hacerle el amor lo más pronto posible

Me acosté encima de ella con el pene parado entremetiéndolo en sus labios mayores tocando su vulva, el clítoris y hacia abajo, empecé a mover mi cadera como si la estuviera penetrando, el frote del pene con su clítoris y alrededor la empezaron a estremecer, estaba gimiendo y entre pequeños gritos sus respiraciones eran entrecortadas, movía su cuerpo hacia los lados para que mi pene frotara donde más la excitaba.

Estando ya muy mojada, le levanté las piernas, pegando sus rodillas a su pecho y ella se las sujetó, me subí y con su mano me puso el pene en la vagina que estaba demasiado mojada, penetré rápido suspirando los dos y dando un gemido de placer, ella se quejó un poco por el dolor que sintió, por lo que habíamos hecho el día anterior, y se estremeció, estando el pene lo más adentro que pude me empecé a mover sacando y metiéndolo, tuve contracciones en mi pene arrojando chorritos de lubricante caliente y mi tía los sentía porque en ese momento me apretaba contra su cuerpo, como señal de excitación, mi tía empezó a gemir y a jadear respirando rápido, le empecé a chupar sus pezones y de rato sus gritos y jadeos eran más fuertes, así nos seguimos hasta que dijo me voy a venir, una contracción en su vagina me indicó que había tenido un orgasmo, una lubricación caliente salió de adentro de su vagina empapando mi pene, que continuaba con contracciones; se detuvo un instante y dijo otro más, seguí moviéndome y de rato, entre gemidos y respiraciones rápidas dijo me vengo, su cuerpo de estremeció y otro chorro caliente sentí escurriendo saliendo por la vagina mojando sus nalguitas y mis testículos; hizo un descanso jadeando fuerte como queriendo agarrar aire; con los labios secos y fríos, casi sin saliva en su boca, dijo casi cansada, aguanto otro más, muévete, me seguí moviendo penetrándola lo más rápido que podía, mi pene seguía arrojando líquido, mis testículos estaban tan contraídos y pegados a mi cuerpo, que parecía que se iban a meter; mi tía con menos fuerza estaba jadeando o pujando y gritando, me dijo me voy a venir, me moví más rápido, con varios gemidos y contorciones suaves de su cuerpo dijo ya, su cuerpecito se erizó mucho y un chorro de lubricante volvió a mojar mi pene y aunque ella yo no se movió yo estuve penetrándola hasta que sentí placer saliendo lubricante, le dije ya terminé.

Bajó las piernas, yo estaba arriba de ella, y los dos empapados de los genitales nos quedamos así casi una hora descansando, en momentos le besaba y chupaba sus tetas acariciándole partes de su cuerpo donde yo sentía tierno hacerlo; ella estaba cansada, su corazón se lo escuché latir aprisa, con la boca seca y casi sin fuerzas; yo también casi estaba en las mismas, pero ella tuvo más desgaste físico utilizando mucha energía para tratar de sentir rápido los orgasmos uno tras otro y gozarlos profundamente en lo posible. Teniendo mi pene pequeñito y la cabecita más roja o irritada que el resto del pene y ella descansando con los ojos cerrados, me bajé de encima y me acosté a su lado

Viendo que mi tía más relajada o casi adormecida, yo pensando en que ya habíamos terminado de hacer el amor y que en cualquier momento se levantaría para ir al baño y vestirse, quise aprovechar los últimos momentos haciéndole cosas en su cuerpo que a mí me satisfacían, me senté a un lado, le besé sus labios correspondiéndome sacando su lengua un poco para chuparla con mis labios, luego mirando muy detenidamente sus tetitas con los pezones parados, le acariciaba lentamente toda su teta, me incliné tomando con mis labios su pezón y areola chapándolos tiernamente y al estar apunto de que se me soltara la tetita, le succionaba estirándosela hasta que se me escapaba de mis labios, está estimulación la hice por mucho tiempo, alternando una y otra teta para que no se sintieran menos ni una ni otra recibiendo estimulación las dos en la misma proporción, erizándose su cuerpecito. Me bajé hasta su panochita le separé las piernas, la cama estaba mojada al igual que sus nalguitas, le separé los labios mayores, tenia empapada la vulva, le toqué y estaba muy resbaladizo o babosito, el agujero de la vagina lo tenia abierto mucho más de cómo lo tenia cuando era virgen, tenia sangre en la estrada y muy rojo, besé sus piernas, me regresé a sus senos los besé y mi tía me tomó de la cabeza, me acercó a sus labios y nos besamos; dijo más dormida que despierta, hay que vestirnos por si llega mi mamá, nos limpiamos con papel, nos vestimos y nos pusimos a ver televisión

Acostados en la cama abrazándola por detrás ella se quedó dormida más de una hora, casi para anochecer llegó la mamá y le dije ya me voy, me acerqué, nos besamos, se quedó acostada, me despedí encaminándome a la puerta, llegué a mi casa y antes de dormir recordé lo que habíamos hecho. Las semanas pasaron, de vez en cuando me masturbaba pensando en mi tía, un día fué a mi casa, nos cachondeamos el tiempo que pudimos con besos y caricias por todo el cuerpo, pero sin poder hacer el amor; ella me dijo que me deseaba demasiado y que cuando se acordaba de mi pene y como hacíamos el amor no podía conciliar el sueño y a veces se masturbaba, pero que no sentía lo mismo ni con la misma intensidad que cuando lo hizo conmigo. Pasaron los meses y nuestros encuentros eran más distanciados sin mucha pasión como antes, hasta que llegó el día en el que fui con mis papás al municipio de Calvillo en Aguascalientes donde conocí a mi prima Estela de quince años de edad igual que yo, donde tuve mi primera sacada de leche.