Mis inicios (3)
Probé su intimidad y terminamos haciendo el amor.
MIS INICIOS 3
Me encerré en la recámara y me quité el pantalón y la trusa, me puse un pants y me quedé viendo televisión mientras esperaba; estaba excitado, mi corazón latía aprisa, mi pene parado y con la cabecita de fuera para que me la viera; a la media hora regresó mi tía, estaba excitada, se le veía la cachondés en su mirada, le temblaban las piernas y hablaba emocionada; se acostó junto a mí y me besó en la boca un rato, yo sentía muy bonito, el brillito lubricando seductoramente sus labios me excitaba más y mi pene se ponía más duro, me abrazó y metió la mano bajo mi pants agarrando mis huevitos y luego mi pene como masturbándome, seguía besándome y puso mi mano en su pierna y la empecé a acariciar de abajo hacia arriba hasta llegar a sus pompis que estaban desnudas porque traía un bikini de hilo que se escondía entre sus nalguitas redondas y suaves
Pasamos a otra cosa más excitante, ella acostada me dijo que le quitara el bikini, lo hice despacio acariciando sus piernas, me subí encima y poniendo mi pene para arriba lo presionaba contra su panochita con fuerza, parece que ya estaba prendida, porque cuando presionaba, gemía y jadeaba cada vez con más intensidad haciéndolo casi en silencio; me hizo a un lado y se levantó, me acostó y me bajó el pants a las rodillas, y a partir de aquí fue lo más placentero y excitante que experimenté
Acostado en la cama acarició mis huevitos con sus dedos, apretándolos un poco, me jaló el pellejito hacia abajo, viendo que se descubría más del pene de como ella lo había dejado, voltió a verme y le dije logré que bajara más aunque me doliera, me beso en la boca y luego lo regresó a su posición normal, una gota grande de lubricante salió del pene, me la limpió con su falda, volvió a jalar el pellejito hacia abajo y dejó descubierta mi cabecita, como no tenia vello en los genitales me empezó a besar y a acariciar desde mi abdomen hacia las piernas varias veces, me provocó más excitación y placer que deseaba no terminara, poniendo mi cuerpo erizado, después me chupó los huevitos, enseguida jaló el pellejito hacia abajo con fuerza y metió mi pene en su boca, chupando mi cabecita varias veces, lo caliente de su boca y la saliva de sus labios hicieron que mi cuerpo se estremeciera y me estirara hacia atrás por lo maravilloso que sentía, mi pene no tardó en tener contracciones fuertes y unos hilitos más prolongados de lubricante salieron disparados, ella me dijo me tomé tu lubricante, seguía chupando mi cabecita y con la mano me masturbaba, cuando se me salió un gemido, me dijo házmelo a mí
Ella se acostó y se levantó la minifalda hasta la cintura, ví que tenia bien depilada su conchita, no como la vez pasada que le salía vello de la tanguita, le veía la rayita que divide los labios mayores, era hermosa, la toqué suavemente siguiendo la línea divisoria del frente hasta abajo con la yema de los dedos, ella se estremecía y jadeaba, respiraba rápido como si quisiera gritar, su piel era tersa, suave y delicadamente apetecible; metí un dedo un poco en medio de sus labios mayores y lo recorrí a lo largo, estaba húmedo, caliente y terso, le empecé a besar muy despacio con ternura desde su vientre, luego en su panochita y al último sus piernitas, ella las separó lo más que pudo y metí mis labios entre sus labios mayores, los separó y empecé a besar todo por dentro, su clítoris, sus labios menores y donde tiene el orificio de entrada a la vagina que estaba muy cerrado, lo besé por mucho rato porque me decía que me quedara ahí, de la zona del clítoris, a la zona del orificio vaginal, seguía gimiendo y jadeando, su cuerpo se contorneaba, por la excitación tan grande que tenia, llegó el momento decisivo para ella.
Me dijo súbete, me puse encima, ella tomó mi pene y lo puso en el orificio vaginal, sin soltar el pene me dijo acércate lo más que puedas, lo hice, ella al sentir que mi cabecita estaba en la entrada de la vagina me dijo empuja, le empujé con fuerza a la vez que ella dió un grito, me soltó el pene y con las manos me sujetó las nalgas jalándome hacia ella, yo empujaba y empujaba, ella gritaba lo más quedito que podía llegó el momento en el que de tanto empujar sentí que parte de la cabecita había entrado, en ese momento de sensación caliente, también estimulada por la lubricación de su vagina que salía del orificio; mi pene tuvo contracciones y unos chorritos de lubricante salieron entrando en su vagina, me dijo tu líquido está caliente; no alcanzaba mi pene para que mi cabecita quedara a dentro de su vagina y me dijo se sale cuando dejas de empujar.
Me levanté y ella dijo me voy a poner en una posición más accesible para dejar mi orificio más a tu alcance, acostada boca arriba con las piernas separadas, dobló las rodillas juntándolas a su pecho, con la cadera más levantada, que prácticamente al subirme mi pene entraría directo. Estando preparada me dijo sube, lo hice poniendo mi pene lo más cerca a sus labios menores, ella me ayudó y cuando estaba apuntando al orificio me dejé caer presionando con fuerza, agarrándome de sus hombros para hacer palanca, mi pene entró más allá de la cabecita, pegando ella un grito de dolor más fuerte, que no supimos si mamá escuchó porque estaba oyendo el radio, estando adentro mi pene empezó a lanzar chorritos de lubricante, que Laura decía que los sentía cayendo en su vagina
Me pidió que empujara un poco más y al hacerlo volvió a decir quejándose me duele mucho, añadió mantente presionando para sentir tu pene dentro de mí lo más que aguantes; mis contracciones seguían cada vez más que sentía rico en mi cabecita arrojando lubricante. Antes de que termináramos me dijo me duele mucho pero voy a tratar de tener un orgasmo ahorita que estoy muy excitada, mueve tu cadera metiendo y sacando tu pene, hazlo rápido; apenas iba a hacer los movimientos de penetración cuando ya estaba gimiendo y gritando del dolor, me detuve y me dijo espérame me está doliendo; después de un rato me dijo ahora sí hazlo y no te detengas aunque grite, me empecé a mover y dió el primer grito, continué moviéndome rápido y entre gritos, gemidos, jadeos y apretones en mi cuerpo, me dijo ya mero me vengo, sigue, sigue, su cuerpo se meneaba para todos lados, y con un gemido fuerte y prolongado tuvo un orgasmo envidiable, soltando líquido caliente de su vagina en abundancia que sentí mojando mi pene, su vagina se contrajo varias veces; se quedó callada, con los ojos cerrados, bajó las piernas, al hacer esto mi pene salió de su vagina, me quedé acostado en ella y me dijo con voz tierna, logré el orgasmo más exquisito que he experimentado, ni masturbándome había sentido tan delicioso como lo que sentí en este momento contigo
Me retiré y ella se quedó acostada con las piernas separadas, veía su panochita que se me hacia muy hermosa y ví como escurría líquido de su vagina hacia sus nalguitas; luego de descansar se limpió con papel, junto las piernas y me dijo me duele pero no me sangró, yo ayudándole le puse el bikini aprovechando para acariciar sus piernas y su vientre, se sentó en la cama, se quedó recargada en la pared, mientras yo me subía el pants; nos quedamos en silencio, ella con los ojos cerrados y yo contemplando su cara de satisfacción y gozo, me dijo me duele, se levantó tantito y dio unos pasos, le dolía su partecita íntima y se la agarraba con la mano, se volvió a sentar y nos pusimos a medio platicar y en ocasiones quedábamos en silencio, me preguntó te gustó lo que hicimos y le dije sí mucho, todavía traigo el pene parado, me dijo enséñamelo, me lo saqué, estaba duro y mojado, hasta donde había entrado en la vagina, y la cabecita roja o irritada por la fricción, lo limpió con papel, lo acarició un poco y me lo guardó.
Se volvió a levantar a caminar, se miró en el espejo, se arregló un poco y dijo dile a tu mamá que fui a un mandado pero que al rato regreso; a mi me dijo me gusto mucho lo que me hiciste eres un hombrecito, siento caliente y cosquilleo en mi vagina, se acercó a besarme en los labios y dijo te quiero mucho, después regreso, no olvides lo que pasó entre nosotros, la acompañé a la puerta y se fue caminando casi normal.