Mis infidelidades y sus consecuencias - (11)

Cumpleaños de Anita.Caigo, sigo cayendo

Cumpleaños de Anita. Caigo, sigo cayendo

Todavía no había podido contarle todo a Omar, no me animaba, las cosas habían vuelto casi a la normalidad con él, pero ser sincera era mi tema pendiente, tenía miedo.

A fines de enero, estábamos con Omar tomando unos mates, y mi teléfono no paraba de sonar, un mensaje tras otro. El teléfono estaba sobre el mueble, y para no levantarme le pedí a Omar:

L: -No te fijas amor, deben ser las cotorras, después los miro.

O: -Te agregaron a un grupo “Los 30 de Anita”

L: -A si, son las cotorras!, no me lees amor?

O: -Patricia creó el grupo, se unieron un montón y hay un mensaje de Patricia que dice: “Chicas creé este grupo sin Anita para organizarle un cumple sorpresa, que dicen?”

O: -Todas contestaron que sí, buenísimo, si dale!

Me fue leyendo los mensajes de todas las cotorras.

El cumpleaños de Anita es el 13 de febrero y las chicas proponían hacerlo el viernes 15. Estuvimos casi todas de acuerdo y quedó esa fecha.

Empezaron los preparativos, María Marta ofreció el quincho de su casa para la fiesta, todas estuvieron de acuerdo. Una de las preceptoras es DJ, ofreció hacerse cargo de la música. El marido de Alicia es cheff y ofreció hacerse cargo de la comida y la más grande del grupo, una profe de Física, se encargaba de la bebida.

Omar se reía leyendo todo eso

O: -A la miércoles, que rápidas que son para armar una joda!

O: -Falta la que lleva los stripers y listo!

Como si lo hubieran escuchado, unos mensajes después una dijo: “chicas ni se les ocurra llevar stripers, que después sacan fotos, las suben y es para kilombo”

La dueña del quincho dijo: “Chicas en casa están mi marido y los chicos, striper ni en pedo, Raúl me mata”. “Chicas vayan pensando una excusa para traer a Anita a casa!

Otra de las chicas compartía otro grupo de amigas con Anita y propuso avisarles también. Seríamos más de 20.

Siguieron llegando docenas de mensajes con ideas y cosas para la fiesta.

María Marta mandó una foto de las refacciones de su pileta, pintada, con un deck en uno de los costados que daba al quincho y unas luces de jardín alrededor. “Chicas estrenamos la pileta!

Anita seguramente terminaría en el agua.

Llegó el día del cumpleaños y como a las cinco tomábamos mate con Omar que había llegado hacía un rato del trabajo. Le dije si íbamos para arriba con el mate para decidir que ponerme.

Hacía calor y Omar me dijo que me pusiera algo liviano, si María Marta no tenía aire acondicionado en el quincho, nos íbamos a morir de calor, y le di la razón.

Paula, esgrimiendo un problema de pareja, sería la encargada de llevar engañada a Anita a la casa de María Marta, con la excusa de juntarse para pedirles consejo.

Empecé a revisar el perchero, pensando que ponerme, no iba a ir de fiesta, arreglada nomás, era en una casa.

Encontré un vestidito que hacía tiempo no usaba, en color salmón hasta mitad del muslo, con bordados en blanco y algunos colores, un escote no muy pronunciado, y por detrás, un escote en forma de V a media espalda, de una tela liviana y bastante casual.

Me saqué el remerón quedando en tetas y Omar me miraba, busqué un corpiño blanco y me lo puse. Me coloqué el vestido y le mostré a Omar.

O: - Te queda bárbaro. Eso y las sandalitas blancas, cartera blanca y listo!

No estaba mal la idea, me probé las sandalias y le daba un toque de elegancia al vestido

Unos accesorios blancos o plateados y listo!

Me cambié, me maquillé, me recogí el pelo de los costados con un broche, aros colgantes plateados, un collar y pulseras haciendo juego

Pasadas las ocho, salimos de casa para lo de María Marta, Omar me dejaba allí, y él se iba a comer un asado con los amigos del pádel.

Llegamos a la casa, nos despedimos con un beso en el auto.

O: -Avísame si querés que te venga a buscar, yo calculo que tipo dos, ya estaré en casa, pero me avisas, no hay problema con la hora.

L: -Yo te aviso, amor, si alguna de las chicas, me lleva, no te hago venir. Ni bien sepa te aviso.

O: -Chau bonita! Que lo pasen lindo!

Toqué timbre, abrió María Marta, saludé a Omar con la mano y entramos.

Fuimos al quincho, saludé a todas las chicas, ya estaba todo preparado, a las nueve llegaría Anita.

Nos presentamos con algunas chicas que yo no conocía, que eran amigas de Anita.

El quincho había quedado bárbaro, todo estaba organizado, una de las chicas desde la barra me pregunta que tomaba, un fernet, le contesté. Con el fernet en la mano salí para el costado para ver la pileta. Había una chica al costado fumando un cigarrillo y tomando algo. Me acerqué y dije:

L: -La verdad que la pileta le quedó divina!

Giró hacia mí, asintiendo con la cabeza y me dijo:

C: -Bárbara! Yo soy Carola, amiga de Anita del gimnasio

L: -Yo soy Lola, perdón, María Lorena, pero todos me dicen Lola, compañera del colegio, un gusto.

Nos saludamos con un beso y seguimos charlando

C: -Igualmente! Que sorpresa se va a llevar Anita, no va a entender nada.

L: -Debe haber pensado que somos unas guachas, la saludamos así nomás el miércoles, es más! Ninguna pasamos a saludarla por la casa.

C: -Le va a encantar! Es re lindo una sorpresa así. A mí me encantaría.

Llegaron las nueve y todas nos preparamos, Paula mandó un mensaje que ya estaban en camino. Apagamos todas las luces y nos callamos, cosa bastante difícil.

Desde el quincho las vimos venir a las tres, María Marta entro primero y prendió las luces. Todas aplaudiendo y cantando el feliz cumpleaños. Anita se emocionó y se largó a llorar.

La saludamos todas, y arrancó la fiesta. Música, tragos, comida y calor, mucho calor.

Ya iba por el tercer fernet, salí de quincho, para el lado de la pileta, había algunas chicas sentadas en las sillas del Jardín, entre ellas, Carola. Me senté a su lado.

L: -Uff que calor!!, me faltaba el aire

C: -No creas que acá está mucho más fresco!

Nos sonreímos, sacó un atado de cigarrillos, me ofreció uno, lo acepté. Prendió ella uno y me lo dio, y luego prendió una para ella. Me sorprendió el gesto.

Nos pusimos a charlar un rato, de Anita, del trabajo, en fin de todo, cuando me preguntó:

C: -Vos estás casada Lola, tenes hijos?

L: -Si, con Omar, hace ocho años, y tengo una hija de 19 que se fue a vivir a España con el padre.

C: De 19? La tuviste de muy joven? Cuántos años tenés?

L: Cumplo 37 en julio!

L: Si, quedé embarazada el último año de secundaria, y Pilar nació al año siguiente. Muy chiquita! No fue fácil, por suerte estaban mis padres que me re bancaron.

C: -No te daba 37 ni por asomo, pareces de mucho menos, te hubiera dado 30 o 32!

L: -Vos estás casada?

C: -No, tuve una pareja hasta hace unos meses, la cosa se empezó a enfriar y decidimos separarnos.

C: -Casi tres años, pero ella hacía tiempo que estaba distinta conmigo, ya no teníamos relaciones como antes, ya no hablábamos como antes y un día la senté y le pregunté si había alguien más.

C: -Me dijo que si, que le pasaban cosas con otra chica, pero que no se animaba a hablarlo conmigo todavía.

C: -Y le dije de separarnos, que si no estaba segura de que estemos juntas, era mejor separarse. Y a la semana ya estaba viviendo sola otra vez.

L: -Que dura son esas situaciones! Pero por lo menos lo pudieron hablar.

C: -Yo lo preferí así, si no estamos juntas al cien por ciento, prefiero estar sola. Lo sufrí los primeros días, pero bueno… ya está, ya fue!

L: -Por lo menos terminaron bien.

C: -Prefiero cortar antes y no llegar a los cuernos y que se pudra todo!

Toda esa conversación, me rebotaba en la cabeza.

Seguimos charlando un rato y volvimos al quincho, seguía la fiesta, el baile, la bebida y las risas.

Volvimos a coincidir en el jardín con Carola y seguimos charlando, contándonos cosas.

L: -Por lo que me contaste, entendí que te gustan las chicas, desde siempre? O has tenido parejas con hombres.

C: -Desde siempre, desde que tengo uso de razón, me atraen las mujeres, nunca estuve con un hombre, de nenita algún beso, pero nada más.

L: -A mí siempre me gustaron los hombre, siempre tuve relaciones con hombres, pero hace un tiempo, no sé, se me presentó la situación y tuve relaciones con una chica.

C: -Y que te pareció? Te gustó?

L: -En realidad es una historia un poco más larga, primero tuve relaciones con una chica travesti, y después, con ella y una amiga lesbiana que nunca había tenido relaciones. Lo disfruté, no te voy a decir que no, pero no fue con esa chica solamente, lo hicimos las tres.

C: -Ah! Pero te despachaste lindo! Y tu marido no está al tanto de nada, no?

L: -No, el no sabe nada! Y la verdad es que eso me tiene mal! No se merece los cuernos!

C: -Te soy re sincera, si quisieras probar solo con una chica, a mí me encantaría, me parecés una mina hermosa y me encantaría hacer el amor con vos.

L: -Ay no sé Carola! Me parecés divina, pero no sé.

C: -Si querés nos vamos a mi casa, ya te puedo imaginar desnuda!

L: -Ay Carola, no me tientes!

C: -Justamente eso, te quiero tentar, te mentiría si te dijera que no tengo ganas de darte un beso ahora mismo y de tocarte toda!

Y sin darme tiempo, me dio un beso, suave en los labios. Se lo respondí y ya me había calentado el momento. Me tomó la mano y me dijo:

C: -Por qué no nos vamos? Vamos para casa? Ya algunas se fueron, decimos que yo te llevo a tu casa y nos vamos. Dale!

L: -Ay Carola, quiero pero no quiero! Me pareces re linda y me imaginé con vos, pero no sé.

C: -Viví lo que quieras vivir, después ves!

Volvimos adentro, eran casi las tres de la mañana, saludamos a todas las chicas y nos fuimos.

Ya en el auto, le dije que tendría que decirle algo a Omar, para que sepa que iba a llegar más tarde.

C: -Decile que una de las chicas se puso en pedo y que no querés que maneje, como hacen los tipos cuando se van a garchar con otra, o no?

C: -Cuando los tipos se cogen a todas las minas que se les ocurre, son unos capos, unos machos bárbaros, pero cuando eso mismo, lo hacemos nosotras, somos unas putas de mierda, o no?

Eso me hizo pensar en ese jueves que me avisó que llegaba más tarde, se habría ido a coger con otra? No sé, se me estaba yendo todo a la banquina.

Lo llamé a Omar:

L: -Hola amor!

O: Hola Lola! Todo bien?

L: -Si todo bien amor!, te quería avisar que una de las chicas está re en pedo y la estoy llevando a la casa, no quiero que maneje así.

O: -Esta bien mi vida! Querés que te voy a buscar a la casa de esa chica?

L: -Cuando llegamos te aviso!,

O: -Dale yo llegué hace un rato y estoy despierto.

L: -Un beso amor!

Llegamos a la casa de Carola, una casa hermosa con un hermoso jardín adelante. Entramos al estar, nos sentamos en el sillón y nos empezamos a besar, suave, Carola me acariciaba la cara el pelo, la nuca, los hombros y yo a ella.

En un momento paramos y lo volví a llamar a Omar.

L: -Hola amor! Está hecha mierda esta chica, la dejé vomitando en el baño.

O: -Uh! Pobre, vive sola?

L: -Si amor, por eso no la quiero dejar sola! Hagamos una cosa, no te vengas, yo la acuesto en la cama y me quedo con ella, por las dudas y mañana a la mañana, me venís a buscar, te parece?

O: -Si amor, no hay problemas, cualquier cosa me llamás!

L: -Dormí amor, no te voy a tener despierto por el pedo de ésta! Cualquier cosa te llamo! Y mañana te llamo y me venís a buscar. Dale?

O: -Dale amor, te voy a extrañar, te mando un beso!

L: -Yo también, un beso!

Mientras hablaba con Omar, Carola me había bajado los breteles del vestido y me besaba los hombros, me volvía loca y me costaba hablar.

Me paré, me sacó el vestido y el corpiño quedé solo con la tanguita, que por supuesto, ya estaba mojada!

Ella se desnudó por completo, Carola es de piel blanca, suave, unas tetas hermosas, un poco más grandes que las mías, nos abrazamos apoyándonos las tetas, nos besamos, me tocó el culo y me bajó la tanga. Ya desnudas las dos nos fuimos a la cama. Me acosté boca arriba, Carola al costado. Me empezó a besar toda, completa, me daba pequeñas lamidas por todos lados, las piernas, los pies, las rodillas, los brazos, las manos, me acariciaba con la yema de los dedos, todo el cuerpo. Ya estaba a punto de tener un orgasmo y ni siquiera me había tocado la concha. Se acostó sobré mí, me besó las tetas, me las lamió, me lamió los pezones, los mordisqueaba suavemente, mirándome a los ojos. Me fue acariciando desde las tetas hasta la concha y me la empezó a tocar, por afuera, alrededor del clítoris, yo estaba empapada y ahí nomás tuve mi primer orgasmo.

C: -Si Lola! Así! Cuanto que me vas a acabar ésta noche!

Me siguió tocando la concha desde arriba hasta el culo. Después fui yo la que besé y lamí todo su cuerpo. Carola tiene unas tetas hermosas y me encantaba tocarlas, besarlas, chuparlas, lamer y mordisquear sus pezones. La puse boca abajo y me acosté arriba, le apoyé las tetas en la espalda mientras le lamía el cuello. Fui bajando, besando y lamiendo su espalda hasta llegar al culo, se lo besé se lo toqué, le lamí el culo y le metía la lengua. Metí una mano por debajo para tocarle la concha y en esa posición tuvo un orgasmo.

Nos tocamos, chupamos, metimos dedos por todos lados, nos recorrimos todas, haciendo el 69, cambiando todo el tiempo de posiciones, tuvimos varios orgasmos cada una.

Carola me hizo gozar con zonas de mi cuerpo que yo no había usado nunca sexualmente, me hizo acabar, lamiéndome la planta de los pies o la parte de atrás de las rodillas, era una locura!

Estar cruzadas de piernas, invertidas y frotándonos las conchas me hizo acabar violentamente.

Después de tantos orgasmos, seis los míos, y varios de Carola, estábamos reventadas y nos quedamos  acostadas en su cama, yo boca arriba y ella recostada en mi pecho.

Perdí la noción del tiempo que estuvimos gozándonos, pero empezaba a entrar luz por la ventana, estaba amaneciendo.

Me despertó Carola, con caricias en el pelo.

C: -Buen día dormilona hermosa!

L: -Hola Caro! Que horas es?

C: -Once y cuarto.

Respiré aliviada, que ría llegar a casa antes del mediodía. Carola estaba vestida con ropa deportiva y zapatillas.

L: -Ya estas vestida!, tenés que ir a algún lado?

C: -No Lola, me levanté hace rato y me fui a correr un poco y de paso comprar algo para el desayuno. Mate, te, café? Que querés tomar?

L: -Un café, así me despabilo!

Fue a la cocina y volvió con una bandeja con el desayuno. Tomamos café las dos con unas macitas, frutas y jugo de naranja.

Mientras desayunamos, hablamos de lo ocurrido hacía unas horas, y la verdad que me había encantado.

C: -Me encantás Lola, sos hermosa! Y me encantaría hacerlo con vos siempre! Amé tu placer, tus orgasmos, tu cuerpo! Me re gustás!

L: -Me encantó Caro! Nunca creí que podía gozar con tantas partes de mi cuerpo, me volviste loca!

C: -Y te quería decir, que aunque no lo volvamos a hacer, me gustaría que siguiéramos en contacto, me parecés una mina bárbara.

L: -Claro que sí!

Hacer el amor con una mujer, es totalmente diferente a hacerlo con un hombre, la velocidad, el ritmo, la intensidad, el recorrer el cuerpo, las caricias, en fin!, otro mundo.

A pesar de engañar a Omar y sentirme culpable, lo había disfrutado y mucho, y si sincera fuera conmigo al menos, diría que me gustaría repetirlo.

Pasadas las doce y media, lo llamé a Omar, estaba cocinando y le dije que me tomaba un taxi hasta casa para que no tenga que cortar con la comida.

Cuando terminé de hablar con Omar, Carola me abraza desde atrás y pude sentir sus tetas en mi espalda. Al darme vuelta la veo desnuda.

C: -Seque te tenés que ir, pero quería sentir tu cuerpo una vez más.

Me abrazó, nuestras tetas se juntaron, me miró a los ojos y me besó.

C: -Gracias Lola, lo de anoche fue una locura! Nunca me voy a olvidar tu cuerpo!

L: -A mi también me gustó mucho Caro!, mucho! Sos hermosa!

Nos dimos otro beso y me fui a cambiar. Carola se quedó desnuda.

Cuando sonó la bocina del taxi, me acompaño desnuda hasta la puerta y antes de salir nos dimos un últimos beso.

Abrí la puerta, le hice una seña al taxista y antes de salir, me incliné le besé ambos pezones, me agaché, le besé la conchita y girando a Carola, le besé el culo:

L: -Ha sido un gusto conocerlos!

Nos reímos y me fui.

Continuará…