Mis infidelidades y sus consecuencias - (09)

Unos días en Villa Gesell – Primera parte

Unos días en Villa Gesell – Primera parte

Después de lo que pasó en la fiesta de fin de año del colegio, los días con Omar cambiaron un poco, no hacíamos el amor tan seguido, ni con tanta intensidad y lógicamente, me empecé a preguntar si se habría dado cuenta de algo, si sospechaba algo, me habría visto la marca en la teta? Habría yo nombrado a alguien en sueños?

Omar me decía que estaba muy complicado con el trabajo, las responsabilidades, el estrés y el fin de año, pero por dentro sentía que había otra cosa, tenía que tomar coraje y contarle todo.

El último jueves de diciembre, me mandó un mensaje diciéndome que llegaría mas tarde. Llegó pasadas las diez y sin regalo PMP. No pregunté nada y él no me dijo nada. Todo se me ponía más dificil.

Tengo una amiga, María de los Milagros, Mili para mí, que vive en Neuquén, unos años más grande que yo. Está separada y tiene tres hijos, la menor está casada y vive en Neuquén, un varón que vive y trabaja en Rosario y el mayor que vive en Córdoba. Hace más de un año que no nos vemos, pero hablamos muy seguido por teléfono.

Mili me llamó los primeros días de enero, contándome  que su hermana, le prestaba un departamento en Villa Gesell desde el 7 de enero, hasta el viernes 18. La primera semana estaría Manuela su hija, con el marido y sus hijitos, pero que la segunda iba a estar sola.

Mili es una loca, muy extrovertida, habla a los gritos, putea, no le importa nada. Me llamó por teléfono:

M: -Dale boluda, venite así nos vemos!

L: -Tengo que ver si Omar saca las vacaciones!

M: -Dale pajera, venite unos días y después te vas adonde se te cante con tu marido!

M: -Cuanto hace que no estamos tan cerca? Porque vos hasta Neuquén no vas, zorra!

L: -Bueno nena, a mi no me digas nada, que cuando vas a Rosario, por La Plata tampoco pasás!

M: -No me vengas con esas, no seas pelotuda y venite carajo!

L: -Dale, hablo con Omar y te aviso.

Le comenté a Omar, y me dijo que en enero estaba muy complicado con el trabajo y que no podía sacar vacaciones, que fuera a Gesell tranquila, cuando quiera y los día que quiera.

Le avisé a Mili que el domingo 13 a la tarde me iba para allá, llegaría más o menos a las diez de la noche y que me quedaba hasta el jueves.

Saqué pasajes de ida y vuelta y llegaría el jueves un rato antes de que Omar volviera de Buenos Aires. Quizás esos días me servirían para pensar bien las cosas.

El domingo después del almuerzo, preparé el bolso con todo lo que me iba a llevar y Omar se quedó abajo, en otro momento hubiera estado bromeando conmigo.

Ya tenía listo el bolso, mientras me terminaba de arreglar, Omar hizo unos mates. Llegó la hora y nos fuimos para la terminal de ómnibus. Por supuesto que por la época del año, había un montón de gente, un montón de colectivos por salir, ubiqué el mío, despaché el bolso y me quedé con Omar hasta último momento. Nos besamos, le dije todo lo que lo amo y lo que lo iba a extrañar y me subí al micro.

Era de dos pisos y me tocaba arriba. Ubiqué mi asiento, del lado de la ventanilla y estaba ocupado. Volví a mirar el número antes de protestarle al que estaba en mi asiento.

L: -Perdón vos tenés el asiento 24?

Le dije algo enojada, lo único que me faltaba, era ponerme a discutir por el lugar.

-Perdón señora, disculpemé, creí que nadie viajaría y me cambié. Por favor le vuelvo a pedir disculpas.

L:-Está bién, no hay problema!

Me aflojé un poco, se levantó para cederme el asiento, y se seguía disculpando.

Minutos después el colectivo empezó a retroceder para salir del andén. Omar me saludaba desde abajo, yo le tiraba besos y lo saludaba con la mano.

Salimos de la terminal y busqué mi libro de la cartera para leerlo en el viaje.

En un momento, me dijo:

F: -Le vuelvo a pedir disculpas, creí que nadie lo ocupaba.

Me miró, estiró a mano y me dijo:

F: -Mi nombre es Fernando!

L: -Yo soy María Lorena, pero me dicen Lola.

F: -Encantado Lola

L: -Igualmente!

F: -De vacaciones? O sos de Gesell

L: -Voy unos días nada más, una amiga de Neuquén, está en Gesell y voy a pasar unos días con ella. Vos? De vacaciones?

F: -No, voy por trabajo, el padre de un amigo tiene un restaurante y uno de los empleados se le fue, como mi amigo sabía que andaba buscando algún laburo, le dijo al padre y me avisó.

L: -A qué bueno! Por la temporada?

F: -Si, por lo que queda, después tengo que volver a la facu.

L: -Ah! Que estás estudiando?

F: -Cuarto año de Arquitectura

L: -Mi hija también!

F: -Tenes una hija en la facultad? Cuántos años tiene? No te daba edad para tener una hija tan grande!

L: -Es que la tuve de muy joven, pero está estudiando en España, cuando terminó la secundaria, se fue para allá porque el padre vive en Barcelona y quería estudiar Arquitectura ahí.

F: -Uhh que flash! Qué bueno estudiar arquitectura en Barcelona! Quién pudiera!

La conversación era muy amena, me contó que él es de Saladillo, pero vive en La Plata con su hermana mayor que estudia medicina. Le conté de mi trabajo  y otras cosas. Tan amena era la charla que ni había abierto el libro que llevé para leer en el viaje.

En un momento se levantó:

F: -Voy a buscar un café, querés uno?

L: -Bueno dale!

Volvió con los dos vasitos de café:

F: -Me sostenés por favor un segundo?

Me dio los dos vasitos, y de la mochila que estaba en el portaequipajes de arriba, sacó un paquete de alfajorcitos, esos que vienen en una bandejita. Se sentó, abrió el paquete y lo apoyó sobre su pierna, le di su vasito de café y me dijo:

F: -Servite por favor!

L: -No gracias!

F: -Dale que son dietéticos!

Nos reímos y me comí uno. Después de ese me dijo que me comiera otro.

F: -Dale, vos te comes dos y yo tres y listo.

Seguimos conversando todo el viaje, ni abrí el libro.

F: -Uh perdón, te di tanta charla que no pudiste ni abrir el libro.

L: - No pasa nada! Lo puedo leer después.

Me preguntó por donde paraba y me dijo que él iba cerca, a cinco cuadras, que si me parecía, podíamos compartir el taxi.

Cerca de las nueve llegamos a Gesell, recogimos los bolsos y subimos al taxi.

Fuimos charlando en el viaje, intenté darle la mitad del costo del viaje, pero no acepto. Llegamos donde yo tenía que bajar, paró el taxi, él bajó, bajó mi bolso y nos despedimos.

L: -Bueno Fernando, fue un gusto conocerte! Suerte con el trabajo!

F: -Igualmente, la verdad se me pasó volando el viaje! Que pases unos lindos días!

Nos dimos un beso, subió al taxi y siguió su camino.

Le mandé un mensaje a Mili desde la puerta del edificio:

L: -Abrime loca!! Estoy abajo!

M: -Ahí voy trolita!

Bajó y nos dimos flor de abrazo

M: Que haces trola de mierda! Como te extrañaba zorra! Qué ganas tenía de verte!

Nos reímos, subimos al departamento, me preguntó que tal el viaje:

L: -Bien! Me había traído un libro para el viaje, pero ni lo abrí, venía un chico sentado al lado y conversamos todo el viaje.

M: -Ahhh zorrita!!! Te viniste levantando un pendejo!! Trolita linda!

L: -Callate boluda, viene a trabajar a un restaurante y vinimos charlando!

M: bueno contame como andas!

Mientras charlábamos, Mili puso la mesa y cenamos. Después de la cena, salimos al balcón, hacía calor y Mili prendió un cigarrillo, me convidó uno y nos quedamos fumando y charlando como hasta las doce, que nos fuimos a la cama.

Al otro día como a las diez de la mañana, me despertó Mili con el mate y me dijo:

M: -Dale boluda, vamos a la playa que hace tremendo calor!

Nos cambiamos, me puse una bikini negra y cuando me vió, me dijo:

M: -Que turra! Cada vez que nos vemos, vos estás mas buena hija de puta! Como hacés?

M: -Mirame a mí, cada vez más gorda boluda!

Preparamos el mate y nos fuimos a la playa. La hermana de Mili, tiene alquilada una carpa en el balneario, nos ubicamos y Mili preparó el mate.

M: -Sebo yo, vos sos malísima haciendo mate!

Nos pusimos a charlar al sol y le dije que quería venir para hablar de los que estaba pasando.

L: -Boluda, quería hablar con vos un tema

M: -De pareja? Omar te cagó!

L: -No boluda, a revés!

M: -Vos lo cuerneaste? También con ese lomo nena!

L: -No boluda, estoy mal, no fue una vez, fueron varias!

M: -Pará, pará! Lo cagaste a Omar varias veces? Que pasa boluda, todo mal con Omar?

L: -Al contrario! Últimamente estamos a full! Cogemos todo el tiempo!

M: -Y entonces?

L: -No sé boluda, se me presentaron situaciones y la calentura me pudo!

M: -Siempre con el mismo?

L: -No!, fueron varias veces con distintas personas!

M: Contame boluda!

L: -Te acordás de la caída en la escuela? Tuve que hacer kinesiología, diez sesiones, las primeras seis vino un  hombre peruano a casa, todo bien, después me avisaron que ese muchacho ya no trabajaba en la empresa, que en su lugar vendría una chica. Cuando vino, antes de entrar, me dijo que era una chica travesti, que si tenía problemas, podría la empresa mandar a otra persona.

L: -Por supuesto le dije que no tenía ningún problema. Resultó ser un mina divina, me dio las sesiones y charlando me dijo que además, era peluquera, manicura, pedicura, que depilaba, ponía piercing y vendía ropa interior sexy.

Para la última sesión le dije que trajera la ropa, para comprar algún conjuntito para esperar a Omar.

Me probé uno que me encantaba, pero se me salían los pelitos por arriba, me dijo que si quería que me los depilaba. Que me la depilara toda le dije, a Omar le va a encantar.

L: -Cuestión que mientras me depilaba me calenté y terminamos cogiendo.

M: Boluda!!

L: -Y ahí no quedó, después de eso cogí con ella y con una amiga lesbiana!

L: -Fin de noviembre, principio de diciembre, nos fuimos una semana a Gualeguaychú con Omar. Por una reunión importante, al tercer día tuvo que volver a Buenos Aires y terminé cogiendo con la pareja de la otra cabaña!

L: -Y en la fiesta de fin de año de la escuela, bastante en pedo, cogí con dos profesores en el departamento de uno de ellos.

L: no sé boluda, soy una hija de puta!

L: -Como que en el momento, no pienso en otra cosa! Y después me siento una mierda! Que Omar no se merece esto! Y la culpa me mata!

M: -Boluda, estás muy sexual!

L: -No boluda estoy re puta!!

L: -Si me dijeras que Omar no me toca, bueno, vaya y pase, pero con Omar estamos como conejos!  Salvo en estos últimos días, y me empecé a hacer la cabeza de que se imagina algo

L: -Tengo miedo de contarle y que me mande  a la mierda!

L: -Que hago Mili?

M: -Mirá boluda, lo primero que yo haría es arrancar terapia!

L: -Si, ya hablé con la psicóloga y arranco la semana que viene. Es más arranco también yoga, a ver si me ayuda un poco.

M: -Si está bien!

M: -Pero si aceptás un consejo, no le cuentes a Omar todavía, arrancá terapia primero. Si necesitas que Omar entienda lo que te pasa, primero lo tenés que entender vos, todavía no hables con Omar.

M: -Entiendo que si Omar lo tiene que saber, que sea por vos, y no que se entere por otro o de casualidad, eso sería peor  todavía!

L: -No sé Boluda estoy re mal!

Me puse a llorar y Mili me abrazó. Al mediodía, compramos algo para comer y volvimos al departamento.

A la tarde volvimos un rato a la playa, tomamos unos mates y cerca de las seis, nos cambiamos y nos fuimos a tomar una cerveza.

El martes volvió a hacer mucho calor, otro día para aprovechar la playa. Y así lo hicimos, fuimos a media mañana hasta el mediodía, volvimos al departamento para el almuerzo y regresamos como a las tres a la playa. Tomamos mate y charlamos al sol, nos metimos al mar y charlamos, salimos y seguimos charlando.

Como a las seis y media, nos fuimos para el departamento. Nos bañamos y empezamos a pensar en la cena. Estábamos en el balcón, y sonó el teléfono de Mili. Era su yerno, Ricky, le avisaba que Manuela, su hija, había tenido un accidente con el auto, pero que estaba bien, solo una fractura en la tibia, que estaban enyesando.

Mili se desesperó, no paraba de preguntarle exaltada a Ricky, como estaba, que le pasara con ella. Ricky le decía que cuando volviera Manuela la iba a llamar, pero que se quedara tranquila, que no era nada grave. Cortó y a los cinco minutos llamó Manuela.

M: -Que pasó hija? Estás bien? Decime la verdad!

Manuela le contestó, que sí, que solo era una fractura en la tibia, que ya le habían enyesado y que la dejaban hasta mañana en observación y para hacerle otros estudios.

M: ya me voy para allá!

Hablaron un momento más, y cortó, porque tenía que hablar con el médico.

Mili me dijo de ir a la terminal de ómnibus a sacar pasaje para volver a Neuquén.

L: -Claro que sí, vamos! Te entiendo negra, si fuera Pilar, me tomo ya, un avión a España!

Fuimos en taxi a la terminal, Mili sacó pasaje para Mar del Plata para el otro día a las siete menos cuarto de la mañana y desde ahí a Neuquén.

Yo intenté cambiar mi pasaje del jueves para el miércoles, pero no había disponibles.

M: -Bueno Lola, no pasa nada, te quedás hasta el jueves y cuando te vas le dejás las llaves a la administradora.

Volvimos al departamento, compramos algo para cenar y nos acostamos temprano.

A las seis menos cuarto de la mañana, sonó el teléfono de Mil. Nos levantamos, tomamos unos mates, Mil preparó todo y tomamos un taxi para la terminal. Antes de la hora estábamos ahí, Mili estaba nerviosa, despachó el bolso y nos despedimos.

L: -Llamame cuando llegues a Mar del Plata y a Neuquén. Teneme al tanto de Manuela. A la noche te llamo.

M: -Si corazón, te tengo al tanto! Perdón negra, al final nos vimos poco!

L: -Ya nos veremos pronto! Andá tranquila! Te quiero! Nos vemos!

Nos abrazamos, nos dimos unos besos y se subió. Esperé a que se vaya el colectivo  y me fui.

Era otro día de sol y calor y volví caminando al departamento, mirando las casas, los árboles, la gente, las vidrieras. Me saqué el jean, me puse un short, me tomé unos mates y al mediodía salí para comer en algún lado o comprar comida.

Continuará…